Rómulo Pardo Silva
El arma principal de los dirigentes chinos es el crecimiento económico. De lo militar hablan menos.
Su avance es gigantesco en producción real, finanzas y comercio. Penetra en todos los continentes.
Su meta es liderar un comercio libre por medio de relaciones sin dependencia política junto con poner fin al dominio unipolar occidental.
En la última cumbre del G-20, celebrada en China, Xi Jinping hizo un llamamiento a una “nueva globalización” fuera de los parámetros neoliberales, de los valores occidentales y de sus instrumentos, haciendo hincapié en que cada país tiene que seguir su propio camino específico hacia el desarrollo “fuera del desastroso, largo y ruinoso camino de extender la democracia tal y como lo planteaba la antigua globalización”. Alberto Cruz, Rebelión
Hasta hoy practica un capitalismo controlado por el estado que ha demostrado ser más eficiente que el neoliberalismo norteamericano europeo. Han aumentado los millonarios y disminuido los pobres según un plan controlado por el gobierno.
China tiene un gobierno comunista, el único con poder en la Tierra, que formalmente apunta al socialismo.
En la crucial reunión de la Asamblea Nacional Popular se ha contrapuesto la situación en los países occidentales (con referencias a EEUU y a la UE) con “la estabilidad del sistema comunista”. Y se ha utilizado una cita de Mao para afirmar que “la aparición de la crisis social del capitalismo es la evidencia más actualizada para mostrar la superioridad del socialismo y del marxismo”. Es la primera vez en mucho tiempo que se utiliza un lenguaje semejante, sobre todo cuando se añade que “la democracia de estilo occidental solía ser un poder reconocido en la historia para impulsar el desarrollo social, pero ahora se ha llegado a su límite (…) puesto que está secuestrada por los capitales y se ha convertido en el arma para los capitalistas que persiguen beneficios”. Alberto Cruz.
Puede ir hacia el socialismo y lograrlo, como pasar derechamente a un capitalismo de magnates, a un imperio… a su destrucción.
El problema de la política china es que se basa en el crecimiento de la producción y el consumo mundial sin programarse para la crisis de recursos naturales y el quiebre del sistema.
En lo próximo la marcha impredecible china depende de si tendrá tiempo para levantar un ejército que pueda resistir una guerra de Estados Unidos y sus socios.
De no haber guerra debería sufrir colapso y caos.
Por un Movimiento para una nueva civilización solidaria de socialismo sustentable.
No progresismo de izquierda.
Los ricos no prestan atención a las personas de su entorno. Esta es la principal conclusión de un reciente estudio, publicado en la revista ‘Psychological Science’, que asegura que el grado en el que las personas desvían su atención podría depender de su clase social. «La clase social afecta el procesamiento de información de una forma generalizada y espontánea», explicó a la citada revista Pia Dietze, principal investigadora del estudio. RT
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