por Dianne Viera
Avanzar hacia la integración regional de Latinoamericana y el Caribe, pregonada y defendida por nuestros ancestros patriotas, requiere acabar con el colonialismo en el Caribe. Es en esta región donde existe la mayor presencia de colonias en el mundo. Entre las naciones del Caribe que no han alcanzado su independencia se encuentran Bonaire (colonizada por los Países Bajos), Curazao (Países Bajos),
Guadalupe (Francia), Islas Caimán (Reino Unido), Islas Turcas y Caicos (Reino Unido), Islas Vírgenes Británicas (Reino Unido), Islas Vírgenes Yankis (EUA), Monserrat (Reino Unido), Puerto Rico (EUA), Saba (Países Bajos), San Bartolomé (Francia), San Eustaquio (Países Bajos), San Martín (parte norte: Francia), San Martín (parte sur: Países Bajos).
A pesar del compromiso de la Organización de Naciones Unidas (ONU) por erradicar el colonialismo en el mundo, en el Caribe éste está vivito y coleando. No se puede concretar la integración de Nuestra América sin erradicar el colonialismo en el Caribe, porque SIN CARIBE NO HAY NUESTRA AMÉRICA.
La independencia nacional es fundamental para que las gestes de estas naciones tengan la posibilidad de alcanzar una vida digna. La colonia precariza sus vidas, que se agudiza aún más con los problemas que genera el calentamiento global. Por el control que ejercen los paises invasores, se erigen medidas que impiden el desarrollo socioeconómico de estas naciones isleñas y ponen cortapisas a las medidas
de seguridad necesarias para enfrentar los problemas que se advienen por el cambio climático. Ante la crisis climática el colonialismo vulnera aún más a las colonias caribeñas porque se les restringe su capacidad de aplicar soluciones efectivas y contextuales, como explica Pilar Assefh.
Ante la situación de precariedad que enfrentan las colonias en el Caribe, la ONU continúa su esfuerzo por erradicar el colonialismo. Se celebran vistas ante el Comité de Descolonización (C-24), se adoptan resoluciones, pero la Asamblea General anuncia – cada año – que no hay recursos para implementar las acciones de los mandatos de esas resoluciones (Corbin 2024).
Por ello es fundamental el que se eleve la militancia en la lucha unitaria de las naciones isleñas en el Caribe para que crear una ola de acciones caribeñas que pongan en jaque a los poderes coloniales. Es necesario la creación de un Frente Caribeño contra el colonialismo.
Es necesario que nuestras hermanas y hermanos de la América Continental asuman una acción militante y solidaria con los procesos de lucha en nuestros pueblos, apuntando y apoyando las acciones para que avancemos en este proceso de lucha para erradicar el colonialismo en el Caribe. Repongamos sin dudar:
¡SIN CARIBE NO HAY NUESTRA AMÉRICA!