Inicio Internacional Uruguay – Artículo post electoral

Uruguay – Artículo post electoral

999
0

Voces 1119

Emociones intergeneracionales

por Julio A. Louis

Quien me haya leído u oído, sabe mis críticas conceptuales a la dirigencia del Frente Amplio. Y también de mi trayectoria militante -con aciertos y errores- durante sesenta y cinco años. Y lo fundamental, la reflexión (que no es solo mía) que la vida es una mixtura de razón y pasión. Con esas nociones podrá entender estas breves líneas.

En la mañana siguiente a las elecciones nacionales de octubre, al ingresar a una panadería una señora que me precedía saludó a los presentes con el clásico “buenos días”. Una de las empleadas respondió “buenos días” y agregó “si es que se puede decir buenos días”. Retirada dicha señora, le dije a quien así había contestado: “creo haberte entendido, te referías al resultado electoral”. Y así se inició una conversación entre ella, otro funcionario joven y yo. En el intercambio expuse que había estado torturado físicamente en los cuarteles y después síquicamente diez años en el Penal de Libertad.

Sin conocernos tan siquiera de nombre, el lunes 25 volví temprano a dicha panadería. Nos saludamos, ella estaba sentada con ese funcionario y dos compañeras más- y el hombre me dijo “marchamos” y sin más ella me dijo “mirá te voy a dar un beso”. Se paró, besó y abrazó con fuerza, y nos emocionamos los dos, y sospecho que todos los presentes. En ese momento, más que por la razón, comprendí que la pasión del pueblo humilde con un mínimo de conciencia de clase y fraternidad, trasciende a las generaciones y augura que este pueblo sabrá sobreponerse, por más embestida baguala que haya, sea al estilo de Bolsonaro, Macri o Piñera.

Este hecho reafirmó lo visto minutos antes: una señora de muchos años y de raza negra se paseaba por la calle orgullosamente con una bandera del Frente que le colgaba de los hombros y le cubría casi todo el cuerpo. Y otro, tal vez más expresivo: Manfried, viejo compañero del pequeño Movimiento Marxista que integramos y que también padeció diez años de cárcel, a consecuencia de las torturas recibidas, vive entre la cama y una silla de ruedas a la que accede gracias al esfuerzo de familiares, no oye y casi no ve, pero insistió y hubo que llevarlo a votar.

Con esta “mitad de pueblo” -el más consciente, más allá de sus múltiples limitaciones- con el aporte de las experiencias de los viejos militantes y la pasión y razón de las nuevas generaciones, en nuestro Uruguay como en toda Nuestra América, todo será posible. ¡A redoblar, compañeros!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.