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Maestro del Estado y del Proletariado

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Mg. José A. Amesty Rivera

En este año 2024, se conmemoran dos hechos importantes, el primero es, el centenario del fallecimiento de Vladimir Illich Ulianov –Lenin- (21 de enero), y el segundo, el nacimiento de Carlos Marx (5 de mayo). El primero, que llamamos el Maestro del Proletariado y el segundo, el Titán de Tréveris.

En cuanto a Vladimir, su discusión sobre su concepción del Estado, sus aportes colosales en este sentido, y los diferentes tipos de Estado en América Latina, tratará este breve artículo.

La idea es recordar y proponer una mirada a Lenin, para impulsar una nueva manera de Estados para América Latina, de acuerdo a la realidad de cada país, nación.

En los últimos tiempos, en América Latina y otros continentes, se han ensayado y llamado, a algunos tipos de Estado, como el Estado Plurinacional en Bolivia, El Estado Socialista en Cuba, un Estado Social de Derecho y de Justicia en Venezuela, Nicaragua un Estado independiente, libre, soberano, unitario e indivisible, a Puerto Rico, el Estado Fantasma, el recién Estado de Israel (1948), menciono estos, quizás, por ser los más llamativos, pero hay otros.

Es necesario distinguir y precisar antes, los conceptos básicos de:
Estado: Es un concepto que se refiere a una entidad política soberana y organizada que ejerce autoridad sobre un espacio definido y su población. Aquí es importante destacar como parte de él, por lo menos cuatro elementos constitutivos: El Territorio; La Soberanía; La Población.

El Gobierno: Posee una estructura de administración gubernamental que establece leyes, reglas y políticas que regulan la vida de su población y administra sus asuntos internos y externos.

La Nación: Se refiere a un grupo de personas que comparten una identidad cultural, lingüística, histórica o étnica común. No necesariamente coincide con los límites geográficos de una entidad política. Algunas naciones pueden establecerse en varios Estados o, en casos excepcionales, no tener uno propio. Aquí, un aspecto clave es: La Identidad Compartida. Los miembros de una nación se sienten conectados por una cultura, lengua o historia comunes, lo que genera un sentido de pertenencia. No necesariamente un Estado: No todas las naciones gozan de un Estado
propio. Algunas buscan la autodeterminación para crear uno, mientras que otras pueden existir en uno multinacional.

El País: Este término es más amplio y menos preciso que los anteriores. Se utiliza a menudo de manera intercambiable con ellos, pero, en realidad, se refiere a la región geográfica que comprende un área específica. Aquí, las características destacadas son: El Área Geográfica; Una
o más Entidades Políticas.

En resumen: El Estado es una entidad política con gobierno, territorio y población. La nación es un grupo de personas con una identidad compartida. El país se refiere a una región geográfica. El gobierno es una estructura de administración gubernamental que establece leyes, reglas y políticas que regulan la vida de su población y administra sus asuntos internos y externos.

Según César Caamaño, Licenciado en Ciencias Políticas, «es comúnmente aceptado señalar a la Revolución inglesa de 1.688, como a la independencia de los Estados Unidos en 1.776 y a la Revolución Francesa de 1.789 como íconos fundadores de los actuales Estados nacionales.
Igualmente señala que históricamente, este tipo de «Estado moderno no solo constituyó la pretensión de concentrar funciones políticas dispersas en los innumerables reinos y principados en que estaba fragmentada la sociedad feudal, sino que transformó al artefacto político (léase Estado) como instrumento objetivo al servicio de una colectividad que especializaría a unos hombres e instituciones en el «arte» de lo político».

Ahora, ¿Cuál es la concepción de Estado de Lenin?, según el sindicalista Miguel Salas, «Tuvo que ser el marxismo quien despojara al Estado de toda superchería, para expresar de una manera simple y clara lo que es: un instrumento de dominación de la clase dominante sobre el resto de las clases sociales, una herramienta para regular y asegurar la continuidad de la sociedad capitalista.

Lenin, en su libro El Estado y la Revolución, presenta su tesis: «No hay que confundir Estado y gobierno. El gobierno, incluso el más democrático y progresista, es quien gestiona las políticas del momento, mientras que el Estado es el instrumento para la opresión de una clase por otra.

Diríamos que el gobierno puede cambiar, pero el Estado permanece. Los instrumentos sobre los que se apoya esa dominación son el ejército y las fuerzas policiales, el poder judicial y el poder económico de los grandes capitalistas. “El Estado -escribe Lenin- es producto y manifestación del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase. Y viceversa: la existencia del Estado demuestra que las contradicciones de clase son irreconciliables».

Añadiendo, además, «Para lograr un cambio radical hay que destruir ese aparato de dominación que es el Estado. La maquinaria que ha permitido a la clase capitalista sostener su poder no puede ser utilizado para construir una nueva sociedad».

Y sigue: “Mientras no elaboremos una concepción sólida sobre las posibilidades de democratizar el aparato del Estado capitalista, transformándolo así en una herramienta válida para construir una sociedad socialista, sin necesidad de destruirle radicalmente, por la fuerza, o bien se nos acusará de tacticismo, o bien se nos identificará con la socialdemocracia». «Lo esencial es que, para una transformación radical de la sociedad, hay que acabar con el poder de los capitalistas concentrado en el Estado».

En síntesis, podemos indicar que la contribución de Vladimir Illich Ulianov al Socialismo fue la creación del primer Estado Socialista del mundo, la Unión Soviética, propugnando al mismo tiempo, la necesidad de que todo el poder del Estado pase a los Sóviets de Diputados Obreros, “Todo el poder a los soviets”, el lema de la revolución de 1917, estamos oyendo a Lenin luchando para que esos organismos democráticos de las clases trabajadoras se adueñaran del poder. Y si se cita que “Una nación no puede ser libre si oprime a otra” nos encontramos con el más activo defensor de la aplicación práctica del derecho de autodeterminación de las naciones».

Otra contribución de Lenin fue, la elaboración de una teoría política y económica, que sirvió de base para los movimientos socialistas en todo el mundo.

A su vez, esta teoría política y económica y sus principales características son: una corriente de pensamiento político, que se basa en la teoría marxista y busca la revolución proletaria, para instaurar un Estado socialista. Sus principales características son, la dictadura del proletariado, la organización centralizada del partido comunista, la lucha por la abolición de la propiedad privada y la construcción de una economía planificada.

Ya sabemos que muchas de estas contribuciones, han sido ensayadas, con sus pros y sus contra, en América Latina y otros continentes y de acuerdo a las realidades de cada país. Y siguen siendo vigentes hasta hoy día.

Veamos ahora, según el ya citado Cesar Caamaño, en los Estados en América Latina, desde el punto de vista histórico, él señala que hay por lo menos cinco momentos o etapas, en las que el Estado cumple con una función o rol que caracteriza a la misma:

«La primera función que asume el Estado, es la de proveer paz y seguridad, es decir, la de conseguir el tan ansiado orden necesario, para que pueda ponerse en marcha la maquinaria capitalista.

Lo segundo es que, el «Estado adopta su segunda función, que es la de proveer ciertos derechos ciudadanos como el hábeas corpus y la propiedad privada, y, posteriormente, la adquisición de los derechos civiles por parte de todos los individuos.

En la segunda mitad del siglo XIX, el Estado comienza a arrogarse la función de proveer y promover derechos activos de ciudadanía, o sea, los individuos adquieren los derechos políticos (participación y representación) ampliando el concepto de ciudadanía. Esta etapa coincide con lo que podríamos llamar la apertura democrática del Estado liberal.

En la cuarta etapa, el Estado adopta la función interventora, participando activamente en la educación, el nivel de salarios, la salud, la vivienda, el bienestar general. Los ciudadanos adquieren los derechos sociales, conformando esta etapa lo que dio en mal llamarse el «Estado Benefactor» o el Estado Social.

El último momento que consideramos del Estado moderno, es el que tiene cabida en los años ochenta y que conlleva a una situación de retorno a la función originaria del Estado, es decir, a un Estado que sea garante del orden y la propiedad privada. Un Estado Mínimo o Gendarme».

Finalmente, veamos otra perspectiva del Estado nacional en América Latina, y es la del abogado y escritor peruano Rafael Rodríguez, quien señala algunas dimensiones y características, citando al sociólogo Sinesio López y al politólogo argentino ODonnell.

a) «El problema principal del Estado latinoamericano, no es el tamaño de sus burocracias, sino la ineficacia de las mismas, la infectividad de su sistema legal y la escasa credibilidad de este y del Gobierno.

b) Un amplio sector de la población se encuentra por debajo de un piso mínimo de desarrollo humano, en términos no solo de bienes materiales y de acceso a servicios públicos, sino también de derechos civiles básicos.

c) La situación descrita en la tesis anterior, es sumamente grave, pues tiende a corroer las bases de sustentación del propio régimen democrático. Su corrección debe tener en cuenta no solo las limitaciones económicas de cada país, sino también la presión que ejercen las fuertes constelaciones de poder que se oponen a esta tarea.

d) Se debe buscar ampliar la agenda pública de buena parte de los países de la región: en especial políticas públicas. Esa agenda ha sido monopolizada por cuestiones económicas, y casi siempre, definida según intereses de clases y sectores dominantes.

e) Salvo excepciones, el Estado en América Latina, ha mostrado una cara ajena (y a veces hostil), a buena parte de su población. No solo les ha negado a muchos sus derechos, sino que, al mismo tiempo, les ha otorgado privilegios y exención de obligaciones a otros. Se trata de un
Estado que muchas veces ha reprimido con violencia al sector popular, además de limitarle el acceso a servicios estatales fundamentales como educación, salud y justicia.

f) En atención a lo señalado en lo anterior, deberían hacerse todos los esfuerzos, para que con el aporte de agencias (reformadas) se extienda a la población (sector popular, sobre todo), una amplia gama de derechos civiles y al menos una canasta básica de derechos sociales. Esto
no solamente supone un acto de justicia, sino que permitirá también empoderar a vastos sectores de la población.

g) Persiste en Latinoamérica una distancia histórica entre el Estado y los diversos componentes del sector popular, agudizada por la ostensible influencia de intereses a los cuales no les interesa contribuir con el bien común.

h) Las sociedades latinoamericanas (salvo escasas excepciones) siguen siendo sumamente fragmentadas y desiguales. Una manera de superar esto es extender homogéneamente la legalidad estatal, para que abarque no solo el conjunto del territorio, sino también a todas las categorías sociales. Se trata de consolidar no solo un Estado de Derecho, sino de consolidar un auténtico Estado Democrático de Derecho.

i) La necesidad de ampliar y homogeneizar la legalidad democrática del Estado plantea una paradoja frente a la reciente emergencia y, en general, creciente reconocimiento, de los derechos colectivos de diversas minorías, sobre todo de los pueblos indígenas (también la comunidad
LGTBI)».

De un gran maestro, vemos los aportes vitales del concepto de Estado en Lenin, para America Latina principalmente.

Obispo. Teólogo y Patriota Bolivariano. 10 mayo, 2024.

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