De hecho, sin entrar en profundidad a valorar la subida del IPC, llevamos desde 2014 con subidas “de mierda” de 0,25% que no nos dan, casi, ni para comprar una docena de huevos más, no digamos ya aceite de oliva y otros productos necesarios, que se están convirtiendo en lujos para la mayoría de los pensionistas. Pero como vemos sus promesas de no atacar a los pensionistas no las han cumplido y tenemos que acordarnos de ello en las próximas elecciones.
Cuando a partir de 2012 empezaron a recortar las escasas mejoras que teníamos en sanidad, educación, dependencia, etc., nos planteaban que los sacrificios de entonces servirían para un futuro mejor. Hoy en día después de que millones de familias se han sostenido por la aportación de los pensionistas, los datos son “tozudos”, pero no como alardea la ministra:
– Las pensiones pierden poder adquisitivo y solo se revalorizan un 0,25% cada año.
– La pensión media se sitúa en 918 euros mensuales y la más frecuente en 650.
– El 50% de los pensionistas no llega al SMI y el 38% vive bajo el umbral de la pobreza.
– Las pensiones son la fuente de ingresos de más de 9 millones de personas.
– 4 de cada 10 pensiones han contribuido a sostener a sus familias durante la crisis.
Mientras las aportaciones a la banca cada día son más escandalosas, el Fondo de Garantía de las pensiones ha pasado a mejor vida y ahora la Seguridad Social se financia a través de créditos que hay que devolver con fuertes intereses a esa misma banca.
La carta de la ministra
Pero esto que lo sufrimos todos los días del año tuvo su máxima expresión cuando nos empiezan a llegar a los pensionistas las cartas en la que la ministra nos comunicaba esta gran noticia: en 2018 la subida de la pensión iba a ser el 0,25%. Encima nos lo decía con recochineo. Nos daba las gracias por haber sido uno de los pilares en los que se sustenta el resurgir de España de la crisis que habían heredado. “España ha salido de la crisis de una manera justa y social”. Todas estas patrañas hicieron que el cabreo entre los pensionistas aumentase.
En Pamplona los pensionistas solemos salir varias veces al año para reivindicar la mejora de las pensiones. No recuerdo la primera asamblea que tuvimos pero quizás fue en los tiempos del gobierno de Zapatero. Luego con los gobiernos del PP las movilizaciones han aumentado. Lo negativo es que ahora no se hacen asambleas antes de las manifestaciones que servían para aglutinar más a la gente. Se formó la coordinadora “Mayores frente a la crisis” donde estaban los sindicatos y también no afiliados. Ahora es esta coordinadora la que convoca a los pensionistas. En la mayoría de las movilizaciones nos juntamos unas 1.000 personas, alguna vez hemos llegado a cerca de 2.000.
En otras partes las concentraciones y manifestaciones son más espontáneas y convocadas a través de las redes sociales como pasó en Bilbao que después de varios lunes concentrándose frente al Ayuntamiento el día 5 hubo varios miles de pensionistas cabreados por la carta y por las palabras de la ministra en los medios de comunicación.
Una de las concentradas pedía unas pensiones dignas porque, “nos están tomando por idiotas”. “A estas alturas de nuestras vidas, que nos tomen por idiotas es vergonzoso. A mí lo poquito que me han subido se lo podían haber quedado, para ver qué hacen con ello. Porque para lo que me han subido, prefiero que no me suban nada. Tantos años cotizando y para mantener a unos y ver que se lo llevan calentito, vergonzoso. Muy humillante”, ha subrayado.
El lunes 12 la concentración fue en Baracaldo, en la Margen Izquierda de la ría del Nervión, la antigua zona industrial de Bizkaia en total declive y el cabreo de los asistentes, un par de miles, también era patente.
El 22 hay convocadas manifestaciones por parte de los sindicatos en la mayoría de ciudades del Estado. Pero, como siempre pasa, la información es muy escasa. A pesar de todo, los pensionistas nos movilizaremos, porque nuestras condiciones de vida cada vez van a peor y este gobierno se preocupa más de los banqueros y empresarios que de la mayoría de la sociedad. Los dirigentes sindicales son “muy moderados”, como reconoce el Gobierno del PP, en sus demandas, pero si bajasen de sus despachos a la calle verían que los trabajadores y las pensionistas estamos ya hartos de que sean los de siempre los que se benefician de nuestros sacrificios y que la lucha debe ser más contundente y más global: salarios dignos, no al empleo precario, luchar contra la reforma laboral….
El día 22 todos a la calle:
¡Por unas pensiones dignas, mínimo de 1.100 euros!
¡Sí hay dinero, lo tienen los banqueros!