Pedro Albornoz
Comité por una Internacional de Trabajadores Chile
La crisis del sistema privado de salud se ha tomado los titulares de los medios de comunicación las últimas semanas. A partir de un fallo de noviembre pasado, la Corte Suprema ha dictaminado que las Instituciones de Salud Previsional (Isapres) deben bajar los precios de los planes de salud y restituir a sus afiliados los cobros excesivos realizados desde abril de 2020. Esto debido a la aplicación ilegal de tablas de factores de riesgo que discriminan por sexo, edad y enfermedad pre existente.
Se ha establecido que las Isapres deben devolver aproximadamente 1.400 millones de dólares a sus afiliados; según la Asociación de Isapres esto es imposible de realizar pues llevaría a la quiebra del sistema, incluidas diversas clinicas privadas pertenecientes a los mismos dueños.
La actual crisis evidencia la inviabilidad del sub sistema privado de salud y que termina afectando a todo el sistema sanitario, pues ya son miles las personas que han emigrado de Isapre a FONASA los últimos meses. El sistema de aseguramiento privado ha demostrado ser incompatible con los principios de seguridad social, pues se sustenta en la generación de millonarias ganancias al atender a personas más sanas y con mayores ingresos, un 17% de la población.
Aquí la prestación de salud es considerada una mercancía más y no un derecho social.
La mercantilización de derechos sociales como la salud, son pilares del régimen económico instaurado desde la dictadura; y que actualmente ha entrado en crisis generalizada. Ya es el momento de impulsar un Sistema único de Salud Pública que garantice el derecho a una atención de salud oportuna y de calidad; acabando con el negocio de las Isapres. Avanzar en la lucha por la transformación revolucionaria de la sociedad es la tarea urgente para acabar con tanta injusticia y abuso.