El ministro de hacienda ha dicho que el reajuste real al ingreso mínimo será de 0 %

Ali Primera

 

1.- Fue en 1964, recién llegados a la población, cuando por primera vez escuché hablar del candidato. Dicen que vino pero no recuerdo haberlo visto, solo se que con otros chiquillos corrimos detrás del auto que traía a Allende, quien vino a conversar con los vecinos en su campaña a la presidencia y no nos dejaron entrar por qué éramos muy chicos.

6 años después, cuando ya había cumplido los 14,   si que estaba involucrado, feliz de  poder apoyar al Chicho.

Fuimos a muchos lugares a ayudar a levantar escenarios y entregar propaganda, pintamos cientos de muros, regalamos miles de banderitas de la UP y mas de una vez subimos hasta la mitad del Chena, a encender los chonchones que mostraban el nombre del candidato a toda la ciudad durante la noche, además de pelearnos alguna vez con los adherentes de Tomic que hacían lo mismo.  

 Fue mi abuelo Benjamin quien me leyó una de las primeras biografías de Salvador Allende. Me impresionó sobremanera su compromiso con el pueblo, su capacidad para conectar con los más pobres.   Era tan convincente su discurso, que en lo alto del frontis de nuestra casa, a la vista de todo el que pasara por ahí, había una gran foto con una leyenda corta y clara: «En esta casa votamos por Allende».

Casi un millón de personas se reunió en la última concentración antes de las elecciones. Llegamos a nuestras casas con la convicción de la victoria, mientras no parábamos de cantar «Venceremos, venceremos, mil cadenas habrá que romper….»

Fue hace 50 años y está grabado a fuego en mi corazón.

 

2.- El gobierno ha zanjado la discusión sobre el ingreso mínimo. Después de 24 horas en qué se habló de diferencias pero disposición a seguir conversando, ha dado un portazo en la narices a quienes, en todo este tiempo y en los distintos gobiernos, se han prestado para ser interlocutores en este dialogo de sordos.

El ministro de hacienda ha dicho que el reajuste real al ingreso mínimo será de 0 %, y que solo habrá un ajuste nominal de 0,4% ($1.500 m/m) ya que no están las  condiciones para aumentar el monto y seguir cargando de costos al empresariado. 

Esa es la lectura del discurso gubernamental y no variará, por mucho que mañana pudiera ofrecerse algún % de aumento, o en el parlamento se haga el show de siempre frenando la discusión del presupuesto nacional, para terminar agachando el moño. 

El mínimo seguirá siendo un ingreso de hambre que ni siquiera permite sobrevivir a un trabajador.

Falta escuchar la voz de las afiliadas a la CUT que validaron la propuesta de un mínimo de $400.000 brutos. Ellos deberán explicar a los trabajadores sobre que variantes construyeron la propuesta que, siendo justos, lo más probable no satisfaga las expectativas de millones de trabajadores.

 

Si hubiésemos contado con una organización poderosa y fuerte  la respuesta inmediata a este tapabocas del gobierno hubiera sido un paro nacional de 24 horas como mínimo. Y es el gran desafío que tenemos por delante. 

Ellos, gobierno, patrones y parlamento, hacen lo que quieren y cuando quieren porque no tenemos peso efectivo. Cómo ya ha pasado antes haremos rabietas, hablaremos hasta por los codos por wasap, Facebook y las redes sociales, pero el ingreso mínimo seguirá siendo una mierda mientras no demos con la respuesta.

La respuesta a esto y todo lo que vivimos, es una sola y se llama organización.

 

3.- Con organización y convicción la UP llegó al gobierno en 1970. Una propuesta clara y honesta hecha suya por el pueblo.