En fecha reciente el pasquín La Tercera furiosamente tituló en una de sus desopilantes columnas «El insólito plan de Maduro…adelantó la navidad a octubre». Afortunadamente la alegría en nuestra cultura venezolana desafina con la triste vida de Saieh centrada en el dinero y en el poder.
Si, en Venezuela comienza la navidad en Octubre, nada nuevo ni novedoso. Rasgos característicos de una centenaria economía petrolera. Obviamente es de difícil e imposible comprensión para Don Alvaro tratar de explicarle sobre la tradición del prolongado reencuentro familiar anual. Como explicarle de que se trata la Gaita zuliana, aguinaldos , villancicos, pesebres, hallacas, gastronomía decembrina, alegría, cambio de aires, jolgorio familiar, asuntos que son ajenos al espíritu saihetano.
Púes si Don Álvaro, mas allá del dinero y el poder pervive y se asienta una cultura pueblerina muy venezolana; hay sentimientos ancestrales a prueba de titulares folletinescos sin sentido del ridículo.
En años pasados Venezuela cambió en media hora el esquema horario. Bastó y sobró, escándalo mundial. Chile cambia esquema horario cuatro veces al año, todos los años. Cero comentario de Don Álvaro. Hay mas, Chile celebra una parte de navidad entregando a los trabajadores un bono navideño en Julio. Posiblemente Don Álvaro lo pague a sus trabajadores. No es motivo de escandalete.
No es culpa de la alegre navidad venezolana la tristeza de Don Álvaro por no poder ganar con sus negocios en Venezuela tanto dinero como necesita. Que trise es no ser feliz,….. ni en navidad. Algo es muy cierto, existe el Grinch, muy rico el, pero tristón y desabrido.
