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El capitalismo chileno necesita la corrupción

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Patricio Guzmán S.
Socialismo Revolucionario.

Chile era considerado el país más probo, menos corrupto, en América  Latina, pero el espejismo ha terminado. Ahora parece que en Chile debajo de cada piedra que se levanta debajo de las elites capitalistas dominantes hay un escándalo de corrupción esperando salir a la luz.

Colusión empresarial, para subir los precios  en la farmacias, las navieras, los pollos, los supermecados, el papel higienico.

Ventas atadas  en la banca para obligar a los clientes que piden créditos a tomar otros productos que no necesitan como tarjetas y seguros.

Corpbanca y Ripley acusados de millonarias evasiones de impuestos.

Los grupos de supermercados SMU (Unimarc, Alvi), Walmart (Líder, Ekono) y Cencosud (Jumbo, Santa Isabel) acusados de constituir un cartel (prácticas monopólicas ilegales).

En enero el grupo Sahie, recibió la multa más grande de la historia por violar limites de créditos con CorpBanca, fue denunciado por participar de la colusión entre supermercados con SMU y Jorge Andrés Saleh, hijo del controlador, fue querellado por evadir impuestos.

La corrupción de nuestros políticos.

En abril de 2015 CIPER informó que el “ex Presidente Sebastián Piñera ha aparecido hasta ahora en tres episodios sospechosos: los forwards que involucran a Penta, las facturas a SQM y el pago de bonos a ejecutivos de Chilevisión realizados por empresas que habrían hecho donaciones a su campaña de 2009. Piñera fue el primero de la nómina de ex mandatarios, que incluye a Michelle Bachelet y Eduardo Frei, cuyos comandos electorales están bajo la lupa por indicios de financiamiento ilegal.”

El caso CAVAL en el que el hijo y la nuera de la presidente Bachelet aparecen envueltos en un oscuro asunto de especulación inmobiliaria, con engaños, tráfico de influencias de por medio, daño seriamente su imagen  CAVAL también apareció involucrada en lobbies para conseguir contratos millonarios de salud.

Las maniobras de la Nueva Mayoría en el gobierno, para blindarse en el SII y la Fiscalía Nacional, arrojando la mayor cantidad de escándalos de corrupción política bajo la alfombra del olvido, parecen haber dado resultado.

CIPER informó que dos sociedades formadas por Cristián Riquelme – el tardíamente renunciado administrador de La Moneda – acumulan $417 millones pagados desde reparticiones públicas entre 2013 y 2015. La mayoría son por insumos clínicos vendidos a la red de salud del Estado.

A misma fuente de investigación periodística publicó que el operador de la Nueva Mayoría Giorgio Martelli ante la Fiscalía reveló fue que el presidente de Enersis, Jorge Rosenblut, lo contactó con el abogado José Tomás Guzmán para gestionar el dinero que el Grupo Angelini entregó a la pre-campaña de Bachelet. Con un bajísimo perfil, Guzmán ha presidido casi todas las empresas del holding y fue la mano derecha del fundador del grupo, Anacleto Angelini. Se le atribuye un rol clave en el lobby por la anterior Ley de Pesca. Hasta ahora las empresas de Angelini involucradas en financiamiento irregular de la política son Copec, Celco, Cruz del Sur, Corpesca y Siemel.

Penta, SQM, y Corpesca (grupo Angelini),  son solo los más importantes de los que se sabe que financiaban irregularmente las campañas electorales y los políticos. Nos pocos casos salieron a la luz pública como Jovino Novoa (UDI) y Marcos Enriquez-Ominami (PRO)

SQM encabezada por el ex yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou, se hizo con el control de la empresa minera no metálica más grande del país.  Seguramente creyó que necesitaba muchos políticos que le “deban favores” para asegurar su propiedad.

Jovino Novoa, jefe de la  UDI y uno de los primeros involucrados en todos los asuntos sucios de platas, finalmente llegó a un acuerdo de juicio abreviado con la fiscalía y recibió una pena menor, que ni siquiera le impide postularse nuevamente al senado. A pesar de haber reconocido su culpabilidad la UDI no lo marginó del partido.

Corpesca compró políticos para conseguir la aprobación de leyes que los benefician, La ley Longueira dejó el mar para la explotación de 7 familias. Escándalos en los que están envueltos el  propio  Longueira, la ex diputada Isasi (UDI, después independiente PRI)  y los senadores Orpis (UDI) y Rossi (PS).

Estos son solamente algunos botones de muestra, La clase empresarial y su casta política están descompuestas.  El capitalismo chileno necesita la corrupción para funcionar, por eso la corrupción se extiende como un cáncer, que ya llega hasta el fútbol, y que claramente no se limita al caso del Sergio Jadue.

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