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Brasil – Entrevista con Erleyvaldo Bispo y James Cruz

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Jóvenes que vivieron la falta de agua desarrollan una investigación que relaciona Covid-19 con la falta de saneamiento

El estudio, desarrollado en colaboración entre los jóvenes, tiene una conexión directa con los juegos de la infancia en medio de la cloaca y con las dificultades de vivir en un Brasil sin agua ni siquiera para lavarse las manos.

João Vitor Santos

Revista IHU.On.Line, 23-6-2021

http://www.ihu.unisinos.br/

Traducción de Correspondencia de Prensa

Cuando el joven campesino Erleyvaldo Bispo jugaba en medio de una alcantarilla con sus vecinos, nació en él una perspectiva que años después cambiaría su vida y también la de muchas personas que viven en esas condiciones. «Esa situación estaba bastante normalizada en ese contexto donde crecí, incluso tenía diarrea. Pero hay niños que no pueden tener la misma suerte que los míos y acaban muriendo por el contacto y el consumo de agua no tratada», observa. Y por eso, asegura, «estoy completamente seguro de que el hecho de haber nacido en el Nordeste brasileño, donde históricamente tenemos problemas de acceso al agua y al saneamiento, despertó en mí una conciencia medioambiental desde muy temprana edad.

Esta conciencia se convirtió en estudio y dedicación al tema, generando investigación. Junto con su compañero James Thiago Cruz, de Belém do Pará, desarrollaron estudios que alcanzaron el prestigio de formar parte de una publicación internacional de la revista científica Springer Nature: «Primero analizamos los datos estadísticos del Ministerio de Salud sobre las tasas de infección y mortalidad por Covid-19 en cada región brasileña. Después, comprobamos los datos más actualizados del IBGE (Instituto Brasilero de Geografía y Estadística) y de la Agencia Nacional del Agua sobre la disponibilidad de saneamiento básico y agua potable en los hogares brasileños», detallan. También señalan que no les sorprendió encontrar «que la proporción de infecciones y muertes en relación con la población total era mucho mayor en las regiones del Norte y del Nordeste, siendo éstas las que tienen menos acceso al saneamiento y al agua tratada».

En esta entrevista conjunta, concedida por correo electrónico al Instituto Humanitas Unisinos – IHU, los dos investigadores aportan más detalles de sus estudios y revelan lo que llamó la atención de sus colegas extranjeros. «Es bastante curioso que la región del Norte, bañada por inmensos ríos y con abundantes precipitaciones, sea la que menos acceso tiene su población al agua tratada», señala James. «Esto refleja la falta de políticas públicas adecuadas para generar infraestructuras en la región Norte, cuya extensión territorial y dispersión poblacional dificultan la administración», añade.

Además, los jóvenes también reflexionan sobre la importancia de comprender las dimensiones de la crisis climática y cómo ésta ya está afectando a la vida de las personas, especialmente a las más pobres. «Nos dimos cuenta de la importancia de avanzar rápidamente en las infraestructuras hídricas como forma de lograr una sociedad más resistente ante el cambio climático y las futuras pandemias víricas», dice Erleyvaldo. «El saneamiento básico es un derecho humano fundamental, por lo que es bastante incoherente y absurdo que tantas personas sigan sufriendo sin él. La voluntad política e incluso alguna ayuda de la empresa privada podrían transformar esta realidad en poco tiempo», señala James.

Erleyvaldo Bispo es licenciado en Agricultura y Ganadería por el Instituto Federal de Educación, Ciencia y Tecnología de Sergipe. Actualmente está cursando la licenciatura en Ingeniería Forestal en la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro (UFRRJ), y también participa en investigaciones sobre recursos hídricos, tecnología e innovación. James Thiago Cruz es licenciado en Relaciones Internacionales y Biología por la Universidad de la Amazonia y la Universidad Federal de Pará, y tiene un máster profesional en Desarrollo Sostenible. También realizó estudios de postgrado en Gestión Empresarial en la London School of Business and Finance, en Inglaterra. Actualmente es especialista en sostenibilidad, licencia social para operar y responsabilidad social corporativa.

– Aunque usted es joven, lleva mucho tiempo trabajando en la investigación sobre el saneamiento. ¿Cuándo y qué le despertó el tema?

Erleyvaldo Bispo — Me estoy graduando en Ingeniería Forestal y, durante un tiempo, traté de encontrarme dentro del curso sobre qué área de trabajo seguiría. Luego, en marzo de 2018, participé en el Foro Mundial del Agua como ponente voluntario. Esta experiencia me cambió la vida, porque fue a partir de ese momento cuando pude comprender mejor la agenda del agua y lo mucho que la investigación y la búsqueda de soluciones se relacionaban con el lugar donde nací y crecí: el agreste sergipano (en referencia al Estado de Sergipe: ndt) en el nordeste brasileño.

– Eres un sertanejo. ¿Cómo entender la relación entre este pueblo y el agua? ¿Habrá sido eso lo que despertó el deseo de ser un científico que trabaja en el tema?

Erleyvaldo Bispo – Estoy totalmente seguro de que el hecho de haber nacido en el nordeste brasileño, donde históricamente tenemos problemas de acceso al agua y al saneamiento, despertó en mí una conciencia medioambiental desde una edad muy temprana. Hoy en día, puedo ver que en varios momentos de mi trayectoria educativa acabé siendo estimulada por el tema. Recuerdo que cuando tenía 10 años gané una medalla en la 2ª Olimpiada Medioambiental de Sergipe, que en aquel momento tenía como tema el cambio climático, el agua y la salud.

Me doy cuenta de lo mucho que influyó en mí el estímulo a la educación ambiental, desde una edad temprana, para tener una gran sensibilidad hacia el tema.

– Además de la investigación actual que relaciona Covid-19 con el saneamiento básico, ¿qué otros estudios sobre el tema ha realizado y qué marcó más estos trabajos?

James Thiago Cruz – En el mismo libro, publiqué otra investigación que evalúa la importancia de la educación ambiental para mejorar la relación de los individuos con el medio ambiente y así prevenir otras pandemias. El Covid-19 se debe precisamente a la inadecuada gestión medioambiental provocada por la destrucción de los hábitats naturales y la ingestión de animales salvajes. Las inversiones en educación ambiental tienden a transformar este paradigma, implicando de forma holística al ser humano y su entorno.

Del mismo modo, en otras dos publicaciones de ese mismo año, evalué los impactos de la industria minera en la vida de las comunidades circundantes, descubriendo que las poblaciones rurales son las menos beneficiadas por las grandes empresas y, sin embargo, son las que más sufren los impactos ambientales y sociales. Además, también se verificó que los gobiernos locales (municipios) no gestionan adecuadamente los enormes impuestos procedentes de la minería, desobedeciendo incluso la legislación federal y los principios de sostenibilidad financiera.

En consecuencia, la población sufre de una infraestructura deficiente y de la falta de recursos como el saneamiento básico, lo que habla directamente de nuestro trabajo que relaciona este panorama con Covid-19.

Erleyvaldo Bispo – Justo al comienzo de la pandemia, escribí un artículo sobre la relación entre Covid-19 y el derecho al agua, el saneamiento y la higiene. Pude darme cuenta de que los problemas evidenciados por el Sars-CoV-2 son seculares en Brasil y experimentados por miles de brasileños de norte a sur.

En este último estudio, que fue publicado en un libro por Springer Nature, pudimos visualizar cuánto influía la falta de este derecho básico, que es tener acceso a una fuente de agua segura y a un saneamiento básico, en la cantidad de personas contaminadas por habitante. Así, nos damos cuenta de la importancia de avanzar rápidamente en las infraestructuras hídricas como forma de conseguir una sociedad más resistente ante el cambio climático y las futuras pandemias víricas.

– Me gustaría que detallara esta investigación desarrollada por usted, que muestra cómo las regiones brasileñas más perjudicadas por Covid-19 fueron precisamente aquellas cuya población tiene menos acceso al agua potable y al saneamiento básico.

James Thiago Cruz y Erleyvaldo Bispo – En primer lugar, analizamos los datos estadísticos del Ministerio de Salud relativos a las tasas de infección y mortalidad por Covid-19 en cada región brasileña. A continuación, comprobamos los datos más actualizados del IBGE y de la Agencia Nacional del Agua sobre la disponibilidad de saneamiento básico y agua potable en los hogares brasileños. No nos sorprendió observar que la proporción de infecciones y muertes en relación con la población total era mucho mayor en las regiones del norte y el noreste, que son las que tienen menos acceso al saneamiento y al agua tratada.

– De estas regiones estudiadas, ¿cuáles fueron las situaciones más preocupantes que les marcaron como investigadores?

James Thiago Cruz – Es bastante curioso que la región del Norte, con sus inmensos ríos y abundantes precipitaciones, sea la que menos acceso tiene su población al agua tratada. La región del noreste, como todos sabemos, sufre intensas sequías, pero su población sigue teniendo un poco más de acceso a este recurso tan importante. Esto refleja la falta de políticas públicas adecuadas para generar infraestructuras en la región Norte, cuya dimensión territorial y dispersión de la población dificultan la administración.

Erleyvaldo Bispo – Según la Agencia Nacional del Agua, la región Norte del país posee el mayor porcentaje de agua dulce de Brasil, que es de aproximadamente el 70%. Aun así, tiene los peores índices del país cuando comprobamos los datos de acceso al agua y al saneamiento. Tenemos que avanzar mucho en infraestructuras, especialmente en el norte y el noreste del país.

– Además de Covid-19, ¿a qué otras enfermedades y contaminaciones están expuestas estas comunidades?

James Thiago Cruz – La falta de saneamiento básico y de agua tratada aumenta la vulnerabilidad a las enfermedades transmitidas por el agua y entéricas, es decir, las que se adquieren por transmisión fecal-oral debido a los malos hábitos de higiene y a la ingestión de agua contaminada. No es de extrañar que la mortalidad infantil sea elevada en estas regiones más vulnerables.

Erleyvaldo Bispo – Cada año, en Brasil, tenemos aproximadamente 233 mil hospitalizaciones debido a enfermedades transmitidas por el agua, y el 50% de los afectados son niños de 0 a 5 años. Estos datos son bastante preocupantes.

Recuerdo que cuando era niño jugaba en la alcantarilla con mis vecinos; esa situación estaba bastante normalizada en ese contexto en el que crecí, incluso tuve diarrea. Pero hay niños que no pueden tener la misma suerte que los míos y acaban muriendo por el contacto y el consumo de agua no tratada. Por eso esta agenda debe ser tomada como una prioridad por los gobiernos, como una forma de aportar dignidad y salud, especialmente a las personas que viven en lugares vulnerables y con poca infraestructura.

– Su investigación acabó teniendo repercusión internacional, con la publicación de un artículo en el libro internacional Covid-19: Paving the Way for a More Sustainable World, del editor Walter Leal Filho, publicado por la editorial Springer Nature. ¿Qué importancia tiene este logro? ¿Y en qué medida puede llamar la atención sobre la aparición de políticas de saneamiento eficaces, especialmente para estas comunidades estudiadas?

James Thiago Cruz – Esta investigación está dando visibilidad internacional a las necesidades urgentes de las regiones del Norte y el Nordeste de Brasil, y puede aumentar la presión global sobre el gobierno brasileño para fomentar la adopción de políticas públicas eficaces destinadas a transformar esta realidad. Las ONG y las agencias de desarrollo mundial también pueden conocer mejor nuestra realidad nacional y desarrollar un trabajo centrado en nuestra región.

Además, una publicación internacional da aún más credibilidad a este tipo de investigaciones, de modo que los responsables brasileños de la toma de decisiones a nivel regional y federal pueden respetar aún más nuestros resultados y tenerlos en cuenta en la elaboración de políticas locales. Al fin y al cabo, por desgracia, en nuestro país valoramos mucho más lo que viene de fuera que lo que viene de aquí, por lo que una investigación publicada en un libro brasileño no llamaría tanto la atención como en una publicación internacional.

Erleyvaldo Bispo – Fue un logro muy importante, porque como joven científico, empresario y activista del agua, busco llamar la atención sobre la formulación de políticas públicas para resolver este viejo problema en Brasil. Esperamos involucrar a los jóvenes, a los sectores público y privado y a las ONG, para que juntos podamos obtener un mejor resultado sobre los datos relacionados con el acceso al agua en Brasil. Solos, no llegaremos muy lejos; entiendo la complejidad del problema. Por lo tanto, tenemos que involucrar y movilizar a toda la sociedad, a todos, sin excepción, sin dejar a nadie atrás.

– En el Brasil de 2021 se sigue discutiendo la situación de las personas que no tienen saneamiento básico. ¿Cómo se analiza esta realidad?

James Thiago Cruz – El saneamiento básico es un derecho humano fundamental, por lo que es bastante incoherente y absurdo que tantas personas sigan sufriendo sin él. La voluntad política e incluso una ayuda del sector privado podrían transformar esta realidad en poco tiempo. Por ello, en nuestro artículo también mostramos algunas iniciativas sociales destinadas a resolver este problema. Son pequeñas iniciativas que marcan una gran diferencia en sus localidades y nuestro objetivo es fomentar la multiplicación de estas soluciones.

Erleyvaldo Bispo – Lamentablemente, la agenda sobre el acceso al saneamiento nunca ha sido una prioridad para los gobiernos. Teníamos un marco normativo que no se aprobó hasta principios de 2020 con varios paréntesis sobre si, de hecho, seremos capaces de universalizar el acceso al saneamiento. Ahora, necesitamos movilizar a todos los sectores de la sociedad para exigir a las instituciones que forman parte de la Gestión de Recursos Hídricos, con inversiones en la agenda de saneamiento y también en la formulación de soluciones creativas, tecnológicas e innovadoras.

– ¿Cuáles son los mayores desafíos para la inversión en saneamiento básico en Brasil?

James Thiago Cruz y Erleyvaldo Bispo – Brasil tiene una dimensión continental y un gran contingente de población. Hay una falta de infraestructura básica, que incluso dificulta la construcción de plantas de saneamiento básico y de tratamiento de agua.

Los mayores retos están relacionados con los recursos financieros y la educación. Porque, generalmente, en una ciudad pequeña tener una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales – STP requiere millones de dólares para la implementación del proyecto. Así, la educación acaba siendo crucial en el proceso de información sobre los beneficios en los niveles educativos, la salud y la vivienda de la población.

Por último, debido al alto valor de los proyectos de infraestructuras tradicionales que son la construcción de las EDAR, tenemos que ser creativos e innovadores para pensar en soluciones baratas que generen impacto en la sociedad.

– En Brasil también se está debatiendo la privatización de las plantas de tratamiento de agua potable y de aguas residuales. ¿Cómo analiza esta cuestión? ¿Es la privatización una salida o los que no tienen acceso al agua tratada y al alcantarillado siguen sin tenerlo?

James Thiago Cruz – La privatización puede acelerar una transformación positiva de este escenario, pero es importante tener en cuenta las regiones vulnerables. Se sabe que la privatización implica el cobro de tarifas más altas, que lamentablemente la gran masa de la población sin acceso al saneamiento no puede pagar. En este sentido, es necesario evaluar la cuestión con prudencia, y el gobierno debe controlar el proceso para evitar excesos por parte de la iniciativa privada.

Erleyvaldo Bispo – En primer lugar, vale la pena señalar que el agua es un derecho básico de las personas y que está vinculado a la garantía de otros derechos, es decir, tenemos que asegurar el acceso a esta fuente de vida para todos, sin dejar a nadie atrás. Vivimos con la visión de que no tenemos suficientes recursos financieros públicos para invertir en saneamiento; necesitamos movilizar a todos los sectores para que podamos tener resultados que generen un impacto positivo en la vida de las personas, involucrando a los organismos públicos, la iniciativa privada y las ONG. No hay un solo culpable, todos somos culpables y, a partir de esto, tenemos que movilizarnos para resolver este problema que impacta diariamente en miles de vidas en Brasil.

– Si el agua es un derecho universal de todo ser humano, ¿por qué muchas personas siguen sin tener acceso al agua hoy en día?

Erleyvaldo Bispo – Lamentablemente, aproximadamente 35 millones de personas en Brasil no tienen acceso a una fuente de agua segura, cada región de Brasil tiene problemas específicos por la falta de acceso. Necesitamos que los gobiernos se comprometan más a incluir la agenda del agua como punto central de cualquier decisión. Estamos viviendo la crisis del clima y del agua, por lo que en este momento es muy importante tener respuestas rápidas y eficaces para reducir los impactos causados por el cambio climático, y tener agua de calidad es una forma de reducir los impactos que siente la población.

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