Dina Boluarte mantuvo conversaciones con el fujimorismo y con sectores ultraliberales, pero la movida no sirvió para destrabar el trámite del proyecto de adelanto de elecciones, ni calmó las protestas que siguen exigiendo asamblea constituyente en Perú.
La Voz de los que Sobran
FEBRERO 18, 2023
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, se reunió esta semana con los líderes de dos de los partidos de mayor bancada en el Congreso de ese país.
En la práctica, la iniciativa significó un acercamiento a la derecha, ya que los invitados al Palacio Pizarro fueron los representantes de la ultraliberal Alianza para el Progreso y el partido bastión del fujimorismo, Fuerza Popular.
De hecho, la delegación de Fuerza Popular que arribó a la cita realizada la mañana del pasado jueves (16/2) fue encabezada por la mismísima Keiko Fujimori, hija del exdictador Alberto Fujimori y candidata presidencial derrotada en las elecciones de 2021 por el binomio Pedro Castillo/Dina Boluarte.
Ese detalle deja claro el giro que ha dado el gobierno peruano tras el derrocamiento de Castillo en diciembre del año pasado y su reemplazo por su otrora vicepresidenta.
Horas antes, en la tarde de miércoles, Boluarte se encontró con César Acuña, vocero de Alianza para el Progreso – partido que en el pasado apoyó al expresidente Pedro Pablo Kuczynski.
La iniciativa del gobierno tenía como objetivo cerrar filas para destrabar la tramitación del proyecto de ley con el cual la presidenta pretende oficializar el anticipo del calendario electoral.
Las próximas elecciones generales en el Perú están programadas para abril de 2026, pero las frecuentes protestas en el país desde la destitución de Castillo exigen que se realicen nuevos comicios aún en este año – de hecho, el primer proyecto de Boluarte para anticipar el calendario electoral proponía presidenciales en abril de 2024, propuesta que fue rechazada por los movimientos sociales.
Sin embargo, este nuevo proyecto oficialista tampoco recoge todas las demandas de la calle. Además de nuevas elecciones, las organizaciones civiles también quieren que se realice un referendo en el día de la primera vuelta, para que la ciudadanía sea consultada sobre si está a favor de convocar una asamblea constituyente para escribir una nueva carta magna, que reemplace la impuesta en 1993 por el entonces dictador Fujimori.
La propuesta oficialista no contempla el referendo constituyente. Prevé solamente elecciones generales, con legislativas para escoger 100% de los representantes del Congreso unicameral al mismo día de la primera vuelta presidencial. Una posible segunda vuelta para el Ejecutivo ocurriría en noviembre, y los elegidos asumirían sus cargos en el primer día de enero de 2024, con mandatos hasta julio de 2028.
El acercamiento con la derecha, sobre todo con el sector fujimorista, los más interesados en defender la constitución legada por su fundador, es señal de que el oficialismo insistirá en mantener alejado de su proyecto la posibilidad de un referendo como el que exigen las organizaciones sociales.
El efecto colateral es que esa estrategia impide que la propuesta tenga el apoyo de sectores de izquierda y centro izquierda, como la coalición Juntos por el Perú (liderada por la antropóloga y expresidenciable Verónika Mendoza) y el partido Perú Libre (tienda por la cual se eligieron Castillo y Boluarte en 2021, pero que ya no cuenta con ninguno de los dos en sus filas), que exigen que se incorpore del referendo en proyecto para entregar su apoyo.
En la noche de este viernes (17/2), el Congreso peruano cosechó otro fracaso en su intento de avanzar con el proyecto de adelanto de las elecciones.
La estrategia de Boluarte al acercarse a las tiendas de Fujimori y Kuczynski parecía haber resultado, ya que se aprobó una resolución para retomar el trámite legislativo del proyecto se dé a principios de marzo, tras una votación que tuvo 69 votos favorables, 35 contrarios, 7 abstenciones y 19 ausencias (de un total de 130 escaños).
Pero una maniobra del congresista Jorge Montoya, del partido de extrema derecha Renovación Popular (el mismo del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga) busca obstaculizar esa posibilidad y mantener la apreciación del proyecto por el pleno congelada hasta agosto.
El presidente del Congreso, José Williams (partido Avanza País, de derecha), dijo que la mesa directiva del Legislativo va a rechazar la cuestión de orden presentada por Montoya, por considerarla improcedente, por lo que los próximos “capítulos” de esa novela podrían “estrenarse” a mediados de marzo.
Resta saber cómo reaccionará en las calles la sociedad civil y los movimientos populares a todos esos últimos conflictos generados por una clase política peruana fuertemente rechazada hace muchos años.