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Argentina – El testeo masivo: una necesidad urgente para enfrentar el coronavirus

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Tiene que ser parte de un plan sanitario integral, que garantice atención médica a toda la población y permita orientar la cuarentena de manera precisa.

La Izquierda Diario, redacción, 20-3-2020

https://www.laizquierdadiario.com/

Este viernes la Argentina vivió su primer día de cuarentena obligatoria. La decisión tomada por el Gobierno de Alberto Fernández implicó una enorme restricción de movimientos para el conjunto de la población. Aunque, como veremos, los empresarios fueron los primeros en incumplirlo.

Sin embargo, tal como viene señalando la izquierda, esta medida se tomó de manera prácticamente aislada sin que existiera previamente un testeo masivo que permitiera estudiar mejor el desarrollo y la magnitud del contagio.

Esta es una cuestión central que viene atravesando el mundo, en el marco del crecimiento del coronavirus. El testeo masivo se vuelve central para tener una visión de conjunto de cómo se desarrolla el virus y cómo enfrentarlo en las mejores condiciones.

Este viernes, el mismo New York Times -medio norteamericano que nadie podría acusar de “izquierdista”- criticó al Gobierno de Donald Trump por no realizar pruebas de detección masivamente.

La experiencia de Italia y España muestra el mismo problema. En el primero de esos países se vive una tragedia pocas veces vista. Allí la falta de detección temprana de virus acompaña una decadencia del sistema sanitario, resultado de las políticas de ajuste de la última década.

En la Argentina la situación para enfrentar esta pandemia se presenta crítica. Este viernes por la noche, entrevistado por La Nación+, Flavio Vergara-técnico del Instituto Malbrán- confirmó que hasta el jueves por la noche se habían realizado solo 1.300 test en ese centro. Estos habían dado como resultado 128 casos positivos. Señaló que, trabajando en el límite de la capacidad, se podían hacer hasta 240 pruebas por días.

El mismo investigador afirmó que recién este viernes empezaría a funcionar el sistema de laboratorios asociados a ese instituto. Ese déficit significó que, por ejemplo, se hubiera dado el caso de una demora de hasta 4 días entre que se realizaba una prueba y era recibida en el Malbrán.

Estos datos desnudan la debilidad completa del sistema sanitario argentino, la falta de preparación para enfrentar esta pandemia. La comparación con otros países lo hace aun más notorio. Como señaló La Izquierda Diario, en el caso de Corea del Sur, hasta el 17 de Marzo se habían realizado más de 280 mil pruebas.

Aquel país tiene una población poco mayor a la Argentina (51 millones de habitantes) y, sin embargo, hizo casi 30 veces más pruebas. Eso fue lo que permitió una detección rápida de casos y una planificación ordenada de la contención del virus. En Corea no fue necesario imponer un medida drástica como una cuarentena general.

Eso no quita las críticas que uno pueda hacer al gobierno coreano ni el análisis que pueda hacerse de sus intereses de su carácter capitalista. La elogiada película Parasite ya dejó expuestas la precarización del trabajo y la vida en ese país. Pero ante la pandemia eligió una respuesta sanitaria que hasta ahora se ha demostrado superior a otros países incluso más avanzados.

Entre otras conclusiones, hay una que parece evidente. El testeo masivo debe ser parte de un plan sanitario integral que garantice atención a toda la población. Un plan así debería unificar los sistemas de salud público y privado, además de los laboratorios. En estos últimos, con el control de los trabajadores y las trabajadores, se podría garantizar una producción constante y creciente de alcohol en gel, barbijos, guantes y todos los productos necesarios para una adecuada prevención y cuidado.

Los primeros en incumplir el aislamiento son los empresarios

El Gobierno argentino, antes de saber el estado del contagio, decidió un aislamiento obligatorio que golpea mayormente sobre las familias trabajadores.

Este viernes ya se conocieron despidos en distintos sectores. También denuncias de quienes fueron obligados a trabajar. Como lo viene reflejando La Izquierda Diario, en muchas empresas, la patronal impuso ir a trabajar. Los call center son un ejemplo terrible de esta situación. Allí el hacinamiento y la falta de condiciones de higiene se mezclan con la falta de derechos laborales.

No es el único límite para el cumplimiento de la cuarentena. En muchos barrios del Gran Buenos Aires pudo verse a la gente en la calle este viernes. No fue por deseo propio, sino para evitar el hacinamiento que muchos padecen. La crisis de la vivienda, que alcanza a millones de familias, también salta a la vista con la cuarentena.

Desde los grandes medios y el Gobierno se agita un discurso contra quienes salen a la calle. Se critica la supuesta “irresponsabilidad de la gente”. Sin embargo, la inmensa mayoría de quienes lo hacen es por la presión que le imponen los propios empresarios, que quieren seguir haciendo ganancias a costa de la salud y la vida obreras. O los millones de son monotributistas, “cuentapropistas” o quienes trabajan de manera precarizada o viven del “día a día”, de las changas y la venta callejera.

Este viernes por la noche, en otro decreto, el Gobierno amplió la cantidad de excepciones a la cuarentena. Es decir, habilitó a más empresarios a imponer la asistencia obligatoria a los lugares de trabajo. Eso, claramente, puede permitir una mayor extensión del contagio.

Pero en muchísimos lugares no se respetan las condiciones necesarias para garantizar la salud obrera. Por eso es necesario que se conformen comisiones de higiene y seguridad en todos lados. ¿Se puede lograr? Es una pelea, pero una pelea que vale la pena porque está en juego la salud y la vida de millones. Los aeronáuticos de GPS en Aeroparque han mostrado que además es una medida que se puede imponer. Lo que está claro es que la vida de la clase trabajadora no puede estar en manos de los empresarios que solo quieren lucrar.

Junto con esto hay que garantizar que no haya despidos y que los trabajadores no pierdan en su salario. Es preciso, además, que haya subsidios para quienes están en condiciones de informalidad y pierden su jornada de trabajo por el aislamiento.

La cuarentena impuesta por el Gobierno es una medida aislada que, como explicamos, no está acompañada de la extensión de los test y otras medidas sanitarias que combatan la epidemia. Muchos menos de tocar los intereses de los grandes laboratorios y empresas médicas. Si queremos salvar la salud y la vida de miles, hay que tocar los intereses de los que lucran todo el tiempo con nuestra salud.

Al mismo tiempo, empuja al país a una crisis aún mayor. Al mismo tiempo, el oficialismo sigue negociando el pago de la fraudulenta y odiosa deuda pública. Pero ante la crisis abierta por el coronavirus no puede haber un peso que vaya a manos de los grandes especuladores internacionales y al FMI. Es necesario utilizar todos los recursos disponibles para garantizar la atención sanitaria a toda la población.

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