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Grecia   – La violencia cretina de los acreedores

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Michel Husson

A l´encontre, 1-6-2017.  http://alencontre.org/

Traducción de Viento Sur.  http://www.vientosur.info/

El 18 de mayo de 2017, una mayoría raspada del Parlamento griego (electos de Syriza y Anel: 153 de 300) votó un nuevo paquete de medidas de austeridad para el período 2018-2021. En realidad se trata de la transposición de un voluminoso documento de 941 páginas elaborado por los acreedores y de la sintonización con el “acuerdo” alcanzado con la Comisión Europea el 2 de mayo. El borrador del documento, el Draft Preliminary Agreement  1/ (que filtró la web Keep Talking Greece) muestra el amplio campo que abarca. Grecia ya no es una democracia: son los acreedores quienes elaboran las leyes.

El ensañamiento

Ahora bien, tampoco esto fue suficiente. El 22 de mayo, la reunión del Eurogrupo (reunión de ministros de finanzas), tenía como objetivo a dar el visto bueno al desarrollo de dichas reformas. Esto hubiera permitido desbloquear un nuevo préstamo de 7 500 millones de euros para hacer frente al pago de 7 000 millones en julio y remitir los títulos elegibles de la deuda griega al BCE (Banco Central Europeo). Pero los ministros europeos rechazaron otorgar el beneplácito al colega griego, porque desde su punto de vista algunas de las reformas, sobre todo la de las pensiones, no aún estaban muy desarrolladas.

La posición de los Europeos estaba dictada por Wolfgang Schauble y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloen. Esta posición consiste en mantener una presión constante sobre Grecia y retrasar lo máximo posible toda discusión sobre el alivio de la deuda griega que exige el FMI. Las razones son eminentemente políticas (las próximas elecciones en Alemania), doctrinales (el respeto de las normas) y sancionadoras (cortar de raíz cualquier indicio de políticas alternativas).

Por otra parte, existe una posición divergente entre las instituciones europeas y el FMI. Este último juega a dos barajas: declara que la deuda griega es insostenible pero, al mismo tiempo, preconiza medidas suplementarias más duras que los Europeos. Una posición difícil de interpretar que nos lleva a la voluntad de que no se vuelva a repetir el error cometido en 2010: transgredir sus estatutos que le impedían prestar a un país cuya deuda es insostenible  2/. A favor de esta interpretación está el hecho que actualmente el FMI debate los State-contingent Debt Instruments for Sovereigns. Se trata de los títulos de la deuda pública cuyos intereses y el principal están indexados al PIB (GDP-linked bonds) o a un vencimiento variable (sovereign ‘cocos’ contingent convertibles). Pero los directores ejecutivos están divididos como lo pone de manifiesto el informe del debate del staff del FMI  3/ publicado justo el mismo día de la reunión del Eurogrupo. Así pues, el FMI se encuentra dividido debido a la obstrucción de los representantes europeos en su seno.

La hoja de ruta de Bruno Le Maire

Recientemente Yanis Varoufakis recordaba  4/ las promesas que le había hecho Emmanuel Macron, cuando fue ministro, de apoyar una “solución duradera”. Pero Hollande y Sapin lo vetaron. Nada impide ahora a Macron cumplir sus promesas. Según Mediapart  5/ su proyecto continúa siendo “encontrar un acuerdo rápido para aliviar en el tiempo el peso de la deuda griega”. Esa era, pues, la “hoja de ruta” del nuevo ministro de economía francés, Bruno Le Maire. Gracias a la web griega Euro2Day que filtró las actas  6/ de la reunión del Eurogrupo, se puede constatar que el nuevo ministro (que aparece en las actas como Lemaire) no logró imponerse y sus alegato fue tan lamentable como el de du predecesor. Retomando una fórmula de Varoufakis, al igual que Michel Sapin, Le Maire, emitió “algunos palabras discordantes pero muy sutiles (…) para finalmente plegarse a la línea de Doc Schauble  7/.

En su primera intervención, Le Maire felicitó a Grecia por las medidas adoptadas y se quejó de la “falta de claridad” que obstaculiza un compromiso que Francia estaría dispuesta a apoyar. Hay dificultades con las hipótesis de crecimiento del FMI (pero no con las de la comisión europea); en resumen, es el FMI quien bloquea.

Hacia el final de la reunión, Le Maire precisó que estaba de acuerdo (¿al mismo tiempo?) con sus dos nuevos colegas, Euclide (Tsakalotos) y Wolfgang (Schauble) y que, decididamente, el FMI debería hacer un gesto. Pero su verdadera preocupación estaba en otra parte: espero que “seamos capaces de comunicar positivamente en la reunión de esta tarde [la conferencia de prensa], porque es importante para los mercados”. A fin de cuentas, es lo que realmente cuenta, y en coherencia con ello, Le Maire se apresuró, tras salir de la reunión, a comunicar que había que retrasar cualquier decisión respecto al proyecto de un impuesto sobre las transacciones financieras y “esperar a medir todas las consecuencias del Brexit  8/.

El “fake” de las previsiones de crecimiento

En las previsiones de febrero pasado  9/, la Comisión europea puso de manifiesto un optimismo desbordante. Veía “signos de recuperación en relación con la puesta en pie del programa”. Según ella, las perspectivas mejorarían en todos los frentes: demanda interior, mercado de trabajo y finanzas públicas. En resumen, la Comisión no tenía ninguna duda para prever un crecimiento del 2,7 % en 2017 y del 3,1 % en 2018.

¡Cataplum! Las cifras de crecimiento cayeron: el PIB retrocedió en un 1,2 % al último trimestre de 2016 y en un 0,1 % el primer trimestre de 2017. Entonces, la Comisión Europea se puso a trabajar sobre el tema y, en mayo pasado, revisó sus previsiones a la baja: de ahora en adelante será el 2,1 % para 2017 y el 2,5 % para 2018  10/. Un previsión que se sitúa por debajo de la del FMI de abril (respectivamente, 2,2 % y 2,7  11/. Pero no renuncia a su buen optimismo: “Tras un retroceso en el cuarto trimestre de 2016, la recuperación debería comenzar este año”. Así pues no se trataría más que un traspiés en el camino.

Todo esto es desolador. La realidad es que tras haber caído un 25 %, desde principios de 2013, es decir durante cuatro años, el PIB de Grecia presenta un encefalograma plano. En esas condiciones, ¿cómo se puede osar hablar de mejora, sin tener en cuenta la emigración, las personas jubiladas, la precarización, la enorme ganga de las privatizaciones y la carga de las personas refugiadas? ¿Cómo ignorar las reacciones del pueblo griego a lo que en realidad no es sino un nuevo memorándum  12/

Incluso ciñéndose al ámbito de la economía “pura”, ¿cómo postular que, por obra de Dios, el crecimiento va a dar un salto adelante en los próximos años? El siguiente gráfico permite verificar que el volumen trimestral del PIB oscila en torno a 46 000 millones de euros de 2010 desde 2013. Según las previsiones de la Comisión, debería subir un peldaño a partir de este año, seguido de otro a partir de 2018. Pero no hay ninguna razón para pensar que la aplicación de un programa de austeridad sin sentido podría producir semejante resultado. Por el contrario, existen todas las razones del mundo para pensar que estas previsiones han sido hechas a bulto por farsantes que nada tienen que ver, ni de lejos ni de cerca, con la economía.

¿Es por casualidad que la OCDE, menos implicada en las “negociaciones” con Grecia, sea mucho más prudente? En sus últimas Perspectivas económicas publicadas en diciembre de 2016  14/, plantea un crecimiento de 1,3 % para 2017 y de 1,9 % para 2018. En cuanto al Parliamentary Budget Office del Parlamento griego, su último informe publicado en marzo de 2017  15/ hacía referencia, con razón, a la amenaza de “nuevos círculos viciosos y de un estancamiento durable”, si las hipótesis de crecimiento no se confirmaba. No se puede hablar más claro.

En realidad, el programa no funcionará si de lo que se trata es de relanzar la actividad económica de Grecia. No está concebido para eso y así lo indicó la Comisión para la verdad sobre la deuda griega en septiembre de 2015: el tercer memorándum era tan insostenible como los dos precedentes  16/.

Además, “ellos” lo saben desde el principio. No podemos resistir la tentación de informar aquí de la confidencia de Christine Lagarde a Yannis Varoufakis durante su primer encuentro el 11 de febrero de 2015 (un mes después que este último fuera nombradop ministro de finanzas). En un apasionado relato que acaba de ser publicado  17/, Varoufakis informa de los intercambios –privados- tras las entrevistas oficiales: “Christine aprobó mi alegato a favor de un alivio de la deuda como condición previa a una recuperación de la economía griega. Luego se dirigió a mi con calma y franqueza: “Está claro que Vd. tiene razón Yanis. Los objetivos sobre los que ellos insisten no pueden funcionar. Pero Vd. tiene que comprender que hemos invertidos demasiado en este programa para dar marcha atrás. Para ser creíble, tiene que aceptar trabajar en el marco de ese programa””.

El incoherente ensañamiento de los acreedores

El objetivo real del “programa” fue la puesta en pie del gigantesco roll over (apisonadora) de la deuda griega: todo el dinero que se preste a Grecia se orienta inmediatamente al reembolso de la deuda. La función de las “reformas” y de la austeridad es garantizar la capacidad de Grecia para hacer frente a los vencimientos de la misma. Esto pasa por la obtención de excedentes primarios demenciales: Jeron Dijsseñbloem, el presidente del Eurogrupo no duda en exigir un excedente primario de al menos 3,5 % del PIB durante cinco años a partir de 2018. Incluso un economista de la banca (en este caso Ilias Lekkos, del Banko Pireo  18/) comprende esta verdad elemental que no hay que olvidar nunca : “Jamás se ha visto que un país no-exportador de petróleo pueda mantener un excedente primario del 3,5 % sistemático durante varios años (…) Este objetivo sólo podría alcanzarse al precio de una enorme recesión”.

Así pues, hay que dejar de hablar de “negociación” con Grecia. El ministro griego podría estar ausente de los debates que oponen dos posiciones doctrinales: la del FMI y la de la Comisión Europea. No se discuten las vías de un compromiso, aunque el propio FMI las explorara en detalle al examinar la economía griega en febrero de 2017  19/. Para restablecer la sostenibilidad de la deuda griega, el FMI proponía las siguientes medidas: extensión del período de 10 a 30 años; remitir el pago de intereses a 2040; un tipo de interés máximo del 1,5 % durante 30 años; restablecimiento automático a Grecia de los beneficios logrados por el BCE por la detención de los títulos de la deuda griega (programa SMP, Securities Markets Programme) y por loa bancos centrales (programa ANFA, Agreement on Net Financial Assets).

Estas pistas, y otras que se discuten ahora mismo en el FMI, recuerdan irresistiblemente la lógica del plan presentado por Yanis Varoufakis  20/ en las primeras reuniones con la troika en la primavera de 2015. Este plan se basaba en el intercambio de títulos de la deuda griega contra obligaciones permanentes o indexadas al crecimiento; y, sin duda, hubieran permitido (en teoría) encontrar un acuerdo razonable sin que ninguna de las partes perdiera la cara. La distancia entre este compromiso posible y el ensañamiento desordenado de los acreedores permite medir la violencia infligida al pueblo griego.

Notas

1/  European Commission; Supplemental Memorandum of Understanding, Draft Preliminary Agreement, 2 mai 2017. Source: “Keep Talking Greece”, 9 de mayo 2017.

2/  Michel Husson, “Grecia: El mea culpa del FMI”, viento sur, 10/09/2016.

3/  «State-Contingent Debt Instruments for Sovereigns», IMF, mayo 2017.

4/  Yanis Varoufakis, “Emmanuel Macron a voulu sauver la Grèce, votez pour lui!”

5/  Martine Orange, “Los europeos siguen sometiendo a Grecia al suplicio” viento sur, 27/05/2017

6/  Eurogroup Flash Report, 22 May 2017. Source: «Euro2Day», 25 de mayo 2017.

7/  Yanis Varoufakis, “Our battle to save Greece”, New Statesman, 13 de julio 2015.

8/  Anne-Sophie Jacques, “Taxe sur les transactions financières : la France demande un report. Le Brexit, nouveau prétexte”, Arrêt sur images, 26 de mayo 2017.

9/  European Commission, European Economic Forecast, febrero 2017.

10/  European Commission, European Economic Forecast, mayo 2017.

11/  IMF, World Economic Outlook, avril 2017.

12/  Charles-André Udry, “Tres días de movilización contra el mazazo del cuarto memorándum” viento sur, 19/05/2017

13/  ELSTAT, Hellenic Statistical Authority, Quarterly National Accounts, 15 de mayo 2017.

14/  OCDE, Perspectives économiques, diciembre 2016.

15/  Parliamentary Budget Office, “Quarterly Report October-December 2016”, Parliamentary Budget Office, Hellenic Parliament, marzo 2017.

16/  Commission pour la vérité sur la dette grecque, “Le troisième mémorandum est aussi insoutenable que les deux précédents”, 1 de octubre 2015.

17/  Yanis Varoufakis, Adults in the Room: My Battle With Europe’s Deep Establishment, 2017.

18/  Cité dans Marcus Bensasson et Sotiris Nikas, “Greek Economy Limps Onto Launchpad After Late-Night Vote”, Bloomberg, 19 mayo 2017.

19/  IMF, Greece: 2017 Article IV Consultation, febrero 2017.

20/  Tony Barber, “Greece finance minister reveals plan to end debt stand-off”, Financial Times, Febrero 2, 2015; Thibaut Le Gal, “Grèce: Tout comprendre au plan du gouvernement pour résorber la dette”, 20minutes.fr, 4 febrero 2015.

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