Escribe: Milciades Ruiz, Perú
El 1° de mayo conmemoramos el “Día Internacional del Trabajador”. Recordamos con fervor el momento cúspide de la heroica lucha obrera que logró la jornada de las ocho horas en el horario laboral frente a las 14 horas del régimen imperante. Esto sucedió en la década de 1880. A nosotros qué nos corresponde, ¿Solo conmemorar y nada más?
Todos los beneficios laborales que ahora tenemos, han sido conseguidos con mucho sacrificio de luchas heroicas sindicales contra el sistema de dominación capitalista. Es una lucha constante entre opresores y oprimidos. No de un solo sector social. Tampoco es una lucha “clasista”. La lucha es contra el sistema de dominación que crea la división en clases sociales. La lucha nos involucra a todos.
En un momento histórico pueden predominar las luchas obreras, pero en otro momento, las luchas campesinas, indígenas, mineras o también, las luchas populares multisectoriales como las que hemos vivido últimamente. Todas son partes de la sociedad oprimida, luchando contra el sistema de opresión. Por lo mismo, estamos en el deber de solidaridad de lucha con todos los sectores oprimidos en sus luchas contra el enemigo común. Pero, una solidaridad activa y no solo romántica.
Si las comunidades indígenas luchan contra los daños ecológicos que generan las empresas corporativas extranjeras de la minería, no deberíamos permanecer indiferentes. La contaminación ambiental nos afecta a todos, aunque no lo percibamos. La atmósfera es una sola y los vientos circulan por todo territorio y el agua contaminada llega a través de los causes hasta nuestros hogares. Todas las luchas populares, nos compete, si tenemos el ideal de justica social.
Debido a que, el Perú entero es depredado por inversionistas extranjeros, que se llevan nuestra riqueza, la población sufre los efectos de un modelo económico basado en la extracción de materia prima para que otros países se enriquezcan. Nos han discapacitado para desarrollar la industrialización de nuestros propios recursos naturales. Entonces, no hay crecimiento del empleo en proporción al crecimiento poblacional, ni de ingresos sostenibles. La población obrera queda minimizada y sin ánimo de luchas masivas.
En el Día del trabajador, los partidos políticos de izquierda que pregonan estar del lado de los trabajadores, debería saber dónde están estos, para formular su diseño estratégico. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática- INEI, la distribución de la masa laboral es la siguiente:
POBLACIÓN OCUPADA POR RAMAS DE ACTIVIDAD 2023 (miles)
TRABAJADORES ACTIVOS | 17 179,8 | PORCENTAJE |
Agricultura/Pesca/Minería | 4 161,7 | 24,2% |
Manufactura | 1 443,0 | 8,4% |
Construcción | 1 133,1 | 6,6% |
Comercio (todos los sectores) | 3 201,3 | 18,6% |
Servicios (todos los sectores) | 7 240,7 | 42,1% |
Pero también, los sucesos históricos ocurren bajo las condiciones predominantes. Estas condiciones se reflejan la combatividad sindical en nuestro país, como se muestra en el informe del INEI:
Perú: HUELGAS 1988- 2023
1988: 814 | Trabajadores involucrados: 693,252 |
2023: 55(En Lima metrop 38) | Trabajadores involucrados: 77,883 |
En el Perú, la lucha social ha sido históricamente rural, provinciana y fundamentalmente indígena, incluyendo la lucha por la jornada de las ocho horas. Llevamos siglos en esto y en la actualidad el panorama de la lucha social es como sigue a continuación:
En marzo pasado, los conflictos activos relacionados a la actividad minera representaron durante este mes el 65.8% (50 casos); le siguen los conflictos por actividades hidrocarburíferas con 25.0% (19 casos). A continuación, el cuadro de distribución de conflictos socioambientales activos de acuerdo a cada actividad
Estos gráficos oficiales, nos dan una idea general de la situación de la lucha de los trabajadores peruanos, para la reflexión política y nuestro rol en esta lucha.
¡FELIZ DÍA DEL TRABAJADOR PERUANO!
1 mayo/ 2025
En mi opinión, bajar de 14 a 8 fue, sin duda, fue importante, sin embargo el trabajador siguió asistiendo toda la semana, es decir de todas formas le quedaron dos días libres. Eso no cambió. Aquí en Chile hace poco se aprobaron las 40 horas semanales, y tampoco cambió la asistencia de toda la semana, o sea la explotación continuó de todas maneras, pero en menos tiempo. Considero que esos arreglos no cambian las condiciones para los trabajadores. Un cambio real y radical, sería rebajar la asistencia de 5 días a 4 días. De esta forma al trabajador y trabajadora le quedarían 3 días libres para ocuparse de sus asuntos, llámese: trámites, compras, otro trabajo, paseos, viajes, reuniones, familia, y etcs. 2 días no son suficientes para ir y volver en un país tan largo como lo es Chile. Conocerlo sigue siendo un privilegio de los patrones, pues ellos no están sujetos a horarios de explotación. Y no lo digo por Chile, también las personas podrían trabajar en su casa, en un taller, hacer deportes, regar la plantita, sacar un poco de basura, pintar, matar las arañas, hacerle cariño a su gato, pasear al perro. En fin tantas cosas que mejorarían la salud mental de muchos, el estrés,mejoraría el estado de ánimo, la convivencia familiar, jugar con los hijos cuando están chicos mejora las relacione para cuando estén grandes. Tampoco es para asustarse tanto, es una opinión solamente.