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España – Los «obreros conscientes» y la II República

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Pepe Gutierrez Alvarez 

LOS “OBREROS CONSCIENTES” Y LA II REPÚBLICA…El protagonista central de la II República fue el “obrero consciente”, organizados en amplio movimiento que partía de “los internacionales” de Iª Internacional . Se había desarrollado a través de las internacionales: aunque minoritaria en un principio, la AIT fue el embrión tanto del potente movimiento anarquista (anarcosindicalista desde la creación de la CNT en 1910), el más importante de mundo, como de la socialdemocracia “pablista” muy influenciada por el modelo francés de Jules Guesde (muy puntillosa doctrinariamente, muy evolucionista en su actuación). La atracción hacia Bakunin o Marx estuvo muy relacionada con su análisis del fracaso de la I República. Los primeros decían que no había nada que esperar de la burguesía liberal ni de la “política”; pero los socialistas, aunque coincidían en dicha desconfianza, estimaban que en una primera etapa había que pasar por una coalición amplia por la República. En ambos casos, su evolución fue muy sólida por abajo, pero culturalmente nunca llegaron a realizar aportes analíticos dignos de mención, raramente hicieron aportaciones en aquello del análisis concreto de la realidad concreta y la historia les pasó por encima.

El “comunismo” se planteó la línea del frente único obrero (matriz del pensamiento de Nin y de Maurín), pero el curso estalinista lo convirtió en una secta sin incidencia real entra los trabajadores que simpatizaban con la experiencia soviética, cuyo curso nacional-estalinista resultaría desastroso desde todos los puntos de vista.

Durante la dictadura primorriverista primero y con la República después, se puede hablar de una “guerra fría” social-anarquista, envenenada además por el estalinismo que hablaba de socialfascismo y anarcofascismo al menos hasta 1934; esto afectó a la propia idea del frente único que fue visto como una maniobra comunista. En sentido contrario, desde 1933 comenzó a labrarse la idea del UHP, animada por la capacidad de los “herejes”, de Maurín-Nin, secundada por la izquierda socialista y los “trentistas” de la CNT (Joan Peiró, Ángel Pestaña), por cuadros libertarios lúcidos como Valeriano Orobón Fernández, que había conocido la experiencia “sovietista” y unitaria de la República de Baviera de 1923. Esta confluencia culminó en el 34 con todos sus problemas, y alimenta una línea unificadora que se traduce en el reingreso en la CNT de los disidentes y demuestra que la revolución es posible sí se actúa en Asturias.

Luego dará lugar a un proceso unificado” en la CNT, y se plantea entre los marxistas. Largo Caballero aceptaba que el POUM fuese el PSOE catalán y así, de paso, reforzar su ala. Pero esta propuesta fue rechazada por los líderes del POUM, que tampoco consiguen llegar a un acuerdo con el sector que acabará componiendo el PSUC. Entre ellos se mantiene un ambiente amigable hasta que desde el Moscú de los “procesos”, Stalin dictamina que el “trotskismo” ha dejado de ser una tendencia obrera para convertirse en una “quinta columna”.

De una manera u otra, todas las corrientes de izquierdas no mostraron tener una conciencia muy clara del verdadero alcance de la contrarrevolución. El gobierno se dedica a maniobras de escaso alcance, en parte porque no quería quedarse sin ejército, a pesar de que, ya en 1932, Azaña había planteado correctamente el dilema existente: o la República acababa con sus enemigos o estos lo hacían con la República. En julio de 1936, el propio Maurín, que se había destacado en las Cortes por sus denuncias contra la pasividad del gobierno, llama a Azaña para preguntarle sí podía marchar tranquilo a Galicia, y éste le responde que no se preocupe. La CNT por su parte celebró en mayo su Congreso en Zaragoza y pasa de refilón sobre el fascismo, victorioso en Alemania porque el pueblo allí era muy “autoritario”; su problema era la aplicación del ideal –para el que había que enjuagarse la boca varias veces antes de mencionarlo-, sí sería más industrial o más agrario, pero sería un producto del “nosaltres sols” que tanto influyó en el aislamiento trágico en la derrota de la “Comuna de Asturias”. Un terreno tan rico como complejo sobre el que cabe registrar las reconocidas aportaciones de Chris Ealham, especialmente La lucha por Barcelona. Clase, cultura y conflicto, 1898-1937 (Alianza, Barcelona, 2005); Una revolución a medias: los orígenes de los hechos de mayo y la crisis del anarquismo, incluido en EL POUM y el caso Nin. Una historia abierta (Laertes, Barcelona, 2014), sin olvidar ’“Nosaltres sols”: La CNT, la unidad antifascista y los sucesos de octubre de 1934 en Cataluña’, texto incluido en la obra colectiva De Octubre a Octubre (AAVV, El Viejo Topo, Mataró, 2010), etc., etc.

Puede ser una imagen de 1 persona y texto que dice "我 LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-1936) ALBERTO IES VIRGEN VIRGENDELA ELA PROPERISTORIA S ORLA MELILLA VICTORIA MA!!II"

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