Eric Adams y Gabriel Boric…algo está cambiando en nuestro continente
Arturo Alejandro Muñoz
Posiblemente muchas personas no creían en aquello que algunos expertos venían anunciando –cual pronóstico certero- respecto del cambio de época. No era una cuestión atingente sólo a lo climático, sino muy específicamente las referencias que apuntaban a lo social y a lo político.
A través de este mismo medio de prensa nos atrevimos a predecir el cambio de época en la política no sólo de Latinoamérica sino, además, de varias naciones de nuestro continente, y dijimos –si la memoria no falla- que se avecinaban cambios significativos, no exclusivamente en algunas aristas del actual modelo económico, sino muy en lo particular en la composición etaria y/o social de las futuras autoridades.
A ese respecto, dos ejemplos; New York City y Chile. Para mayor abundamiento y precisión, Eric Adams, Alcalde (Mayor) de New York City, y Gabriel Boric Font, Presidente electo de Chile.
Geográficamente distantes, lingüística y culturalmente diferentes, racialmente distintos…pero, iguales en el amor y respeto a la democracia, como además en provenir de nichos sociales que hasta este momento carecían de representantes en los altos niveles que ambos personajes ocupan hoy. Veamos los detalles.
Mayor in New York City
Eric Adams, 61 años, excapitán de policía, ex presidente del distrito de Brooklyn y exsenador del estado de Nueva York, el día 1 de enero de este año 2022 tomó posesión del cargo de Alcalde de Nueva York, la capital económica y cultural de Estados Unidos, con la difícil tarea de recuperar la economía, la actividad cultural y la seguridad en esa mítica ciudad, una de las más golpeadas por la pandemia del Covid-19.
Este expolicía, afroamericano, miembro del Partido Demócrata, vegano y de origen humilde, deberá hacer frente a las desigualdades raciales, económicas, educativas, sociales y de vivienda de la ciudad y que el coronavirus exacerbó y dejó a la vista de todos. Para ello, ya se ha rodeado de cinco vicealcaldesas conocedoras de los asuntos municipales y que, según el politólogo de la Universidad de Nueva York (CUNY) John Gutiérrez, son «la crema de los burócratas» de Nueva York y están «sumamente capacitadas» para ese trabajo.
Adams, siempre ha buscado identificarse con el neoyorquino de a pie, insistiendo en que es un obrero de orígenes humildes y que su madre, Dorothy, que falleció este año durante la campaña electoral, fue «traicionada» por la ciudad. Hay algo de “caudillismo” en las actitudes de Eric Adams que hacen recordar a otros alcaldes de la ciudad, como Fiorello La Guardia (1934-1945), Edward Koch (1978-1989), Rudy Giuliani (1994-2001), Michael Bloomberg (2002-2013).
Descarta volver al teletrabajo y rechaza el cierre de locales pese a cifras récord de covid-19. «Todo esto es por ustedes», dijo durante la jornada electoral en la que fue elegido alcalde en noviembre, antes de subrayar: «sólo tengo tres palabras: soy como ustedes. Además, suele recurrir a su infancia para retomar el manido mito local del «sueño americano» y de Estados Unidos como «la tierra de las oportunidades», donde, supuestamente, con esfuerzo y tesón, cualquier persona puede conseguir lo que se proponga. Al menos, él, en su caso personal, lo está demostrando.
Un niño (Eric Adams) que yacía en el piso de la Comisaría del Distrito 103, agredido por la Policía, ahora se ha convertido en el alcalde para estar a cargo de ese mismo Departamento de Policía. <<Yo soy el Sueño Americano. Soy una historia de Nueva York>>, aseguró también el día que se impuso en las elecciones primarias del pasado mes de junio en el 2021.
¿Y en Chile?
Para iniciar este somero análisis, es sano recordar lo que algunos sociólogos e historiadores han mencionado respecto de delincuentes, terroristas y héroes.
¿No aseguraban las autoridades inglesas en 1776 que personajes como George Washington, John Paul Jones, Thomas Jefferson, John Adams y Benjamin Franklin eran ‘delincuentes, terroristas, herejes, traidores’? Después de la última batalla (Yorktown, 1781), esos “delincuentes” pasaron a ser considerados “autoridades”, incluso por la corona británica, su antigua enemiga.
Bien, pues, lo mismo ha ocurrido en Chile recientemente. Algunos de los dirigentes de aquellos ya históricos procesos de protestas masivas estudiantiles –lo que se conoció como “la revolución pingüina”- que los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera trataron inútilmente de sofocar, hoy se han convertido en las nuevas autoridades nacionales.
Es el cambio de folio, el cambio de época, el momento de ingreso de las nuevas generaciones a la política chilena. Durante más de una década los políticos tradicionales –ergo, aquellos que durante 30 años cogobernaron el país en una especie de sociedad duopólica de centroderecha-centroizquierda, conocida como la “fiesta de feudales y sus mayordomos”- insistían en sus llamados a la juventud para que concurriese a votar en las distintas elecciones habidas en el país, atendida razón al alto abstencionismo registrado en ellas (más del 50%, en algunas ocasiones).
Finalmente, la juventuid rfepondió, pero de manera muy distinta a la que pretendía el establishment chileno. Primero fueron las potentes y masivas movilizaciones populares a nivel nacional, luego vino el “estallido social” y, finalmente, el plebiscito constitucional que abrió puertas a la redacción de una nueva Carta Fundamental, pero esta vez con la participación de “constituyentes” elegidos democráticamente por los ciudadanos.
De ahí en más, los cambios comenzaron a fraguar una nueva época. Los comicios presidenciales fueron ganadas de manera absoluta –con más de 12 puntos de diferencia sobre el representante de la ultraderecha local- por esas nuevas generaciones, ergo, por aquellos dirigentes “pingüinos” de las marchas masivas del período 2006-2010, replicado luego por otros estudiantes el año 2019, culminando todo aquello con el famoso y masivo “estallido social” que remeció hasta los cimientos al establishment duopólico chileno que ahora, todavía trata de resistir vanamente, comienza a batirse en retirada.
El recién electo Presidente de la República, el joven Gabriel Boric Font, 35 años, egresado de Derecho, diputado, una especie de “neoizquierdista”, no marxista, ambientalista, amigo de todos los países del mundo –desde EEUU a China y Rusia- cercano a la socialdemocracia europea, nativo de la región más austral de Chile (Magallanes), propone modernizar el Estado, acelerar y concretar la ansiada regionalización y poner de pie lo que el duopolio NuevaMayoría (exConcetaciòn)-ChileVamos derechista, había –según él- dejado de cabeza.
Llama la atención un detalle que es mucho más que simplemente simpático o ‘farandulero’, pues retrata la nueva era. Los mismos Carabineros (policías) que lo golpearon y persiguieron en los años 2006-2010 y 2010-2018, cuando encabezaba marchas de protestas estudiantiles junto a otros personajes de la actual política criolla, como Camila Vallejo, Giorgio Jackson y Karol Cariola, hoy no sólo le rinden respeto y obediencia sino, además, forman parte del grupo oficial de la “escolta presidencial” que le protegerá los próximos cuatro años.
¿Se dan cuenta? Es todo un cambio de época, un cambio generacional. ¡¡Bienvenida juventud!! Y a los hechos me remito.