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El Salvador: “Con El Salvador funcionó el chantaje y cedió ante la diplomacia mentirosa de Marruecos”

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“Con El Salvador funcionó el chantaje y cedió ante la diplomacia mentirosa de Marruecos”: embajador Saharaui.

Nayib Bukele debutó ante el mundo desconociendo a un país con el que El Salvador llevaba 30 años de relaciones diplomáticas y el cual tiene un estatus similar al de Palestina al tener su territorio ocupado por otra nación que lo reclama como propio.

Por Pedro Lemus Guardado

El primer acto diplomático del gobierno de El Salvador encabezado por Nayib Bukele fue romper las relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), el pasado 15 de junio. Al mismo tiempo, el mandatario salvadoreño anunció un acuerdo de cooperación con Marruecos, país que ocupa el territorio Saharahui y lo reclama como propio.

Los canales diplomáticos entre ambos países se abrieron en 1989, cuando El Salvador era gobernado por Alfredo Cristiani, quien ganó la presidencia bajo la bandera de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Sería hasta el año 2010, un año después que el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) llegara al gobierno con Mauricio Funes como presidente, que se realizó el primer intercambio de embajadores.

En 1976, España se retiró del Sáhara Occidental, su última colonia en el continente africano, sin otorgar la independencia del territorio y dejando su estatus prácticamente en el limbo. Esto fue aprovechado por Mauritania y Marruecos para ocuparlo y repartirlo entre ambos. Al mismo tiempo, la guerrilla saharaui Frente Polisario proclamó la República Árabe Saharui Democrática y se enfrentó en una guerra para consolidar su independencia.

Mauritania renunció a sus aspiraciones y firmó la paz en 1979. Sin embargo, el Polisario y Marruecos se enfrentaron hasta 1991 cuando firmaron un alto al fuego y decidieron negociar una solución al conflicto aunque en la actualidad este se encuentra estancado, con una misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el territorio y varios campamentos de refugiados civiles saharauis en Tinduf, Argelia.

Actualmente, 84 países han reconocido a la RASD y 34 mantienen relaciones diplomáticas directas. Algunos de esos países en Latinoamérica son México, Nicaragua, Panamá y Ecuador.

El último embajador saharaui para El Salvador es Sueilima Tieb Ahmed Salem, quien presentó sus cartas credenciales al entonces presidente Salvador Sánchez Cerén y al excanciller Hugo Martínez, el 27 de septiembre de 2017. Ahmed Salem era un embajador concurrente, es decir, se encargaba oficialmente de las relaciones diplomáticas de tres países: Nicaragua, Belice y El Salvador, con su residencia oficialmente en Managua.

Según lo expresado por el embajador, antes de la ruptura de las relaciones diplomáticas, ni el ejecutivo saliente ni el entrante, y tampoco el FMLN, advirtieron sobre ningún cambio entre ambos países.

“No hubo ningún indicio de tal cambio de posición ni durante lo últimos días del gobierno de Sánchez Cerén, ni durante la transmisión de mando, tanto por parte del gobierno saliente ni el entrante. Al contrario, todo fue muy cordial y con todo el rigor formal”, me respondió vía WhatsApp mientras se encontraba en Panamá ya que ha sido invitado a la toma de posesión del nuevo presidente, Laurentino Cortizo.
Días después de la transmisión de mando, el uno de junio, ya con Bukele como presidente y Alexandra Hill Tinoco como canciller, Ahmed Salem se encontraba en El Salvador tomando contacto con el nuevo gobierno. “Fui recibido por el vicepresidente y por funcionarios de la Cancillería. En ningún momento, a pesar de que se habló del tema, sentí que realmente esa decisión se había tomado”, detalló.

El día seis de junio, la Cancillería salvadoreña anunció vía redes sociales que había notificado a Marruecos sobre la “evaluación de las relaciones diplomáticas” con los saharauis y que en los próximos días anunciaría su decisión. Fue hasta ese momento donde se encendieron las alarmas.
Fue el sábado 15 de junio que el mismo presidente Bukele, en un acto especialmente preparado para la ocasión en Casa Presidencial, anunció que El Salvador rompía relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática.

“Es la decisión correcta para El Salvador. Dejamos de reconocer a un país que no existe, estrechamos nuestros lazos con el Reino de Marruecos y abrimos las puertas del mundo árabe”, compartió vía Twitter.

Además, Bukele informó que firmaba un acuerdo de cooperación entre su gobierno y el de Marruecos en varias materias como agricultura y turismo.

Para el embajador Ahmed Salem, el gobierno marroquí ha aplicado el chantaje a sus pares salvadoreños para llevar a cabo esta acción: “Esa ha sido siempre la política de Marruecos; pero solo la utiliza con algunos países con quienes funciona el chantaje; sin embargo con México, Panamá, Belice, Ecuador, Cuba, Guyana, Uruguay, Sudáfrica, Angola, Mozambique, Kenia, Etiopía, Nigeria, Tanzania, Ghana y Argelia no le ha funcionado y tuvo que abrir sus embajadas al lado de las nuestras. Pero con El Salvador funcionó el chantaje y cedió ante la diplomacia mentirosa de Marruecos”.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Marruecos celebró la decisión salvadoreña y tildó como “seudo” a la RASD, según compartió en Twitter.

Ahmed Salem señala que el alegato de “abrirse al mundo árabe” carece de fundamentos y recuerda que El Salvador mantiene acuerdos, por ejemplo, con Arabia Saudita desde febrero de 2009. Agregó que Marruecos está aislado en África por el enfrentamiento con la República Saharaui y que con los países árabes mantiene una relación basada “en sentimentalismos e intercambio de servicios que en fundamentos económicos o políticos”.

“Son pretextos para tratar de justificar su decisión”, sentenció.

Fuente: La Prensa Gráfica.

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