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Precarización del estudio, el trabajo y la educación técnico profesional

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Luchamos contra la educación de mercado y buscamos construir una educación al servicio de la clase trabajadora porque somos capaces de evidenciar las diversas problemáticas que esta genera a trabajadores y estudiantes.  La crisis integral del capitalismo vino a profundizar la crisis en la educación, aumentando niveles de deserción escolar, perdiendo contenidos, sobrecargando laboralmente a nuestros profesores, perdiendo las posibilidades de realizar prácticas, etc.

En lo inmediato, urge resolver tres problemáticas que se ven generalizadamente en la educación pública, afectando directamente a las y los estudiantes populares más precarizados, así como a las y los trabajadores de la educación. Estas tres problemáticas se resumen en la precariedad en tres áreas: condiciones de estudio, condiciones laborales y educación técnico-profesional.

Empezando por las crisis de la educación pública, la cual viene en un deterioro constante y prolongado, podemos evidenciar los problemas de infraestructura, hacinamiento y falta de materiales en las casas de estudio, lo cual en contexto pandemia ha significado que aun pudiendo retornar a clases presenciales, los liceos no sean capaces de reunir las condiciones para ello, entregando una educación a medias, surgiendo otras problemáticas como las clases híbridas, las cuales siguen teniendo deficiencia, al momento de que las y los estudiantes no tienen asegurado el internet o los dispositivos para conectarse, corriendo estos gastos por cuenta propia, sumado a problemáticas anteriores como el transporte, demanda histórica del movimiento estudiantil.

Este tipo de educación incrementa el trabajo de docentes, las y los cuales ya cuentan con jornadas extensas y una amplia cantidad de horas no lectivas (preparación de clases), al exigir además preparar muchas veces material visual o audiovisual, además de las clases que logren hacerse presenciales. Todo esto se suma a las pésimas condiciones de la docencia en nuestro país, claro ejemplo de esto son los contratos al año y por horas de clases, contratos los cuales se amparan en la lógica capitalista de la flexibilidad laboral, la cual venden como libertad de decisión para el trabajador en cuanto a su trabajo, pero sabemos que no es más que la libertad de los empleadores de explotar de la forma más eficiente posible.

No podemos olvidar además las y los asistentes de la educación, los cuales sufren de los trabajos más precarizados que podemos ver hoy, el subcontratado. Este tipo de contrato rompe con las lógicas comunes de explotación y consiste en la contratación de empresas externas por las casas de estudio, las cuales cumplen las lógicas de supervisar el trabajo de estos trabajadores pero al fin y al cabo no son sus empleadores, lo cual difumina la imagen de un jefe, al cual puedes exigir mejoras en tus condiciones de trabajo, sin contar además que se pierden un montón de derechos como la remuneración por años de servicio, el derecho a sindicalizarse, fueros de todo tipo, etc.

Todos estos problemas parten de la educación de mercado, que se expresa en nuestro país a través de la municipalización, dejando la gestión de los colegios al azar de qué municipalidad tenga más plata, o cual es la que le destine más recursos a la educación, sufriendo muchas veces recortes para abaratar costos, además de entender el financiamiento de la educación por medio del Voucher, sistema que destina recursos según la asistencia, y no por matrícula. Si bien es cierto progresivamente la gestión de los liceos está pasando a organismos locales que se encargan de la educación, este sistema sigue manteniendo las mismas lógicas del organismo como un sostenedor, quitándole responsabilidad al ministerio.

Todas estas problemáticas sufre la educación pública en general, pero sí podemos hablar de la expresión máxima de la educación de mercado en Chile, es la educación técnico-profesional, la cual es el 40% de la educación impartida en Chile y el 60% de la educación pública. Es decir, este tipo de formación está destinada a las y los estudiantes populares, futura mano de obra cualificada para un sistema económico como el nuestro, basado en servicios o actividad extractiva muy desarrollada.

Muchas son las problemáticas que se desprenden de las lógicas de mercado en este tipo de formación. Menos del 40% de las y los egresados de la educación media técnico-profesional entra a estudiar a la educación superior en los siguientes 2 años, esto provocado por una falta de articulación de las instituciones de la educación superior (Institutos profesionales, Centros de Formación Técnica y Universidades), los liceos TP y las empresas donde está direccionada esta formación. Esto último provoca que la promesa de sacar una carrera técnica para poder seguir estudiando en la educación superior al mismo tiempo que se trabaja es inviable.

Una de las demandas más inmediatas que tienen las y los estudiantes de la formación técnico-profesional es la exigencia del pago de sus prácticas. A la hora de entrar en este proceso, las y los estudiantes se encuentran frente a un plan totalmente desregulado, expuestos y expuestas a malos tratos y sueldos impagos (acumulación de pagos diarios hasta fin de mes), sin mencionar que este pago no supera los $4000 pesos por día de trabajo. Este proceso en general es con postulación, por lo que genera que muchos y muchas estudiantes se vean excluidos de este proceso o les cueste mucho finalizarla. Lo anterior nos deja un escenario donde muchos de las y los estudiantes formados en este tipo de educación quedan al alero del trabajo precarizado, no pudiendo aplicar lo que estudiaron y ampliando en muchos casos el ejército de reserva que los explotadores usan ante cualquier problemática, las y los desempleados.

Por todo lo anterior, debemos luchar por:

Transporte, internet y condiciones mínimas de estudio en todo el territorio nacional.

Fin a la precarización laboral de las y los trabajadores de la educación. Fin al subcontrato, al contrato a honorarios y al de plazo fijo.

Plan de reestructuración de la educación técnico-profesional y prácticas pagadas y aseguradas por el estado.

Estudiante Clasista, a barrer con la educación de mercado

¡A luchar por una educación al servicio de la clase trabajadora!

Estudiantes por la Causa Popular

Septiembre, 2021

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