Ultra derechista, misógino, anticomunista, manipulador carente de sentimientos… características de la personalidad de Guzmán que se desglosan de los documentos preparados por la DINA –por instrucciones del coronel Manuel Contreras- en los años 1976-77-78, que fueron publicados por el diario electrónico “El Periodista” el 22 de junio del año 2003.
Arturo Alejandro Muñoz
Basado íntegramente en esa publicación del diario electrónico ‘El Periodista’, el siguiente artículo intentará resumir parte de la vida del asesinado senador UDI, aunque plasmándola preferentemente (mas, no únicamente) en su actividad política.
El día uno de abril del año 1991, a las 18:20 horas, cuando el senador abandonaba el recinto de la Universidad Católica en la zona oriente de Santiago, un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) interceptó el paso del automóvil que pretendía tomar rumbo hacia el centro de la ciudad y disparó contra el conocido político que ocupaba el asiento de acompañante del conductor. Este aceleró desesperadamente y no se le ocurrió otra cosa que dirigirse a toda velocidad a la sede de la UDI en procura de ayuda. A las 21:30 horas de ese mismo día, en el Hospital Militar de Santiago, Jaime Guzmán expiraba. Al minuto siguiente de su muerte, la ultra derecha construyó el mito que se mantiene incólume hasta hoy.
Los hechores del fatal atentado fueron Mauricio Hernández Norambuena (‘Comandante Ramiro’) y Ricardo Palma Salamanca (‘el Negro’), ambos militantes del FPMR, quienes asegurarían años más tarde que la acción realizada por ellos tenía como objetivo “ajusticiar al principal responsable del golpe de estado y posterior saga de torturas, detenciones y asesinatos cometidos por el gobierno militar”.
Entre las numerosas acciones en que participó el ‘Comandante Ramiro’, según distintos medios de comunicación, habría que incluir: el atentado contra el dictador Augusto Pinochet Ugarte (Septiembre de 1986); el asesinato del ex director de la Dirección de Comunicación de Carabineros (Dicomcar), el coronel de Carabineros Luis Fontaine; el asalto al retén de Los Queñes (1988) y el homicidio del ex agente de seguridad Roberto Fuentes Morrison, conocido como ‘el Wally’, reconocido torturador de hombres y mujeres durante la dictadura.
Detenido en 1993, Mauricio Hernández es condenado en Chile a dos cadenas perpetuas por su responsabilidad intelectual, en acciones del FPMR de comienzo de los años ‘90.
El 30 de diciembre de 1996 a las 15:45 horas, a través de un operativo que implicó el uso de un helicóptero, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez rescató a Hernández junto a otros tres miembros de la organización desde la Cárcel de Máxima Seguridad de Santiago. La fuga de Mauricio Hernández y de los demás rodriguistas hizo hablar al mundo entero de una fuga «cinematográfica».
En febrero del 2002 Hernández Norambuena es detenido en Sao Paulo (Brasil) y es condenado a 30 años de cárcel por el secuestro del publicista Washington Olivetto.
El FPMR no era la única organización que deseaba terminar con la carrera política del senador Jaime Guzmán, pues años antes, desde el interior del propio gobierno militar, el entonces coronel Manuel Contreras (el ‘Mamo’), director de la DINA, pretendía algo similar…aunque por razones distintas a las que motivaron a los ‘rodriguistas’ para abatirlo a tiros en una encerrona mortal.
UN PARÉNTESIS PARA CONOCER A LA DERECHA
La apostasía hipócrita que se condensa en el poder absoluto, llevó a la Derecha chilena –o a una parte de ella- a abandonar su carácter republicano y cometer actos tan absolutamente reñidos con la moral política y humana, que el mismo gobierno dictatorial sintió asco por los hechos cometidos. Pese a ello, y en beneficio de la defensa de su propia firmeza autoritaria, el tirano y sus adláteres optaron por imponer silencio y censura -en todos los medios de prensa existentes en Chile en esa época- respecto de los graves sucesos en los que algunos de sus más connotados colaboradores civiles participaron, desmadrándose legal y moralmente.
Por cierto, esos civiles ultramontanos, defensores de la tiranía y ayudantes de la misma, nunca fueron sancionados. Aún más, algunos de ellos ocupan hoy –en esta supuesta democracia- cargos públicos relevantes en el Senado, en la Cámara de Diputados, en los Tribunales de Justicia, en las Fuerzas Armadas, y en una multiplicidad de instituciones.
Pareciera cosa de locos, pero en estos asuntos plenos de barbaridades indecentes cometidas al cobijo del poder total, el régimen de Augusto Pinochet se asemejó al de Adolf Hitler. El ‘führer’ nazi estuvo rodeado no sólo por fanáticos, asesinos y genocidas sino, también, por sicópatas, degenerados y drogadictos como Goebbels, Goering, Heindrich, Mengele, y otros similares o peores. La dictadura militar chilena no le fue en zaga al mesiánico cabo austriaco.
Aunque duela a algunos dirigentes de la actual derecha criolla, la realidad concreta indica que el fallecido senador Jaime Guzmán Errázuriz perteneció a esos grupos y, aún más, los dirigió y orientó. En sus afiebradas acciones contra el comunismo, Guzmán abrazó el fascismo…y en la hora final de su vida intentó, vanamente, combatir a este último. Pero en el intertanto cerró los ojos y clausuró su propia fe católica en relación a las actividades sicopáticas ejecutadas por los mismos ‘alumnos políticos’ que conformaban su cofradía.
El libro “Impunidad diplomática”, escrito por el periodista Francisco Martorell, editado en Argentina, acusaba al embajador transandino, Óscar Spinosa Melo, de haber ejecutado en Chile –profitando de su cargo- actos reñidos no sólo con su alta investidura sino, también, con las más elementales normas morales. Pero, el año 1993 la Corte de Apelaciones de Santiago prohibió la publicación de ese libro en Chile, acogiendo una demanda interpuesta por el empresario Andrónico Luksic Craig y el matrimonio formado por Gonzalo Menéndez Duque y Carmen Ibáñez Soto (conocida en programas de televisión como ‘La Regalona’) ya que, según afirmaban, ellos aparecían mencionados en la obra de Martorell como participantes en algunas de las ‘fiestas’ administradas por el embajador argentino en Chile.
No sólo ellos estaban en el libro ‘Impunidad Diplomática’, pues también figuraban conocidos asesores y seguidores del gobierno dictatorial, a quienes el autor (Martorell) sindicaba como partícipes en sesiones de sexo desenfrenado con prostitutas (adultas y menores de edad), travestis, homosexuales, droga y alcohol.
Si esas fiestas se produjeran hoy, año 2008, con toda seguridad esos mismos ultramontanos derechistas, católicos fanáticos, habrían obligado a las mujeres que les acompañasen en las orgías a tragar la píldora del día después…o habrían usado condones…precisamente los elementos contra cuya distribución y venta ellos manifiestan una tenaz oposición. El doble estándar es una de las principales características de la derecha criolla. ‘Sepulcros blanqueados’, les habría llamado aquel maravilloso carpintero que vivió en Galilea.
“Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio”. Lo dijo hace más de un siglo Eduardo Matte Pérez, bisabuelo de Eliodoro Matte Larraín, actual mandamás de una de las pocas familias que continúan controlando el grueso del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile.
Por otra parte, una de las “gracias” de Andrónico Luksic padre es que siempre supo estar bien con quienes ocupaban las esferas de gobierno, desde la Unidad Popular hasta las administraciones del presente siglo. En enero de 2001 logró controlar el Banco de Chile mediante un polémico préstamo de 120 millones de dólares del Banco Estado. Esto le permitió fusionarlo con el Banco Edwards, también de su propiedad. Jean Paul Luksic, a cargo del negocio minero, tiene colaboradores y amigos en la Concertación. Los escándalos han merodeado a Andrónico hijo y otros miembros del clan -como los denunciados en el libro “Impunidad Diplomática”- hasta hoy prohibido en Chile, así como el encuentro en Lima con Vladimiro Montesinos, pero todos ellos han sido silenciados y, al parecer, olvidados.
Años atrás, en el 2001, Jorge Aravena, hijo del ‘Padrino’ Aravena y director de la agrupación de empresarios nocturnos, durante la discusión sostenida con una comisión de la Cámara de Diputados en la que participaba el diputado UDI Julio Dittborn (que se oponía con fuerte decisión católica-apostólica-romana a la actividad realizada por pubs y discotecas), manifestó que todas esos establecimientos cumplían con la normativa de no admitir a menores de edad ni menos aún venderles alcohol. «Los señores que tanto hablan, que comprueben cuáles discotecas dejan pasar a menores. Yo tengo dos locales y en ninguno he tenido problemas. Por eso le mando a decir al diputado Dittborn que acá las fiestas son mucho más sanas que las que se hacían en la Embajada de Argentina», ironizó Aravena recordando el episodio consignado en el censurado libro de Martorell, donde aparece el parlamentario UDI como una de las figuras connotadas del pinochetismo que gozaban de esas veladas.
Hoy, la Derecha parece respirar tranquila porque mucha gente ha olvidado ciertos capítulos de su historia, o de la historia personal de algunos de sus actuales líderes, gracias al apoyo irrefrenable de los medios de comunicación que ellos manejan y al silencio –casi cómplice- de las autoridades de los gobiernos concertacionistas. Pero…
…Hernán Larraín, presidente de la UDI, durante la época dictatorial, fue un asiduo visitante y defensor de la tenebrosa Colonia ‘Dignidad’ que dirigía el pederasta y torturador nazi Paul Schäffer. En los momentos que Larraín defendía a ultranza las ‘bondades’ de la Colonia, dentro de ella eran torturados decenas de chilenos y otras decenas de niños resultaban vejados y abusados sexualmente por el vejete alemán. ¿No lo sabía el senador? ¿Nunca vio, escuchó, intuyó o sospechó nada? Extraño que nada haya conocido, pues la mitad de Chile sí estaba enterado de lo que allí ocurría, más aún si el entonces coronel Manuel Contreras –miembro dilecto de la cofradía de Pinochet- también se apersonaba en la Colonia de vez en cuando y participaba en las mismas veladas especiales a las que el actual senador concurría como invitado.
Andrés Allamand no escapa a esta crítica, ya que la tarde del día martes 11 de septiembre de 1973, desde la ventana de un tercer piso en un edificio ubicado en las cercanías de la Plaza Artesanos, disparó con arma larga varios tiros en contra de los trabajadores de ‘Chile Films’, quienes deseaban abandonar el lugar para dirigirse a sus hogares y evitar lo que se sospechaba: caer en manos de militares golpistas que a esa hora avanzaban casa por casa arrasando, destruyendo, golpeando, matando y quemando lo que encontraban a su paso. Al parecer, desde esa tarde, Allamand ha venido practicando un estilo de ‘desalojo’ que le causa placer.
¿Y el señor Ricardo Claro, dueño del canal televisivo Mega, qué? Imposible olvidar que el mismo 11 de septiembre puso a disposición de la Junta Militar algunas de sus naves de la Compañía Sudamericana de Vapores, las cuales sirvieron como ‘cárceles flotantes’ en las que muchos presos políticos sufrieron torturas, apremios ilegítimos e incluso –algunos- la muerte.
Alberto Cardemil fue durante largo tiempo subsecretario del interior en la dictadura. Concurrió a la Organización de Naciones Unidas para exponer ante los delegados de cien naciones las ‘maravillas’ del gobierno militar, en un compendio de mentiras, inexactitudes y engaños que hoy conforman una de las principales vergüenzas diplomáticas vividas oficialmente por nuestro país en organizaciones supranacionales. En el foro de la onU, Cardemil negó la existencia de torturas, asesinatos y detenciones arbitrarias cometidas por la Junta Militar chilena. Hoy, muy campante y orondo, asegura que lo hizo porque ‘nada sabía de ello’. ¿Es posible creerle esto a quien era, ni más ni menos, el segundo hombre en el manejo e información del gobierno interior?
Por último, en el conocido ‘Caso Spiniak’ –que terminó con sanciones judiciales para un exiguo número de los realmente involucrados en las deleznables acciones contra menores- la opinión pública continúa sospechando que en esos graves ilícitos participaron encopetados ‘señorones’ y ‘connotados’, que obviamente no eran de izquierda y ni siquiera de la Concertación. Por fortuna, ninguna ley ni tribunal puede castigar a ‘la opinión del pueblo’ cuando el río sigue sonando.
JAIME GUZMÁN, SEGÚN LA DINA.
Dejemos que sea la propia DINA, dirigida entonces por Manuel Contreras (adversario de Guzmán en la lucha por acceder al corazoncito de Pinochet), quien entregue un perfil del asesinado senador de la UDI. A continuación transcribimos, textualmente, parte del informe DINA fechado el 17 de noviembre de 1976 y que pudo ser conseguido por el diario electrónico ‘El Periodista’, quien lo publicó el 22 de junio del 2003.
“”Con fecha 17 de noviembre de 1976 y también secreto, el nuevo documento de la DINA decía que habían intervenido el teléfono de Guzmán, el número era el 745885, lo que les permitía adelantarse a los hechos y saber, por ejemplo, cuál sería su participación en TV. Recomendaba, asimismo y dado «las jugadas del tablero del señor Guzmán con respecto al gobierno, una estricta vigilancia y control indirecto de sus actuaciones».
“”Según este informe la «intención presuntiva de Jaime Guzmán era «establecer en el país una democracia selectiva en la que las FFAA apoyarían y respaldarían un gobierno civil el que estaría constituido por el Estado con sus tres poderes clásicos, al que se le sumaría un cuarto poder que sería el de los medios de comunicación de masas».
“”El esquema supuesto era que Guzmán sería el Presidente, de un Poder Ejecutivo respaldado por las organizaciones civiles y en especial por el Movimiento de Unidad Nacional y con un Legislativo representado por partidos no marxistas y el Consejo de Estado. El Poder Judicial, por su parte y donde según la DINA Guzmán tenía excelentes relaciones con José María Eyzaguirre («persona de su confianza»), estaría conformado por los entonces ministros de Corte””.
“”Dentro de este informe y bajo el título «otros antecedentes de importancia» la DINA le dedicó un acápite especial al tema «homosexualismo». En el anexo A está escrito el nombre de Raimundo Larraín Valdés y tras los dos puntos se lee: «(homosexual internacional), regalonea a Arturo Fontaine Talavera, íntimo de Guzmán y contacto con platas internacionales, financian `fundación Azul’, financiamiento de ellos». En el punto B dice: «José Joaquín Ugarte Godoy, también homosexual reconocido, tiene contacto con Jaime Guzmán y Gonzalo Ibáñez Santa María».
“”Luego, el organismo de Inteligencia amplió los informes sobre Guzmán, y la responsabilidad de hacerlo recayó en la tristemente célebre Brigada de Inteligencia Purén, comandada por Eduardo Iturriaga, quien elaboró un informe que se denominó «Facetas de Jaime Guzmán Errázuriz». La rúbrica de dicho documento, de seis hojas, era la del capitán Fernando Contreras Campos. En él se hablaba de su etapa universitaria, la relación política con el ex presidente (Jorge) Alessandri, el triunfo de Allende y la muerte de Schneider, el Gobierno de la Unidad Popular, el programa «A esta hora se improvisa», el once de Septiembre, sobre su «Presente y futuro» y culminaba con dos subtítulos: «está menos poderoso» y «extranjero… y raros». Sobre su etapa universitaria, resumidamente, daba cuenta del momento en que Guzmán se hace conocido en la UC y funda el gremialismo, ganando las elecciones tras un pacto con la JDC””.
“”La DINA destaca que la frase favorita de Jaime Guzmán en sus clases, o en el departamento de Derecho Político de la facultad, era que «la ciencia política enseña reiteradamente que el poder de influencia es mucho mayor que el poder de mando… pues se obtiene que el mando haga lo que a uno más le gusta que se haga».
“”Ello -según el informe- justifica que el gremialista busque afanosamente a gente vinculada a los medios de comunicación y se relacione, según las escuchas telefónicas de esos años, con César Antonio Santis, Manfredo Mayol, Julio López Blanco, Jaime Celedón, Alejandro Magnet y Arturo Fontaine Aldunate””.
“”Tras el triunfo de Allende, de acuerdo a lo recogido por la DINA, el personaje se aterrorizó. Y, si bien el informe lo define como «muy frío, sin sentimientos afectivos profundos, incluso ha sido durísimo con su madre (vida privada desordenada) y con su padre», asegura que se descontroló tras el 04 de septiembre de 1970 y «participó activamente en el plan para evitar que Allende asumiera».
“”En los tiempos de Allende, según los agentes de la DINA, Guzmán y Jorge Alessandri -que decía que en esa época se daban muy bien los nazis- se dan a la tarea de formar un grupo nacionalista y buscar a una persona, que no podía ser el propio Jaime Guzmán, que personificara ese ideal con su dureza””.
“”Así surgió Patria y Libertad y nació el político Pablo Rodríguez, quien decía tenía la imagen de «audacia y valor».
“”Según la DINA, cuando Guzmán era consultado por qué se unió a Patria y Libertad, respondía: «para derrotar al marxismo fui capaz de aliarme con el fascismo y esto último es el peligro que hay que derrotar hoy día».
“”Si bien Guzmán, de acuerdo al documento, fue fundador de Patria y Libertad en 1971 y su primer jefe de la Juventud, integrando incluso la comisión política, combatió la posición «fascista y militarista» de (Pablo) Rodríguez. Luego, desde el programa «A esta hora se improvisa» no defendió al nacionalismo, cuando éste fue atacado y negó varias veces ser militante del grupo ultraderechista. Según el informe era el propio Pablo Rodríguez quien llevaba a Guzmán en su auto al programa de TV””.
“”El alejamiento de Guzmán, de acuerdo a la versión de la DINA, hizo que surgiera otra Comisión Política (en ‘Patria y Libertad’), vinculada a la embajada de EEUU y que funcionaba en una casa en Las Condes. Ella estaba integrada por Claudio Orrego Vicuña, Jorge Navarrete Martínez y Jaime Guzmán. También participaban, siempre según la DINA, José María Navasal, Alejandro Magnet y Enrique Campos Menéndez””. (**)
Hasta ahí, los documentos de la DINA y la publicación del diario ‘El Periodista’. Queda la clara sensación de que Guzmán, pese a haber fallecido hace tiempo y llevado a sitial casi ‘divino’ por sus admiradores, sigue siendo la verdadera Derecha, y esta a su vez representa con exactitud lo que en vida fue el asesinado senador…ambos, por cierto -Derecha y Guzmán- configuran con absoluta y concreta realidad el tipo de gobierno que ese grupo político desea para Chile.
En palabras simples, y tomando como base los hechos concretos de su propia historia en las últimas décadas, pareciera que ese grupo aspira a un Estado policial, clasista, empresarial ciento por ciento, decimonónico, ultra católico (‘opusdeístico’), antisindical, antidemocrático, socialmente pervertido, con prensa ahogada y manejada desde las alturas del poder, inquisidor y –por cierto- afianzado en el poder de fuego de las fuerzas armadas que servirían como garantes de las veleidades e intereses de los aristocráticos patronos que, a su vez, obedecen servilmente instrucciones del empresariado transnacional.
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(**) Alejandro Magnet, Claudio Orrego Vicuña (fallecido el año 1982) y Jorge Navarrete Martínez, eran en ese tiempo reconocidos demócratas cristianos, al igual que Jaime Celedón.
Jorge Navarrete en 1969 fue uno de los fundadores y primer director de TVN, siendo luego su director ejecutivo (1990-1994), y en el 2006 Michelle Bachelet lo designó Presidente del Consejo Nacional de Televisión.
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