por Rómulo Pardo Silva
Desde el primer día Occidente apuntó a Hugo Chávez y no ha parado.
Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo y le bloquea con su voluntad de soberanía.
Occidente quiere conservar un dominio planetario de grandes utilidades y necesita atacar.
Lo hizo en Irak, Libia, Afganistán…, lo continúa haciendo en Cuba, Siria, Irán, Corea del Norte… Venezuela.
Hoy arma militarmente a Israel contra los palestinos, a Ucrania contra los rusos, a Taiwán contra los chinos… Instalaron bases en Colombia contra los venezolanos.
La élite empresarial mundial y sus políticos no se autolimitan con ninguna norma. Para cada situación concreta crean una explicación de justificación.
Solo mantienen constante la injerencia, el soborno, el asesinato, la amenaza, el golpe de estado, la guerra.
Como metas invariables su hegemonía y explotación.
Occidente al presidente Allende le preparó un golpe antes de asumir y después organizó su muerte antes de gobernar tres años, en África asesinó y despareció a Lumumba anticolonialista.
Planificó, ordenó, sostuvo los brutales gobiernos cívico-militares de América Latina en Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Guatemala…
En África ejerce el liderazgo sobre un presidente reelecto para un tercer periodo con el 92,2% de los votos.
Actualmente China, Rusia, India, Irán, Venezuela… amenazan el dominio global de Occidente pero aún tiene fuerza y cuenta con partners.
En Venezuela Occidente no ha podido mandar a los militares.