Rómulo Pardo Silva
El poder global occidental ataca no a un país sino a un bloque para defender su control absoluto de la riqueza del planeta.
Aísla en sus medios a China, Rusia, Irán, Siria, Venezuela, Cuba. Yemen, Corea del Norte.
Aplica sanciones económicas extraterritoriales, cerca militarmente o bombardea.
Su meta es conservar el unilateralismo para acomodarse hacia el colapso de la civilización de los empresarios. Ahora saben que la economía de crecimiento y consumismo permanentes son inviables en el tiempo y que les sobran muchos pueblos.
Uno de los recursos a agotarse es el petróleo y las reservas más grandes son del pueblo venezolano. Ya la destrucción de Iraq fue por energía.
Las sanciones económicas se reparten cada día. A Rusia, Irán, Cuba, Venezuela, Yemen… y se preparan contra China.
El tema no es ninguno de esos países aislado sino el Occidente de gobierno fáctico y pueblo privilegiado atacando a la otra humanidad en todos los continentes para conservar reformando la explotación que les enriquece.
El 1% o el 0,1% oligárquico de cada país dominante o subordinado en el sistema no va a ser crítico imparcial ni observador pasivo de nadie. Son los culpables de empobrecer, entontecer, destruir cualquier foco donde surjan movimientos políticos independientes de la metrópoli.
Uno de los blancos es el chavismo. Antes fueron las medidas de Allende, Juan José Torres, Jean-Bertrand Aristide, Manuel Zelaya, Juan Bosch, Joao Goulart, Jacobo Árbenz, Juan Velasco Alvarado, Gadafi, Hussein, Patrice Lumumba, Mohammad Mosaddeq…
El imperio occidental ordena presentar los casos como hechos aislados.
Sus periodistas, analistas, cientistas políticos, usan argumentos finos para el proceso que les indiquen. Analizan hábilmente las debilidades jurídicas, derechos humanos, abusos de fuerza… o los inventan. Después el coro de demócratas del 1 o 20 por ciento los repiten.
Si se mira el todo, el planeta, la crisis ecológica, la explotación occidental y el origen de su abundancia, sus guerras, es imposible no comprender que se trata de una metodología permanente y global.
Apuntar a Maduro es acusar y condenar a todos los otros que fueron o son blancos. Cada experiencia de soberanía es combatida siempre con formas de violencia.
El problema real debe ser el poder imperial de Occidente en cada océano, mina, fábrica, mercado.
El chavismo es parte de una batalla mundial por el fin del unilateralismo dominante. De un bloque. ¿Por qué Rusia, China, Irán, Bolivia, Venezuela, Cuba, Siria, Corea del Norte… tienen entre sí vínculos fraternales? ¿Por qué los otros hacen unidad contra todos ellos?
Ellos quieren que se apunte al chavismo como hecho único. En realidad el globo tiene muchos puntos encendidos.
Por un Movimiento para una nueva civilización solidaria de socialismo sustentable.
No progresismo de izquierda.
Contacto romulo.pardo@gmail.com