EL CLARÍN DE CHILE
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) a través de su Sede Metropolitana presentó una querella en contra de todos quienes resulten responsables por los hechos de tortura de los que fue víctima una familia integrada por cinco personas -entre ellas un anciano- ocurridos en la 13a Comisaría de Carabineros de La Granja, el 19 de octubre pasado.
El acusado es el ex cabo Carlos Torres, quien fue formalizado por los delitos de torturas, por detención ilegal y por la falsificación de instrumento público. La fiscal a cargo del caso solicitó la detención del ahora ex carabinero, pues fue dado de abaja, y quien además se encuentra en prisión preventiva por ser considerado un peligro para la sociedad.
Los hechos
En agosto pasado el joven de 19 años, Sebastián Faúndez, fue detenido por el cabo 1°Carlos Torres, quien una vez en la comisaría le ordenó que se desnudara, para luego insultarlo y golpearlo con puñetazos en la boca y en las costillas.
Afuera del recinto policial se encontraba esperándolo la familia del joven, que al conocer los hechos que sufrió, ingresó a las dependencias policiales para increpar al carabinero. La situación fue iniciada por un anciano de 65 años, identificado como Mario Bustamante, quien en respuesta recibió la agresión del cabo Torres. Este lo tomó de los hombros, empujándolo y diciéndole “vamos a hablar”.
La acción del carabinero Torres suscitó la reacción de la madre del joven detenido, Claudia Bustamante, quien le pidió al policía “no trate así a mi padre”. No obstante, el carabinero respondió tomándola de la cabeza y azotándola contra una mesa, diciéndole “vo’ cállate vieja culiá”.
Luego de esto el policía tomó al anciano, lo redujo y lo trasladó a los calabozos, donde le dijo “viejo culiao vienes a mi casa a faltarme el respeto, vienes a hueviarme a mi propia casa, ahora vay a saber lo que es bueno viejo conchatumadre”, golpeándolo con los puños en la cabeza y en el rostro.
Mientras tanto Margarita Bustamante, tía del joven inicialmente detenido, salió de la comisaría por lo que el Cabo Torres fue en su búsqueda. Al alcanzarla, la tomó del pelo y la arrastró hacia el interior de la unidad policial, pese a que ella le suplicaba que no la golpeara en su cabeza porque mantiene una válvula por una operación.
Sabiendo esto y omitiendo la advertencia de la mujer, el ex carabinero la empujó desde su nuca y la golpeó con sus puños en la cabeza, para ingresarla a un calabozos junto a sus familiares, mientras le decía “vos maraca reculiá qué te creís que me venís a dar órdenes a mi casa, yo hago lo que quiero”.
Acto seguido, el cabo Torres salió de la unidad en búsqueda del joven Sebastián Faúndez, quien ya había sido liberado y que se encontraba en el vehículo de su tía Margarita. Lo sacó violentamente, y lo redujo propinándole nuevamente puñetazos en las costillas mientras era trasladado a los calabozos.
Una vez trasladada completa la familia a los calabozos, Torres llevó a dos de los hombres que la integran, entre ellos al anciano, a un baño posterior. Allí obligó al anciano a denudarse y lo golpeó, mientras que al segundo hombre, le azotó la cabeza contra la pared.
El INDH solicitó al Ministerio Público que se realicen todas las diligencias necesarias que permitan establecer las responsabilidades del caso, para que violaciones a los derechos humanos de esta gravedad no vuelvan a repetirse en recintos que se encuentren personas bajo la custodia de agentes del Estado.