Artículo publicado en Silviodragunsky.blogspot.com
Por Silvio Dragunsky Genkin
Varios medios de difusión y las redes sociales se hacen eco de las declaraciones de muchas personas asombradas e indignadas por el ataque sin precedentes no solo contra su nivel de vida, sino contra las convenciones sociales que han hecho posible la convivencia armónica en el país a lo largo de muchas décadas.
En su más profundo malestar y ante la falta de respuesta adecuada de muchos de quienes consideraban sus dirigentes tradicionales, atribuyen esa conducta del gobierno a factores como locura, ignorancia o irresponsabilidad.
Nada más lejos de eso. Milei, pese su incurable mediocridad, apenas es capaz de recitar de memoria un solo pensamiento, el libertario, de una sola ciencia, la economía, todo el resto se lo deja a los equipos que importó del tercero en las elecciones, sin embargo, su gobierno tiene una lógica muy consistente.
TIENE OBJETIVOS CLAROS Y BIEN DEFINIDOS
1. Implementar el proyecto perseguido por el conjunto de las clases privilegiadas. Integrar el país a las necesidades del mercado mundial.
Para eso, considera indispensable lograr la libre circulación de bienes y capitales. Es decir, no debe haber limites que restrinjan o distorsionen la posibilidad de comprar o vender en y con el mundo entero. El único criterio de selección solo puede ser el precio.
2. Incrementar la exportación y disminuir la importación se vuelve crítico en un país tradicionalmente deficitario en divisas
Esa es una de las explicaciones de fondo de la brutal reducción del consumo. Dado que Argentina exporta alimentos, cuanto menos coma la población en el país, más saldos exportables habrá disponibles.
Por otro lado, si hay reducción de consumo, también habrá menos importaciones, lo que favorecerá la acumulación de divisas, las que serán muy útiles para la exportación de utilidades.
3. La reducción real de los costos salariales, abarata la producción y permite competir en el mercado mundial manteniendo muy buenas ganancias para los empresarios
Ahora bien, el desarrollo de esta idea, en una situación en la que China es la fábrica de productos del mundo, va a llevar, inexorablemente a la liquidación de lo que queda de la industria nacional. Solo se podrán salvar aquellas actividades, que son muy pocas, que hayan alcanzado competitividad internacional.
Lo que es probable que se continúen desarrollando aquellas en las que Argentina tiene “ventajas competitivas”: la agricultura, la ganadería, la producción de hidrocarburos especialmente del yacimiento de Vaca Muerta y un poco la minería del litio.
4. Aumentar la masa de utilidades disponibles para las grandes corporaciones
Mediante la privatización de las empresas públicas, por el incremento de la tasa de ganancias en las empresas que ya funcionan y por la eliminación de todos los dispositivos legales que protegen el ambiente y la naturaleza.
LA POBREZA NACIONAL NO ES SU PREOCUPACIÓN
De ser cierto este pronóstico, una de sus consecuencias será un incremento notorio de la miseria en el gran Buenos Aires y en las provincias del norte y del sur, hasta alcanzar niveles nunca vistos en Argentina, y enclaves prósperos en las provincias del centro, corazón agroganadero y alrededor los yacimientos petroleros y mineros, aumentando las ya enormes diferencias económicas regionales.
En un país con una historia de un déficit presupuestal del orden del 4% del PBI, eliminarlo de un año para otro y con el propósito declarado de obtener un superávit del 2% va a crear problemas inmensos de todo tipo.
Uno de tantos, es que las provincias no tendrán dinero para atender sus necesidades más elementales e inmediatas. Hay que tener en cuenta que, para muchas de ellas, el estado es el principal empleador y el cliente más importante para miles de proveedores de todo tipo.
SE ARRASA A LA CLASE MEDIA
Una de las consecuencias de la política que intenta aplicar este gobierno es el ataque despiadado contra la clase media. Sector social muy tradicional del país, que le dio estabilidad económica y social durante un siglo y una de las características diferenciales con los demás países de latinoamérica. Ahora la sociedad se dividirá entre ricos, con muy alto nivel de consumo, viviendo en barrios exclusivos, muchos de ellos cerrados y “el resto”, millones de personas muchas de las cuales tendrán serias dificultades para completar dos comidas diarias.
SURGIRÁN CORRIENTES DE DESINTEGRACIÓN NACIONAL
Ante el problema, es posible que veamos que más de una provincia apele a la emisión de monedas o cuasi monedas propias, hecho que ya tiene antecedentes en crisis anteriores.
Tenemos que tener en cuenta que, en provincias rezagadas económicamente, los empleados públicos son la clientela electoral de los caciques políticos y que no aumentar los sueldos o realizar despidos, significa la liquidación a plazo fijo de sus expectativas a la reelección
La clara diferenciación entre provincias ricas y pobres, más aún si emiten monedas o cuasi monedas propias, dará lugar, seguramente, a corrientes centrifugas, independentistas, que pondrán en tela de juicio la unidad nacional. Para Córdoba o Santa Fe, solo como ejemplo, cargar con “el lastre” de Chaco o Formosa, no les representa mayor ventaja.
ES POCO PROBABLE QUE HAYA UN DESARROLLO ECONÓMICO POSTERIOR
Quiero reiterar un concepto ya desarrollado en un artículo anterior. Este gobierno insiste en que después de atravesar una época llena de dificultades (quiere decir hambre, miseria, desalojos, enfermedades, muerte) llegaremos por fin a un tiempo de estabilidad, del fin de la maldita inflación.
Esa es una apuesta, de cuyo resultado nadie puede estar seguro. Tal vez si o tal vez no. En todo caso, si se pudiese detener el alza de precios, eso no significa, de manera alguna, que se recupere el trabajo, los ingresos o el bienestar. Lo más que se lograría es un país estabilizado pero lleno de gente en la más profunda miseria.
Ya mencionamos que se han propuesto aumentar la tasa de ganancia empresarial, a costa del empleo formal, de las convenciones paritarias y todo asomo de legislación de protección laboral. El criterio que tiene es que la inversión privada va a orientarse con abundancia donde pueda obtener mayores utilidades.
Sin embargo, los países dependientes como Argentina, no están en condiciones de decidir el flujo de inversiones. Con la mundialización del mercado de capitales, estos se desplazan según la variación de los términos internacionales de intercambio (el precio de los commodities) y la tasa de interés en los países metropolitanos. Con precios normales de los granos, con altas tasas de interés en EEUU y con el descomunal riesgo país argentino, similar al de Venezuela, es extremadamente difícil esperar una corriente lo suficientemente importante de inversiones que permitan suponer un crecimiento significativo y duradero para el país.
Solo para recordar, Menem tuvo éxito temporal con un plan de ajuste similar, porque ingresaron al país, como al resto de América latina, miles de millones de dólares por venta de empresas públicas, inversiones en bolsa o préstamos a los bancos, producto de las bajas tasas de interés en EEUU. Esto duró de 1992 al 97, en que comenzó el retiro masivo por las crisis de las deudas rusa, mexicana y del sudeste asiático. La salida de estos dólares provocó la recesión que terminó con los sucesos del 2001.
Macri, no tuvo esa oportunidad. Bajo su mandato salieron U$S 100 mil millones más de los que habían ya salido bajo el gobierno anterior.
LOS CAMBIOS SOCIALES PROVOCARAN GRANDES CAMBIOS EN LA POLÍTICA
La descomposición social que este proceso originará, implicará cambios económicos, demográficos, sociales y por supuesto, también políticos muy profundos que, por el momento, resultan imposibles de prever. Lo que si estoy absolutamente seguro es que después de esta experiencia, el mapa político será muy distinto al que conocemos.
Las actuales federaciones políticas de caudillos provinciales o municipales, reunidos tras marcas electorales conocidas, tal como son actualmente los partidos radical y peronista, seguramente se verán severamente modificadas por el cambio importante de los sectores sociales a los que tradicionalmente han representado. El gran empobrecimiento de la clase media, históricamente expresada en el radicalismo y la cuasi desaparición del proletariado industrial del conurbano de la Capital, bastión del peronismo, dará lugar a fenómenos políticos nuevos, probablemente de gran magnitud.
SOLO LA RESISTENCIA POPULAR PODRÁ EVITAR UN FUTURO LÚGUBRE
Soy consciente que este artículo le resultará muy descorazonador para muchos de los que eventualmente lo lean. La pregunta es ¿Cuan ineluctable es que las perspectivas sean tan negativas? El único elemento que puede cambiar este futuro, es la movilización y la resistencia que le pueda presentar la población a este proyecto. Solo “la calle” podrá evitar un mañana tan triste. La primera prueba de fuego de la disposición para defenderse, será el paro llamado por la CGT para el día 24.
La masividad y movilización activa de los trabajadores será la señal de lo que vendrá más adelante, siempre y cuando las direcciones sindicales no acuerden con el Gobierno y lo levanten el día anterior.
Además, hay que tener presente, que se llegó a esta situación gracias a las direcciones políticas y sindicales existentes. Es requisito indispensable que durante la lucha surjan nuevos dirigentes que permitan augurar éxito a la resistencia.
Silvio Dragunsky Genkin
Lima, 18 de enero de 2024