Hace unas semanas, levantamos la alerta del peligroso escenario si es que nuestro país adhiere al TPP-11, tratado que actualmente se encuentra en su etapa de ratificación en la Cámara de Diputados y donde la presión ciudadana ha traído frutos, aplazando su votación en general para que fuera revisado en comisiones específicas, siendo rechazado en las comisiones de Agricultura y Trabajo. Esto debería resolverse la próxima semana en la cámara de diputados cuando se vote el proyecto en la sala. ¿Qué es TPP-11? ¿Cuáles son sus consecuencias?
El TPP-11 es un acuerdo comercial multilateral muy difundido y celebrado bajo una supuesta promesa de mayor crecimiento económico y prosperidad para Chile. Sin embargo, este acuerdo le entrega poder a las grandes empresas, obstaculizando el desarrollo de Chile y limitando nuestros derechos sociales.
Sus defensores plantean que este tratado facilita la participación chilena en el comercio internacional, aumentando el acceso de productos nacionales a mercados globales y atrayendo más inversión extranjera. No obstante, Chile ya tiene tratados con todos los países integrantes del acuerdo y firmarlo no abrirá nuevos mercados ni cambiará significativamente las oportunidades para las empresas chilenas. Incluso, las estimaciones del propio Gobierno dicen que el TPP-11, en el mejor de los casos, generaría un crecimiento económico adicional de apenas un 0,12%.
Respecto de las ventajas del TPP-11, estas son bastante menores, más bien significaría una pérdida de soberanía tremenda. Las reglas de este tratado se hacen cumplir a través de tribunales de arbitraje internacional, otorgándoles una jurisdicción por sobre las cortes nacionales. Así, una empresa transnacional que ha invertido acá puede demandar al Estado chileno en el extranjero, si es que implementa una regulación pública que afecta sus expectativas de ganancias. Según diversos estudios académicos, estos tribunales tienen un claro sesgo pro-empresarial donde han fallado 72,5% del tiempo en contra de los Estados.
Estos árbitros ya han fallado en contra de Estados por intentar regular empresas que contaminan el medio ambiente, como es el caso de Alemania con las termoeléctricas, o bien demandas contra Estados que han querido hacer un cambio profundo en sus sistemas de pensiones al sacar a los privados del negocio. Sin ir más lejos, en Bolivia, estos árbitros están definiendo si el Estado deberá indemnizar a las AFP, para poder pasar a un sistema de pensiones colectivo. Este es el tipo de situaciones que podríamos vivir en Chile en caso de que se firme el TPP-11.
La situación es preocupante. Si Chile firma este acuerdo, se aleja del derecho a tener un medio ambiente libre de contaminación, y al derecho de tener pensiones dignas, entre otras cosas.
(Publicado en: https://revoluciondemocratica.cl/)
