Por 360 Noticias 19 marzo 2020
Jorge Gálvez
De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud OMS, Argentina, Chile y Brasil en el día uno tenían un caso de coronavirus, en el día 7 Brasil tenía 2 casos, Chile 13 y Argentina 12, en el día 15 Brasil ya tenía 52 afectados, Chile 201, Argentina 79 casos. Chile tiene la mayor tasa de transmisión y es el país con mayor índice de contagios de Sudamérica por cantidad de habitantes (434 casos).
Italia como ejemplo de un gobierno que no tomó medidas rápidas y totales, paso de 3 casos en los primeros 21 días a 12.462 casos, hoy tiene 35.713 contagiados, con todo su sistema colapsado y tomando decisiones inhumanas, tales como dejar a los mayores de 80 años a su suerte, simplemente a morir. Italia ha superado a China en los números de personas fallecidas, por lo tarde en que se impusieron las medidas. Ahora ultimo en un espacio de solo de 24 horas, el incremento fue por más de 2 mil personas contagiadas, con un ascenso del 13 %.
En tanto, en los Estados Unidos hay un incremento del casi 45 % de contagiados por COVID-19, en solamente 24 horas.
La ausencia de medidas de contención radicales contra la enfermedad, está determinada por las miradas neoliberales de los gobiernos, que en su empeño de no dañar los intereses económicos de las grandes corporaciones, están plenamente dispuestos arriesgar la vida de todos los habitantes del país.
Una funcionaria de la Posta Central en un vídeo en redes sociales, ha denunciado que los trabajadores, trabajadoras y pacientes del recinto carecen de mascarillas, de alcohol gel, de jabón para lavarse las manos, todas ellas condiciones menos que mínimas para enfrentar la actual pandemia. Todo esto ante un discurso del Ministro de Salud Mañalich que muestra desidia ante el inminente colapso hospitalario por venir, y que solo oculta la destrucción sistemática que realizó el modelo neoliberal con la salud publica en Chile.
En Chile hay casi 40 mil camas hospitalarias, es decir tenemos 2 camas por cada 100 mil habitantes, en cambio en Corea del Sur hay 12, en Alemania 8 y en Francia 6. Estamos lejos de una infraestructura que garantice el derecho a la salud, y que pueda resistir la amenaza con se nos viene en estos días.
Ante la inminente explosión de infectados por el coronavirus que se prevé en las siguientes semanas, el sistema público y privado no será capaz de atender la mega demanda de enfermos graves. Vamos directo a que la actual administración neoliberal comience a decidir quien vive y quien muere.
El capital y su deseo por la muerte
En diferentes sectores de la producción y del retail, los trabajadores han salido a protestar exigiendo que se suspendan la actividad laboral, siendo los principales posibles contagiados junto a sus familias, ante la concentración de personas en los lugares de trabajo, en el transporte público, transantiago, metro, todos ellas fuentes reproductivas del covid-19. En esta coyuntura en que amenaza el coronavirus, se expresan tambiénla contradicción entre el modelo neoliberal versus una posición soberanista comunitaria de corte socialista. En uno importa solo la rotación del capital y su incremento, en el otro el ser humano es el centro de su cosmovisión.
El estallido social no termina ante el “estado de catástrofe” anunciado por Piñera, sino que muta en su forma y contenido, es una batalla que se está dando a nivel planetario, después del coronavirus el mundo será distinto, en un verdadero escenario de post guerra con un modelo neoliberal derrotado culturalmente, pero también en su superestructura material incapaz de poner al ser humano en el centro.
La clase trabajadora tiene la obligación política y moral de oponerse a la actitud criminal e inoperante del actual gobierno, debe llevar su osadía a hasta su máxima expresión, debe autoconvocarse para iniciar un Paro Nacional indefinido, que instale la cuarentena nacional en los hechos en la defensa de la vida.
La primera línea hoy se viste de bata blanca y están desprovistos de las más básicas armas para enfrentar esta pandemia, mascarillas, alcohol gel, ropa apropiada, camas necesarias, infraestructura hospitalaria, son trabajadores donde su escudo de defensa es la conciencia y la solidaridad, será el trabajo y no el capital que vencerá esta nueva batalla de la clase trabajadora.