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¿Y AHORA QUÉ?

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por Margarita Labarca Goddard 

El pueblo votó por el Rechazo y ahora hay que atender a su voluntad. 

Lo primero que debo decir es que me equivoqué. Dije que iba a ganar el Apruebo y no fue así.  Pero  en el exterior sí ganó ampliamente el Apruebo.

Creo que hay ciertas razones  que explican el resultado. Los convencionales elegidos por el pueblo  venían instruidos para resolver los problemas  de su región, de su etnia o de su lugar de procedencia. Muchos de ellos no tenían instrucciones  ni traían una visión general de país. También las mayorías impuestas por el “Acuerdo por la paz…”  influyeron en el resultado.  La verdad es que  la democracia siempre ha sido la mitad más uno. 

Pero en fin, eso ya no importa.porque hay una cosa fundamental  que debe prevalecer: todos pensamos  que no se puede continuar con la Constitución de Pinochet porque en el plebiscito de 2020  el pueblo dijo mayoritariamente que quería una nueva  Constitución  y que esta fuera redactada por  convencionales elegidos directamente por el pueblo y sin participación de parlamentarios. 

Se concluye de esto que el pueblo quiere tener una  nueva Constitución (NC), pero no la de Pinochet ni la que elaboró la Convención (CC). Hay cosas que aprueba en esta NC y otras que no aprueba. ¿Cómo sabe cuáles sí y cuáles no?  Porque se debía votar en bloque, sin hacer distinciones.  Era el todo o nada. 

En este plebiscito de salida votaron más de 10 millones de personas, y es imposible preguntarle a cada una de ellas qué fue lo que le pareció bien y qué  le pareció mal.   Porque a veces lo que no le gustaba a alguien era uno o dos artículos,  a veces  todo un capítulo. Por lo tanto votaba  Rechazo. 

Incluso alguna gente de izquierda voto Rechazo porque no se renacionalizó el cobre y eso les pareció una  falta de respeto a Salvador Allende, que siempre estuvo por nacionalizar el cobre. Por otra parte hubo quien pensó que los derechos sociales y económicos que se establecían en la Nueva Constitución no iban a tener financiamiento. 

¿Cómo orientarnos en estos resultados? 

Pues  por suerte,  tenemos un excelente guía para saberlo. Porque el diario El Mercurio,  que todo el mundo reconoce como genuino vocero y representante de los interesas de la derecha, hizo una lista de lo  que está bien y lo que está mal en de la Nueva Constitución. No hay para qué preguntar más. Esto es lo que dice el Mercurio: 

LO BUENO 

1.Estado social y democrático de derecho. De manera transversal, la primera declaración de la propuesta de Constitución ha sido mencionada como un avance para que el Estado asuma un rol activo en velar por el bienestar de la sociedad. 

2. Derechos sociales. En la propuesta se amplía el catálogo de derechos fundamentales donde figuran salud, educación, vivienda, cuidados, al agua, entre varios otros.  

3. Medioambiente. Instala la preocupación por el escenario de emergencia climática y conceptos como el desarrollo sostenible, el resguardo de la naturaleza y la protección de los ecosistemas.  

4. Igualdad de género. El texto promueve la igualdad, la no discriminación y una vida libre de violencia tanto en el ámbito público como en el privado.  

5. Reconocimiento a pueblos originarios. La propuesta promueve la interculturalidad y reconoce derechos a los pueblos originarios como el plurilingüismo, el derecho a su identidad e integridad cultural, el reconocimiento y respeto de sus cosmovisiones, conocimientos y saberes tradicionales.  

6. Descentralización. Al plantear un Estado regional, el texto busca hacerse cargo de los problemas de centralización en el país y que las regiones cuenten con más recursos y posibilidad de tomar decisiones.  

7. Derechos humanos e inclusión. El respeto a los derechos humanos cruza toda la propuesta que, además, reconoce derechos a grupos como las personas mayores, mujeres, niños, niñas y adolescentes; personas con discapacidad y neurodivergentes. 

 8. Anticorrupción y abusos. La propuesta señala que el Estado debe erradicar la corrupción tanto en el sector público como el privado y que no podrán optar a cargos públicos ni de elección popular las personas condenadas por crímenes de lesa humanidad, delitos sexuales y de violencia intrafamiliar, aquellos vinculados a corrupción como fraude al fisco, lavado de activos, soborno, cohecho, malversación de caudales públicos y los otros que establezca la ley. Además, crea un órgano con facultades sancionadoras para proteger los derechos de consumidores o usuarios. 

9 Participación ciudadana. El texto constitucional considera mecanismos como iniciativas populares locales y de ley y plebiscitos en los que la ciudadanía podrá tomar un papel activo en decisiones políticas.  

10 Órganos autónomos. Mantienen su autonomía órganos con amplia tradición constitucional en el país como en el Banco Central y Contraloría. 

LO  MALO 

 1. Reconfiguración del sistema político. El texto elimina el Senado y crea una Cámara de las Regiones con menores atribuciones que la actual Cámara Alta. Además, permite la reelección inmediata del Presidente y que los parlamentarios propongan mociones que irroguen gasto público.  

2. Justicia. Plantea que la función jurisdiccional la ejercen los tribunales de justicia y autoridades de pueblos y naciones indígenas reconocidas por la Constitución o las leyes; explicita que «el Estado reconoce los sistemas jurídicos de los pueblos y naciones indígenas»; y crea un Consejo de la Justicia a cargo del nombramiento de jueces y de evaluar el sistema.  

3. Autonomías territoriales. El texto constitucional propone un Estado regional integrado por tres entidades territoriales autónomas: comunas, regiones y autonomías territoriales indígenas. Todas ellas son dotadas de «autonomía política, administrativa y financiera». 

 4. Consentimiento indígena. Respecto de la participación en las entidades territoriales, la propuesta dice que «los pueblos y naciones indígenas deberán ser consultados y otorgarán el consentimiento libre, previo e informado en aquellas materias o asuntos que les afecten en sus derechos reconocidos en esta Constitución».  

5. Aborto. Entre los derechos fundamentales está que el Estado debe asegurar «las condiciones para un embarazo, una interrupción voluntaria del embarazo, un parto y una maternidad voluntarios y protegidos». 

 6. Expropiaciones. La propuesta dice que en caso de expropiación «la propietaria o el propietario siempre tiene derecho a que se le indemnice por el justo precio del bien expropiado», concepto que genera dudas por su ambigüedad.  

7. Eliminación del estado de emergencia. Menciona tres estados de excepción constitucional: de asamblea (en caso de conflicto armado internacional), de sitio (conflicto armado interno), y de catástrofe (calamidad pública). No considera el de emergencia, actualmente usado «en caso de grave alteración de orden público o de grave daño para la seguridad de la Nación».  

8. Agua. La propuesta considera el agua como bien común inapropiable, por lo que termina con los derechos que existen actualmente y los transforma en autorizaciones de uso no transferibles.  

9. Huelga sin límites. La huelga es permitida para trabajadores del sector público y privado, y las organizaciones sindicales decidirán los intereses que se defenderán a través de ella, «los que no podrán ser limitados por ley».  

10. Relaciones internacionales. «Chile declara a América Latina y el Caribe como zona prioritaria en sus relaciones internacionales (…), y facilita el contacto y la cooperación transfronteriza entre pueblos indígenas», dice la propuesta.

Por lo tanto, hay una buena parte de la Nueva Constitución en que todos vamos a estar de acuerdo, lo que el  Mercurio y la derecha consideran bueno. 

Ahora el presidente de la Republica ha convocado a una reunión de todos los partidos políticos para tratar de llegar a acuerdos sobre la materia. La representatividad de los partidos políticos es muy dudosa, pero no hay otro interlocutor válido con quien tratar. En consecuencia, todo lo que EMOL y la derecha consideran “bueno” es aceptable y también algunos puntos que consideran ”malos” que se podrían componer.  

Lo que de aquí se deduce es que no será necesario hacer  completamente de nuevo el proceso constituyente, que es un asunto muy largo y cuesta mucho dinero. No podemos quedarnos  varios años más con la Constitución  de Pinochet. Lo que se pude hacer es salvar las disposiciones de la NC en las que todos estamos de acuerdo. No se trata de transar con la derecha, sino de salvar  buena parte del trabajo hecho por la CC. 

Igualmente, se podría consultar  a organizaciones  sociales y sindicales. 

Si todos los partidos políticos y las principales organizaciones populares están de acuerdo, se convoca a un  plebiscito rápido, sin perder tiempo,  y se somete a votación la parte pertinente de la Nueva Constitución.  

Y así, pronto tendríamos aprobada gran parte de la Nueva Constitución y consecuentemente derogada la parte correspondiente de la de Pinochet. Esto no tiene nada de inconveniente ni de inusual, porque las constituciones y las leyes a menudo son modificadas parcialmente, la prueba es que Ricardo Lagos le hizo algunos arreglitos parciales a la Constitución  de Pinochet.  

Incluso se puede también llegar a acuerdos sobre el sistema jurídico diferente que se ha reconocido  los pueblos originarios, si se agrega a los correspondientes artículos la frase “las normas y disposiciones jurídicas emanadas de las culturas indígenas, que se pueden denominar “usos y costumbres”, se aplicarán siempre que ellas se ajusten a los derechos humanos reconocidos por Chile y por la comunidad internacional”. 

Y así, ha de haber otros aspectos que han sido rechazados, que se podrían mejorar fácilmente  mediante pequeños cambios de redacción,  para que fueran aceptados por todos. 

Hay otras cuestiones que deberán ser analizadas y propuestas por el poder Ejecutivo, como complemento  a lo que se concede en otros aspectos. Tales puntos podrían referirse a los impuestos y royalties que se impongan a la industria minera, el pago de derechos por la exportación de otros minerales  junto con el cobre, e igualmente todo lo relativo al derecho de aguas, que debe ser analizado en profundidad. Lo mismo lo del aborto, en lo cual la mayoría de la gente está de acuerdo, sobre todo  las mujeres.  

Las disposiciones transitorias se adecuarán a lo que se disponga en el fondo de la Nueva Constitución. 

Estoy escribiendo esto a la rápida y no puedo proponer reformas  ni mejoras para todo, pero de lo que se trata es de ganar tiempo, no gastar más dinero del necesario y garantizar el financiamiento de los derechos reconocidos en la Nueva Constitución.

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