Andrés Giordano Salazar
El negocio del fútbol está carcomiendo el deporte más popular de Chile, encontrándose en medio de un conflicto que ha dejado al descubierto la necesidad urgente de poner fin a las prácticas que sólo fomentan que algunos pocos se lleven la pelota para la casa, a costa de la hinchada.
La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) ha estado en el ojo del huracán debido a su vinculación con casas de apuestas en línea y otras prácticas cuestionables. Diversas organizaciones ligadas al mundo del fútbol y parlamentarios y parlamentarias hemos alzado la voz en busca de una solución a este problema que afecta no sólo al fútbol, sino también a la integridad del deporte nacional; por eso impulsamos, por ejemplo, una comisión investigadora en la Cámara de Diputadas y Diputados.
Hoy la ANFP parece estar viviendo bajo sus propias reglas, sin rendir cuentas a nadie. Esto ha permitido que se gesten acuerdos y prácticas perjudiciales para el fútbol chileno, como los contratos con casas de apuestas en línea. Estos contratos, además de ser cuestionables éticamente, están fuera del margen de la ley y no tributan en Chile. Por eso solicitamos al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que los revisara, lo que llevó a dar la instrucción de ponerles fin.
Quien fiscaliza al ente rector del fútbol chileno es este ministerio, pero sabemos que sus atribuciones son limitadas, ya que no puede intervenir en asuntos financieros, a pesar de la importancia económica que tiene el fútbol en Chile, por los millones que mueve. Por lo tanto, es fundamental la creación de un ente fiscalizador autónomo que supervise de manera efectiva las actividades de la ANFP.
Este ente debe garantizar que se cumplan las leyes y se proteja la integridad del deporte, independientemente de los intereses financieros en juego.
Asimismo, el anuncio del Gobierno de separar la Federación de Fútbol de la ANFP es crucial. Esta separación permitirá un mayor control y transparencia en la gestión del fútbol chileno, evitando conflictos de interés y asegurando que el deporte se promueva y se desarrolle de manera equitativa y justa.
Además de contar con mayor fiscalización, debemos repensar el modelo de clubes que hoy impera en nuestro país. Las sociedades anónimas y los entes privados tienen total control sobre ellos y a menudo persiguen fines de lucro, por lo que se ha desviado el enfoque del deporte hacia intereses comerciales, en lugar de beneficiar a la hinchada y a la comunidad futbolística en general.
Es por eso que se vuelve imperioso acabar con este modelo. Una de las propuestas más destacadas es mirar hacia el sistema alemán de propiedad de los clubes de fútbol, conocido como «50 + 1». En Alemania, los clubes de fútbol deben tener al menos el 50% más uno de las acciones en manos de las y los hinchas, lo que garantiza que los intereses financieros no prevalezcan sobre la pasión por el deporte. Esta es una medida que podría ayudar a avanzar hacia un nuevo modelo.
El conflicto en torno a la ANFP y su asociación con casas de apuestas en línea ha dejado claro que es hora de tomar medidas decisivas para proteger la integridad del fútbol chileno. Seguiremos luchando incansablemente por un cambio necesario; la creación de un ente fiscalizador autónomo, pensar en nuevo modelo de propiedad de clubes, la eliminación de las sociedades anónimas y la separación de la federación de la ANFP son pasos cruciales para devolver el fútbol a su hinchada y asegurar un futuro más justo y transparente para este deporte que tanto amamos.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos ha dado un paso importante al instruir a la ANFP romper sus vínculos con las casas de apuestas en línea; y la Corte Suprema al ratificar que las casas de apuestas son ilegales y que ahora deben bloquear sus sitios web. Pero este es sólo el comienzo de un proceso que debe conducir a una transformación integral en el fútbol chileno.
