(360noticias) En un comunicado reciente, el Observatorio Nacional de Derechos Humanos (ANEXPPSA) ha expresado su profunda preocupación por el incremento de la violencia policial y la represión en las manifestaciones públicas en el país. La organización denuncia una serie de actos de violencia, intimidación y uso excesivo de la fuerza por parte de Carabineros, los cuales, avalados por el gobierno, constituyen graves violaciones a los derechos humanos.
Recrudece la Represión en Protestas Pacíficas
ANEXPPSA destaca varios incidentes recientes que ilustran esta preocupante tendencia. Uno de los casos más alarmantes ocurrió la semana pasada, cuando un grupo de manifestantes, en su mayoría mujeres y niñas, fue reprimido violentamente por Carabineros mientras protestaban pacíficamente por una estudiante que había sido agredida sexualmente por desconocidos. La policía utilizó gases lacrimógenos, carros lanza-aguas y fuerza física para dispersar a los manifestantes, exacerbando una situación ya tensa y dolorosa para los involucrados.
Violencia en Movilizaciones Estudiantiles
La represión no se ha limitado a este caso aislado. Las movilizaciones estudiantiles, especialmente las protestas de estudiantes secundarios que exigen mejoras en el sistema educativo, también han sido objeto de violencia desproporcionada. ANEXPPSA denuncia que esta represión excesiva refleja un preocupante descontrol y falta de manejo adecuado por parte de las autoridades policiales.
En un trágico incidente reciente, una transeúnte de la tercera edad perdió la vida tras ser atropellada por un carro del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) en las inmediaciones del Liceo 1, durante una manifestación estudiantil. Este hecho subraya las consecuencias fatales de la escalada en el uso de la fuerza contra manifestantes pacíficos.
Derecho a la Manifestación Pública
El Observatorio de Derechos Humanos enfatiza que la manifestación pública es un derecho humano consagrado, y recuerda a las autoridades que es su deber garantizar el ejercicio pleno de este derecho. ANEXPPSA hace un llamado urgente a las autoridades para que terminen con la criminalización de la protesta y cesen las prácticas represivas que infunden terror en la población y ponen en riesgo la integridad física y moral de los manifestantes.
Llamado a la Acción y Condena de Abusos
El comunicado de ANEXPPSA insta a las autoridades a condenar estos abusos y evitar la impunidad, acelerando los procesos judiciales relacionados con el actuar de Carabineros y otros casos prioritarios, como el de la menor víctima de violencia sexual. Además, emplazan a la Ministra del Interior, Carolina Tohá, a cumplir con su mandato de defensa plena de los derechos humanos, insistiendo en que nada justifica el despliegue masivo e indiscriminado de represión policial.
ANEXPPSA concluye su comunicado reiterando la importancia de proteger los derechos humanos en todas las circunstancias y la necesidad urgente de revisar y reformar las prácticas policiales para evitar más tragedias y abusos en el futuro.
LA COBARDÍA
Si en algo les sirve, les recuerdo que el temor a un cobarde no se justifica de ninguna manera. La valentía aparente del paco y el milico se sustenta en los recursos que le llegan desde el Estado. Esta «valentía» típica de los consentidos pataléticos, muestra la bajeza humana en que ha caído la institucionalidad, con el único fin de mantenerse en el poder, y así conservar los suculentos sueldos que reciben apaleando gente desarmada, que con suerte lanzan piedras y palos. Un cobarde siempre se asegura midiéndose con uno más débil, como lo hacen los matones en la escuela cuando le pegan al más chico del curso. Generalmente este tipo de gente arranca al primer cuetazo. Por otra parte hay que esperar que haya cientos de muertos para que la autoridad reaccione y haga algo para que no siga ocurriendo. Es importante señalar que este mal también está en el pueblo, 200 años es mucho tiempo, y 500 es mucho más, para que no se le haya ocurrido a alguien un «como», y detener de una vez por todas este abuso de poder, que viene en aumento y puede legar a ser imparable. Y no me refiero a volverse loco, sino a volverse «loco».