Al menos 900 menores separados de sus padres por la fuerza en la frontera entre Estados Unidos y México aún no han sido reunidos, al tiempo que el Gobierno de Trump enfrenta hoy el plazo límite para la reunificación familiar establecido por un juez federal. Funcionarios federales afirman que unos 463 padres separados de sus hijos han sido deportados desde que Trump lanzó su política fronteriza de “tolerancia cero”, a pesar de que sus hijos permanecen en centros de detención de Estados Unidos.
Funcionarios del Gobierno señalan que los padres voluntariamente acordaron dejar a sus hijos atrás; sin embargo, en documentos judiciales presentados el miércoles, la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) argumentó que muchos padres sostienen que fueron obligados o engañados para que firmaran formularios que no podían leer, y que estaban confundidos acerca de lo que estaban acordando.
Visite DemocracyNow.org/es para acceder a nuestra entrevista con dos abogados de inmigración que han estado representando a padres inmigrantes separados de sus hijos.