Un 12 de noviembre de 2002, el joven Weychafe Edmundo Alex Lemún Saavedra, militante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y miembro de la comunidad Requén Lemún, fue baleado en la cabeza por efectivos del GOPE de Carabineros, en un operativo ordenado por el gobierno de Ricardo Lagos y la Concertación, en complicidad con Forestal Mininco.
En ese momento, Alex Lemún, de solo 17 años, cumplía su rol de defensor del territorio (weychafe), apoyando a la comunidad Montutui Mapu, que intentaba recuperar las tierras ancestrales del predio Santa Alicia, usurpadas por la empresa forestal.
Su asesinato marcó un punto de quiebre: Alex Lemún se convirtió en el primer mártir de la nueva etapa de lucha del pueblo mapuche. Una etapa que, tras los años noventa, enfrentó con mayor fuerza el avance de las forestales y la militarización del Wallmapu, en un contexto donde numerosas comunidades eran vigiladas, hostigadas y despojadas de sus territorios.
A 23 años de su muerte, Alex Lemún sigue siendo símbolo de resistencia, dignidad y memoria viva del Wallmapu.











