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Dossier: políticos ’democráticos’ chilenos (y otros más)

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Recopilación de algunos artículos de Arturo Alejandro Muñoz (@artamuu) publicados por la prensa  independiente entre los años 2010 y 2019

 

PRÓLOGO

 

Cuando se produjo el gran estallido social el día viernes 18 de octubre del año 2019, muchos políticos y varios periodistas manifestaron asombro, dado que, según ellos, no había indicios de que algo así pudiese suceder, y además hubo también autoridades que preguntaban por qué la gente estaba tan enfurecida, al grado de querer destruir todo a su paso. 

La acumulación de rabia –que fue transformándose en ira- comenzó hace años, y en cada calendario, o en cada hoja de esos calendarios, creció exponencialmente hasta producirse el instante de la explosión.

En honor a la verdad, muchas personas sabían que tarde o temprano acaecería lo que sucedió. Varios articulistas y columnistas de medios independientes lo venían anunciando desde el año 2010. No se les creyó…y tal vez a sus opiniones ni siquiera fueron tomadas en cuenta para establecer al menos una duda. Los resultados hablan por sí mismos.

Para demostrar lo dicho en el párrafo anterior, usted podrá encontrar en las siguientes páginas algunos artículos escritos (y publicados) en años ya idos, desde el 2010 en adelante, y se percatará que desde hace largo tiempo se venía incubando en el alma nacional una potente ira por el actuar predador, clasista, corrupto y delictual de gran parte de las cofradías políticas, de los gobiernos y de la prensa tradicional que hemos calificado como ’prensa canalla’.

Ha parecido conveniente  desarrollar este documento a través de artículos que describen y/o critican a conocidos hombres públicos cuyo accionar tuvo –y sigue teniendo, en algunos casos- directa responsabilidad en la acumulación de rabia e indignación que hoy muestran millones de personas.  

Decidí también entregar algunos ’bonus track’ con personajes que no fueron específicamente políticos a cargo de la legislatura, ni de la dirección partidista ni del gobierno de turno, pero que tuvieron enorme aprobación pública, o que provocaron significativo interés en ciertos nichos lectores por conocer sus acciones, como fue el caso del “Escritor Maldito”.  Todo ello irá en las páginas finales de esta especie de ‘dossier’.

¿Le parece bien, estimado lector, iniciar el recorrido releyendo un artículo que en el mes de mayo del 2019 se refería, fuerte y claro, a que en Chile existía una ‘dictadura perfecta’?

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Chile hoy: la dictadura perfecta o

El árbol de la política se alimenta y crece gracias a sus raíces. La ‘prensa canalla’ sólo muestra ramas y hojas, pero esconde el lugar de la nutrición del sistema. Las cofradías partidistas también soslayan interesadamente esa verdad.

Recuerdo con perfecta claridad el voluminoso correo electrónico que me enviase el año 2009 un anónimo y fanático sufragista del senador Juan Pablo Letelier (afirmo lo del anonimato pues su propio correo no existía, y su nombre era –nada de extraño en verdad- “garrero socialista”, vale decir, hincha del senador Letelier y de Colo-Colo).

En una de las líneas de esa comunicación, ‘garrero socialista’ señalaba que (copio textual) “”jamás la Concertación va mover un solo dedo en contra del pueblo, de la libertad de expresión, del sindicalismo ni de la libertad de pensamiento”.

Me asiste la certeza que hoy, año 2019, ese mismo hincha socialista debe estar pateando la perra y rasguñando piedras, ya que hace el mismo año en que me envió su correo,  con votación de parlamentarios concertacionistas, la Cámara de Diputados, en el marco de la llamada Agenda Corta de Seguridad Ciudadana, aprobó el proyecto de ley que establece responsabilidades civiles para los convocantes a manifestaciones públicas.

En palabras claras y simples, la Cámara de Diputados le dio su visto bueno a una ley que criminaliza las protestas sociales, la cual pretendía inhibir ‘legalmente’ cualquier intento de reclamo público que deseasen realizar las organizaciones sociales existentes en el país ya que, ante el más mínimo entrevero callejero, se aplicarían draconianas sanciones a los organizadores. Ello significaba que, de un solo paraguazo, la clase política  se ponía de acuerdo para cercenar el derecho a manifestarse, a opinar, a demandar y a disentir.

Esa aberrante y antidemocrática ley contó para su aprobación con los votos favorables de tres diputados concertacionistas: Jorge Burgos (PDC), Fulvio Rossi (PS) e Isabel Allende (PS). De Burgos y de Rossi es esperable cualquier atentado contra el pueblo y los trabajadores, ya que hace algún tiempo demostraron ser –políticamente- los mejores y más serviles y obsecuentes yanaconas del patronaje transnacional (especialmente Burgos, cuyo cariño por la derecha y beaterío fascistoide son asuntos conocidos). Pero, ¿también tú, Isabel Allende Bussi?

No cabe duda que el ‘familisterio’ político-económico ha vuelto a poner sal en las heridas del pueblo y pólvora en los cerebros de los policías… aplicando la máxima favorita de los explotadores y demagogos: “un gobierno para el pueblo, por el pueblo, pero sin el pueblo”. Fulvio Rossi es el marido de Carolina Tohá, hija de José Tohá, mientras Isabel Allende Bussi…bueno…¿es necesario recordar el nombre de su valiente y consecuente padre? Los vástagos de quienes en el pasado fueron relevantes figuras públicas y populares, destacan hoy por su amancebamiento con el capital transnacional y la traición sistemática a los ideales y convicciones que dijeron esgrimir cuando mintieron al pueblo en los días de campañas electorales. Las explicaciones entregadas posteriormente por la diputada Isabel Allende –en orden a que entendió mal y cometió un error involuntario al votar favorablemente la ley- sólo agravan la falta, pues la parlamentaria, en debates y votaciones de enorme significación para la democracia verdadera y para la mayoría del país, simplemente dormita y ronca ya que los hechos fríos demuestran que no se motiva en legislar para ese pueblo por el cual su propio padre ofrendó la vida

‘PROGRESISTAS’ AYUDARON A INSTAURAR LA DICTADURA PERFECTA

Con la Concertación, en la elección de 1993, muchos confirmaron sus peores sospechas cuando se conocían los resultados del «boca de urna» fallido de CEP-ADIMARK esa tarde del 11 de diciembre.

A los próceres del PPD, entre los que estaban Bitar, Rebolledo y Schaulsohn, se les vio «caras verdes» y sudorosas cuando el boca de urna CEP-Adimark le daba casi 100 diputados y 15 senadores a la Concertación alrededor de las 18:30 horas (la Concertación duplicaba en la enorme mayoría de distritos y circunscripciones). Los capos PPD decían trémulos que estaban aterrados por un posible Golpe de Estado, ya que la derecha y los militares no iban a aceptar el resultado, pero en realidad estaban aterrados de contar con una mayoría electoral que les iba a impedir la justificación que han tenido todos estos años para convertirse en unos simples (y profitadores) administradores-mayordomos del modelo institucional y económico de la derecha y la dictadura.

Alrededor de las 20:00 horas de ese día, cuando se comenzó a manifestar el empate binominal de siempre -la encuesta a boca de urna CEP-Adimark había estado mal construida al no detectar en las parlamentarias el 10% de voto derechista que fue a Frei Ruiz-Tagle en la presidencial- a la cúpula PPD le faltó sólo mandar a descorchar champaña para celebrar el empate y el término del «peligro de ganar en serio» y mandar a la institucionalidad pinochetista de paseo aquel 11de diciembre de 1994.

En Chile, desde hace tres décadas, tenemos una verdadera democracia de farándula, casi totalmente tutelada y controlada –salvo en asuntos administrativos- por el pinochetismo derechista, sus poderes fácticos y sus dos partidos que disponen de un generalizado poder de veto, auxiliado además hasta en algunas leyes ordinarias (que no requieren de quórum calificado) por los sectores más conservadores y neoliberales de una Concertación apenas ‘administrante’ de la institucionalidad del pinochetismo.

En su momento, los sectores ‘progresistas’ aportaron 4 senadores  (3 del PDC y 1 PPD) para aprobar junto a la derecha UDI-RN el acuerdo intervencionista contra el gobierno de Venezuela. Resulta bastante irónico, e hipócrita, que ese conjunto de personajes se preocupe tanto de la libre expresión de las ideas en un país distinto al nuestro, ya que ellos en el pasado, y también en el presente, no han mostrado esas mismas preocupaciones en su propia patria, la cual vio el cierre de una decena de medios escritos –todos de centro izquierda o izquierda- en los gobiernos de la Concertación. Baste recordar lo sucedido a partir de 1990 con los desaparecidos diarios La Época, Fortín Mapocho y Siete, y las revistas Análisis, Cauce, Página Abierta, APSI, Los Tiempos, Siete Más Siete, Plan B y Rocinante, y después con el diario electrónico Granvalparaíso, al que el gobierno le cortó el avisaje traspasándolo a medios informativos derechista, como EMOL y COPESA.

Todos esos medios independientes fueron económicamente asfixiados por acción deliberada de los gobiernos concertacionistas que no querían hacerse problemas con los poderes fácticos políticos, empresariales y militares del pinochetismo.

En el pasado, varios de esos ahora “libertarios” parlamentarios –sea por acción u omisión- promovieron y apoyaron el cierre y el robo “manu militari” de los medios de prensa de izquierda en 1973 (recordar a los diarios Última Hora, Clarín, El Siglo, así como La Unión y El Popular de Valparaíso, las revistas Mayoría, PLAN, Punto Final y Chile-HOY, las imprentas Prensa Latinoamericana y Horizonte, y las radios Magallanes, Corporación, Luis Emilio Recabarren, Nacional y Sargento Candelaria).

A partir del golpe militar de 1973 más de 80 periodistas, estudiantes de periodismo y trabajadores de la prensa e imprenta fueron asesinados o desaparecieron. Lo anterior es un argumento más para demostrar cómo, a espaldas de la gente, quedó instalada en Chile –con la pusilánime complicidad de la cúpula concertacionista en las negociaciones de 1989- una democracia neoliberal tutelada y limitada, protegida por un conjunto de ‘seguros’, a saber:

1) un sistema electoral binominal fraudulento y con distritos amañados en beneficio de la minoría derechista (el cual fue ‘reformado’ tibiamente recién el año 2015);

2) un Tribunal Constitucional controlado por el pinochetismo y los sectores más conservadores del PDC;

3) Senadores designados

4) un Consejo de Seguridad Nacional con mayoría militar;

5) Fuerzas Armadas y de Policía Militarizada (Carabineros) con amplia autonomía y,

6) un duopolio derechista y empresarial de la prensa escrita (El Mercurio y COPESA) montado a fines de la dictadura con créditos blandos –algunos de ellos nunca cancelados por los ‘deudores’- de la propia banca estatal. Este duopolio se ha extendido en los últimos años a la televisión y afecta hasta a la televisión pública (TVN) que es controlada por un directorio paritario de militantes de la Concertación y la derecha UDI-RN.

De los seguros mencionados, a casi 20 años de iniciada la “transición a la democracia”, aún se mantienen tres de ellos en pleno funcionamiento, ya que sólo han sido eliminadas la institución de los senadores designados y vitalicios, así como fue ‘reformado’ –pero no terminado- el binominalismo electoral,  y cambiada la composición y atribuciones del Consejo de Seguridad Nacional (CSN).

Si todo ello no es una ‘dictadura perfecta’ instaurada torcidamente por la asociación financiera-comercial Alianza/Concertación/Empresariado Transnacional, pasa raspando.

¿Se da cuenta, querido lector,  por qué la sociedad duopólica –especialmente la derecha, con mayor fuerza y convicción- se opuso durante décadas a que en la Enseñanza Media se impartiera la asignatura de Educación Cívica? A los hechos me remito.

 

ALGUNOS DE LOS PERSONAJES QUE PROVOCARON LA ACUMULACIÒN DE RABIA E IRA POPULAR



Tatán, el nuevo jefe del circo político (escrito el 2010)

RECONOZCO QUE ESTUVE algo confundido los dos días posteriores al triunfo de Sebastián Piñera y la derecha (esa que ahora desea ser conocida como “neo-derecha”, intentando desprenderse de un suácate del estigma de Pinochet y la dictadura), y no porque el resultado de la elección hubiese sido algo nefasto, inesperado ni estrambótico…no… nada que ver.

 Mi estado de confusión se originó al momento de repensar mi futuro como colaborador de diarios electrónicos, especialmente en el rancagüino, mal hablado y populachero The Paskin, pues el derrumbe concertacionista también arrastraba –según mi precipitado juicio de ese momento- a gran parte del  m.p.h que sirve de sustento escritural para entretener a los ávidos lectores (¿usted me entiende, verdad?) … bueno, mejor lo digo fuerte y claro:  pensé que la caída de la Concertación significaba en  gran medida el término de ese enorme y voluminoso m.p.h (material p’al hueveo) que requerimos algunos columnistas para redactar nuestros artículos semanales (ahora bien, no todos los articulistas, pues también existen –y no son pocos- aquellos que se desviven escribiendo a favor del poder y del establishment sin importarles la ideología ni el pelaje de quienes se constituyen en sus patrones políticos).

Doña Tere, que es una de mis vecinas más avezada en esto de la lectura y del cotilleo político,  me avisó con voz perentoria la misma noche del triunfo de Tatán:  “se le acabó el jolgorio, poh vecinito… con don Piñera no va a tener material pa la risa… ¿no ve que él es un gerente, un empresario, un hombre muy serio que no habla ná por hablar y que tampoco le interesa andar haciendo política ni metiendo la manopla en el bolsillo de Chile?”.

Y esa frasecita me tuvo cavilando largos días, hasta que de pronto, casi como maná escritural caído del cielo, ‘don Piñera’, como le llama mi vecina, comenzó a despacharse los primeros numeritos que anunciaron la apertura de la gran puerta que conduce al patio del zarandeo y del m.p.h.

Una bendición de los tiernos pastos de aquellas llanuras celestiales fue la declaración de don Tatán aludiendo al 83% de aprobación ciudadana que tiene Michelle Bachelet: “un buen Presidente gobierna para el país y no para ganar popularidad”. Ahí fue cuando me dije: listón madera de palo…aquí patinó firme el Piñera y ahora se va por el trampolín derechito al patio del hueveo.

Claro, pues, el hombrón habló con la actitud del patroncito picota, del acostumbrado a que sus miles de empleados y chupacornetas le digan “yes, boss” a todo lo que él piense, exprese y proponga…pero eso no corre en la política ni con los políticos, y no se pudo aguantar el escozor al enterarse que doña Michelle había batido todos los récords de popularidad como Presidente de la República. Fue, a no dudar, la primera mostrada de hilacha ya que, además, se echa encima y en contra a un  voluminoso número de mujeres que sienten orgullo de género con la administración bacheletista. 

No perdí  más tiempo y le llevé a doña Tere el recorte de diario para que ella misma lo comprobara con sus propios ojitos. “Ah, no… claro que la cagó poh –exclamó mi vecina- se fue de lengua con el  mate caliente…parece que no es ná tan compuestito como trató de hacernos creer en la campaña”. No, pues, no es tan compuestito… basta recordar el numerito que se mandó hace algunos años con el ‘piñeragate’ contra la políticamente tontorrona Evelyn Mathei (a quien parece que tendremos que quitarle el título de ‘gansa’ para ceñir la corona de reina de las amermeladas en la cabecita de la novel diputada Marcela Sabat que en estas materias ya ganó a lo menos dos huevos de oro).

Otra de las frases archi repetida de Piñera es aquella con la que se autodefine como “un emprendedor”, pero que nadie se mueva a engaño pues él jamás  ha sido un emprendedor, esto es, nunca en su  oscura  actividad económica creó una empresa, jamás ha creado trabajo y por ende riqueza;  todo lo ha comprado y ha especulado con ello. Su alma de especulador financiero (y no de empresario y menos aún de ‘emprendedor’), no le permitirá dejar pasar frente a su bolsillo un sólo peso mientras esté en la presidencia de la república.

 Y esa misma alma ya se ha mostrado parcialmente cuando anunció  los pasos que efectuará en contra de los trabajadores: venta de parte de la minera estatal, trabajo flexibilizado, trabajo precario a distancia, precarización del trabajo para los jóvenes, desconocimiento de la organización sindical, amnistía a los criminales de la dictadura, etc, etc. Con el transcurso del tiempo se irán develando todas las acciones anti pueblo que efectuará en favor de la casta empresarial y transnacional. ¿Alguien, en su sano juicio, lo duda?

Entonces, de empresario poco, de político nada, de especulador y vivaracho, mucho, pues para afirmar lo que digo recurro a lo que escribió el columnista Eduardo Andrade Bone:

“El semanario The Economist, vocero del capital neoliberal, expresa que “hay tres razones para preocuparse por Piñera, destacado empresario. Lejos, la principal tiene que ver con su ética de negocios y potencial conflicto de intereses. Nadie duda de su impulso emprendedor, pero algunos cuestionan sus métodos. Ha sido multado por uso de información privilegiada; en otra ocasión fue acusado por opositores de utilizar su cargo como senador para defender sus intereses empresariales. Él sostiene que gran parte de sus bienes, entre éstos un canal de televisión y la participación mayoritaria en la línea aérea nacional de Chile, se puso en un fideicomiso ciego o que, si gana, venderá antes de asumir. No obstante, tendrá que asegurar a los chilenos que no es un Berlusconi; que va a gobernar en el interés de ellos, no en el propio”.

Y el mismo Andrade Bone continúa comentando:

“”Luego uno de sus principales colaboradores y miembro de la extrema derecha (UDI), el senador Pablo Longueira en entrevista concedida para radios nacionales manifestaba que Sebastián Piñera, en materia de negocios, tiene que cumplir lo que le dijo a los chilenos: que se va a deshacer de todo su paquete accionario de aquí al 11 de marzo. Lo importante es que cumpla lo que dijo, y mientras antes lo haga mejor, declaró.””

“”Sin embargo las misma fuentes periodísticas dan cuenta, de que el presidente electo está abocado a buscar todos los resquicios legales y estrategias diversas, para seguir manteniendo de forma encubierta el control de sus negocios. Pretender creer que Sebastián Piñera se va a deshacer de sus negocios, es una quimera, una gran mentira, que en su momento saldrán a la luz, señalan fuentes ligadas a la bolsa de valores.””

Y esto es sólo el comienzo de esta ‘nueva era del cambio’… parece que tendremos m.ph. por montones, en volúmenes gigantescos. Tal como tituló el quincenario The Clinic, digo exactamente lo mismo. “Bienvenido Presidente; le vamos a dar como caja”.

Para eso estamos, pues, para servirle… y tenga la bondad de ingresar al centro del circo…adelante patroncito, lo estamos esperando.

 

 

<<Este fue uno de los primeros artículos que dedicamos a Sebastián Piñera. No le conocíamos tan bien todavía… y cuando logramos rasguñarle un poco su epidermis de político y especulador financiero, pudimos detectar tempranamente que alguna extraña enfermedad parecía atacarle e iría aumentado con el paso de los años y de las responsabilidades>>.

 

Piñera deambula entre el egocentrismo enfermizo y el símil de ‘Pato Peñaloza’ (2011)

Alguien, en el 2º piso, en el patio de los naranjos o en cualquiera de los salones de La Moneda, deberá  hacer de tripas corazón y encarar al Presidente haciéndole ver que “está dando jugo” con tanta payasada farandulera.

RECUERDO QUE HACE algún tiempo circulaba una mala broma que comenzaba con una pregunta y terminaba con una especie de pequeño insulto, mas, pese a ello, reflejaba en alguna medida una verdad inexcusable.  

¿Qué es el ‘ego’? Preguntábamos, y de inmediato –ante el silencio de nuestro interlocutor- respondíamos: “el ego es el pequeño argentinito que todos llevamos dentro”.

Este chiste no era patrimonio de los chilenos, pues lo escuché muchas veces de labios brasileños, paraguayos, e incluso uruguayos, lo que señala cuán rápido circulan por América Latina las bromas, chistes y cahuines, sin poder determinar con exactitud dónde se iniciaron.

El asunto es que ahora deberemos cambiar el depositario del ‘ego’ según manifiesta la broma en comento, ya que los chilenos –de acuerdo a la opinión mayoritaria de nuestros vecinos- hemos ascendido con mucha aceleración en la pirámide de los insoportablemente egocéntricos, desplazando no sólo a los rioplatenses sino también a cariocas,   paulistas y ‘gaúchos’ de Rio Grande do Sul…asuntos que constituyen palabras mayores.

Y en  nuestro país, quien lleva la delantera en estos menesteres es, ni más ni menos, el Presidente de la República, don Sebastián Piñera Echenique, cuya hiperkinesis traspasa las fronteras de lo tolerable y se adentra en los oscuros territorios de la psiquiatría clínica. 

No es cosa gratuita ni incomprensible que en Argentina nos devuelvan la mano, y por esos rumbos hagan circular a toda velocidad el mismo chiste, pero remasterizado. “¿Qué es el ego? Es el petiso ‘piñerita’ que cada uno lleva dentro”, vociferan y se retuercen de risa. ¿Un insulto? ¿Un despropósito?…quizá sí…tal vez no.

Toda persona que voluntariamente se inserta en la actividad pública, renuncia obligadamente a su vida privada. Es una de las primeras reglas del juego político. Por ello, llorar o indignarse porque alguien le ha sacado al sol algunos trapitos personales o familiares, sólo sirve para acrecentar el volumen y el fondo de las críticas.

Contra el murmullo del pueblo, contra el “correveidile”, o contra el correo de la calle,  nadie –ni el Papa ni el dictador más feroz- puede luchar ni detenerlo. En estos menesteres es sano recordar aquella frase con la que el periodista Volpone encabezaba  todas las ediciones del diario Clarín: “Cavernarios, el pensamiento no se multa ni se encarcela”.  Incluso el asesino y ladrón Pinochet –dueño de todas las balas y todos los cañones- bebió el amargo ajenjo de esa frase…¡cómo olvidarlo!

En el caso del señor Piñera Echenique, a la incontinencia verbal ha sumado acciones propias de un bufón, pero de los malos, de los fomes que finalmente terminan siendo pifiados. Si hay un caballo, quiere montarlo; si hay un desfile militar quiere encabezarlo; si hay un bote, quiere remar; si hay una pelota quiere patear un penal; si hay un Ford ‘T’ quiere conducirlo; si hay un helicóptero, quiere pilotarlo; si hay una nalga quiere ponerle una inyección; si hay un escenario quiere ocuparlo…definitivamente es demasiado.

Tanto busca cámara, que llega el momento de la saturación. Hace pocas horas le vimos por TV encaramado en la moto 450 cc de Francisco ‘Chaleco’ López, sonriendo marqueteramente ante periodistas, cámaras y público en el parque automotriz que el rally Dakar estableció en Arica, donde –era que no- desde La Moneda había llegado ya la orden de levantar una carpa  –en medio del parque automotriz de esa competencia internacional-, pues el Presidente quería permanecer allí junto a los pilotos y técnicos durante varias horas, específicamente durante la presencia de la prensa.

¿Es un problema de ‘ego’ elevado a la máxima potencia, o hay algo más en este intrincado asunto que para algunos partidarios de  don Sebastián obedece sólo a ‘ingeniería publicitaria política’? A este respecto, me permito ‘plagiarme a mí mismo’ y reiterar unos párrafos que escribí en artículos anteriores.

Un amigo radical –de esos radicales a la antigua, republicano y chunchulero- asegura que Piñera está afectado por un mal social que años atrás el pueblo bautizó como “el síndrome Pato Peñaloza”. ¿No sabe de qué se trata? Bueno, la verdad es que para conocer ese síndrome usted tendría que haber leído –hace algunas décadas- la revista de variedades y chistes picantitos más famosa de Chile: “El Pingüino”.

En esa revista, creada y dirigida por Guido Vallejos, había una página dedicada a “Los relatos del Pato Peñaloza”, que era un personaje de baja estatura, gran jopo engominado, bracitos y piernas cortitas, chamullero, fantasioso, un pesado insoportable,  siempre vestido con el mejor de los ternos, pero lo más importante era que ese personaje tenía el complejo de los chicos, de los petisos…vale decir, creíase galán absoluto y juraba que todas las mujeres morían de amor por él, adoraba ser figurín, centro de mesa, florerito…mas,  siempre salía trasquilado, debiendo desaparecer rápidamente de escena para evitar sufrir una vergüenza mayor o, en el peor de los casos, una buena golpiza.

Claro que el ridículo que había hecho lo olvidaba en pocas horas, exhibiendo al otro día -en gloria y majestad- las mismas ‘virtudes’ que estuvieron en un tris de provocarle la peor de las pateaduras.

Es posible (sólo posible) que un mandatario pueda dirigir un país mezclando seriedad con farándula y egocentrismo, pero en  los casos conocidos ello  terminó siendo un fiasco absoluto. Recordemos lo acontecido al ex presidente ecuatoriano, Abdalá Bucaram, o al ex mandatario brasileño Fernando Collor de Mello, para aquilatar cuán peligrosa resulta esa mixtura, no sólo para quien la utiliza sino también para el país en general. En Europa, Silvio Berlusconi (cuya figura política-empresarial muchos chilenos asocian con Piñera) ya está probando el amargo sabor de ese trago, y no se requiere ser analista político para barruntar que terminará peor de lo que él y sus cada vez más escasos partidarios pudiesen suponer.

Alguien, en el 2º piso, en el patio de los naranjos o en cualquiera de los salones de La Moneda, deberá hacer de tripas corazón y encarar a Piñera diciéndole que “está dando jugo” con tanta payasada farandulera. Soy consciente de que lo anterior es un esfuerzo cuyo resultado posee difícil pronóstico, ya que ni siquiera a su propia esposa atendió el mandatario, luego de aquella frase en sordina que todo el planeta escuchó: ‘no lo muestres’. Pues, lo siguió mostrando (el papelito aquel, el de “Estamos bien en el refugio los 33’).

Entonces, así mirada esta situación, nuestro Presidente deambula entre el egocentrismo enfermizo y el ‘síndrome Pato Peñaloza’, acompañado todo ello por una incontinencia verbal que se asiente en una ignorancia supina  respecto de la diplomacia, la política en serio y la Historia, pero autocomplaciente debido a los arcones de oro y monedas sobre los cuales descansa su nombre.

Peligrosa mezcla, sin duda. Pero peligrosa no sólo para el país y los chilenos, sino también para él. 

 

<<Y comenzó don Sebastián a circular en materias políticas intentando convertirse en líder regional, lo que resultaba un contrasentido ya que carecía de aptitudes y carisma para tamaña tarea. Errores tuvo por montones. Sin embargo, para este documento escogimos un artículo específico. Pase y lea>>

 
Caso «bombas»: Piñera y Rajoy unidos por un antiguo y fallido montaje (escrito el 2013)

No es mi afán defender a delincuente alguno, y si estos dos chilenos lo fueran, aplaudiría su condena. En el proceso efectuado en Chile sólo fueron «sospechosos», ya que no se demostró su culpabilidad en los tribunales, y a la larga eso es lo único que vale en estos asuntos: el fallo judicial

UN NUEVO FRENTE noticioso ha sido abierto esta semana por el propio gobierno; y como siempre ha ocurrido en La Moneda durante la actual administración, un extenso manto de dudas e interrogantes surge no bien abren sus bocas el Presidente o el ministro del interior.

Como una extraña coincidencia, así ha sido considerada la detención de dos ciudadanos chilenos por parte de la policía española que los acusa de ‘terrorismo’, provocando la inmediata reacción del gobierno chileno, puesto que esas dos personas estuvieron involucradas en el caso ‘bombas’ en Santiago hace ya varios meses, siendo completamente exculpadas por la justicia chilena y sobreseída la causa, misma que la prensa independiente, al igual que el abogado defensor de los imputados, calificó como “un montaje más del fiscal Peña y del ministro Rodrigo Hinzpeter”.

Llama la atención que ahora, ese mismo ex fiscal, Alejandro Peña, se apresure en aparecer ante las cámaras de televisión conjeturando al respecto, atribuyendo culpabilidad a los sospechosos detenidos en España, sobre la base de un proceso judicial en el que tuvo todo a su favor, ya que intervino números telefónicos, correos electrónicos, allanó propiedades privadas, torturó psicológicamente a imputados y testigos, etc., llegando a presentar ante el tribunal 4.000 pruebas, pero perdió ese proceso y ante la opinión pública quedó en el más soberano ridículo.

Resulta vergonzoso que ahora el Gobierno y el Ministerio Público se presten para echar a rodar un verdadero show mediático (en pleno tramo final pre eleccionario), facilitando a tribunales extranjeros el grueso expediente de una causa en la que los inculpados resultaron del todo absueltos en Chile. Esto es de verdad grave, ya que sienta un lamentable precedente y una jurisprudencia abominable.

Es conveniente insistir en un hecho irredargüible; el ex fiscal Alejandro Peña presentó 4.000 pruebas y su tesis, finalmente, se convirtió en un mamarracho jurídico, en una estupidez rayana en el ridículo, pues con toda la artillería ‘oficial’  que tenía a su disposición –además del exacerbado apoyo por parte del ministro del interior de entonces, el cuestionado Rodrigo Hinzpeter- contó, en esencia, con una batería de facilidades más que suficientes para  masacrar judicialmente a dos ciudadano; no obstante, fue incapaz de lograrlo.

Además, bueno es recordar que la propia Fiscalía no tuvo cara –ni argumentos serios- para perseverar en la causa y pretender la nulidad del fallo. A través de los medios de comunicación, a esa misma Fiscalía se le solicitó explicar qué pretendía demostrar ofreciendo como pruebas en el tribunal una bolsa de carbón, o una polera de una banda de rock. Posteriormente, ante esa misma prensa, tampoco pudo justificar sus dichos, e incluso, siendo entrevistado en directo en un programa de televisión, escabulló las preguntas de los periodistas y abandonó intempestivamente el set.

¿Se ha olvidado que fue el propio Gobierno quien le quitó el respaldo al fiscal Peña, desvinculándolo del cargo que ocupaba en el Ministerio del Interior? Mayor demostración y aceptación del fracaso en lo político y en lo judicial, imposible de encontrar en otro lado, pues nunca, ni en los Tribunales de Justicia, ni el Ministerio Público, ni en el propio Gobierno se esbozó alguna sola razón por la que se pudiera llegar a establecer que esos dos  ciudadanos, privados de libertad e interrogados (ya pueden imaginar en qué condiciones se efectuaron esos ‘interrogatorios’), tuviesen algún tipo de culpabilidad en los hechos que se les imputaba.

En Chile, la causa está sobreseída, por ello es inaceptable que el Gobierno se haga parte del nuevo caso (el español), aunque sea a través de comentarios, queriendo validar el fallido proceso judicial desarrollado en Chile con otro que está comenzando en España. Y si la justicia española solicitase el expediente judicial archivado en nuestros tribunales, entonces que se destaque con prístina claridad que en dicho expediente se establece, sin apelación, que los acusados eran inocentes, porque así quedó finalmente protocolizado luego del largo proceso incoado en nuestro país.

Piñera, en estos últimos meses,  ha estado quejándose en demasía de una supuesta ineficiencia en el accionar de los tribunales. Aquí se está produciendo una pugna sobre la base de un tema que le resulta muy incómodo a personas cuyas existencias -y valores morales- giran casi exclusivamente en torno a los negocios, el dinero y la especulación financiera. Por ello, el haber tenido que pagar este gobierno un millón de dólares en indemnización por el Caso Bombas hizo estragos (sus consecuencias están a la vista) en el ánimo del Presidente, amén de haber dejado políticamente en pésimo pie a La Moneda, tanto así que  poco tiempo después de estos asuntos Rodrigo Hinzpeter fue removido de Interior y enviado a Defensa.

Cuesta imaginar cuán catastrófico sería el imponer jurisprudencia al interior de cualquier tribunal -incluso extranjero-, si se usa como antecedentes de una causa, un expediente con el que se quiere validar el hecho de que alguna vez los imputados fueron sospechosos en otra causa. Esto es impresentable, como también es impresentable que el ex fiscal Peña –en esos años cuestionado duramente por sus pares- aparezca muy campante dando opiniones en la prensa, (cuando antes, en su momento, escondió la cara), intentando validar un proceso judicial que perdió abrumadoramente porque en lo estrictamente profesional nunca estuvo a la altura que el asunto impetraba. Elucubrar, hoy día, que fulano era familiar de zutano y por eso no lo condenaron, corresponde sólo a  una afirmación improcedente en lo jurídico y mediocre en lo profesional.

PREGUNTAS Y DUDAS QUE LA JUSTICIA ESPAÑOLA DEBERÍA ACLARAR

La noticia del arresto de los dos ciudadanos chilenos publicada por la prensa española fue recogida, con exultante felicidad, por alguna prensa nacional. Se les acusa de haber ocasionado dos explosiones en dos iglesias de España, una en Zaragoza y otra en Madrid… lejos de Barcelona, por cierto, donde supuestamente estaba operando el grupo anarquista.

La policía hispana asegura que esos sospechosos portaban bombas (balones de gas cargados con pólvora) en el transporte público. Realmente, hace muy poco sentido ese argumento. Luego, se señala que en conjunto con la PDI de Chile se les estaba investigando desde el pasado mes de septiembre…y téngase presente que los delitos ocurrieron en octubre… ¿a la policía española, ‘alertada’  por la policía chilena, no se le ocurrió prevenir efectivamente los dos atentados? Nótese que una de las bombas fue exitosamente desactivada por los grupos especiales de España gracias a que fueron advertidos con 10 minutos de antelación por los propios delincuentes…. ¡En apenas 10 minutos: aviso, movilización de los agentes y desactivación de la bomba…todo un record!

Y comienzan entonces las preguntas incómodas. ¿Por qué la PDI de Chile habría de ordenar la persecución a nivel internacional de dos sujetos que fueron absueltos, por la justicia, de los delitos que se les atribuyen? ¿Por qué los policías españoles no desarticularon esa banda antes que perpetrara su atentado, o esperaban que hubiera víctimas inocentes? Con la sola detención en la vía pública por porte de explosivos bastaría para procesar a quienes los transportaban. ¿Por qué los delincuentes habrían de avisar a los feligreses anticipadamente que se iba a producir una explosión, corriendo el riesgo de ser atrapados casi de inmediato?

Además, téngase en consideración que el nombre del grupo anárquico guarda relación con un atentado ocurrido en España en el año 1906, contra la realeza. En este caso particular, no cuadra ni siquiera el lugar donde se perpetraron los delitos. Ahora bien, cuesta entender  a cabalidad por qué se le pide al gobierno chileno que coopere con la investigación, si a la larga tal solicitud debería ser hecha única y directamente a los Tribunales. El Gobierno no debería pronunciarse en estas materias, pero algunas autoridades  siempre acomodan las verdades de acuerdo a las conveniencias. Si éste fuera un caso que comprometiera la imagen del Gobierno esas mismas autoridades dirían, como tantas veces, «dejemos que los tribunales hagan su labor».

El ministro Chadwick –que cada vez que aparece ante las cámaras y micrófonos muestra mayor volumen de estulticia política- se esfuerza en criticar al poder judicial por el ya finiquitado “caso bombas”, dejando entrever que sería necesario reabrir el proceso chileno. ¡Cuidado!, la causa está sobreseída y se estableció la inocencia de los acusados. Por lo tanto, traer a colación dichos argumentos en una nueva causa judicial, por lo menos al interior de los tribunales chilenos, se estaría incurriendo en el delito de acusación calumniosa. No cabe duda que se pretende sentar un precedente gravísimo que atenta contra la independencia de los tribunales.

Como es fácil de barruntar, todo este infumable espectáculo también habla pésimo de la ‘justicia’ española ya que ella procura sancionar a sospechosos (o a imputados) utilizando documentación de procesos foráneos en los que, además, hubo comprobación de inocencia.

Ello estaría significando que la justicia española se ha prestado para favorecer el juego político de La Moneda en orden a desprestigiar al poder judicial chileno, lo que según algunos analistas e investigadores políticos (me sumo a sus presunciones) delinearía serias sospechas respecto del prolegómeno de un contubernio destinado a preparar terreno –en el poder legislativo y en la opinión pública nacional e internacional- para asfixiar el estado de derecho y exigir la aprobación de la llamada “ley Hinzpeter”, junto con la puesta en marcha de aquel ‘observatorio judicial’ mediante el cual La Moneda pretendía -¿alguien puede negarlo?- intervenir directamente en las labores de otro poder del estado.

 

DESCUBRIENDO QUIÉNES SON REALMENTE ESTOS PERSONAJES  (HAY DE TODOS LOS COLORES Y PELAJES)

 

Los nuevos socialistas (escrito el 2012)

En foro realizado por la ONG CHILE 21, demostraron ser políticos funcionales al modelo neoliberal concentrador de democracia limitada,  neoliberales, mal agradecidos, superficiales e ignorantes.

IMPORTANTES SECTORES DEL PS y del PPD actúan como el Clodoveo (*1) de la política chilena ya que confunden modernización con entreguismo transnacional y renovación con traición.

 El voto anti venezolano de la Internacional Socialista (IS) en Nueva York (¿?), apoyado por el senador (y Secretario General del PS) Fulvio Rossi Ciocca, y por el ex senador -y ex ministro- PPD, Sergio Bitar Chacra, en junio pasado, además de las superficiales y desinformadas opiniones que sobre el proceso bolivariano entregó el diputado Marcelo Díaz en la ong CHILE 21 el lunes 16 de agosto, confirman el nivel de traición, decadencia política, superficialidad y hasta faranduleo en que han caído los socios chilenos de la desdibujada  socialdemocracia internacional.

“Es bueno el cilantro, pero no tanto”. Así reza el viejo refrán campesino que, aplicado a la política contingente, indica cuán positivos pueden ser los cambios, pero nunca al extremo de exagerar la nota para caer en el ridículo o en la traición. Y parece que algunos socialistas y PPDs han comido cilantro en demasía, o quizás golosamente lo han usado para adobar platos. Un exceso que comienza a pasarles la cuenta, sin duda.

Es lamentablemente cierto aquello que dijo el insoportable y fanático general estadounidense, George Patton, a la salida de una reunión de alto nivel en Alemania luego de la caída de Berlín en manos soviéticas, al finalizar la II Guerra Mundial, a la sazón aliada (la URSS) de Estados Unidos e Inglaterra: “la traición es solo cuestión de tiempo”. Y de oportunidad, podríamos agregar. Tal vez, los actuales socialistas hayan hecho piel otra de las célebres frases del general Patton: “los aliados lucharon contra el enemigo equivocado”.

Si ese fuera el caso, entonces que estos muchachos del PS formen un partido nuevo y abandonen las banderas, historia e ideología del viejo bloque socialista que tanto ha luchado -desde la formación del FRAP en 1956- por darle a Chile un gobierno de amplia base de izquierda en beneficio de un proyecto político que privilegie a las mayorías nacionales. Formen, pues, derechamente una tienda partidista que entregue apoyo abierto a las invasiones estadounidenses en el mundo, así como también a las derechas colonizadas y cipayas de la región, a la presencia en nuestro territorio de transnacionales depredadoras de  recursos naturales no renovables (cobre, plata, oro, molibdeno, platino), que robos mediante (concentrados no fiscalizados) casi no pagan impuestos gracias a las Leyes OC José Piñera de la dictadura, ampliadas hasta el desiderátum en los gobiernos Aylwin y Lagos fundamentalmente.

No vamos a perder tinta ni tiempo refiriéndonos a asuntos que ya deberían ser archi conocidos, como la bajada de pantalones efectuada por la naciente Concertación a los pocos días después de que el pueblo obtuviera el triunfo en el plebiscito del SÍ y del NO en octubre de 1988, cuando los representantes de la DC (Juan Pablo Arellano, Alejandro Foxley y René Cortázar) se reunieron con los enviados de Pinochet para asegurarle a la dictadura y al empresariado transnacional y criollo una absoluta continuidad del sistema económico, tornándolo intocable e indiscutible a todo nivel.

Tampoco vamos a perder tiempo refiriéndonos al regalo que los Aylwin, Boenninger, Enrique Correa, Lagos y otros (doble militante PS y PPD) dieron a la ultra derecha y al pinochetismo el 30 de julio de 1989, con ocasión de una “reforma constitucional” que fue impuesta, a las apuradas y sin información veraz ni menos aun discusión, en un acto plebiscitario en el que socialistas, pepedeístas, democratacristianos, radicales y todos los demás (aliados con la UDI, RN y el pinochetismo neoliberal), incorporaron  artículos que harían imposible llamar en estos 20 años a nuevas consultas plebiscitarias, y de ese modo establecieron las bases de una democracia limitada, tutelada y bien atada, como decía su inspirador ideológico: el dictador ultraderechista español (1936-1975) Francisco Franco Bahamonde.

Los socialistas renovados (y otros que se auto definen como ‘reformistas’), en la práctica dedicados a cumplir funciones de colaboradores del modelo económico e institucional instalado en 1973-90, han sido actores claves en falsificaciones políticamente complementarias para mejorar la imagen del modelo económico neoliberal concentrador, como sucedió con las Encuestas de Hogares CASEN desde 1993… a la fecha crecientemente falseadas en miles de millones de dólares ya que la Concertación y sus gobiernos no podían reconocer el aumento exponencial que estaba teniendo la desigualdad. En la CASEN 2006 estos socialistas falsearon las cifras de ingresos de la cúpula del ABC1 en más de US$35.000 millones para reducir las cifras de desigualdad en un 62% (de 80,2 veces para el 10/10 familias a solo 31,3 veces).

Las derrotas electorales del 2008, y la más grave de diciembre 2009 y enero 2010, no les han servido de mucho a las cúpulas de la Concertación ni a estos socialistas. Aún no logran entender que buena parte del electorado no ve mayores diferencias de fondo entre ellos y la derecha UDI-RN, y con la valiosa ayuda de la candidatura confusionista de Marco Enríquez-Ominami muchos ex votantes concertacionistas, desinformados y despolitizados gracias a la aparentemente suicida política de medios de estos 20 años, prefirieron votar en 1ª y 2ª vuelta por la “novedad” Piñera.

Esos socialistas creen que adhiriendo a las viejas banderas anti-izquierdistas y al neoliberalismo antibolivariano de la derecha y del gran empresariado podrán reconquistar el amor del pueblo que una vez votó por ellos. Y para tal efecto, esos miembros dirigenciales del PS se convierten, políticamente, en verdaderos “clodoveos” al quemar lo que una vez adoraron y adorar lo que antes habían quemado.

En junio, en la ciudad de Nueva York, y a petición de cuatro desprestigiados e insignificantes partidos socialdemócratas venezolanos (AD, MAS, PODEMOS y CAUSA R), que en conjunto no representaron el año 2008 a más del 6% del electorado de ese país, el PS Fulvio Rossi Ciocca, y el PPD Sergio Bitar Chacra, apoyaron una fantasmal y poco difundida declaración de la Internacional Socialista que definía al gobierno del presidente Hugo Chávez como una dictadura moderna, sin aportar una sola prueba para tan falaz afirmación.

El pasado lunes 16 de agosto, en el piso 11 del céntrico edificio santiaguino de la “Polla Chilena de Beneficencia”, la ONG CHILE 21 realizó un restringido foro en el que se discutiría la realidad política y electoral venezolana.

El foro tenía un título que recordaba los habituales papers de las instituciones internacionales o académicas: “Elecciones en Venezuela, punto de inflexión en la revolución bolivariana”. Asistió solamente medio centenar de personas. Condujo el foro la cientista política española -militante del PSOE- María de los Ángeles Fernández, Directora de CHILE 21 desde hace unos años, y ex residente de la fundación socialdemócrata alemana Friederich Ebert en Caracas en los años 90s.

Los expositores oficiales del foro fueron:

– La Directora de Chile 21 María de los Ángeles Fernández, quien hizo la presentación oficial del tema a nombre de Chile 21 y la Fundación Ebert.

-El ex senador PRSD y subsecretario de Investigaciones del gobierno Bachelet, Ricardo Navarrete Betanzo; que participó- según propia declaración- a título personal

– El diputado socialista por La Serena, y recientemente derrotado candidato a la Presidencia del PS, Marcelo Díaz, quien declaró participar también a título personal dada la diversidad de opiniones que hay en el PS sobre el gobierno de Venezuela.

– El encargado de Relaciones Internacionales del PC, y periodista, Juan Andrés Lagos, el único de los panelistas que dijo representar la opinión de su partido.

– El ex ministro de Economía de Aylwin, ex senador PS y hoy miembro del Partido Progresista (PRO), en formación, Carlos Ominami Pascual , el que también confesó que participaba a título personal, debido a que el PRO aun no existía oficialmente.

En su presentación, la Directora de Chile 21 destacó las situaciones políticas y económicas que habían llevado a Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, la creciente polarización política venezolana y los peligros para la democracia. Destacó que ahora la oposición de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) se presentaba como un solo cuerpo en las elecciones por primera vez, lo que no es exacto ya que más unida fue a las presidenciales de diciembre de 2006 en las que el Presidente Chávez (63%), y el opositor Manuel Rosales (36,6%), obtuvieron más del 99,6% de los votos válidamente emitidos, entre una docena de candidatos.

Por otra parte, la llamada oposición venezolana actual no va realmente unida, pues fuera de la lista del PSUV y sus aliados (PCV, MEP, TUPAMARO, UPV, IPC) y de la opositora MUD -que en algunos circuitos agrupa hasta 40 partidos y grupos opositores-, hay por lo menos dos alianzas más (pequeñas) que concurren a nivel nacional, compitiendo entre los 57 partidos y agrupaciones nacionales, y cerca de 100 regionales que presentan o apoyan candidaturas para las parlamentarias del 26 de septiembre (la encabezada por los disidentes derechistas de Voluntad Popular; y la encabezada por los ex aliados del Presidente Chávez que aun permanecen en el PPT, y que pretenden representar una tercera posición entre la opositora y derechista MUD y la alianza bolivariana).

Las intervenciones de Ricardo Navarrete y Marcelo Díaz fueron muy similares a la de la Directora española de Chile 21, destacando Navarrete su preocupación por las tendencias autoritarias y militaristas del Presidente Chávez, la dependencia petrolera de Venezuela y su falta de diversificación productiva. Uno de los aspectos más lamentables de la intervención del militante PRSD fue la crítica que hizo a la existencia de amenazantes grupos armados pro-gobierno, basándose exclusivamente en un falaz y tendencioso documental español que durante toda la semana anterior había presentado la empresa televisiva norteamericana CNN con gran publicidad.

Marcelo Díaz, en tanto, señaló críticamente su preocupación por los cierres de medios y la limitación de algunas libertades públicas realizadas por el gobierno bolivariano, pero sin ofrecer ningún ejemplo concreto de ambas acusaciones.  En su intervención, el diputado Marcelo Díaz, que se presentó como un joven luchador antidictadura al recordar que se había opuesto en el seno del PS al asilo otorgado a Erich Honecker, hizo una relación algo elíptica entre el gobierno de Chávez y los gobiernos de la ex República Democrática Alemana (RDA) de hegemonía comunista.

Juan Andrés Lagos respondió a esas opiniones diciendo que se hacían caricaturas de la situación de la República Bolivariana de Venezuela en Chile, y que lo sustancial es la ampliación de la democracia venezolana que no es solo una democracia representativa sino, también, participativa a través de mecanismos como la iniciativa popular de Ley, los referéndum revocatorios para todos los cargos de elección popular a mitad de mandato y la conformación de los Comandos Comunales.

La intervención del ex senador Carlos Ominami marcó, a su vez, un claro contraste con las de los tres concertacionistas que le precedieron. Recordó su participación como observador en las presidenciales venezolanas del 2006. Destacó el verdadero libertinaje de prensa que observó en Venezuela, donde la mayor parte de los medios, de tendencia opositora, insultaba ferozmente a los miembros del gobierno, al Presidente y a sus partidarios.

Recordó  Ominami los cortes sociales y raciales que percibió en las manifestaciones pro Chávez y pro-Rosales en Caracas, el nefasto papel del gobierno Lagos y de la embajada chilena en Caracas en el golpe de Estado fallido del 11-13 de abril de 2002 (el embajador PRSD Marcos Álvarez, siguiendo instrucciones de la canciller PDC Soledad Alvear, concurrió al Palacio Presidencial de Miraflores el 12 de abril de 2002 a reconocer al usurpador y golpista   Carmona). Varias de estas afirmaciones las había hecho Ominami en una entrevista al diario La Tercera del 3 de agosto, en la cual criticó duramente al entonces Presidente PS Fulvio Rossi por adherirse a la reciente declaración antibolivariana de la Internacional Socialista de Nueva York.

Sobre este último punto, bueno es recordar que el senador Ominami, en su momento, declaró que el PS había roto su tradición sumándose a los sectores más reaccionarios mundiales y regionales, pues había renegado incluso de la tradición latinoamericanista al aprobar una declaración emitida en NY, donde se encuentra Wall Street.

La hora de incidentes, y de la verdad.


En la ronda de preguntas y opiniones participaron el ex candidato socialista a diputado por Santiago Centro, Guido Camú; un ex miembro de la directiva PS de Gonzalo Martner; tres militantes PDC, uno de ellos era Jorge Cisternas, que había residido en Venezuela; el analista político y columnista independiente de izquierda Juan Pablo Moreno (una de las personas más seriamente informadas de la política venezolana que yo conozco); el experto electoral socialista Ricardo Wilhelm; un militante socialista que se auto definió como reformista y que estaba sentado en la mesa de panelistas, y un miembro de agrupaciones de apoyo a la Revolución Bolivariana. Entre la cincuentena de asistentes hubo dos jóvenes funcionarias de la embajada venezolana en Santiago que no intervinieron.

Guido Camu declaró que en Chile la campaña mediática antichavista de los medios dominantes de prensa y TV había logrado satanizar y caricaturizar al Presidente Chávez y convertir en políticamente incorrecta cualquier defensa o siquiera declaración aclaratoria sobre el gobierno bolivariano. Entregó algunos antecedentes sobre las próximas elecciones destacando que había 75 partidos inscritos a nivel nacional y que los venezolanos votarían el 26 de septiembre con dos votos, uno para diputados y otro para el Parlatino (en realidad son cuatro votos: por los 111 diputados nominales de los 87 circuitos, por los 52 diputados estaduales o de lista elegidos por los 24 estados y el DC de Caracas, el de los diputados nacionales al Parlatino y el voto por los tres diputados indígenas).

Hay que destacar que el listado Internet de candidatos a diputados informado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de la RB de Venezuela tiene 1.465 páginas.

Ver: http://www.scribd.com/doc/35267047/Totalpostulaciones2010

A continuación, el democratacristiano Jorge Cisternas habló de los orígenes de la crisis de la IVa República 1959-1998, del carácter fascista de la oposición venezolana que participó en el golpe del 2002, contrastándola con el carácter democrático de la actual oposición que enfrenta a un régimen crecientemente autoritario.

Otro ex dirigente estudiantil democratacristiano de los años 60´s trató de demostrar que Venezuela es un país tropical y que por tanto su política era muy difícil de entender desde Chile (sic).

Jorge Cisternas recibió una rápida respuesta del columnista independiente Juan Pablo Moreno, quien le catalogó de ‘desinformado e ingenuo’ en sus apreciaciones, tanto del posible nuevo carácter democrático de la oposición venezolana de la MUD, como  el que las autoridades de los entes autónomos (CNE, Contraloría y Defensor Público) y del Poder Judicial fueran pro-chavistas.

Lo primero es falso, pues basta ver las actitudes y declaraciones de los candidatos mejor posicionados de la MUD en el distrito más derechista de Venezuela, en Miranda-Caracas (Chacao, El Hatillo, Baruta, Leoncio Martínez, con cerca de 80% de voto opositor el 2008), como el copeyano Enrique Mendoza y la notoria agente CIA María Corina Machado, ambos activos participantes de la ‘carmonada’ del 2002 para desmentirlo.

En cuanto a lo segundo, es bastante absurdo que el Presidente Chávez. -teniendo en la AN, y de sobra, los quorums parlamentarios requeridos para hacer esos nombramientos por el abandono golpista de la oposición derechista de las parlamentarias del 2005-, hubiese nombrado a personeros de esos mismos sectores golpistas para dar una imagen democrática. Eso, además de un absurdo, habría sido suicida, apuntó Moreno. Jorge ‘Tote’ Cisternas no volvió a abrir la boca y se retiró del foro anticipadamente.

Las preguntas que incomodaron a los ‘renovados’


Juan Pablo Moreno, destacó después la enorme falta de información que hay en los medios de prensa y TV dominantes en Chile. Para demostrarlo hizo algunas preguntas a los panelistas y a los asistentes, como:

“¿Quién de los aquí presente sabe que el senador Andrés Allamand viajó a Venezuela en junio pasado a cometer una verdadera estafa política, ya que fue a exponer su tesis del desalojo, esta vez contra Chávez y el PSUV, ilustrando su conferencia en el Seminario opositor del Hotel Pestana de Caracas con los videos de la campaña del NO de 1988?” Es que Andrés Allamand, con una frescura rayana en la inmoralidad política, ocultando a su audiencia venezolana que él había apoyado al régimen dictatorial chileno y  a la continuidad de la tiranía en la Presidencia el año 1988 votando por el SÍ, trató de homologar a Pinochet con el Presidente Chávez, lo que constituyó otra deshonestidad política típica de ese senador.

Asimismo, Moreno preguntó por el conocimiento que tenían los asistentes sobre el sistema electoral venezolano, el cual permite que en la misma noche de las elecciones se conozcan -vía Internet- los resultados de más del 95% de la elección mesa a mesa, y lo comparó con las elecciones chilenas, las cuales son informadas sólo comuna a comuna y con bastante tardanza. Nadie declaró conocer esos detalles.

También aludió Moreno a la responsabilidad de los parlamentarios y dirigentes de la Concertación en esa falta de información y satanización de la experiencia democrática bolivariana, ya que como se había apreciado en algunas intervenciones nadie conocía las fuentes gubernamentales y pro bolivarianas, basando sus desinformadas críticas en la información entregada interesadamente por los medios neoliberales y trasnacionales, como la CNN y El Mercurio.

Juan Pablo Moreno, luego, emplazó al diputado Díaz para que diera al menos un ejemplo de sus dos audaces y falaces acusaciones.

Pero, antes de que el diputado respondiera, el militante socialista (cuyo nombre no retuve) sentado en la mesa del panel, y que había declarado ser ‘reformista’, acusó a los partidarios del gobierno bolivariano de ser náufragos políticos de extrema izquierda que trataban de agarrarse del proceso venezolano, pero que antes debían dar cuenta de hechos como los sucedidos en la URSS, Europa Oriental y Camboya (sic). Moreno le contestó ácidamente señalándole que estaría más cómodo y mejor ubicado en la UDI, lo que generó un llamado al orden de Ominami.

A continuación, Marcelo Díaz hizo una exposición bastante confusa, en la cual se auto alabó “por sus contribuciones a la democracia en estos 20 años” (sic), y además atacó a los defensores del proceso bolivariano acusándolos de fanáticos a los que no les iba a contestar sus alusiones.

Moreno insistió  en su petición de ejemplos; Díaz, notoriamente molesto porque carecía absolutamente de argumentos, hizo caso omiso. Moreno lo acusó  de deshonestidad política, sacando de sus casillas al diputado que comenzó a insultarlo tildándolo de imbécil, pero sin retrucar con argumento alguno el emplazamiento hecho por el columnista independiente. Se produjo un intercambio de palabras entre ambos, por lo que Ominami debió nuevamente llamar al orden.

Poco después terminó el foro y se formaron los típicos corrillos. El diputado Díaz  una vez más fue emplazado por el columnista independiente a repetir sus insultos frente a frente, pero el diputado se escabulló rápidamente hacia el ascensor, dando siempre la espalda a su contradictor quien –literalmente- lo ‘funó’ mientras esperaba que se cerrara la puerta del ascensor. Durante la funa, Moreno le recordó a Díaz que en sus años de diputado se había destacado más bien por sus ternos italianos, corbatas de seda y devaneos faranduleros, en clara alusión a su publicitado romance del 2006 con una figurita argentina del espectáculo. A este respecto, ver:

http://www.lacuarta.cl/diario/2006/11/08/08.17.4a.ESP.AMALIA.html

La extrema ignorancia, la superficialidad, los antiguos compromisos con los viejos partidos de la IVa República (AD y COPEI), así como  el uso de fuentes sesgadas y derechistas de los críticos concertacionistas del proceso bolivariano, fue un asunto que quedó clarísimo en el desarrollo de las exposiciones y del debate.

Quizás, la razón clave de esas posiciones se develó en el corrillo en el que participaron Juan Pablo Moreno y el PRSD Ricardo Navarrete, ya que este último sólo  sonrió culposamente y se encogió de hombros cuando Moreno le dijo: “”Mira ‘Gato’, el problema de ustedes con procesos revolucionarios como el de la RB de Venezuela es que quedan off side y sin espacio político, lo que fatalmente los lleva al campo derechista para tratar de hacer fracasar esos gobiernos. ¿Qué negocio reformista para maquillar el modelo neoliberal concentrador, como el que han hecho ustedes estos 21 años en Chile, van a ir plantear seriamente en medio de un proceso revolucionario socialista?””

El silencio fue la única respuesta.

(*1): el rey de los francos, Clodoveo, al convertirse al catolicismo en el año 496 d.C., fue bautizado por el obispo de Reims, San Remigio, quien al momento de mojarle la cabeza le dijo: “baja la cerviz, fiero sicambro, quema lo que has adorado y adora lo que has quemado”.

 

Golborne, ¿quién es usted? (2012)

¿Algo más que administrador de un boliche de ventas al detalle –el retail- cuyo patrón germano (ícono del empresariado derechista) lo catapultó como miembro del fiasco que Piñera llama “gabinete de excelencia”?
¿ES POSIBLE QUE un hombre como Laurence Golborne pueda convertirse el año 2014 en el nuevo Presidente de la República? Claro que es posible…difícil, pero posible. Y si ello aconteciese, ¿sabemos los chilenos qué desea y qué piensa? ¿Podemos dar fe de su ideología política?  ¿Quién es realmente Laurence Golborne?

Creo saber algo respecto. Después de cursar cuatro años en Historia y Geografía en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, en  1970 ingresé a estudiar Servicio Social en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de aquella  Universidad. En ese curso de primer año –con más de 60 alumnos (once de los cuales varones)- comenzaron a destacar con luces propias algunas compañeras, como fue el caso de Alicia Ascencio (hermana del diputado Gabriel Ascencio, radicada en Canadá), Cecilia Correa, Sara de Witt (exiliada en Inglaterra), Luz Ramírez, Marcia Baquedano y… Gladys Golborne.

Yo traía conmigo –desde el Pedagógico- un ‘back ground’ político y cultural bastante sólido que me permitió convertirme tempranamente en “consejero” de mis compañeros. No obstante, Gladys Golborne jamás precisó  de mis aportes…Por el contrario, fui yo quien recurrió a sus orientaciones en materias políticas cuando el pan quemaba en el horno. Nos separaba una delgada línea; ella pertenecía a las Juventudes Comunistas, y yo era lo que siempre he sido, un soñador que cree en el poder del pueblo, pero de un pueblo en acción y sin liderazgos azotados por el interés del poder o del dinero.

El año 1971, en diciembre, Fidel Castro nos honró con su visita. Con Gladys estuvimos en el Estadio Nacional cuando el líder cubano se despachó uno de los discursos más significativos y premonitorios de que yo tenga memoria. Esa misma noche la acompañé, por primera vez, a su casa en la avenida Primera Transversal, en la comuna de Maipú, donde no fuimos bienvenidos porque que su hermano Wilfred (estudiante de medicina y miembro de ‘Patria y Libertad’) creyó ver en mí a un émulo del Ché. Sin embargo, el ‘conchito’ de aquella familia, Laurence, entusiasmado por nuestros relatos de Fidel en el estadio, escuchó con interés el recuento que Gladys hizo de aquella jornada.

En un par de ocasiones regresé con Gladys a su casa en Maipú…Una tarde  me dijo que era mejor no invitarme a su hogar ya que allá todos sus familiares, sin excepción, comulgaban con las ideas derechistas. Aún recuerdo aquella mañana en el año 1972 cuando Gladys lloró con desconsuelo porque su hermano Wilfred había fallecido trágicamente en un accidente automovilístico en la avenida Providencia.  Concurrí al funeral donde el pequeño Laurence se abrazaba a su hermana mayor casi con admiración.

Llegó septiembre de 1973. Gladys y yo dejamos de vernos. La trágica secuencia de asesinatos y persecuciones del régimen derechista militar nos alejó. Sin embargo, por única vez, pudimos conversar un mediodía en aquel local de ese restaurante en Pío Nono, cerca del cerro San Cristóbal. Iba a exiliarse. Su mirada se dirigía a Europa (Suecia era su opción); deseaba vivir el resto de su existencia  junto a su amado compañero ecuatoriano que –eso supuse en aquel instante- ya la esperaba en gélidas tierras. “Me preocupan mi madre y Laurence –me confidenció- pues son los más indefensos de mi familia”. ¿Laurence –inquirí-, por qué Laurence? “Porque él no tiene escamas de momio –me respondió Gladys- aunque su corta edad (tenía 14 años en ese momento) le impide entenderlo”.

Supe –de puño y letra de Gladys- que Laurence había llorado el día que se enteró del exilio de su hermana mayor. Esa tarde el joven habría manifestado ‘odiar al milicaje’ y estuvo en un tris de abominar de los parámetros políticos impuestos por su padre, Wilfred, el ferretero.

Gladys descansa en paz desde el año 2006. Falleció en el exilio, y su muerte fue provocada por un violento cáncer que dificultó todo éxito a la ciencia médica. Me escribió desde Europa un par de veces. Nada relevante. Sólo migajas propias del destierro y del desencanto. Le dolía Chile, y se preocupaba incluso por mis actuaciones en el Comando Nacional de Trabajadores donde mi participación era pública y activa contra la dictadura pinochetista en el año 1983. “Tu historia personal podría alimentar una novela”, me dijo a través de su última comunicación epistolar. Le respondí el año 2003 enviándole precisamente el texto de mi libro “Con los ojos de mi padre”. Confesó que había disfrutado leyéndolo. Eso me basta para estar satisfecho y feliz.

http://www.librostauro.com.ar/buscar.php

Creo que regresó algunas veces a Chile. Nunca nos reunimos. Ella no lo quiso. Laurence ya era empleado destacado de Horst Paulmann, pero reconocía en ella una voluntad, un tesón y una dignidad que jamás encontró ni encontraría en sus nuevas redes sociales. Estoy seguro que incluso hoy, pese a haber sido lanzado al estrellato de las pre candidaturas presidenciales por una prensa infame, lacaya y coadyuvante de genocidios, Laurence Golborne sufre de un dolor tripal en el que Gladys constituye el parámetro social por el cual el actual ministro cuestiona su propia existencia y siente vergüenza de ser políticamente lo que es.

Comencé haciendo referencia a Laurence, pero derivé hacia el recuerdo de su hermana Gladys cuyo apoyo le ganó un exilio mortal y el desprecio de algunos familiares.

Laurence Golborne Riveros siguió la corriente sediciosa que caracteriza a la derecha, se entregó a un empresario que alquiló sus servicios de condottieri bolichero. Allí se destacó como administrador de ventas al detalle, hasta que su patrón germano lo catapultó al caricatural “gabinete de excelencia” de Piñera.

Un egresado de comerciales dispuesto a servir a inversionistas extranjeros en la explotación a ultranza de Chile y su gente; un personajillo que nunca mostró interés por los aspectos sociales ni movió un dedo para aportar alguna idea o algún esfuerzo en beneficio de los chilenos; un jefe de finanzas de tenderetes. En suma, un ejemplo cabal del sistema que supo perfeccionar la expoliación del país.

 

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Hinzpeter, Golborne y Raineri: bolicheros del clasismo expoliador (escrito el año 2012)

Los dos últimos pertenecen al directorio de la ENAP y sobreponen sus inefables negociados particulares por sobre el bienestar de la gente  votando por el alza del precio del gas en Magallanes. Hinzpeter los ampara. 



LA HISTORIA RECIENTE y los últimos acontecimientos ocurridos en Punta Arenas demuestran que la derecha siempre le ha temido profundamente al pueblo, a la gente, a las masas, con mayor razón si estas se organizan para defender sus derechos e intereses.

No se trata sólo de una cuestión elitista ni de clase; algo más profundo, casi atávico, es lo que sacude el alma de muchos empresarios, pues el miedo que remece barbillas derechistas y humedece sus ropas interiores deriva del pavor que les provoca la visión de un pueblo decidido a preservar su derecho a participar en la república mediante el uso de la democracia.

La derecha sabe, desde siempre, que con ese tipo de pueblo ‘no se juega’. Por ello los líderes del neoliberalismo chileno se niegan a sentarse en la misma mesa con los representantes de la ciudadanía organizada, y tratan, por todos los medios, de restarle a esta la fuerza y relevancia que ha ganado a pulso en las calles, en las fábricas y en los campos.

En gran medida, se replica lo que se ha hecho en estos últimos años a las comunidades mapuches. Es lo que sucede hoy con la Asamblea Ciudadana de Punta Arenas, a la cual el gobierno de Piñera –a través del ministro Hinzpeter- intenta meter bajo la alfombra adosándole un cierto aire de “terrorismo urbano”, o en el más suave de los casos, intentar convencer al resto del país de que tal Asamblea está conformada por elementos disociadores y díscolos con los que resulta inútil conversar.

Entonces, las autoridades mueven su abanico al estilo ‘Locomía’ y recurren a la iglesia católica como ‘referente de los ciudadanos de la región magallánica’, ya que La Moneda asegura que con un curita sí se puede dialogar y llegar a acuerdos. Pero, en estas materias laicas, republicanas y políticas, ¿es la iglesia católica una democrática y perfecta representante de los habitantes de esa extensa región?

Hago mías las palabras del destacado pedagogo e historiador talquino (radicado en La Serena) Alejandro Lara León, quien en Facebook apuntó certeramente: “si los problemas los resuelven los sacerdotes, entonces los políticos están demás y hay que pensar en un gobierno de curas para curar estas situaciones……sólo pensar en un gobierno de la iglesia católica me lleva a recordar la edad media a la que vamos, porque desde el Cardenal Caro con su campaña de las Fonolitas para los pobres y para aquellos que se tomaban sitios baldíos, la iglesia católica se ha convertido en el parche de la política cuando las autoridades, gobiernos y parlamentarios no son capaces de resolver problemas ciudadanos y nacionales.”

Ya lo dije en las primeras líneas de este artículo; la derecha siempre le ha temido al pueblo. Recordemos lo que ocurrió durante el negro período de la dictadura militar, específicamente entre los años 1983 y 1985, cuando en medio de las ‘protestas sociales’, encabezadas y dirigidas por los trabajadores chilenos, un medroso Pinochet le exigió en junio-julio de 1984 a su flamante ministro del interior –Onofre Jarpa- que ‘desarmara’ al Comando Nacional de Trabajadores, autorizándole estructurar una coalición política llamada Alianza Democrática, con la que el dictador dialogó y llegó a los acuerdos que hoy nos tienen semi asfixiados (esa Alianza Democrática, a cuyo nacimiento coadyuvaron decididamente Pinochet y Jarpa, fue bautizada posteriormente con el nombre de Concertación de Partidos por la Democracia).

¿Por qué la ‘crème de la créme’ de nuestros empresarios, militares, gobernantes y especuladores financieros optan siempre por tironear las sotanas de los frailes cuando la cuestión socio-política se les pone cuesta arriba? ¿Por qué, en el caso actual de la ‘guerra del gas’ en Punta Arenas, los ministros de Piñera han optado por refugiarse en La Moneda y desde allí lanzar violentos lenguajeos contra la ciudadanía magallánica pero, por ningún motivo, deciden viajar hasta la zona austral? ¿Por qué?

Según el senador Alejandro Navarro, las razones son claras: ““el gobierno debe explicar el verdadero motivo del alza del gas, porque problemas económicos no son, menos aún teniendo presente que a Santiago, todos los chilenos subvencionan el transporte público (Transantiago), el que llega a los 60 millones de dólares mensuales -2 millones de dólares diarios- mientras que en Magallanes con 15 millones de dólares al año se soluciona el conflicto. Por lo tanto hasta ahora no han dado (los ministros) una respuesta lógica a dicha decisión, que está acarreando un gran conflicto social a Magallanes, político para el presidente Piñera y de imagen internacional para Chile””.

Y agrega el senador Navarro: ““me parece insólito que quienes provocaron esta crisis estén escondidos en La Moneda sin asumir su responsabilidad. Aquí la gente tiene que tener claro que los que votaron a favor de esta medida, de espalda al país, fueron los ministros de Minería y Energía, quienes forman parte del directorio de ENAP””.

¿Cuál es, entonces, el verdadero motivo del alza en el precio del gas? Ya lo sabemos; es un motivo económico que conviene a las faltriqueras de los mismos de siempre, de aquellos empresarios especuladores que juegan en la Bolsa con los escuálidos ingresos del ciudadano. Y en ese jueguito,  no cabe siquiera la más mínima duda, están comprometidos los dos empresarios que fungen hoy como ministros de Minería y Energía: Golborne y Raineri, quienes forman parte del directorio de la empresa que puja frenéticamente por ganar millones de dólares frescos con esta medida predadora. ¿Se requieren más explicaciones?

Pero, como el pueblo les aterra, y dado que por motivo alguno quieren renunciar a la expoliación económica que desean someter a una región entera, acuden a uno de sus aliados de clase: la jerarquía eclesiástica católica, en la que una mayoría de prelados y obispos procede de las familias que componen la ‘flor y nata’ de la petit aristocracie de Pelotillehue.

Nada nuevo en verdad, pues años atrás, los mayordomos del empresariado transnacional –los serviles gobiernos concertacionistas- habían puesto en práctica la misma medida en conflictos de menor volumen, pero que igualmente se les escapaban de las manos. Un ejemplo de ello se puede encontrar en la situación gobierno-mapuches, con la participación de sacerdotes solicitados por la administración Bachelet (y también por la actual) para lograr acuerdos que, siendo sinceros, jamás satisficieron a la parte ciudadana.

Por ello, revisando lo acaecido en los años 1983-1985 con el Comando Nacional de Trabajadores, la dictadura y la Alianza Democrática, así como recordando lo ocurrido en meses recientes con la discusión y aprobación del reajuste de 4,2%, donde el gobierno logró separar aguas de la ANEF y acordó con los socialistas Andrade y Martínez una solución a espaldas del país, es que se puede entender lo que está sucediendo hoy en Punta Arenas, con un gobierno netamente bolichero y comerciante que tiembla ante la gente organizada, y recurre a representantes semi aristocráticos de la ya desperfilada iglesia católica para deshacer los entuertos que le obstruyen aquellos negociados que pretende concretar rápidamente, antes que las encuestas envíen a la administración ‘de los mejores’ al subsuelo de la política.

 

 

Ricardo Lagos, ‘Tartufo’ izquierdista apuntalando el sistema neoliberal (2012)

En ‘Ciudad Banesco’, Caracas, ante la’ créme’ del empresariado derechista venezolano, nuestro conocido ‘faraón’ Lagos soltó amarras y mostró su verdadera fisonomía neoliberal, así como su innegable desprecio a todo aquello que huela a socialismo en serio
¿VIVIMOS TIEMPOS DE confusión, o el error de unos lleva al aprovechamiento de otros? Tengo certeza absoluta respecto a que las posiciones políticas derechistas son las exclusivas responsables del aprovechamiento y prepotencia que muestran los países altamente industrializados hacia las naciones jóvenes. Pero esa opinión –que sólo la derecha es responsable de ello- pareciera contar hoy con perfiles un tanto distintos.

Conservadores, liberales, militares y caudillejos con tendencias totalitarias han sido los causantes de la dependencia económica de Latinoamérica. En el caso chileno la Historia lo confirma a plenitud. Aún más, en nuestro país la dependencia alcanzó ribetes vergonzosos, pues llevamos a cabo una cruenta guerra con dos naciones vecinas principalmente para servir a las ambiciones económicas de la poderosa Inglaterra, nación que a posteriori se adueñó de gran parte del salitre que yacía en los territorios conquistados.

Al comenzar la década de 1970, sin pudor alguno –ni tampoco arrepentimiento-, la derecha recurrió al apoyo político e intervencionismo del que fue uno de los gobiernos norteamericanos más anti izquierdista y filo fascista de la segunda mitad del siglo veinte: el de Richard Nixon. A la hora siguiente de haber terminado el recuento de votos de la elección presidencial de 1970, con Salvador Allende derrotando por escaso margen de sufragios a Jorge Alessandri, los dirigentes del ultra conservador Partido Nacional establecieron contacto directo con la Casa Blanca e iniciaron una feroz campaña para hacer ingobernable al país, provocando el desabastecimiento de productos esenciales, además de incitar al caos y a la violencia, llegando finalmente a dividir a las fuerzas armadas y propiciar no sólo el golpe de estado sino, además, la peor dictadura que se conoció en América Latina.

Lo acaecido durante la administración totalitaria de Pinochet y sus Chicago’s Boys es demasiado conocido para reiterarlo aquí. Conocido y doloroso. Pero más duele hoy constatar (insisto en el verbo ‘constatar’ ya que muchos lo veníamos suponiendo desde hace largo tiempo) que aquellos políticos que suponíamos estadistas y, además, fieros luchadores por la democracia y la justicia social, finalmente resultaron ser falaces representantes de nuestras esperanzas y muy leales mayordomos de los patrones que llevaron a cabo el mayor robo acaecido en nuestra historia, cual fue, sin duda, la apropiación a bajísimo precio de todo el parque industrial y empresarial que hasta septiembre de 1973 se encontraba en manos del Estado chileno conformando el Área Social de la Economía.


Ricardo Lagos Escobar, el ‘Tartufo’ de la izquierda renovada

Recuerdo con perfecta claridad que a las pocas horas de haber sido elegido Ricardo Lagos Presidente de la República –luego de un ballotage estrecho- comenté a mis amigos que Chile estaba llevando a La Moneda al segundo González Videla de nuestra Historia. Pocos me creyeron. No me refería entonces a una traición tan profunda como la que ‘Gabito’ ejecutó contra sus antiguos compañeros de ruta –los comunistas- sino, específicamente, a que el señor Lagos (más temprano que tarde, parafraseando a Allende) gobernaría en beneficio de la mega empresa atendiendo los parámetros más salvajes del sistema neoliberal.

Así fue. No hubo equivocación de mi parte y la administración Lagos se recuerda hoy –en todos los sectores de la izquierda criolla- como un gobierno efectuado en pro de privilegiar las grandes fortunas, los mega empresarios, las transnacionales y, por cierto, las finanzas de Estados Unidos por sobre las chilenas. Todo ello fue realizado con la mirada cómplice del socialismo organizado en tienda partidista, sabedor este de que la derecha había cooptado al “faraón” Ricardo hacía años atrás, específicamente en 1989 cuando –así titulé uno de mis artículos que tocó el tema- “la Concertación se bajó los pantalones”, toda vez que el señor Lagos había sido uno de los artífices de ese contubernio que mediante un plebiscito protocolizó con cemento bruto la fascistoide Constitución de 1980.

Pese a lo comentado, hubo muchos chilenos que se resistieron a aceptar la verdad sobre Ricardo Lagos, y fueron también demasiados los que optaron por mantenerlo arropado con capa de emperador y corona de monarca, rechazando cualquier insinuación relativa a que se trataba ya de “mister” Lagos, un político hábil que confundió a la gente con un discurso de izquierda académica pero, a decir verdad, sus acciones borraban tales dichos y apuntalaban férreamente el sistema que ahondaba más y más la brecha entre ricos y pobres.

Ya no es Presidente de la República…ahora se pasea por oficinas de organizaciones supranacionales. De vez en cuando gusta de dar consejos y expresar comentarios casi con aires de divo. También concurre a encuentros empresariales invitado por derechistas de diversas naciones de América Latina. Lo hace en compañía de otros ‘tartufos’ tan insignes como él, es el caso del español Felipe González y del brasileño Fernando Henrique Cardoso…todos ellos fueron, alguna vez, mandatarios en sus respectivas naciones…y todos ellos, también, llegaron a la más alta magistratura engañando a sus electores con el cuentito de la “nueva izquierda, el nuevo socialismo o la izquierda renovada”.

Hace pocos días, la extrema derecha venezolana juntó a estos tres eméritos ex izquierdistas, invitados y financiados por la banca privada, en el encuentro bautizado “Palabras para Venezuela”, a objeto de que ellos “narraran” sus experiencias presidenciales, lo cual realizaron ante empresarios y representantes de las cúpulas económicas pertenecientes a la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), opositora del Presidente Chávez, la que constituyó la mayor parte del aforo que se congregó en la lujosa sede de BANESCO, en Caracas, para escuchar, según palabras del presidente de esa entidad bancaria, Juan Carlos Escotet, políticas neoliberales diseñadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

Allí, los ex Presidentes de de los gobiernos de España, Brasil y Chile, soltaron amarras y se mostraron impúdicamente en toda su desnudez neoliberal y pro norteamericana. Aunque lo siguiente que usted leerá podría parecerle no sólo un chiste sino también un asunto rayano en la desvergüenza, lamentablemente corresponde a la verdad y deja al descubierto la real fisonomía política del señor Lagos, quien en Chile gusta insistir, aprovechando que el 90% de nuestros compatriotas prácticamente se informa sólo a través de la TV, en mostrarse como un renovado izquierdista, lenguajeando que “se hace necesario efectuar transformaciones de fondo al modelo”…modelo que, por supuesto, él mismo consolidó tan gustosamente en beneficio de sus nuevos-viejos amigos, los mega empresarios transnacionales.

En ese encuentro con la derecha venezolana, Felipe González provocó lágrimas de emoción entre los asistentes (todos ellos banqueros y empresarios) cuando se refirió a la desaparición del sistema comunista y la imposición de la economía de mercado como único modelo planetario. Entonces, nuestro ‘faraón’ remató mediante una seguidilla de intervenciones con citas que causaron orgasmos de felicidad en los empresarios caraqueños.

Lagos comenzó su exposición intentando mostrar el supuesto aislamiento de Venezuela en lo referido al crecimiento económico, poniendo a Chile como ejemplo, aunque obvió lo fundamental: según la OCDE nuestro país posee la mayor desigualdad de distribución de la riqueza en América Latina. Pero, porfiado como ya sabemos que es, insistió alabando la economía chilena porque (anote para que no olvide) “el 95% de la maquinaria económica chilena está en manos de capitales extranjeros y funciona bajo los parámetros del Tratado de Libre Comercio (TLC)”. Aplausos apoteósicos de la concurrencia.

No se agotó allí la cháchara de nuestro conocido tartufo ex izquierdista, ya que también aseguró que los recursos del Estado no deben ser dirigidos a la inversión social. “Hay que seguir pagando impuestos, pero los recursos no pueden ser para pagar gastos corrientes”, afirmó el ex mandatario, quien agregó finalmente: “El proteccionismo no es viable”. En resumen, Lagos unió su voz a las de González y Cardoso en ciudad BANESCO, aconsejando a la derecha venezolana reducir drásticamente la inversión social, aplicar “disciplina fiscal” en vez de redistribuir las riquezas, y a los sectores más pobres del país darles solamente una porción del ‘excedente’ de los ingresos aportados por el 10% más rico de la población.

En todo ello coincidieron los “tres mosqueteros del FMI y de los TLC” –Lagos, Cardoso y González- a la vez que abominaron abiertamente de cualquier política “socialista en serio”, como la que lleva a cabo en esa nación sudamericana el Presidente Hugo Chávez, hoy enemigo principal de los mercachifles de la economía capitalista.

Hace algunos años, la extrema derecha venezolana juntó a los ex Presidentes de los gobiernos de España, Brasil y Chile (los tres eran eméritos ex izquierdistas: Felipe González, Fernando Henrique Cardoso y Ricardo Lagos) a objeto que “narraran” sus experiencias presidenciales, lo cual realizaron ante empresarios y representantes de las cúpulas económicas pertenecientes a la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), opositora en ese entonces del Presidente Chávez y hoy adversaria feroz del presidente Nicolás Maduro. Allí, los ex Presidentes soltaron amarras y se mostraron impúdicamente en toda su desnudez neoliberal y pro norteamericana.

En ese encuentro con la derecha venezolana, Lagos comenzó su exposición intentando mostrar el supuesto aislamiento de Venezuela en lo referido al crecimiento económico, poniendo a Chile como ejemplo, aunque obvió lo fundamental: según la OCDE nuestro país posee la mayor desigualdad de distribución de la riqueza en América Latina. Pero, porfiado como ya sabemos que es, insistió alabando la economía chilena porque (anote para que no olvide) “el 95% de la maquinaria económica chilena está en manos de capitales extranjeros y funciona bajo los parámetros del Tratado de Libre Comercio (TLC)”. Aplausos apoteósicos de la concurrencia.

Y por último, hoy, en pleno segundo gobierno de Michelle Bachelet, el ‘faraón’ se lució ante decenas de inversionistas y empresarios, en la Conferencia RIPE de periodismo económico iberoamericano (organizada por Diario Financiero, SURA, ENERSIS y otras firmas) al criticar duramente la gestión económica de la actual mandataria, pero el momento de los orgasmos empresariales ocurrió al decir Lagos que en Chile “todo lo que pueda ser concesionado, debe ser concesionado”. ¿En ello se incluye a la Educación, la Salud, el cuidado y protección del medio ambiente… e incluso a las fuerzas armadas?

Poca duda cabe que el mega empresariado debe haberle entregado una condecoración con la frase: “Vuestra nueva fe es nuestra victoria”, nominándole Sumo Pontífice de la religión Neoliberal, y Gran Protector del Capitalismo Planetario.

¿Se da cuenta, amigo lector, que ya no es solamente la derecha conservadora la única responsable de nuestra inferioridad económica, ni de nuestra dependencia cipaya de los Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional?

 

Camilo, Ricardo, Pepe, Osvaldo, ¿quousque tandem abutere patientia nostra? (2012)

Escalona, Solari, Auth y Andrade, ¿hasta cuándo abusarán de nuestra paciencia? Y que me perdone Cicerón por usar su histórica frase que lanzó al conjurador Catilina. Este  artículo es  ‘de trinchera’.

NO ES UN SIMPLE ‘divertimento’, como dirían los italianos, sino que se trata de una tarea necesariamente urgente. Hablamos de limpieza de mente y de acciones. O mejor dicho, me estoy refiriendo a la urgente tarea de traer al presente aquellas declaraciones rimbombantes y pro establishment que algunos de los ahora fieros opositores al gobierno predador encabezado por Piñera manifestaron en el pasado cercano.

Lo peor que les puede suceder a los políticos chilenos es encontrarse con gente que tenga buena memoria…y que sepa leer de corrido y escribir al menos diez líneas sin faltas de ortografía. Una persona con tales características descompone incluso al ‘gringo’ senador Juan Pablo Letelier (¿cuándo tendrás un castellano a la chilena, como Dios manda, John Paul?), pues un individuo con esas dotes no es fácil de engañar. La memoria debe ser, sin duda alguna, el peor adversario -¿adversario?, qué va, ¡¡enemigo!!- de la masa política actual.

Seamos francos.  La Concertación de Partidos por la Democracia NUNCA tuvo intención alguna de echar abajo la Constitución dictatorial ni el sistema electoral que tanto ama y defiende la UDI, tienda partidista que es consciente de la importancia que tiene el sistema binominal y la actual carta Fundamental pinochetista para mantener incólume en el Parlamento lo que realmente interesa y preocupa al empresariado transnacional y a la derecha conservadora: el derecho a veto,  lo que le permite echar abajo cualquier iniciativa de ley que –según el fascismo- ‘atente’ contra los intereses de la patronal.

Si alguien decide dedicarse al noble arte de la política, vale decir, al arte de lo posible, deberá partir por el respeto a ultranza de uno de los principios esenciales de ese oficio: la coherencia. De tal laya que si usted o yo manifestamos la decisión de apoyar a una mayoría ciudadana en sus justas aspiraciones de paz, progreso, justicia y solidaridad, no podemos –semanas después de haber sido elegidos para ello- salir con la cantinela de que “la realidad objetiva del país impide avanzar en ese sentido”…ello, simplemente (y perdone mi lenguaje castizo, amigo lector) es una “mariconada del tamaño de un buque”.

Pero, a fuer de ser sincero (como escribió Fray Luis de León), debo reconocer que en la Concertación abundan y sobresalen los mentirosos, cipayos y maricones del alma…a granel, a montones, a quintales. Especialmente en aquel sector de la pirámide organizacional que conocemos como “la cúspide”.  Claro que sí,  pues allí es donde se ubican guarapos como Escalona, Solari, Andrade, e incluso Letelier y otros apapayados que les llevan “las de abajo” a estos vendepueblo, especialistas en el chamullo barato y en el doble discurso que acomodan según la circunstancia originada por la coyuntura histórica, o la coyuntura social, que es  casi lo mismo.

De ellos sólo cabe esperar la nada absoluta o la traición toda. Ya saben que lo sabemos, pero no les importa pues apuestan sus fichas a la pésima memoria y nula capacidad de análisis que posee nuestra gente. Confían –al  igual que sus patrones derechistas a quienes sirven como mayordomos- en que un simple y burdo reality televisivo, o un mega evento musical en algún estadio adormecerá de nuevo la conciencia de las mayorías, y no se equivocan porque así ocurre.

Tales individuos tienen claridad respecto a lo que significa, empíricamente, para América latina, el éxito o el fracaso de la “revolución bolivariana” que encabeza en Venezuela el Presidente Hugo Chávez. Pero se hacen los de las chacras, y repiten a coro -como verdaderos loros colonizados- las mismas frases que les envían desde Miami y  el Pentágono los predadores sitos en el gobierno norteamericano, el cual es reconocido como genocida por ¾ partes de la humanidad.  Estos  ‘socialistas al cuete’  rechazan y atacan cualquier proceso progresista latinoamericano que ellos sospechen sea cercano al  verdadero socialismo. No apoyan, pública ni oficialmente, a gobiernos independientes y latinoamericanistas como el de Ecuador (Rafael Correa), Uruguay ( José Mujica), Venezuela (Hugo Chávez), Argentina (Cristina Fernández), Bolivia (Evo Morales), Brasil (Dilma Rousseff), Nicaragua (Daniel Ortega), Cuba (Raúl Castro), etcétera.

Estos ‘socialistas’ guardaron ominoso silencio  –en los hechos ciertos- cuando la ultraderecha empresarial-militar atentó contra el pueblo hondureño sacando de la presidencia al mandatario Manuel Zelaya, presidente constitucional y democrático de esa nación centroamericana.

Esos ‘socialistas’ son los que traicionaron a sus bases y a la gente el año en que la Concertación (dirigida por ellos) ‘se bajó los pantalones’ ante la derecha pinochetista.

http://old.kaosenlared.net/noticia/chile-plebiscito-constitucional-1989-ano-concertacion-bajo-pantalones

En fin, podríamos gastarnos una noche entera detallando todas y cada una de las traiciones y corruptelas de quienes están encaramados en los puestos de relevancia en partidos como el socialista y el PPD, pero lo necesario es tener claridad respecto de quiénes apoyan (y quiénes atacan) a la opinión mayoritaria que fluye de la gente demócrata y progresista. Me refiero a la idea -que es ya una necesidad absoluta e indesmentible-  de estructurar una Asamblea Constituyente  de la cual emerja una nueva Carta Fundamental que reemplace a la que nos impuso la dictadura, y que muchos dirigentes políticos pretenden mantener a todo trance.

Siempre que me refiero a una Asamblea Constituyente surgen como por encanto los seudo-expertos cuestionando la idea a través de la consabida pregunta: “¿y cómo puede usted llegar a esa Asamblea si la actual ley no permite plebiscitarla?”. Cuando un país –el pueblo de ese país- decide cambiar sus leyes, su gobierno o su Constitución, no hay nada que lo impida…ni siquiera un golpe de estado, ya que más tarde o más temprano volverá el asunto a la discusión hasta derribar los muros de Jericó.

En el caso de una Asamblea Constituyente no se requerirá –en el primer momento- plebiscito alguno. La discusión de las leyes, de las nominaciones y de la Asamblea misma deberá producirse en las bases, en las organizaciones sociales, vecinales, laborales, gremiales y estudiantiles. De allí fluirán las ideas-fuerza, las propuestas e incluso los nombres de quienes deberán ser aceptados o rechazados en una elección a nivel nacional. Es que para estructurar la Asamblea Constituyente, de manera clara y concisa, los partidos políticos actuales están ‘out’, al igual que las Iglesias y las FFAA (que NADA tienen que hacer ni opinar en asuntos de la civilidad soberana).

De ese modo, solamente participarían los colegios profesionales, sindicatos, federaciones laborales y estudiantiles, asociaciones de pobladores, etcétera. De esas organizaciones deberá surgir la estructura, contenido y propuestas de la Asamblea Constituyente. ¿Para qué plebiscito intentando usar el putrefacto andamiaje constitucional de hoy? ¿Para qué obligarse a mirar las caras de los corruptos que actualmente dirigen las tiendas de los dos bloques políticos que se han asociado –en calidad de patrones y de mayordomos- para constituir, dirigir y exprimir el duopolio binominal?

El pueblo exige Asamblea Constituyente y Nueva Constitución. Lo impetran los trabajadores, los profesionales, los campesinos, los estudiantes, los pobladores… pero ‘socialistas’ como Camilo Escalona, Ricardo Solari, Pepe Auth y Osvaldo Andrade  -siempre lenguajeando ‘a favor del pueblo’, pero en los hechos ciertos actúan en contra del pueblo- en alguna importante medida han demostrado su rechazo a tal idea asambleísta porque, en el más estricto rigor, ellos pertenecen a esa antigua cofradía politicastra que canta a coro: “estamos con el pueblo pero queremos gobernar SIN el pueblo”.

Esperpentos como esos ya abusan en demasía de la paciencia general.

 

 

En el segundo gobierno de Bachelet comenzaría a desgranarse el choclo (2013)

Será el momento adecuado para que aquellos sectores de izquierda que todavía creen en el ‘viejito pascuero’ hagan abandono de ese bloque pro neoliberal llamado Concertación


POCAS DUDAS caben respecto a que más temprano que tarde Chile será nuevamente abrazado por la “política de los tres tercios”, aquella que durante cuatro décadas trató de ser abatida por patrones, mayordomos y amos (estos, sitos en el FMI, en el Banco Mundial y, obviamente, en la White House). Hoy, como nunca había ocurrido en estos años de administración duopólica neoliberal, esa política tiene tantos visos para concretarse. Y, aunque muchos lo discutan, doña Michelle es en gran parte responsable de ello.

Las nuevas generaciones habrán de preguntarse ¿qué  son los ‘tres tercios’?, ya que para ellas se trata de algo novedoso, desconocido e, incluso, cercano a la paleontología. En palabras breves y directas, tres tercios en política significan: Derecha, Centro, Izquierda. Un tercio para cada posición. Una realidad donde ninguno de aquellos tercios puede gobernar sin el apoyo de otro, o al menos de una parte de ese ‘otro’.

Hasta el día en que la FACH decidió bombardear el palacio presidencial en Santiago, el escenario político había estado dominado por aquellos innegables tres tercios, a saber: la Derecha, representada a giorno por el PN (no lea PENE, sino PE ENE, por favor), ergo, Partido Nacional (conservadores, liberales y unos radicales huachos llamados ‘Democracia Radical’), a quienes se les unió luego ‘Patria y Libertad’, el fascismo sedicioso y golpista en todo su ancho; el Centro, conformado preferentemente por la Democracia Cristiana (tan ‘agua tibia’ como de costumbre) junto a sectores antiguamente liberales; y la Izquierda, donde se aglutinaban tiendas como el PC, el PS, el MAPU, la IC (Izquierda Cristiana), el Partido Radical y otros referentes menores, los que en su conjunto formaron la Unidad Popular.

Grupos como el MIR, la VOP, Camilo Torres, Las Lanzas y demases, todos ellos ultraizquierdistas, se hallaban al margen de la Unidad Popular declarándose “enemigos de clase” de la derecha y de la DC. Incluso, calificaban de ‘peo tibio’ a los comunistas. En ese grupo ‘ultra’ se encontraban muy buenos amigos de quien suscribe, como “Curicó” Ubilla, Miguel Enriquez, “Chilcuy” Sobarzo, “Chico” Pérez, “Rucia” Tuca, etcétera. Debo aclarar, para que nadie se mueva a engaño, que en esa época (años de la Reforma Universitaria, 1968-69), este servidor era dirigente del GUR (Grupo Universitario Radical), que en la Universidad de Chile era algo así como “la sombra de la luna sobre el lado norte del charco de agua en la cancha de fútbol del glorioso, magnífico e inigualable Instituto Pedagógico”.

Pero, no quiero dispersarme en banalidades respecto del tema. Lo concreto, lo cierto, es que si doña Michelle obtiene un segundo mandato (y todo señala que así será), más temprano que tarde comenzaría a desgranarse el choclo en ese bloque -conformado por corruptos y farsantes- llamado “Nueva Mayoría”, pues, ¿qué hacen allí los sectores de izquierda? ¿Cómo pueden formar equipos con traidores y vende patrias, tales cuales aquellos que engañaron vilmente a la sociedad civil el año 1988, pocas horas después del histórico plebiscito del NO?

Los herederos de aquellos esperpentos (léase René Cortázar, José Pablo Arellano, Sergio Bitar, Enrique Correa, Eugenio Tironi, Edgardo Boenninger, Alejandro Foxley, Patricio Aylwin, Gutenberg Martínez, etc.), forman parte hoy día del equipo económico de Bachelet. Allí están (para recordarlos ad eternum), José de Gregorio, el propio René Cortázar, el tal Bitrán y unos nuevos guarapos adscritos al FMI (tan neoliberales y pro megaempresarios transnacionales como los anteriores) apellidados Larraín, Davis y etcétera, etcétera. Ello  obliga a pensar que el listado de ‘asesores’ de doña Michelle fue preparado y ordenado desde Washington… o tal vez desde la sucursal del FMI en C hile, llamada Casa Piedra.

En buenas cuentas, ninguno de los personajes mencionados es proclive a redactar una nueva Constitución; menos aún a renacionalizar el cobre, recuperar el mar para todos los chilenos, trabajar en pro de una educación pública gratuita y de calidad, como tampoco están dispuestos a derribar el indigno sistema binominal y, menos todavía, aquel negociado clasista y decimonónico llamado AFP’s.

En buenas cuentas, el equipo de Bachelet en nada se diferencia del que tendría la derecha en La Moneda si Mathei fuera la nueva mandataria, lo que significa que con doña Michelle o con doña Evelyn  la situación del país sería exactamente la misma, ergo, la brecha económica persistiría, así como continuaría la ignominia de  una educación y una salud pública entregadas a manos de bolicheros que gustan ser llamados “mercado”, amén de consolidarse ‘legalmente’ la patota o pandilla de ladrones conocidos como Isapres, megatiendas, farmacias, banca, cajas de compensación y financieras.

Con ese equipo, y con doña Michelle a cargo de él (lo cual permite aventurar que será el FMI y Washington quienes realmente gobiernen en beneficio de los  intereses de USA y en detrimento de los intereses de la sociedad civil chilena), podríamos barruntar que la s líneas escritas por Dante Alighieri serían aplicables a Chile 2014: “pierdan toda esperanza (los progresistas e izquierdistas) quienes ingresen a este lugar” (‘La Divina Comedia’, el infierno de Dante).

Será, pues, el momento adecuado, propicio y necesario (o inevitable) para que aquellos sectores de izquierda que todavía creen en el ‘viejito pascuero’ hagan abandono –por fin- de ese bloque pro neoliberal llamado Concertación. Lo mismo habrá de suceder con algunos supuestamente ‘vivarachos’ izquierdistas que apostaron a “cambiar el sistema desde adentro”, pero que en buenas cuentas terminaron fagocitados y mediatizados por el mismo. Por ello, si Bachelet logra ascender nuevamente a La Moneda, es más que probable la dispersión de gran parte de sus apoyos, en especial aquellos de izquierda y muchos ‘progresistas’ de buena fe, quienes decidirán regresar a las huestes y trincheras de las cuales surgieron. Vale decir, a uno de esos tres tercios… en este caso, al ‘tercio de la izquierda real’, la auténtica.

Cando lo anterior acaezca, también será un  hecho de la causa entender que –gracias al Altísimo-  los predadores neoliberales sitos en el Congreso nacional deberán poner sus barbas en remojo y, quiéranlo o no, se verán compelidos a negociar cada iniciativa y proyecto con ese ‘tercio’ que decidirá lo que debe o no debe ser ley. La desastrosa “política de los acuerdos” contraída entre neoliberales patrones y neoliberales mayordomos de esos patrones, habrá llegado a su fin.

Tal cual Fray Luis de León manifestó su histórica frase en la España feudal luego de haber salido de la cárcel, la izquierda –rememorando a la Unidad Popular- podrá lenguajear en el Congreso: “como decíamos ayer…”,  y el pueblo, nuevamente, tendrá esperanzas. pues digámoslo sin ambages, nunca hubo más y mejor República en Chile –y democracia real- que en la época cuando imperaron los tres tercios (1925-1973) .

 

 MITOS Y LEYENDAS POLÍTICAS BAJO EL MICROSCOPIO

Ese “centrino” llamado Patricio Aylwin Azócar

No ha existido altercado, contubernio ni rastrojo político en Chile en el cual ‘don Patricio’ no haya estado presente. Para no olvidar, es bueno recordar estas cuestiones de tiempo en tiempo

 Patricio Aylwin Azócar, ex –Presidente de la República, fue quien le correspondió dirigir los destinos de la nación en el período conocido como “transicional”. Respecto de este personaje es necesario puntualizar algunas cuestiones que, como es habitual en Chile, tienden a olvidarse con infame facilidad. Para ello, permítame amigo lector recurrir a  algunos párrafos de una ya añosa aproximación a ensayo que titulé “El centrinaje, marca indeleble de la idiosincrasia chilena”.

Para efectos de estas líneas llamaremos “centrinos” a aquellas personas que son homogeneizadas por características, conductas y hábitos específicos que escapan, claramente, de las cualidades que se suponen esenciales en un ser humano, como la inclinación a la verdad, la coherencia y la consecuencia ideológica.

La idea-fuerza de esa aproximación a ensayo –“El Centrinaje”- poseía también aristas geográficas ya que las personas así caracterizadas por el concepto anterior, por lo general, vivían o se desarrollaban culturalmente en la zona central de Chile, por lo que el autor se vio impelido, a fuerza de coincidencias, al traslapo de ambas situaciones que están a escasos milímetros de conformar un todo orgánico. En este asunto, todos los políticos del actual duopolio gobernante, sin excepción, dicen lo que no piensan, hacen lo que no dicen y piensan lo que callan.

A esos individuos les llamaremos centrinos. Patricio Aylwin Azócar es, sin duda alguna, uno de ellos, pues no ha existido altercado, contubernio ni rastrojo político en el cual no haya estado presente. A nombre de la democracia institucional y representativa, el señor Aylwin ha participado en cuanto ”chamullo legal” pueda encontrarse en los anales de la historia política de los últimos cincuenta años.

En 1970, luego del triunfo electoral de Salvador Allende, fue uno de los gestores del “Estatuto de Garantías”, medio por el cual su partido (Demócrata Cristiano) negoció los votos de sus parlamentarios para dirimir en el Congreso la elección del doctor socialista frente a su competidor derechista, el ingeniero y empresario Jorge Alessandri.

Como buen “centrino”, también de origen maulino, argumentó que lo hacía “en defensa de la democracia”, aunque la verdad desnuda era más bien una bofetada a los miembros de la derecha por haber negado apoyo al gobierno de Frei Montalva y al PDC en la campaña presidencial. Decía lo que no pensaba y hacía lo que no decía.

Fue uno de los pioneros en arrimarse a los cuarteles para empujar a los militares a un golpe de estado y negarse al acuerdo con Allende que propiciaba el cardenal Raúl Silva Henríquez, lo que habría evitado el baño de sangre y la brutalidad hipócrita que cayó sobre el país. Pero –centrino al fin y al cabo- primero, y durante un mes, simuló negociar para salvar su imagen futura y al mismo tiempo hacer patente el deterioro de la situación política en función de la “salida golpista” que íntimamente propiciaba.

Empujó sin pausas la resolución de la Cámara de Diputados que el año 1973 caratuló de “inconstitucional” al gobierno de Allende, entregando argumentos a los golpistas que aguardaban, armas en mano, en los pasillos aledaños.

Años después de haberse producido “el pronunciamiento militar” (como gustaba a Pinochet y Merino que la prensa dijese), al que había coadyuvado de manera sibilina y solapada, inició los ataques verbales contra la dictadura -al constatar que los militares no iban a traspasar el poder mediante un llamado a elecciones en las que el PDC confiaba obtener pingües dividendos políticos- insuflando aires de democracia a un territorio que la había perdido precisamente por la negativa a defenderla, propiciada por gente como él.

Cuando los trabajadores organizados en el Comando Nacional lograron que Pinochet y sus íntimos subiesen a un helicóptero para abandonar la ciudad de Santiago, en ese momento alterada y encendida, nuestro “príncipe” del centrinaje surgió desde las sombras para dirigir el equipo de políticos que arrinconó a los dirigentes sindicales demócrata cristianos en la reunión de Punta de Tralca (litoral de la V Región), obligándoles a entregar las riendas del movimiento de protesta a la llamada “Alianza Democrática”, organización política parida entre gallos y medianoche, cuyo único objetivo real era birlarle a los Bustos, Seguel, Mujica, Ríos, Flores y otros, el “poder de la calle y de convocatoria” y negociar, centrina, política y ladinamente, con el flamante Ministro del Interior del gobierno militar, Sergio Onofre Jarpa Reyes, un prócer de raíces políticas nazi-ibañistas-populistas-pratistas y, por añadidura, “huasas” de San Javier.

Ascendido a la Presidencia de la República, Aylwin borró con el codo lo escrito con su mano al afirmar que “procuraría justicia en la medida de lo posible”, echando agua sobre las brasas que comenzaban a consumir las podredumbres sitas en algunos cuarteles, salvando de esa manera el acuerdo alcanzado puertas adentro con los representantes pinochetistas en la reunión “secreta” que el PDC sostuvo con ellos en octubre de 1988, una vez que el pueblo concertacionista fue mandado a paseo a las pocas horas del triunfo del NO en el plebiscito del 5 de octubre de ese mismo año. En esa reunión estuvieron presentes, entre otros, René Cortázar y Juan Pablo Arellano, los juveniles nuevos “cerebros económicos” del régimen que iba reemplazar a los uniformados.

Fueron “centrinos” como él quienes pavimentaron los patios de fusilamiento y llenaron de gasolina el estanque del helicóptero “Puma”, permitieron una dulce y enriquecida sobrevida política a los responsables civiles de la masacre, defraudaron completamente a quienes escucharon sus peroratas demagógicas, esculpieron la democracia según sus intereses coyunturales y extendieron sus manos para recibir pecuniariamente la gratitud de sus antiguos adversarios, asociados hoy en la misma empresa, así como alzan los brazos en respuesta a las ovaciones de otros centrinos como ellos, entre quienes se encuentran distinguidos miembros de partidos ex –izquierdistas –ahora renovados y convertidos a la fe neoliberal- que demuestran cuán poco les importaron los miles de muertos y millones de decepcionados….total, piensan ellos, pertenecían al pueblo, a ese pueblo sumiso y abúlico que sobrevivió a otras masacres anteriores pero que se manifiesta dispuesto a apoyar con su voto y su esfuerzo a los mismos hombres que actuaron de verdugos morales.

Por ello, al final ya de sus días –como político y como ser humano- la pregunta cuya respuesta resulta de vital importancia no es otra que aquella que reza: “¿Luego de 60 años de actividad política, el señor Patricio Aylwin Azócar le hizo más bien o más mal a la democracia chilena?”.

 

Andrés Zaldívar, la “Pimpinela Escarlata” del mega empresariado (2015)

Si “los cuidados del sacristán mataron al señor cura”, las expresiones de personajes como Zaldívar destruirán lo que queda de la Nueva Mayoría, aunque recibirá un homenaje en Casa Piedra y en la CPC.

La novela escrita a comienzos del siglo veinte por la baronesa  Emma Orczy de Orcz, titulada “La Pimpinela Escarlata”, narra la historia de Sir Percy Blakeney, un aristócrata conocido en la sociedad británica georgiana como interesado más en sus ropas, fiestas y amoríos  que en cualquier otra cosa. Pero, él llevaba una vida doble, pues ante los ojos de la sociedad era simplemente un “sir”, mas, en la clandestinidad actuaba como «la Pimpinela Escarlata», un audaz salvador de aristócratas durante el  Reinado del Terror luego de haberse producido la Revolución Francesa.

Al parecer, en el país más alejado geográficamente de los grandes centros donde se desarrollaron hitos históricos, Chile, los enriquecidos propietarios de mega empresas transnacionales cuentan también con un defensor que simula emular al personaje de la novela comentada. Una especie de  chef acostumbrado a cocinar acuerdos, leyes y contubernios en beneficio y defensa del gran capital. De ello trata esta nota. Vamos entonces al asunto.

Al inefable político perenne, Andrés Zaldívar, una vez más se le ha escapado de su continente la hilacha clasista y antidemocrática cuando advirtió que “es riesgoso llegar a tener un ‘gobierno de la muchedumbre’ tras la crisis (…) en Chile puede pasar y tenemos que cuidarnos”. En esa línea, agregó que era fundamental para salir de la mentada crisis entregarle un respaldo claro a la Presidenta Bachelet, y evitar así (Zaldívar dixit) la oclocracia, es decir, “el gobierno de la muchedumbre”.

Démosle un par de vueltas a esta declaración, comenzando –como es lógico- por refrescar la memoria respecto del personaje que la emitió. ¿Quién es, realmente, Andrés Zaldívar Larraín? O tal vez la pregunta debería ser: ¿quién fue, en el pasado cercano, Andrés Zaldívar?

Este personaje ha vivido más de medio siglo de la política, y gran parte de ese tiempo lo ha hecho mamando la ubre del Estado. Muy joven aún (lo que certifica su verdadera capacidad) fue ministro del presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), y en su calidad de titular en la cartera de Hacienda fue el responsable absoluto y directo de la enorme “corrida bancaria” producida en el país luego que el día 23 de septiembre de 1970, mediante una cadena de radio y televisión,  subrayara “el efecto del resultado de la elección presidencial en la economía cuyo signo dominante es y seguirá siendo el pánico (económico y financiero) por la incertidumbre”.

Pese a que la Unidad Popular denunció esa intervención como una maniobra destinada a alentar la ruptura institucional, Chile se vio sometido a un feroz retiro de dinero desde las cuentas bancarias por parte de los usuarios…  la economía del país comenzó a tambalear desde antes de la asunción de Allende al gobierno, y todo ello, como ya se sabe, debido a las acciones efectuadas por personajes como Andrés Zaldívar, que cumplían a cabalidad las instrucciones emanadas desde la Casa Blanca en Washington, donde habitaban dos detestables personajes: Richard Nixon y Henry Kissinger.

El ‘chico’ Zaldívar nunca detuvo su accionar político favorable al gran empresariado predador de nuestros recursos naturales  y, como obvia consecuencia, contrario al interés nacional y a las verdaderas necesidades de la población. Así como respecto de Patricio Aylwin no ha habida jamás un entuerto ni un contubernio político en el cual el ex Presidente no hubiese estado involucrado desde 1969 a la fecha, tampoco ha habido un negociado favorable al desquiciamiento ambiental favorable a la gran empresa transnacional en la que el señor Zaldívar Larraín no haya estado metido (a nombre propio o de algunos de sus familiares).

Ello ocurrió con la lamentable “Ley de Pesca” durante el gobierno, precisamente, de Patricio Aylwin. En ese entonces, Anacleto Angelini se opuso férreamente a modificar la mentada ley, acusando al gobierno de “querer hacer una reforma agraria, pero en el mar”. De inmediato, la familia Zaldívar (específicamente Adolfo –quien falleció el año 2013- y Andrés) salió en abierta defensa de Angelini y sus empresas, desplegando una intensa campaña comunicacional desde el senado y a través –cómo no- de los medios de prensa que, bien sabemos, siempre han pertenecido al sector más derechista del país.

Tiempo después, ya en el año 2012, Pablo Longueira repuso un proyecto de Ley de Pesca (había sido colocado en la discusión parlamentaria por Juan Andrés Fontaine) que otorgaba a siete familias los derechos –heredables- sobre el mar chileno. Una de esas familias era la de Anacleto Angelini y sus múltiples empresas, en algunas de las cuales los Zaldívar tenían intereses económicos.

Pese a las críticas, los hermanos Zaldívar no se inhabilitaron y participaron en la votación de la referida ley, lo que provocó la molestia de otros connotados personajes, como Marcel Claude, quien acusó a los hermanos Zaldívar de representar –en el poder legislativo- los intereses de grandes empresas en contra de los pescadores artesanales. Los dardos de Claude iban dirigidos a Anacleto Angelini, cuyas empresas controlaban el 80% de la pesca total en el norte del país, y se contaba además con la participación de los hermanos Zaldívar, quienes poseían títulos accionarios en EPERVA, una de las empresas del grupo Angelini.

Aun más, en el Registro de Accionistas entregado a la Bolsa de Comercio el año 2001, aparecen diecisiete (17) miembros de la familia Zaldívar (entre hijas, sobrinos y hermanos del senador) formando un verdadero clan que, en esencia, controlaba el 1,1% de la propiedad de EPERVA.

La Revista ‘Punto Final’ (Edición 535), sobre estos asuntos, publicó: “La relación de los hermanos Zaldívar con Angelini es antigua, y no se refiere sólo a Andrés Zaldívar, presidente del Senado. Adolfo, presidente de la DC, senador de Aysén y operador político de la industria salmonera de la región, se inició laboralmente como auxiliar administrativo en las oficinas de Angelini. Otro hermano, Felipe, fue durante treinta años gerente general de Eperva, del consorcio Angelini, la pesquera más grande del país que controla el 90% de las capturas para harina de pescado en el norte”.

Pese a todo lo dicho, Andrés Zaldívar no se inhabilitó a la hora de votar la Ley de Pesca en el Senado. El aroma del dólar –para él- fue más fuerte que el incienso que se usa en  la iglesia a la que asiste dominicalmente, o que la dignidad de un parlamentario.

En aquel momento, el diputado de la IC, Sergio Aguiló,  ya había opinado críticamente respecto del actuar que el senador tuvo en la cámara alta: “Andrés Zaldívar faltó gravemente a la probidad cuando aprobó -y no se abstuvo como lo hicieron dos senadores de derecha- la llamada ‘Ley Longueira’ o Ley de Pesca, que entregó derechos perpetuos del mar chileno a las siete familias más ricas del país, teniendo graves conflictos de interés, al contar con familiares dueños de empresas pesqueras. El senador Zaldívar hoy miente descaradamente para seguir defendiendo sus intereses”.

¿Usted cree que don Andrés detuvo finalmente su traqueteo bolichero amparado en los cargos públicos que ha ostentado? Amento decirle que no, que continúa tozudamente tratando de llevar toda el agua posible al molino se los mega empresarios (y a su propio embalse, claro está).

Meses más tarde, salió al paso de la Democracia –la verdadera, no la postiza- causando nueva polémica al justificar -a pesar de las críticas de los partidos del pacto Nueva Mayoría excluidos y de figuras del mundo social como la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa- el arreglo en el Senado sobre la Reforma Tributaria, al señalar que “en los acuerdos, muchas veces en este tipo de soluciones se requiere una cierta manera de hacer las cosas que no puede hacerse de cara a la opinión pública“. Es que así le ha gustado actuar siempre a este muchachín corto de estatura pero un peso pesado en cuanto a  inmoralidad política.

Bien, pues, definido el personaje, y ya conocida su aura bolichera y anti pueblo, veamos entonces qué quiso realmente decir en esta ocasión al manifestar que Chile podía llegar a tener un “gobierno de la muchedumbre”. No se requieren muchas luces para colegir el significado de tamaña afirmación. Zaldívar no desea que la soberanía radique en el pueblo, prefiere el gobierno de la plutocracia en la que él y su familia ocupan destacado lugar.  Sus flechas envenenadas apuntan a la Asamblea Constituyente, y señala además, sin lugar a equívoco, que no apoya una nueva Constitución Política del Estado si esta fluye desde las bases populares organizadas, como colegios profesionales, federaciones y confederaciones sindicales, asociaciones de pobladores, representantes de las etnias originarias, federaciones estudiantiles, etc.

Este hombre, que lleva más de medio siglo enquistado en el aparato público del país, gobernando y legislando para la gran empresa y no para la sociedad civil chilena, se niega no solo a jubilar (tiene 79 años de edad) sino, también, a aceptar que la rueda de la Historia gira hoy hacia cambios en serio, hacia un horizonte que en esencia es el mismo que él ha combatido subrepticiamente, disfrazado de cristiano (seguidor de las enseñanzas del carpintero de Galilea) y de demócrata (vale decir, defensor de la justicia social, la solidaridad y el bienestar de Chile y su gente), pervive cómodamente en la fauna política de Pelotillehue.  

Señor Zaldívar, ya es hora del retiro… dinero le sobra. No nos haga repetir la frase que Cicerón le lanzó a Catilina en el senado romano, “quosque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?” (¿Hasta cuándo abusas de nuestra paciencia (en  este caso) Andrés Zaldívar?).  Dedíquese a escribir sus memorias; pasee… disfrute los años que le quedan de vida… venga a Coltauco a visitar a sus primos Achurra Larraín en alguno de los fundos que ellos tienen por estas zonas. Hágalo, será feliz y le quitará al país un enorme fardo. Si quiere, podemos reunirnos acá en la tierra del “agua de renacuajos”, y tomarnos un café mientras conversamos de todo lo ya escrito en esta nota… o de lo que usted desee

 

El Lupino ruso, las semillas transgénicas, los nazis, von Baer y la toma de Chile

Investigación de Juan Pablo Moreno y Arturo Alejandro Muñoz, publicada en Revista POLÍTIKA el mes de junio del año 2011.

 

CON LOS PROYECTOS impulsados por la Alianza-Concertación para el uso y abuso de las semillas transgénicas, &nbsp nuestro patrimonio genético de semillas nativas podría terminar en manos de la transnacional Monsanto, con gran provecho para Semillas von Baer y la ministro Ena von Baer, propietaria del 15% de la empresa. Los proyectos mencionados, -con el pretexto de cumplir con algunos tratados de Libre Comercio y de protección de la propiedad intelectual-, han generado hechos vergonzosos en los que han participado parlamentarios del duopolio Alianza-Concertación, así como un escándalo político-ético de proporciones.

Senadores arrepentidos

El peligroso convenio UPOV-91 aprobado por el Senado en mayo pasado (y por unanimidad y sin discusión alguna en mayo de 2009 por la Cámara de Diputados), ha sido requerido ante el Tribunal Constitucional por 17 senadores (14 de la Concertación, 1 del MAS, 1 de RN, 1 independiente) de los cuales cinco votaron contra el proyecto, cuatro se abstuvieron y ocho, presentes en la sesión, se ausentaron de la votación. Habida cuenta que el proyecto fue aprobado por sólo 13 senadores (12 UDI-RN y el senador Tuma del PPD), los doce “arrepentidos” podían haberlo rechazado en su origen, posibilitando una discusión de fondo en ambas cámaras. Pero inexplicablemente no lo hicieron y ahora el riesgo de saqueo y tráfico de nuestro patrimonio de semillas nativas depende del Tribunal Constitucional.

Sombras nazis

Un proceso por injurias graves, -iniciado en marzo de 1999 por el doctor en Sociología Flavio Rojas, ex académico de la UFRO de Temuco, contra Heinrich von Baer von Lochow, Rector delegado con Pinochet y luego Rector con el apoyo de la Concertación-, permitió acceder a un cúmulo de reveladores documentos. Ellos provienen de fuentes chilenas y estadounidenses: los archivos de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM), de Relaciones Exteriores y de Extranjería del Ministerio del Interior para las fuentes chilenas, y los archivos de la 2ª Guerra Mundial de los EEUU. Estos últimos revelan el pasado nazi-SS (*) de Erik von Baer Tatarinoff, emigrado fraudulentamente desde Bélgica a Chile en 1949, y creador de la empresa Semillas von Baer en la Región de la Araucanía en 1956.

Un oscuro pasado muy maquillado

En el mencionado conflicto judicial, en que la Corte de Apelaciones de Temuco lo encargó reo en el año 2000, Heinrich von Baer (tío de Ena), entonces Rector de la UFRO, alegó pertenecer a “una familia de antecedentes irreprochables”. Eso originó la investigación llevada a cabo por el académico Flavio Rojas, quien encontró los antecedentes del pasado nazi-SS del primer von Baer llegado a Chile en 1949. Heinrich, junto a su esposa Agnès Lochow y su hijo Erik von Baer von Lochow (principal socio-propietario de las dos empresas de Semillas Baer), había inventado y difundido por la prensa (Revistas de El Mercurio) una fábula plagada de mentiras y omisiones sobre su pasado en la Alemania nazi y su emigración a  Chile al fin de la guerra.

Pillaje genético

En la completísima investigación añadida al proceso 95.677-99 del 2º Juzgado del Crimen de Temuco se establece la verdad del maquillado pasado nazi-SS del fundador de la dinastía von Baer en Chile. También quedan en evidencia las relaciones del saqueo de las variedades rusas del Lupino, -efectuado en 1943 por un comando SS dirigido por un cercano colega de Erik von Baer en Ucrania y Crimea-, con la prosperidad y éxitos de las empresas de Semillas de von Baer en Temuco y Freire. La Historia no se escribe sólo para conocer las raíces del presente, sino también para arrojar luz sobre tinieblas interesadas y no repetir errores. Al injuriar al Doctor Flavio Rojas, fue el propio Rector de la UFRO Heinrich von Baer quien descubrió su muy cuestionable pasado, permitiendo a su pesar la rectificación de las mentiras y omisiones que le ocultó a la opinión pública por más de 60 años.

Flores tira flores

El ex senador veleta Fernando Flores, -uno de los autores del Proyecto que autoriza el uso indiscriminado de semillas transgénicas en Chile (2006)-, utilizó su blog para hacer una apología del genetista y empresario de la Región de la Araucanía Erik von Baer, padre de la ministra UDI y hermano mayor de Heinrich. Con sentida admiración Fernando Flores declara: “Quiero destacar aquí la labor que ha realizado Erik Von Baer y su familia en el ámbito de las semillas. Tengo una alta opinión de ellos, y si algún día Chile da un paso más allá en esta materia ingresando en el negocio de la biotecnología y las semillas, esta familia tiene que estar incluida.”

http://www.fernandoflores.cl/node/460

Los “irreprochables” antecedentes familiares de Heinrich von Baer

Nikolai Vavilov fue gran genetista botánico ruso-soviético que trabajó afanosamente para concretar su sueño de terminar con la hambruna y el hambre en el mundo. Mediante la genética quería producir “superplantas” capaces de crecer en cualquier lugar y bajo cualquier clima, en tierras desérticas como en gélidas tundras, con sequía o inundaciones. Vavilov dirigía los laboratorios y bancos de semillas de la URSS en Leningrado, Ucrania y Crimea. Ahí comienza la saga de hechos que revelamos hoy.

Las fatídicas SS de Heinrich Himmler promovían la producción de Lupino para transformar Alemania en un país autárquico desde el punto de vista alimentario. Erik von Baer (abuelo de la ministro) trabajaba como genetista en el anexo agrícola del Campo de Concentración de Auschwitz que dirigía el SS Obersturmbannführer Doktor Joachim Caesar.

Himmler, uno de los más altos dignatarios del régimen nazi y el colaborador más inescrupuloso de Hitler, envió a Joachim Caesar a los territorios ocupados por el Tercer Reich en Europa del Este con el objetivo de “aprovechar” toda investigación sobre el Lupino y las semillas “mata hambre”. Erick von Baer trabajó junto a Joachim Caesar y al SS Klaus Rosenstiel, bajo las órdenes del SS Untersturmführer Heinz Brücher. Este último se apropió en 1943 de los trabajos y bancos de semillas de Lupino ruso de Vavilov. Un verdadero  “pillaje” o botín de guerra. Heinz Brücher intentó aprovechar sus latrocinios en Alemania pero el Tercer Reich de Hitler ya se estaba derrumbando. En plena guerra Heinz Brücher había visitado Argentina y Chile, y puede que haya sido él quien le aconsejó a Erick von Baer escapar hacia un país sudamericano en caso de que los nazis perdieran la guerra.

Escape a Chile

El año 1948 la familia von Baer huye de la zona de Alemania ocupada por Gran Bretaña y los EEUU y se traslada ilegalmente y sin permiso de las fuerzas anglo-estadounidenses a Bélgica. Allí retoma el contacto iniciado en Alemania con el gobierno de Gabriel González Videla, a través del consulado chileno en Amberes. Dicho consulado recibió órdenes de entregar un salvoconducto que le permitió a los von Baer embarcarse rumbo a Chile. En los años 1948-49 les estaba estrictamente prohibido salir de Alemania a los ciudadanos alemanes procesados o investigados por su pasado nazi, y los Tribunales de Guerra de los EEUU tenían cuentas que saldar con Agnès von Lochow y Erik von Baer.

Mentiras no muy piadosas

Erik von Baer viajó pues ilegalmente a Bélgica y obtuvo un salvoconducto del Consulado de Chile en Amberes. A las autoridades chilenas les declaró que entre los años 1943 y 1945 “había estado enrolado en el ejército alemán, asignado en el frente Norte y Occidental». Lo que es falso pues en esas mismas fechas se encontraba en lo que hoy es la actual Polonia&nbsp (Danzig Westpreussen), como lo demuestra su membrecía en el Partido Nazi (NSDAP). Militó en la región Mark Brandenburg desde el enero de 1942 y después en Danzig Westpreussen, y jamás fue “un simple cabo de ejército bajo órdenes superiores”. Erick von Baer ingresó al partido nazi en mayo de 1937, con el numero 4.174.671. Su entrada a la SS se había producido años antes, en 1933, en la SS-Reitersturm.

En el acta de “desnazificación” firmada por Erik von Baer después de la guerra hay otras mentiras. Allí declara que nunca tuvo que ver con la «camarilla SS» en Müncheberg lo que es falso pues todos sus profesores fueron financiados por el Kaiser Wilhelm Institut (KWI) y trabajaban en Müncheberg. Uno de los profesores de von Baer fue el SS Klaus von Rosenstiel, íntimo amigo del SS Joachim Caesar, Jefe de la sección agrícola del campo de Concentración de Auschwitz donde los nazis usaban mano de obra esclava en las plantaciones de Lupino. En resumen, durante la 2ª Guerra Mundial Erick von Baer fue un técnico de los laboratorios SS que trabajaba sobre semillas robadas en los países ocupados. Fue funcionario del aparato nazi y gozó de sus privilegios.

El pretexto soviético

Los von Baer llegaron a Chile al iniciarse la década de 1950, cuando Gabriel González Videla realizaba una feroz persecución a los militantes del partido comunista criollo. Eso fue mañosamente aprovechado por los abuelos de doña Ena, quienes aseguraban que “habían tenido que huir de la persecución comunista soviética”. En realidad Agnès von Baer (nacida «von Lochow»), madre de Erik (junior) y abuela de Ena, estuvo detenida en el Tricolor Internment Camp de los EEUU, y fue juzgada por los Tribunales de Nüremberg por agresión criminal a  un paracaidista yanqui hecho prisionero en septiembre de 1944 en la zona de Alemania posteriormente ocupada por Gran Bretaña.

Con Agnès procesada por los EEUU y su marido Erik prisionero de los canadienses, nunca hubo contacto alguno del matrimonio von Baer con los temidos soviéticos, de quienes pretendían estar huyendo. En estricto rigor, de quienes huyeron fue de los Tribunales aliados que operaron en Alemania occidental.

En Chile los von Baer encontraron terreno propicio para maquillar su pasado y hacerse un nombre cuya reputación radicaría en una empresa de semillas que, a la postre, rendiría frutos no solo económicos sino también sociales y políticos. Este es, en resumen, el curriculum familiar “irreprochable” que maquilló Heinrich von Baer ante la justicia chilena el año 1999, recibiendo el apoyo de inefables personajes de la política “progresista” criolla como Fernando Flores y Ricardo Lagos Escobar.

Del “irreprochable” pasado al escándalo de hoy

Hace algunas semanas (véase “Politika”, edición del 1 de junio), el Senado chileno aprobó la ley que puede marcar la dependencia absoluta del campesinado chileno -y de las etnias originarias que viven de la agricultura de subsistencia- de una empresa de semillas: la transnacional Monsanto. Esta empresa, condenada por los Tribunales estadounidenses, está asociada en Chile con dos empresas de la familia von Baer. En materia de transgénicos queda a cargo -monopólicamente- del desarrollo de variedades de Lupino ruso, el mismo que el académico Flavio Rojas denunciara como parte del robo genético que efectuaron los nazis en la URSS. El mismo sobre el que trabajaba Erick von Baer, –genetista miembro de las SS y del Partido Nazi alemán-, en un laboratorio anexo al campo de exterminio de Auschwitz.

Conflicto de interés

Por cierto, doña Ena no es en absoluto responsable del abuelo que le otorgó el destino, pero sí lo es en cuanto a mantener un evidente conflicto de intereses ocupando un cargo público de alta investidura. Más aun si se trata de un conflicto de intereses francamente perjudicial para los cientos de miles de campesinos chilenos que, a partir de la torpe (por decir lo menos) resolución de nuestros senadores, quedarán bajo la dependencia de una empresa transnacional de dudosa reputación. Estos parlamentarios deberán responder no solo a los requerimientos de la ciudadanía sino también al juicio de la Historia. La verdad sale a la luz tarde o temprano. La familia von Baer sabe de ello.

(*) SS: Schutz Staffel= “escuadrón de defensa”. Élite de combate en la orgánica partidista nazi. Fueron creados el año 1929 para ‘defender’ a Hitler, y después cometieron atrocidades dentro de Alemania y en los territorios ocupados por la Wermacht. Su jefe era Heinrich Himmler, el Reichsführer-SS.

## Todos los documentos utilizados en esta crónica son públicos, ya sea en Chile como en los EEUU. Los documentos sobre los nazis están abiertos a cualquier ciudadano. Todo lo relacionado con el Lupino y el Kaiser Wilhelm Institut (KWI) es también público y varios investigadores han contribuido a establecer los lazos entre el régimen nazi, la mano de obra esclava de Auschwitz y el LUPINO que robaron de los laboratorios de Vavilov en la URSS.

 

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Bachelet y Nueva Mayoría comienzan a entregar oreja y rabo (2014)

Cambios y cesiones en su programa ante exigencias de la Alianza opositora señalan con claridad que gobierno de Bachelet ha girado hacia la derecha, revitalizando la electoralmente derrotada agenda de Casa Piedra, Sofofa, la CPC  y el “piñerismo”


ES LA HORA de los fichajes, pero no del fútbol. Es lo que está ocurriendo en estos primeros meses del segundo gobierno de Michelle Bachelet, donde la Presidenta ha confundido política con fútbol, y lo que es peor, confía ciegamente en que el “respetable público” seguirá aplaudiéndola y no moverá un dedo en su contra. Ella apuesta a la base que le entregan las encuestas de opinión, aunque pareciera ignorar que las mismas son sólo fotografías del momento, por lo que requeriría saber (cosa que me parece imposible que no esté en su conocimiento) que “el momento” también cambia, y no siempre de manera halagüeña.

No bien se enteró que el club deportivo Barcelona quería fichar los servicios de golero de Claudio Bravo, doña Michelle dijo “esta es la mía”, y ofreció contrato a Pablo Longueira, emérito miembro de la ultraderecha pinochetista/privatizadora/anti latinoamericanista… quien hace algún tiempo había prometido retirarse del mundo político –asegurando ser presa de una depresión- luego de que se descubriera su affaire con una diputada de su propio sector político (Radio Villa Francia informó que se trataba de Makeka Cristi, lo que nunca fue desmentido). Pero, la miel es irresistible para una mosca… más aún para un moscardón que fue discípulo preferido de Jaime Guzmán, por lo que ni corto ni perezoso aceptó la oferta que le venía como anillo al dedo a su nueva empresa (¿será una PYME?) formada junto al inefable UDI (ex MAPU) Andrés Chadwick.

Cambios y cesiones en su programa ante exigencias de la Alianza opositora, señalan con claridad que el gobierno de Bachelet ha girado hacia la derecha, retomando la electoralmente derrotada agenda que Casa Piedra, Sofofa, la CPC  y el “piñerismo” intentan revitalizar usando mano de gato.

Algunos ‘bacheletistas’ ven con honda preocupación este viraje hacia la derecha dura que doña Michelle viene dando desde hace un tiempo (recordemos a Bulnes en La Haya, al militar Sinclair en nuestra embajada en Australia, a Javiera Blanco –ex asesora y consejera de Agustín Edwards, el mayor sedicioso y anti demócrata que aún vive y respira- en el ministerio del Trabajo, etc.), pero hay otros seguidores de la Presidenta que le dispensan una fe casi musulmana, y aunque no se inclinan ni oran cinco veces al día mirando hacia La Moneda (su nueva Meca), insisten en que el mentado viraje hacia el salvajismo neoliberal y la inclusión de ex pinochetistas en el gobierno “es parte del programa que votó favorablemente el pueblo” (lo transcribo textual, así me lo dijo uno de esos talibanes michelistas, por lo que debe quedar claro que no estoy fumando yerba alguna al momento de escribir estas líneas). 

Pero, no abundemos en chirolazos y vayamos al meollo del asunto. El señor Longueira fue el responsable directo de la entrega del mar chileno y sus riquezas a siete familias. Es un privatizador anti Estado de antología. Recién conformó una empresa para asesorías en asuntos energéticos con –sáquele molde- Andrés Chadwick, y la Presidenta decidió que Longueira (y por extensión lógica, su empresa) asesoraran a otro inefable ‘progresista’ que bien baila: Máximo Pacheco Matte… quien fuera cabeza gerencial -y principal- en América Latina de la predadora y contaminante International Paper, dueña de CHH y la mayor forestal del mundo. Entre 2004 y 2009, ejerció como presidente de International Paper en Brasil, siendo el responsable de los negocios regionales en esa materia (Forestal Mininco, Sergio Melnick y Andrés Velasco lo adoran).

Han sido demasiadas las ‘renuncias’ al propio programa por parte de La Moneda en el intento de obtener apoyo y aprobación a la reforma tributaria, misma que, en honor a la verdad, ya ha sido completamente maquillada y seriamente cambiada, quedando así de  pleno gusto de la derecha y del mega empresariado. Lo mismo acaece con el tema educacional, en el que hemos sido testigos de las distintas versiones y explicaciones entregadas por el ministro Nicolás Eyzaguirre, las que difieren cuando son conversadas y explicadas a los empresarios en relación a las publicitadas ante la prensa y, por cierto, muy distintas a las prometidas a los estudiantes organizados en las reuniones sostenidas con sus organizaciones. Hay que dejar contenta a la oposición, parece ser el principal objetivo de la actual administración, sin detenerse a considerar cuánto se traiciona –una vez más- al  electorado.

Sin embargo, incluso habiéndose producido ese nivel de entreguismo (posponer la discusión sobre el aborto terapéutico para el segundo semestre de este año, es sin duda otra muestra de cuánto ha cedido el gobierno), Bachelet continúa intentando dejar satisfecha a la oposición, y para ello trastabilla peligrosamente en materias de igual relevancia que lo tributario, como es la política energética, en la que el proyecto Hidroaysén es sólo un eslabón, un capítulo (bueno o malo) en esta voluminosa novela de entreguismos y traiciones, ya que pese a ser rechazado por el consejo de ministros, Máximo Pacheco aseguró que ello “no compromete la Agenda de Energía”. Clarísimo como agua de vertiente.

Entonces, amigo lector, sume y analice el resultado de la adición. Pacheco Matte junto a Longueira y Chadwick a cargo, nada menos, que de la política y las decisiones energéticas en Chile. ¿Usted es de aquellos que aún cree que ese grupito de ultra neoliberales favorecerá al país, a las comunidades, a la gente? Siga soñando… cuando despierte, conversamos. En el ínterin, preguntémosle a Teillier, Carmona, Gutiérrez, Karol y Camila, qué tal será para ellos trabajar en el gobierno, codo a codo, con “el compañero” Longueira y los “privatizatodo”.

En el fútbol no interesa la militancia política de los jugadores… en la administración gubernamental, sí importa. La Moneda no es el club deportivo Barcelona, y el país no es la FIFA… que alguien se lo explique ‘en manzanas’ a doña Michelle, ya que hasta este momento pareciera que su propósito fuera garantizar al mega empresariado, y a la derecha, que su gobierno se esmerará en afianzar el sistema neoliberal salvaje para que continúe enhiesto y predador durante muchas décadas.

 

 

¿Qué te pasó Pablo Longueira? (2013)

¿Reflexionaste preguntándote, ‘quién soy’? ¿Soy de aquí o soy de allá? ¿Soy marioneta de pinochetistas nostálgicos, soy realmente un buen ex alumno de colegio jesuita, o era yo un concertacionista en potencia y recién vine a saberlo gracias a mi depresión? ¿O lo mejor de todo es no ser, no estar?”

HASTA HACE UN par de meses nadie en Chile hubiese pensado que tú, Pablo Longueira Montes, podrías abandonar la política -y por propia decisión, además- para circunscribir tu quehacer laboral exclusivamente al mundo privado.

Fuiste uno de los principales líderes de la UDI, desde el año 1983 en adelante, muy en especial una vez que contaste con el beneplácito y apoyo del fundador de esa tienda, Jaime Guzmán, quien te veía como el futuro gran caudillo de la derecha dura, aquella que crecía y engordaba a la sombra de la dictadura.

Ingeniero civil industrial, egresado de la Universidad de Chile, eres hermano del sacerdote  Alejandro Longueira, quien fue el último rector jesuita del colegio San Ignacio (establecimiento en el cual cursaste tus estudios de enseñanza media), lo que en alguna medida obliga a pensar –o al menos sospechar- que la indiscutible cualidad de “analistas políticos”, que dentro de la Iglesia vaticana ha distinguido siempre a los miembros de la orden fundada por Ignacio de Loyola, debió hacer efecto en tu conciencia y en tu alma a través de centenas de clases dictadas por los sacerdotes, o por docentes rigurosamente seleccionados, en asignaturas como Religión, Filosofía e Historia.

Sin embargo, egresaste  de uno de los establecimientos educacionales  de aquellos “Papas negros” (como se les conoce a los jesuitas en el mundo católico-apostólico-romano), pero no te recluiste en ninguno de los partidos políticos “tradicionales” como lo hicieron, por ejemplo, algunos ex alumnos de otro colegio –perteneciente al Arzobispado de Santiago- el Instituto de Humanidades “Luis Campino”, andamiaje educacional donde se forjaron conocidos políticos, como Hugo Rosende, Benjamín Matte, Eduardo Frei Montalva, su hijo Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Adolfo Zaldívar, Sergio Aguiló, Roberto León, José de Gregorio, y muchos más.

No, pues, Pablo… tu inserción en la política fue distinta, muy distinta, ya que desde el Centro de Alumnos de la Facultad de  Ciencias Físicas y Matemáticas de la ‘U’ –donde ocupaste el cargo de Presidente-  pasaste de un sólo golpe (ese término te perseguiría ad eternum:: ‘golpe’) a la naciente Unión Demócrata Independiente, el año1983. De allí, a la consejería de Jaime Guzmán y a la obsecuencia hacia Pinochet,  hubo sólo un par de pasos. ¿Te atrapó el remolino y dejaste que te hundiera en el mar del fascismo rampante? Lo pregunto porque tomado de la mano de Guzmán llegaste de inmediato a ocupar cargo de asesor en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. El aroma envolvente del aceite fenicio del poder te embadurnó y fuiste incapaz de reaccionar. ¿O, por el contrario, era lo que buscabas conscientemente?

Bueno, en fin, haya sido como haya sido, lo que importa ahora es despejar dudas, ya que -perdóname Pablo por mi perenne incredulidad- no logro dar crédito a la argumentación que has informado a los medios de prensa. ¿Depresión ‘médicamente diagnosticada’? ¿Eso es lo que te lanzó, intempestivamente, fuera del ring político? Fíjate que he sumando todos los números de tu currículo y de tu accionar en política, el resultado obtenido se diferencia del que entregas a la opinión pública.

Voy a ser brutalmente franco, Pablo, lo que por cierto puede llevarme a cometer un dislocado error de apreciación, pero me es imposible mantener encerrado en mi mente estos pensamientos. Respecto de tu actual situación creo que hay solamente dos, y nada más que dos, explicaciones posibles. Ambas dicen relación con una especie de “hastío y decepción” de tu parte en cuanto a la política partidista actual, o mejor dicho, en cuanto a cómo se está barajando el naipe en el sector derechista de la política criolla. Lo dicho, Pablo, para entender tu decisión hay dos posibilidades nada más.

Primera posibilidad: luego de mucho luchar contra los signos de modernización en la UDI, los cuales amenazaron fuertemente al grupo de “coroneles” haciéndoles trastabillar en las alturas del poder que mantienen dentro de esa tienda desde 1983, época de su primera fundación (habría una segunda en 1987), te percataste que aquellos valores considerados intransables por tu maestro y padre político, Jaime Guzmán, comenzaban a deshacerse bajo el agua límpida de la modernidad y la democracia, lo que incluía a tus propios aliados de Renovación Nacional, ya que cada día son más los miembros de RN (y algunos de la UDI también) que aceptan, por ejemplo, que el matrimonio “no resulta ser una unión exclusiva entre hombre y mujer” sino que puede aceptarse legal y oficialmente la vida en pareja de personas del mismo sexo. Eso, Pablo, lo se, te sacó de quicio en su momento.

Como también te molestó el que muchos de tus propios seguidores no concordaran con tu  crítica a la población de inmigrantes ilegales que existe en el país, cuando audaz e irresponsablemente les culpaste de los problemas económicos que afectan a las regiones del norte. Para qué ahondar respecto a la sonora discrepancia habida al interior de las huestes electorales del bloque oficialista (Alianza) en relación a tu postura sobre el aborto. ¿Cómo reza la canción compuesta por el chileno Julio Numhauser, “Cambia, todo cambia”? La rueda de la Historia no se detiene y todo cambia, Pablo, pero ello no lo aceptaste. Te pareció insoportable tener que comandar a una sociedad cuyos valores no son similares a los tuyos, a los de Jaime Guzmán, a los de Pinochet. Entendiste –tarde quizá- que en el poder legislativo no contarías con la mayoría necesaria para retornar el país a la paz de los cementerios ni a la atmósfera de la iglesia en misa dominical.

Segunda posibilidad: esta alternativa tiene algunos elementos de la anyerior, pero cuenta con menos puntos para aceptarla. No obstante, es la que me hace cosquillas en la mente obligándome a dudar de su inverosimilitud. En este caso, la canción de Julio Numhauser podría cobrar cuerpo y ratificar su aserto.

Mi duda surgió hace años, específicamente cuando sacaste del atolladero a Ricardo Lagos en el 2003, rescatándolo –a él y su gobierno- de ese pozo séptico que era el estado de corruptelas y amiguismos que caracterizaban a la Concertación. ¿Recuerdas?  Extremaste tus esfuerzos para salvar al sistema, no sólo al ‘faraón’ Lagos, ya que eras consciente de que su gobierno (comotodo gobierno) contaba con temporalidad, y no con permanencia como este sistema que se ha transformado casi en ‘civilización’. El sistema Pablo, el sistema… después te percatarías que él no es todo lo bueno ni justo ni santo ni adecuado para otorgar igualdad de oportunidades a los chilenos.

Tiempo más tarde, y no lo he olvidado, ardiste en indignación con la prensa, la Concertación y muchos de tus partidarios, por el “caso Spiniak”. Allí ocurrió tu primera ‘depresión’. Jugaste a fondo tus cartas y tus capacidades para defender a Jovino Novoa, y a la UDI en su conjunto, ante la avalancha de críticas y reproches emanadas desde las redes sociales y, además, del propio mundillo político, que manifestaban grandes dudas por la inocencia de algunos eméritos dirigentes derechistas en ese bullado asunto. Tal vez, nunca estuviste plenamente seguro de actuar en beneficio de la verdad. Tal vez… y eso de actuar a contrapelo te pasó la cuenta.

Entonces, Pablo, avanzada tu historia personal y habiendo triunfado en las primarias internas de tu bloque (derrotando a Andrés Allamand), se te vino encima la formación escolar obtenida en el San Ignacio junto a la voluminosa saga de verdades conocidas ahora en relación a los actos, crímenes, robos y traiciones cometidos por la dictadura de Pinochet, avalado todo ello -hasta el tuétano- por personeros como Chadwick, Melero, Novoa, Coloma, von Baer, Cristi, Labbé, Matthei, y un largo etcétera.

Creo no equivocarme si barrunto cuán dura debe haber sido tu reflexión luego de aprobar la ley que lleva tu nombre; aquella que entregó en concesión a perpetuidad los derechos de pesca a las grandes industrias pertenecientes a siete familias megamillonarias, con la posibilidad de ser heredados por sus descendientes. Quizá, en una de aquellas largas noches cuando la depresión ataca a mansalva y con fuerza, caíste en cuenta que habías actuado demasiado abruptamenteen este tema, ya que igualmente pudiste haber traicionado al país pero usando técnicas menos derechistas y más parecidas a las tácticas de los concertacionistas, que en estas materias de vender Chile por kilos y sacar maquila de cuanto asunto se cruce frente al gobierno, son verdaderos maestros. Entonces, creo yo, te cayó la teja.

Descubriste, de un solo golpe (otra vez la palabreja esa) que luego de tan extenso recorrido tu posición política -y de vida- se acercaba más a la que ostentan algunos miembros de la ‘Nueva Mayoría’, como Ricardo Lagos, Eduardo Frei, Ignacio Walker y la misma Michelle Bachelet. Entendiste que, si ganabas la elección presidencial y llegabas a La Moneda aventado por los votos y apoyos de los pinochetistas de la UDI, estarías obligado a convertirte en una especie de “abogado del diablo” para echar por tierra no solamente las cuestiones valóricas de tus adláteres, sino también las tuyas propias, ya que habiendo egresado del San Ignacio y de la mismísima ‘casa de Bello’, las enseñanzas recibidas, la formación incorporada a tu acervo y la conciencia última post depresión en cuanto a una democracia efectiva, hicieron piel en tu alma llevándote a dejar el campo político para no traicionar a nadie, ni a tus profesores y maestros, ni tampoco a quienes te ensalzaron como un nuevo caudillo de la derecha nostálgica del pinochetismo y del neoliberalismo salvaje.

Debes haber pensado: “metí la pata… la vengo metiendo desde hace años… no soy quien digo ser… ni muy-muy ni tan-tan, ¿quién soy? ¿Soy de aquí o soy de allá? ¿Soy marioneta de pinochetistas nostálgicos, soy realmente un buen ex alumno de colegio jesuita, o era yo un concertacionista en potencia, pero recién vine a saberlo gracias a mi depresión? ¿O lo mejor de todo es no ser, no estar?”

Bien, pues, Pablo… será ardua la tarea de dilucidar las razones de tu abandono y renuncia a la vida y acción política, pero al menos esas son las dos posibilidades que me parece podrían ayudar a explicarlas. ¿Me equivoqué  y ando tan perdido como lo estuvo el teniente Bello? Es posible… pero, ¿sabes?, en estas materias de política contingente mi experiencia (que no es poca, dados mis años) me hace dudar  de las explicaciones al pasar y argumentos a la rápida. Dejemos que el sabio tiempo continúe su andar, porque tarde o temprano abrirá el cofre donde se guardan asuntos como este. Conoceremos, entonces, la verdad del mismo.

 

 


Ricardo Lagos Sumo Pontífice de la Nueva Religión Neoliberal (2014)

Al parecer, en esa misma conferencia el empresariado le nombró también “Gran Protector y Faraón del Capitalismo Planetario”, y aunque Lagos patea el balón sólo con la derecha, insiste en que la gente crea que es ‘puntero izquierdo’

REALMENTE, EN POLÍTICA queda poco (o nada) por inventar. Todo está hecho, recorrido, probado y usado. Ello viene ocurriendo desde los tiempos anteriores a la vigencia de la democracia ateniense y de imperios como el macedónico, el persa, el romano, etcétera. Lo mismo ocurre con la economía, actividad (hoy se asegura que es una ‘ciencia social’) que comenzó con el trueque, pasó al mercadeo de ferias locales, siguió rumbeando llevada en ancas de camellos y jamelgos por caravanas de bolicheros, y así, medio tiritando, medio andando y navegando, se transformó en diosa madre de los sistemas políticos vigentes en la actualidad.

Con lo anterior, intento explicar que nuestras autoridades se mueven gozosamente siguiendo los lineamientos de algunos de aquellos “vaticanos ideológicos”, los que sirven de base a las propuestas y programas de las tiendas partidistas que conforman el escenario político nacional.

Pero, la cuestión adquiere cariz de traición cuando algún dirigente de uno de esos ‘vaticanos’ decide enmendar rumbo, folio y tendencia, imitando al monarca Clodoveo, rey de los Francos, quien en el año 499 de nuestra era, se convirtió al cristianismo obedeciendo a las palabras del obispo de Reims (el futuro San Remigio): “baja la cerviz, fiero sicambro… a partir de hoy, quemarás lo que has adorado, y adorarás lo que has quemado”. Connotados políticos chilenos hicieron piel esta histórica frase… vale decir, cambiaron de “vaticano ideológico”, pero de manera silente, para que el electorado no se percatara de ello y siguiera creyendo que sufragaba por ‘progresistas’.

¿A quién, específicamente, me estoy refiriendo? Recuerdo con perfecta claridad que a las pocas horas de haber sido elegido Ricardo Lagos Presidente de la República–luego de una estrecha segunda vuelta- comenté a mis amigos que Chile estaba llevando a La Moneda al segundo González Videla de nuestra Historia. Pocos me creyeron. No me refería entonces a una traición tan profunda como la que ‘Gabito’ ejecutó contra sus antiguos compañeros de ruta –los comunistas- sino, específicamente, a que el señor Lagos (más temprano que tarde, parafraseando a Allende) gobernaría en beneficio de la mega empresa atendiendo los parámetros más salvajes del sistema neoliberal.

Así fue. No hubo equivocación de mi parte y la administración Lagos se recuerda hoy –en todos los sectores de la izquierda de verdad- como un gobierno efectuado en pro de privilegiar las grandes fortunas, los mega empresarios, las transnacionales y, por cierto, las finanzas de Estados Unidos por sobre las chilenas. Todo ello fue realizado con la mirada cómplice del socialismo concertacionista, sabedor este de que la derecha había cooptado al “faraón” Ricardo hacía años atrás, específicamente en 1989 cuando –así titulé uno de mis artículos que tocó el tema- “la Concertación se bajó los pantalones”, toda vez que el señor Lagos fue uno de los artífices de ese contubernio que mediante un plebiscito protocolizó con cemento bruto la fascistoide Constitución de 1980.

Es imposible que a buenos entendedores y mejor informados pueda extrañarles la conducta de Ricardo Lagos en materia política y económica. Le conocimos en esencia hace ya décadas, en aquellos maravillosos años de la última reforma universitaria realizada en serio en nuestro país (1968-69), ya que en una de las llamadas “mesas de reforma” me tocó participar representando a mis compañeros de la Facultad de Filosofía y Educación (Instituto Pedagógico) para debatir los puntos principales de la propuesta estudiantil de reforma ante los mandamases de la universidad, entre ellos, Ricardo Lagos Escobar (flamante Secretario General de la casa de Bello), recién electo democráticamente por los tres estamentos de la Universidad de Chile: el docente, estudiantil y paradocente.

Las conversaciones no fueron simpáticas ni calmas y en más de una oportunidad la famosa “mesa de reforma” estuvo a punto de irse al tacho en medio de diatribas, gritos, amenazas y descalificaciones. Nosotros, los estudiantes, cada tarde, entregábamos un reporte sobre lo tratado, acordado o disentido en la mañana, el que pegábamos en las murallas del Instituto dando pábulo a rápidas asambleas estudiantiles a objeto de contar con la aprobación de tal o cual iniciativa.

Uno de esos reportes desagradó profundamente al señor Lagos Escobar (que en aquella época era militante del Partido Radical) quien trató de gritonearnos al día siguiente en la reunión de rutina, acusándonos de infantilismo e irresponsabilidad ya que de acuerdo a su particular forma de ver las cosas, nosotros contábamos con la necesaria calidad de representantes del estamento alumnos para tomar decisiones y llegar a acuerdos sin tener que pasar todas las conversaciones por el tamiz demagógico y populista (según él) de las asambleas. Ahí mostró su verdadero ‘yo’. No era democrático… su indesmentible soberbia señalaba claramente que aceptaba el uso de la ‘democracia’ sólo como una especie de dádiva oficial que permitía al resto de la sociedad emitir un voto. Punto, y final.

Después, una vez electo presidente de la república, gobernó sin tapujos ni rubores a favor del mega empresariado, de las transnacionales y del capital financiero, cuestión que quedó sólidamente plasmada la jornada aquella en que el empresariado más rancio y predador del país (y me atrevería a decir que también del subcontinente) le aplaudió a rabiar, bautizándole con el mote de ‘faraón’ del momierío ultra derechista.

Sin embargo, la vuelta en semi círculos no le bastó. Le había sido insuficiente desdeñar su pasado supuestamente ‘progresista’, pues al ocurrir el intento de golpe de estado de la derecha venezolana contra el presidente Hugo Chávez, nuestro ‘faraón’ (era primer mandatario en ese momento) se apresuró en reconocer oficialmente al gobierno golpista encabezado por el empresario Pedro Carmona, apodado “el breve” ya que su intentona golpista duró escasas horas y hubo de asilarse en el extranjero. Ricardo Lagos fue, en Sudamérica, el único Presidente que apoyó el golpe de estado de la derecha caraqueña…¡¡y aún hoy sigue asegurando ser socialista!!

No se agota allí la ‘voltereta’ de Lagos, pues cuando abandonó La Moneda se dedicó a dar conferencias y seminarios a nivel nacional e internacional, lo que por cierto es espléndido y no hay ni puede haber crítica en ello. Lo execrable está en que su lenguajeo academicista y político coadyuva con el apuntalamiento del sistema neoliberal y el derribo de cualquier tipo de política que pretenda luchar contra la pobreza utilizando recursos fiscales; y aprovechando el envión, don Ricardo lanza bombas de racimo contra la izquierda latinoamericana.

Hace algunos años, la extrema derecha venezolana juntó a los ex Presidentes de los gobiernos de España, Brasil y Chile (los tres eran eméritos ex izquierdistas: Felipe González, Fernando Henrique Cardoso y Ricardo Lagos) a objeto que “narraran” sus experiencias presidenciales, lo cual realizaron ante empresarios y representantes de las cúpulas económicas pertenecientes a la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), opositora en ese entonces del Presidente Chávez y hoy adversaria feroz del presidente Nicolás Maduro. Allí, los ex Presidentes soltaron amarras y se mostraron impúdicamente en toda su desnudez neoliberal y pro norteamericana.

En ese encuentro con la derecha venezolana, Lagos comenzó su exposición intentando mostrar el supuesto aislamiento de Venezuela en lo referido al crecimiento económico, poniendo a Chile como ejemplo, aunque obvió lo fundamental: según la OCDE nuestro país posee la mayor desigualdad de distribución de la riqueza en América Latina. Pero, porfiado como ya sabemos que es, insistió alabando la economía chilena porque (anote para que no olvide) “el 95% de la maquinaria económica chilena está en manos de capitales extranjeros y funciona bajo los parámetros del Tratado de Libre Comercio (TLC)”. Aplausos apoteósicos de la concurrencia.

No se agotó allí la cháchara de nuestro conocido tartufo ex izquierdista, ya que también aseguró que los recursos del Estado no deben ser dirigidos a la inversión social. “Hay que seguir pagando impuestos, pero los recursos no pueden ser para pagar gastos corrientes”, afirmó el ex mandatario, quien agregó finalmente: “El proteccionismo no es viable”. En resumen, Lagos unió su voz a las de González y Cardoso en ciudad BANESCO, aconsejando a la derecha venezolana reducir drásticamente la inversión social, aplicar “disciplina fiscal” en vez de redistribuir las riquezas, y a los sectores más pobres del país darles solamente una porción del ‘excedente’ de los ingresos aportados por el 10% más rico de la población.

Y por último, hoy, en pleno segundo gobierno de Michelle Bachelet, el ‘faraón’ se lució ante decenas de inversionistas y empresarios, en la Conferencia RIPE de periodismno económico iberoamericano (organizada por Diario Financiero, SURA, ENERSIS y otras firmas) al criticar duramente la gestión económica de la actual mandataria, pero el momento de los orgasmos empresariales ocurrió al decir Lagos que en Chile “todo lo que pueda ser concesionado, debe ser concesionado”. ¿En ello se incluye a la Educación, la Salud, el cuidado y protección del medio ambiente… e incluso a las fuerzas armadas?

Poca duda cabe que el mega empresariado debe haberle entregado una condecoración con la frase: “Vuestra nueva fe es nuestra victoria”, nominándole Sumo Pontífice de la religión Neoliberal, y Gran Protector del Capitalismo Planetario.

 

<<En este resumen, mal llamado ‘dossier’, también hay espacio para algunos artículos que en su momento desmenuzaron a un par de tiendas partidistas. Pase y siga leyendo por favor>>

 El desorden del PS (2017)

Mi padre aseguraba que el partido socialista chileno siempre sufrió de una conocida enfermedad política: la falta de consistencia en la necesaria y vital unidad interna.

Lo que permite la atomización materializada en grupúsculos y colgajos que se desprenden del núcleo central cada vez que el PS realiza un Congreso u otra reunión nacional, o participa en el gobierno de turno.

Otra carencia del PS: el desorden vestido de «despreocupación» irresponsable y suicida, que permitió a los agentes de la dictadura –entre 1973 y 1977– acceder fácilmente a nombres y direcciones de miles de miembros del partido, lo que se tradujo en una masacre. Ninguna organización de izquierda tuvo mayor cantidad de asesinados y torturados que el viejo PS.

El mentado desorden se trasladó al exilio, en donde la atomización del PS hizo hablar del ‘archipiélago’ izquierdista. Los grupúsculos fueron numerosos, demostrando que la sangrienta historia reciente no había dejado ninguna lección. Los agentes de la dictadura continuaron infiltrando los intentos de recomposición del partido, especialmente en Italia y en México.

A tal grado llegó la infiltración cívico-militar, que el año 1983 apareció un referente bautizado como «Partido Socialista Chileno», costilla de otro esperpento conocido como «Frente Socialista». Una argamasa parida en el exilio europeo merced a los esfuerzos de la ‘inteligencia militar’ (naval, para ser exactos) encabezada por el inefable Juan Carlos Moraga Duque, quien –en el Chile de los 80– fue conocido con el nombre de Alejandro Velasco.

Velasco: esa era su ‘chapa’. Corría el año 1983. Recuerdo verle llegar al tercer piso del deslavado edificio santiaguino sito en calle Teatinos Nº 727, donde funcionaba la CEPCH (Confederación de Empleados Particulares de Chile). Fue a solicitar una entrevista con los ‘capos’ de la Confederación, en ese entonces Federico Mujica, Jorge Millán, Jorge Varela y Walter Antognini.

Su interés (eso afirmó en ese momento) era conseguir una ‘abuenamiento’ con la directiva de un sindicato afiliado a CEPCH, con el cual ‘Velasco’ mantenía un pleito judicial por asuntos de deslindes entre la colonia de veraneo de ese sindicato y una propiedad de su padre, en el puerto de San Antonio.

El proceso judicial favoreció al sindicato, pero eso no disuadió a Moraga porque el asunto de los deslindes era sólo una fórmula para ‘entrar’ al mundo sindical que había alcanzado gran notoriedad e importancia luego de las “Protestas Sociales” de ese mismo año 1983.

El objetivo era ganar la confianza de los máximos dirigentes de la CEPCH para, desde el interior de la Confederación, influir en el resto del conglomerado sindical nacional y arrastrar a muchas organizaciones de trabajadores hacia una postura abiertamente anti-demócrata.

Sin embargo, las dudas respecto de la autenticidad de Moraga superaban con creces a la voluntad de trabajar con él. Por ello, desde la CNI surgió un plan desesperado: un golpe a la cátedra…un ‘arresto’ a plena luz del día y frente a la sede misma de la CEPCH. El encarcelamiento de Moraga por parte de la CNI colocando la noticia en las portadas de diarios y noticieros de televisión.

Una tarde de viernes, al abandonar la sede sindical, fue “atrapado” por agentes de la CNI en plena calle Teatinos mediante un ostentoso operativo que detuvo el tránsito en esa vía mientras un helicóptero sobrevolaba el sector.

El gobierno de Pinochet solicitó cadena perpetua para el tal Velasco por haber ingresado clandestinamente al país. Y Velasco ya no era Velasco, pues a partir de esa mediática y peliculesca detención decidió utilizar su nombre verdadero (?): Juan Carlos Moraga Duque.

Fue defendido por un abogado ‘estrella’ de la época. El famoso ‘Tonguito’ Ovalle, un derechista liberal muy amigui del general Gustavo Leigh –en ese entonces autodeclarado (??) enemigo de Pinochet y de Manuel Contreras– le sacó de la cárcel luego de un cortísimo proceso judicial profusamente informado por la prensa oficial de aquellos años.

Al regresar a la sede de la CEPCH, Moraga se presentó como un “socialista que había ingresado clandestinamente a Chile desde el exilio”. Dijo que su centro de operaciones políticas se encontraba en Alemania Oriental y en Italia, donde, según afirmó, había trabajado asesorando a Bettino Craxi hasta poco tiempo antes de que este fuese elegido Primer Ministro del gobierno italiano. Manifestó que su interés principal era dar vida a un referente político que bautizó como “Frente Socialista”, prolegómeno de lo que –se suponía– debería ser el renacimiento del viejo Partido Socialista que, al menos en Europa, se encontraba escindido en mil fracciones.

Ya nadie le creía. Para los dirigentes sindicales de entonces todo lo que hacía Moraga olía a “planes de ‘inteligencia militar’ estructurados y acordados con la CNI”. De un día para otro, el maquinador “llegado del exilio” fue abandonado (y rechazado) por el mundo sindical y el mundo de la izquierda.

Con mayor razón cuando se le vio acompañado de extraños personajes que pronto fueron individualizados como “jóvenes oficiales de la marina en misiones civiles”, con los que Moraga arrendó e implementó un cuartucho en el segundo piso de un viejo inmueble ubicado en la avenida Ricardo Cumming, en el que instaló una suerte de mini-imprenta desde la cual fluían panfletos, librillos, volantes y similares.

Rápidamente comenzó a fraguar las estructuras de un grupo político que a poco andar se inclinó definitivamente hacia el sector encabezado entonces por Francisco Javier “Frafrá” Errázuriz, personaje relevante en materias comerciales y financieras, pero salido de las tiras cómicas en lo referido a la política en serio con su partido llamado UCC, Unión de Centro-Centro.

Conocedor de las (in)capacidades de Frafrá en asuntos públicos, Moraga se erigió rápidamente en una especie de “jefe de campaña” de la candidatura presidencial del millonario aristócrata, francamente vapuleado y ridiculizado por Patricio Aylwin y la Concertación en el año 1990. Errázuriz vivió una aventura presidencial loca y sin destino, pero rentable comercial y económicamente para Moraga Duque: ella le permitió encontrar puertas abiertas en cofradías de viejos militares y opulentos financistas pertenecientes al pinochetismo nostálgico, donde se le recordaba como “agente del gobierno militar en el mundo sindical”, como reconoció un viejo capitán de fragata que hoy se dedica a la comercialización de frutas.

Al año siguiente (1989) se descubrió cómo era en realidad esa murga política, cuando proclamó al líder del ultramontano y pronazi movimiento Patria y Libertad, Pablo Rodríguez Grez, como su precandidato a la Presidencia de la República. Años después fundó (o coadyuvó en su fundación) el Partido Regionalista, convirtiéndose en su primer presidente. De lado a lado, de una ribera a otra, el ‘agente’ Moraga se disfrazó con los perendengues de un fragmentado partido socialista, escindido en múltiples grupúsculos luego del golpe de estado.

El 29 de mayo de 2002, el diario electrónico Primera Línea (de La Nación) publicó –bajo el título «Detenido ex colaborador del régimen militar»– la siguiente nota:

“Funcionarios de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la Policía de Investigaciones detuvo a quien fuera presidente del controvertido Partido Socialista Chileno, Juan Carlos Moraga. Fuentes policiales precisaron que la diligencia se concretó a raíz de tres órdenes de arresto pendientes por estafas, las cuales habría cometido el dirigente en diversas ocasiones. Juan Carlos Moraga creó el llamado Partido Socialista Chileno para defender al general (r) Augusto Pinochet y fue además ex militante de la Juventud Socialista de San Antonio hasta 1973, para luego huir a Francia. A su regreso de Europa se integró a los servicios secretos del régimen militar. La última vez que el nombre de Juan Carlos Moraga apareció en la prensa fue a raíz de la salida de Edgardo Lienlaf de la dirección de la Conadi, debido a una venta irregular de terrenos a comunidades indígenas”.

Mucha agua ha corrido bajo los puentes desde la década de 1980, sin embargo, lo que no cambia es la calidad de administradores del sistema neoliberal que caracteriza a los dirigentes del partido socialista en su versión “renovada”, tienda que reconvirtió su fe arrodillándose ante la nueva religión del ‘capitalismo salvaje’.

El tipo de banda que permite la aparición de ‘líderes’ y/o ‘compañeros de ruta’, como Moraga Duque, Fulvio Rossi, Marcelo Díaz, Marcelo Schilling, o Daniel Farcas. Esos que tienen por bandera la insignia que les ofrecieron los patrones del economicismo de Chicago, parados sobre la expoliación del país y la explotación de la sociedad toda.

 

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PDC, del éxtasis al regreso a sus raíces y al declive (escrito el 2016)

La Falange se convirtió en Partido Demócrata Cristiano, pero este, ¿pagó las deudas contraídas por aquella? ¿Evolucionó hacia la posición que pontificó a viva voz en sus inicios? Me temo que no.

Mi abuelo –un español fallecido hace ya tres décadas- contaba que en el Norte Grande, en Iquique para mayor exactitud, cuando recién despuntaba el año 1938, dos jóvenes abogados, ex miembros de la Juventud del Partido Conservador, se acercaron a su negocio de colchones, somieres y marquesas para pedirle en arriendo una amplia bodega situada a escasas cuadras de la histórica Escuela Santa María (ya inexistente en esa época). “Somos falangistas”, le dijeron, creyendo que por su calidad de logroñés avecindado en Chile presentaría menos remilgos para un contrato.

No hubo problemas en el acuerdo de arriendo, bien sabemos que ‘negocios son negocios’, y la mentada bodega pasó a manos de los dos abogados, cuyos apellidos eran Tomic y Frei. Pagaron un mes de arriendo por adelantado y se fueron del local de la colchonería con evidente satisfacción. Sin embargo, los líos vinieron un año después, cuando los falangistas abandonaron el local y se marcharon de regreso a Santiago… pero adeudando diez meses de arriendo, cuestión que nunca fue solucionada. “Le conminamos a hacer un aporte valioso a la democracia y al progreso de Chile”, le respondieron a mi abuelo cuando este intentó cobrar la deuda. No pagaron, por supuesto. Además, ya habían abandonado la “tierra de campeones”, yéndose a instalar en la capital del reino.

Mi abuelo –Alejandro Muñoz del Fraile- daba fe que en ese bodegón comenzó a funcionar la Falange Cristiana en Iquique (y tal vez en Chile), agrupación que en 1957 pasaría a denominarse Partido Demócrata Cristiano (PDC). Por ello, sin temor a equivocarme, puedo asegurar que el PDC comenzó su vida política con deuda de arrastre.

De allí en más, todo lo que aquella tienda partidista ha realizado contiene significativa dosis de inefabilidad. Es la “teoría del péndulo”, como definiera alguna vez Julio Durán Neumann las volteretas en política, especialmente las de partidos que aseguran estar ubicados en el centro del espectro. El PDC ha querido apropiarse ad eternum de esa posición, y del ‘péndulo’, como bien muestra su propia historia.

En su andar, que más bien parece haber sido un  peregrinaje en busca del camino de retorno –cual hijo pródigo- a la casa paterna (la del Partido Conservador), el PDC ha cohabitado con teorías e ideologías diversas, incluso contradictorias, pues de las proposiciones emanadas de la pluma de Jacques Maritain y su “tercera vía al desarrollo” –aquella que gritaba ‘no al capitalismo, no al marxismo’-, surgieron voces en su interior aplaudiendo el cooperativismo y, como contrapartida, hubo otras expresiones que avalaban y proponían insertar esa tienda en las filas del capitalismo “humanizado”, pero capitalismo al fin; algo ininteligible tanto ayer como hoy. El “negro” Pando (QEPD) era uno de sus adalides.

Entre los años 1957 y 1968 el PDC logró vivir, desarrollarse y gobernar con esas indecisiones ‘pendulares’, una verdadera trenza que lo seguía atando a su raíz primera: el conservadurismo. Fue así que a pesar de las incongruencias, ganó la Moneda y una de las principales federaciones estudiantiles, la FECH.

Tuvo momentos de gloria, por cierto. Reformas como la agraria y la universitaria deben ser destacadas con letras de molde, al igual que la puesta en marcha del desarrollo comunitario vía juntas de vecinos y centros de madres. Pero, ahí se detiene la marcha. En 1969 un amplio sector de la juventud DC puso pies en polvorosa y emigró hacia la naciente Unidad Popular luego de dar origen al MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria). Un año después, otro grupo de muchachos DC haría lo mismo, pero esta vez fundando el referente llamado Izquierda Cristiana. En esos meses, el PDC ya se había declarado enemigo de la Unidad Popular y de Salvador Allende. Estaba tan sólo a milímetros de aliarse con la ultraderecha, la sedición y el golpismo.

Fue entonces que surgió a la luz pública el verdadero rostro del PDC encarnado en algunos de sus más importantes dirigentes, como es el caso de Patricio Aylwin Azócar, pues en realidad, a lo largo de la actuación política de este caballero no existió altercado ni contubernio político en el cual no hubiese estado presente. A nombre de la democracia institucional, el señor Aylwin participó en cuanto ”chamullo legal”  pueda encontrarse en los anales de nuestra historia política de los últimos cuarenta años. 

Durante el período 1970-1973,  bajo el argumento de ‘luchar contra el marxismo’, la Democracia Cristiana (oficialmente, Aylwin, Frei Montalva, Pérez Zujovic, Juan de Dios Carmona) apoyó sin desmayos la defensa de intereses norteamericanos, como los de la ITT, la Anaconda y otros, escribiendo el prolegómeno de lo que más tarde realizaría el mismo Aylwin desde La Moneda, siempre a nombre ‘’del bienestar de Chile’’.

Años después de haberse producido el golpe de estado -al que había coadyuvado de manera sibilina- inició los ataques verbales contra la dictadura al constatar que los militares no iban a traspasar el poder mediante un llamado a elecciones en las que ese partido confiaba obtener pingües dividendos políticos. Entonces, confirmando cuán certera en su alma era la “teoría del péndulo”, comenzó a insuflar aires de democracia a un territorio que la había perdido, precisamente, por la negativa a defenderla, propiciada por políticos como los que formaban parte (y aún lo hacen) de esa tienda. 

Queda en la retina una figura difícil de borrar. En la antigua Concertación, y hoy en la Nueva Mayoría, la DC pareciera ser “la quinta columna” de la derecha ultra conservadora y de las falanges franquistas y venteos vaticanos. Una especie de caballo de Troya amenazando a los socialistas de verdad (que son poquísimos ya) con abrir de nuevo las puertas de palacio para que ataquen los griegos uniformados.

Hoy, mediante personajes como el ‘pimpinela escarlata’ Andrés Zaldívar, los hermanos Ignacio y Patricio Walker, Gutenberg Martínez y su cónyuge, Soledad Alvear, el insulso Frei Ruiz-Tagle, los indisimulados derechistas Jorge Burgos y Mariana Aylwin, el propio Patricio Aylwin, la dinastía de los hermanos Rincón aliados con la inefable Javiera Blanco (filo DC), el brumoso Jorge Pizarro, y otros de idéntica estampa que fungen como autoridades en regiones y comunas varias, el partido Demócrata Cristiano ha ido sacándose la careta de “centro” poco a poco, pues cada día alguno de sus líderes sorprende a la opinión pública con declaraciones que ya se las quisieran en la UDI, en RN, en Amplitud o en CHIVA (Chile Vamos).

Lo que esos dirigentes han manifestado respecto de, por ejemplo, una nueva Constitución Política, la Asamblea Constituyente, una educación pública gratuita, la reposición de la asignatura de Educación Cívica en la educación media,  el aborto terapéutico, renacionalización del cobre, la ley de pesca, la posición de Chile ante sus pares latinoamericanos, etc., resulta suficiente argumento para entender que lenta, pero progresivamente, esa tienda se desplaza más y más hacia el lugar donde descansan sus raíces políticas. La teoría del péndulo le ha servido para vivir una cómoda existencia de casi seis décadas bajo la sombra fresca y fructífera del estado, así como al amparo protector de la maquinaria bélica que maneja y administra –vía FFAA-  la derecha más fundamentalista de América. 

Además, bueno es reiterarlo, han pasado setenta años y aún no pagan la deuda que contrajeron con el arriendo de aquella amplia –gigantesca en verdad- bodega iquiqueña. Para los derechistas (y la DC lo es), las deudas chicas no se pagan pues hay que esperar a que crezcan, y las deudas grandes tampoco se pagan porque son demasiado crecidas y entonces hay que “negociarlas” (lo que equivale a que pague ‘moya’). Los profesores conocen bien ese asunto.

Como siempre, el PDC promete lo que no le interesa cumplir, dice  lo que no piensa y hace lo que no dice.

 

<BONUS TRACK… TRES ARTÍCULOS QUE TIENEN RELACIÓN CON LA POLÌTICA, PERO …EN FIN…LÉALOS Y SAQUE SUS PROPIAS CONCLUSIONES>>

 


Neruda y Picasso, una amistad inextinguible

El libro escrito por Enrique Robertson, del que Nicole Portier supo estructurar un magnífico artículo, da cuenta de los entramados sabrosos que concluyeron en una amistad de dos grandes del arte mundial, compañeros en el sol de la vida y en la tregua de la muerte. He aquí un apretado resumen de ambas obras, la de Robertson y la de Portier.


 

EL AÑO 1949, Pablo Neruda –disfrazado de arriero, con gruesa barba y poncho- guiado por dos baqueanos, cruzó a caballo la montaraz cordillera de los Andes huyendo a Argentina, esquivando el bulto a las odiosidades de Gabriel González Videla, mandatario chileno que había puesto fuera de la ley al partido comunista.

En su larga y clandestina travesía que inició en la capital misma de la república, el vate pasó subrepticiamente por Rancagua, donde hizo noche en la humilde casa donde su tía Rosa Basualto, quien, ya vieja y casi ciega, vivía bajo el amparo de una buena amiga, doña Rosenda Zamorano, en el modesto inmueble de esta última, ubicado en el Pasaje Teniente Nº 770, casi esquina de calle Millán.

En ese delicado momento, qué  lejano y difuminado debió parecerle al poeta el tiempo aquel en que departía honores y amistad con insignes artistas de talla mundial, como Pablo Picasso, Federico García Lorca, Rafael Alberti y Paul Eluard. Aquella había sido la época en que nuestro vate recorrió ciudades y calles europeas llevando su arte a los confines del aplauso. Barcelona, Madrid y Paris fueron sus horizontes poéticos que acompañaron tan entrañables amistades. Respecto de ellas –de Picasso, y de Neruda, por cierto- trata este artículo.

Desde México, el magnífico caricaturista y dibujante chileno, Pepe Palomo, tuvo a bien enviarme el extracto de una larga crónica escrita por Nicole Portier, que se refiere a los mismos hechos que convocan estas líneas, respecto de la obra de Enrique Robertson: “Picasso y Neruda: hechos y conjeturas en torno a una amistad”.

El 08 de abril de 1973, Pablo Neruda se enteró en Isla Negra de la noticia que los teletipos de las agencias galas emitieron ese día a todo el mundo: su amigo, el gran pintor español Pablo Ruiz Picasso, había muerto en Nôtre-Dame-de-Vie, Mougins, Francia. Consternado por este hecho, Neruda, a pesar de la gravedad del mal que a él mismo le aquejaba, expresó el deseo de querer dar la que sería la última entrevista que concedió.

Lo último que de labios del poeta publicó en extenso la prensa chilena, fue el recordatorio que hizo de Pablo Picasso con ocasión del deceso del universal malagueño. Dicha entrevista apareció en el diario El Siglo, en su edición dominical del 15 de abril de 1973, pocos meses antes de la muerte del propio Neruda, acaecida en Santiago de Chile el 23 de septiembre de ese mismo año, en circunstancias tan trágicas que al poeta, en los últimos doce días de su vida, le recordarían dolorosamente lo que presenciara cuarenta años antes: los desastres de la guerra civil española.

De esa guerra, con su obra ‘España en el Corazón’, Neruda rindió estremecedor testimonio. Picasso hizo lo propio con el Guernica. Ambas obras se han comparado en más de una oportunidad. En no pocos aspectos, también sus autores son comparables y hermanables.

Neruda había llegado a Barcelona en mayo de 1934, procedente de Buenos Aires donde conoció a Federico García Lorca. En Barcelona recibe la dolorosa noticia de la muerte en Santiago, de un entrañable amigo suyo: el poeta Alberto Rojas Giménez. De las venturas y desventuras de hispano parlantes avecindados en el París de los años 20 que oyó contar a sus amigos chilenos: Ortiz de Zárate, Lalo Pachin, Isaías Cabezón, Jean Emar, etc., puede que haya sido Rojas Giménez quién más le impresionó al hablarle de Picasso: fue a él a quién se le ocurrió la afortunada idea de decir que Picasso descubría e incorporaba continentes imprevistos al mundo plástico.

Además, por el propio Neruda se sabe que no le había sido posible evitar que a sus oídos llegase lo mucho que de Picasso decía otro gran poeta de Chile: Vicente Huidobro. Y, precisamente en relación a Huidobro, le llegaba, también de Chile, otra muy irritante noticia: la que le hacía saber que estaba siendo blanco de unos ataques de inusitada virulencia. Era lo que luego sería conocido como ‘la guerrilla literaria’.

Cumple Neruda treinta años de edad y, diciendo Aquí estoy, contraataca con no menos saña con un poema en el que menciona a Picasso por primera vez, sin que éste nada tuviese que ver con los motivos de su legítima ira.

En febrero de 1935 Neruda se traslada a Madrid, donde García Lorca ya lo había presentado, siendo recibido con gran simpatía y homenajeado por su libro Residencia en la Tierra. También en 1935, un poco antes que él, Delia del Carril siguiendo el consejo de María Teresa León y Rafael Alberti, había llegado de Francia a fijar su residencia en Madrid. Delia había vivido largo tiempo en París y conocido a Picasso y a muchos de sus amigos españoles, hispanoamericanos y franceses. Ese mismo año, uno de estos últimos -Robert Desnos- participa con otros poetas galos en un encuentro político-cultural franco-español realizado en Madrid.

Por un especial motivo, Desnos prolonga su estadía hasta noviembre de 1935. Antes de regresar a París quería asistir, en octubre, a la aparición del primer número de la revista Caballo Verde para la Poesía editada por Manolo Altolaguirre y dirigida por Neruda. Desnos celebró con ellos el lanzamiento de dicha revista, un poema suyo había sido elegido para ese número inaugural. Este hecho importa porque lo más probable es que Neruda contactase personalmente con Picasso por primera vez en París, en un homenaje póstumo a García Lorca organizado por Robert Desnos y Jean Cassou.

A partir del alzamiento militar de julio de 1936, una sangrienta avalancha de hechos luctuosos había comenzado a arrasar con imparable e irracional violencia a toda España. En el triste verano de 1936 fueron asesinados muchos miles de civiles indefensos. Federico García Lorca fue uno de ellos. Este alevoso crimen y otros no menos deleznables que Neruda vio con sus propios ojos en Madrid, movieron al poeta chileno a comprometerse definitivamente con la causa republicana española. Se integra a la Alianza de Intelectuales Antifascistas y colabora en el semanario que Alberti llamó El Mono Azul; semanario que contaba con el apoyo de Picasso, a quien, lo mismo que a Neruda, la guerra civil española hizo cambiar políticamente de Saulo a Paulo.

Desposeído de su cargo consular, vía Valencia y Barcelona, Neruda llega a Francia -a Marsella- y por fin, en diciembre de 1936, a París. Con la revista Los Poetas del Mundo Apoyan al Pueblo Español y con el Grupo Hispano-Americano de Ayuda a España, que funda con César Vallejo, continúa participando allí en actividades solidarias.

En enero de 1937, Delia del Carril, que tres semanas antes había llegado a reunirse con él, escribe en una carta: ‘Pablo dará el veinte una conferencia sobre Federico García Lorca’. Así fue; a partir del 20 de enero de 1937 y con gran asistencia de público, en la Maison de la Culture de París tienen lugar unas jornadas de solidaridad con la República Española, en cuyo marco se rinde un homenaje al asesinado poeta granadino. El día 21, Neruda dio su famosa conferencia en memoria de García Lorca, que se inició, según dejó constancia la revista Commune, con unas palabras de presentación de Robert Desnos.

No podía sospechar Neruda que el destino de su amigo el poeta Robert Desnos, que ese día de enero de 1937 le presentó al público parisino, sería similar al de García Lorca. La Barcarola les recordaría después a ambos, junto a Miguel Hernández, llamándoles compañeros sin tregua en el sol y en la muerte.

El día del homenaje a García Lorca, debió ser el día en que Neruda conoció a Picasso. Se puede dar por seguro de que así fue; porque el pintor, nombrado poco antes Director del Museo del Prado y comisionado además por el gobierno de la República Española para pintar un cuadro que resultaría ser el Guernica, realizó para esas jornadas el primero de los dos grabados que titularía Sueño y Mentira de Franco.

Por ello pocas dudas pueden caber respecto a que Pablo Picasso estaba presente ese día en la Maison de la Culture de París. Allí debió haber sido donde el poeta chileno trabó personal relación de amistad con el famoso pintor español. Es también muy probable que por mediación de Bergamín -malagueño como él- Picasso ya conociese Residencia en la Tierra, editado por éste en Madrid (Cruz y Raya, 1935) y que de ese libro el poema «Walking Around» le hubiese impresionado muy especialmente.

Por esas fechas -en una etapa que él mismo designó como una de las peores de su vida- Picasso había sufrido los avatares de una severa crisis existencial que le hizo dejar de pintar; todo hace pensar que también hubo días en que le sucedía estar cansado de ser hombre, como reza el primer verso de ese poema.

Entonces, Pablo Picasso escribió. De sus escritos destaca el texto con que acompañó al grabado «Sueño y mentira de Franco». Este y otros textos suyos de ese tiempo, hacen recordar los fragmentos finales de «Walking Around». Quizá no sea una total insania de juicio aventurar que Picasso, condimentándolos con algo de la mordaz acritud de «Aquí estoy», para escribirlos encontró su real inspiración en ese poema de Neruda.

Neruda (Walking Around) «…pájaros de color azufre y horribles intestinos colgando de las puertas de las casas que odio, hay dentaduras olvidadas en una cafetera, hay espejos que debieran haber llorado de vergüenza y espanto, hay paraguas en todas partes, y venenos y ombligos…» (OC I, p.309).

Picasso (Sueño y Mentira de Franco) «fandango de lechuzas, escabeche de espaldas de pulpos de mal agüero, estropajo de pelos de coronillas de pie en medio de la sartén en pelotas puesto sobre el cucurucho……-farol de piojos donde está el perro nido de ratas y escondrijo del palacio de trapos viejos-«.

En el varias veces citado número de Cuadernos, hay también un artículo titulado Pintura y Poesía (Neruda y los Pintores) con unos cuantos retratos del poeta que, como es natural, inducen a preguntarse: ¿cuál de ellos es el pintado por Picasso?. La respuesta no es tan natural: ninguno de ellos. No es natural, ni mucho menos, que el pintor Picasso, que retrató a todos sus amigos poetas, quizá a unos mejor que a otros, pero a todos, no hubiese hecho ni siquiera una sola caricatura, como las que hizo de Alberti y otros, de su amigo el poeta Pablo Neruda. Picasso pintó al chileno Huidobro, es un retrato que sabemos pasado por pudendas regiones y que apareció en un sello de correos en Chile.

Y, aunque no fue poetisa, pintó  decenas de veces a doña Eugenia Errázuriz , dama chilena a quien Neruda también nombra en su última entrevista. Neruda habló de su amigo Picasso, en prosa y verso. Debería pues, haber una retribución de Picasso a su amigo Neruda, a pluma y pincel.

Mientras germinaba esta idea, se cumplieron ciento veinte años del nacimiento de Picasso. Esto motivó recordatorios en diversos medios. En uno de ellos, en relación a los dibujos que fechaba cada día, se dijo que -según propia declaración del pintor- equivalían a la escritura de su diario de vida. Se recordó también una frase suya: Yo no lo digo todo, pero todo lo pinto. Esta frase y lo anterior, iluminan como la luz del candil de la dama del Guernica.

Neruda lo versificó todo. La lectura del diario picassiano confirma su declaración: Picasso no lo decía todo, pero todo lo pintó.

Su diario contiene, como la poesía nerudiana, muchas autoreferencias de enorme interés; el nuestro era buscar la página que confirmara la sospecha de que, al pintar su diario de vida, algún día tendría que haber pintado un retrato de su amigo Neruda. Picasso retrató a Vallejo; y también a Huidobro. Más motivos debió haber tenido para retratar a Neruda; aunque éste, quizá por lo que una vez dijo del retrato de Huidobro, nunca quisiese a posar para ser retratado por él. De haber tal retrato, conjeturamos, debió haber sido hecho rescatándolo de la memoria y por un especial motivo: quizá uno relacionado con su ausencia cuando se requería su presencia.

No es preciso historiar la búsqueda en todo detalle; lo que importa es dejar dicho que el hallazgo del retrato de Neruda en el diario de vida picassiano, coincide con un momento de la biografía nerudiana en la que el poeta estaba en Chile y -veinte años después de su Aquí estoy- se aprestaba a celebrar allí el cumplimiento de sus cincuenta años de edad.

Este hecho hace posible que todo encaje en el tiempo y el espacio: Picasso retrató a Neruda el día en que recibió desde Chile una invitación. Y probablemente también dos poemas: Picasso y Llegada a Puerto Picasso, que serían incluidos en el libro Las Uvas y el Viento que estaba pronto a editarse y haría su aparición en febrero de 1954. Este hecho prueba que en esa etapa de su vida pública y privada, Neruda tenía especialmente presente al genial malagueño.

El día 12 de julio, Pablo Neruda celebraría su cincuentena e invitaba a Chile a su amigo Pablo Picasso. Deseaba que asistiese a las festividades de celebración de su cumpleaños; evento que -como es fácil colegir al leer ‘NERUDA’, de Volodia Teitelboim (capítulos 120- 121)- tendría una connotación política de gran envergadura; tanta como la que tuvo en aquellos eventos europeos que unos años antes habían contado con la presencia de ambos.

Debería, en un país de Hispanoamérica en el que se quería reunir a personalidades de todo el mundo, tener gran connotación. Y, para contribuir a ello con su tremendo prestigio, al país a cuyo puerto principal había arribado un día el Winnipeg, Picasso, el pintor del Guernica, no debería faltar. Pero el pintor no acudió a la cita. Y puesto que a esas alturas de su vida, era veinte años mayor que Neruda, sin excusarse ignoraba invitaciones que le habrían demandado harto menos sacrificio, puede que se haya creído que esta vez tampoco se había tomado la molestia de acusar recibo o dar respuesta a la invitación que le remitía su amigo Pablo Neruda. Nuestro hallazgo prueba -quiere probar- que sí la dio.

Su respuesta a la invitación nerudiana, fue dibujada en el diario en el que todo lo pintaba. Retrató  a Neruda en la hoja fechada el 17 de enero de 1954, titulándola «Visita en el Atelier», refiriéndose seguramente a aquella visita del poeta que éste llamó Llegada a Puerto Picasso. Este retrato ha de haber sido la respuesta y regalo de cumpleaños de Picasso a su amigo Neruda.

Si dibujo y mensaje llegaron a destino, no se sabe. Pero sí se sabe que el valioso dibujo fue exhibido por una galería de arte en Italia, un año después de la muerte del poeta chileno. Es más agradable pensar que Neruda no conoció este dibujo nunca mencionado por él, que suponer que al verlo no le gustó por considerar que caricaturizado así, de obeso y calvo poeta cincuentón, era víctima de una broma pablopicassiana que le ridiculizaba inaceptablemente.

 




 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El último nazi, el escritor maldito (2009)

A los 91 años de edad falleció el escritor Miguel Serrano, el autodeclarado nazista y defensor de la figura de Adolf Hitler, quien fuera uno de los más importantes ideólogos del neonazismo a través de su extensa obra sobre ideología racialista y misticismo nazi.


 

 

EL RECIENTE FALLECIMIENTO del escritor Miguel Serrano obliga a recordar hechos acaecidos cincuenta años atrás, en los que nuestro conocido novelista estuvo implicado por propia decisión, y que, además, continuaron produciendo réplicas hasta el día de hoy.

Miguel Serrano fue, sin duda alguna, el principal exponente chileno de la corriente política Nacional Socialista, ergo, del ideario Nazi, especialmente de aquellos aspectos relacionados con el misticismo y el surrealismo de resonancias míticas. Izquierdista durante su juventud, cambió de amores ideológicos el año 1938 al producirse la matanza de jóvenes universitarios partidarios del nazismo, los que luego de haberse rendido ante las fuerzas de carabineros, fueron asesinados en las dependencias del edificio del Seguro Obrero durante el segundo gobierno de Arturo Alessandri Palma. 

Nació en Santiago de Chile, en 1917. Pese a haber sido sobrino del gran poeta Vicente Huidobro, supo independizarse del imán de atracción que ese vate ejercía sobre la juventud de la época, e incluso desechó también las influencias de un joven Neruda que, en aquel tiempo, disputaba a Huidobro y a Pablo de Rokha el cetro máximo de la poesía criolla.

Miguel Serrano pertenece a la generación literaria de 1938, y se le considera el creador del surrealismo mitológico expresado a través de una «poesía de la prosa». Es el representante de un «nacionalismo telúrico» que le llevó a sublimar el territorio chileno, transformándolo en un centro espiritual del mundo. Durante el largo y violento proceso de la Segunda Guerra Mundial, Serrano se declaró ‘nazista y defensor de la figura y obra de Adolf Hitler’, llegando a constituirse en uno de los más relevantes ideólogos del neonazismo y exponente clave del nacimiento del ‘hitlerismo esotérico’.

La trayectoria literaria del sobrino de Vicente Huidobro estaba prácticamente olvidada. No obstante, en su tiempo, la crítica lo había considerado como un notable memorialista, área en la que se destacó por «La memoria de él y yo», formada por cuatro libros publicados entre 1993 y 1996, cada uno de un color distinto: blanco, negro, rojo y dorado.

En éstas obras, junto con sus experiencias personales, el escritor relata episodios importantes para Chile con una maestría que los convierte, a juicio del también poeta, escritor y diplomático Armando Uribe, en «las mejores memorias que se hayan escrito» en nuestro país.  «A la literatura chilena le hace falta oscuridad», llegó a decir con plena convicción quien ha sido considerado el personaje más políticamente incorrecto de nuestra fauna ideológica-partidista.

Este poeta y diplomático falleció el 28 de febrero recién pasado y, extrañamente, pareciera que el destino quiso despedirlo con una pequeña tormenta de lluvia, granizo, truenos  y relámpagos que iluminaron Santiago esa jornada. El vate, quien tenía 91 años, amaba con sólida emoción a la cordillera, y de sus contrafuertes, hondonadas y alturas imposibles llegó aquella tormenta matinal ese domingo, diciéndole adiós al autor de textos como Quién llama en los hielos, La Flor inexistente, Ni por mar ni por tierra y Las visitas de la reina de Saba, este último prologado por Carl Gustav Jung.

Fue representante de un «nacionalismo telúrico» que lo llevó a sublimar el territorio de su patria, transformándolo en un centro espiritual del mundo, pero ello se vio enrarecido por otros hechos que le agenciaron el tilde -el justo tilde, según muchos- de ‘loco nazi maldito’, ya que desde el punto de vista meramente literario e intelectual, a pesar de haber sido un defensor de las ideas nazis y haber puesto en duda el Holocausto judío, fue más que un despreciable nazi, pues fue también, durante  muchos años, un reconocido diplomático y tuvo a su haber una extensa creación literaria, compuesta por obras netamente narrativas, como por ejemplo Las Visitas de la Reina de Saba.

Después de su viaje a la Antártida (formando parte de la expedición oficial chilena de 1947) -en busca de la Base alemana de esas regiones subpolares-, fue, en 1953, nombrado Embajador de Chile en la India, donde buscó las entradas al monte Kailás, el cual según Serrano es la antípoda del monte Melimoyu, en el sur patagónico chileno (la antípoda geográfica real del Melimoyu está en el Desierto de Gobi, en Mongolia).

En su carera diplomática, Serrano fue embajador de Chile en la India, Austria y Yugoslavia, y amigo no sólo de de Carl Jung, sino también de Jawaharlal Nehru, Indira Gandhi, el poeta Ezra Pound, Hermann Hesse, el Dalai Lama y otros personajes.

Una vez abandonada la diplomacia, en 1972 y luego de haber sido embajador de Chile en Yugoslavia y en Austria, se instaló en la Suiza italiana, en Montagnola, en la vieja Casa Camuzzi, donde un día también habitara su amigo Hermann Hesse.

Allí se dedicó a escribir algunos de los libros en los que revela todo su conocimiento sobre el Nazismo Esotérico, además de haber publicado obras puramente literarias como Los Misterios o Las Visitas de la Reina de Saba.

Entre las teorías propuestas por Miguel Serrano, se encuentra la construcción de un mito sorprendente: Hitler no habría muerto en Berlín, sino que habría logrado evadir las tropas soviéticas que cercaban la capital alemana, y junto a unos escasos dirigentes nazis  se escabulló hasta un puerto noruego (país que en el mes de abril de 1945 todavía estaba en manos nazis) donde abordó un «disco volante» recién inventado por los científicos nazis, el cual lo trasladó a la Antártica…mientras, por mar, era seguido por 120 submarinos alemanes que lograron escapar de las manos aliadas. Estos dispares hechos escritos por Miguel Serrano conforman una narración que nunca descuida el trasfondo simbólico de cada elemento de una historia que así adquiere verosimilitud, al modo de una leyenda «real» de nuestro tiempo.

Un mito, sin duda. Una leyenda inventada ex profeso por este escritor nazi para dotar de misterio cosmogónico a la figura de uno de los más horrendos y salvajes genocidas del siglo veinte, Adolf Hitler, intentando (fallidamente, por cierto) suplir con un dudoso misticismo la carencia de humanidad que caracterizó al cabo austríaco.   No existe libro, canción, poesía ni cuento que pueda ocultar los gritos y gemidos de seis millones de seres humanos asesinados impune y cobardemente por las fuerzas bélicas germanas que obedecieron, precisamente, las órdenes y deseos del ‘místico’ Hitler.

Quizá, en el fondo de su alma, Miguel Serrano debe haber vivido una existencia dolorosa pues jamás pudo departir algunos minutos con su ídolo…y tal vez, también el fondo de su alma debe haberse agitado el manto de la duda, de la más ácida y mortal de las aprensiones, pues le resultaba imposible rebatir verdades enormes, como aquella que mostraba a los viejos nazis, a los dirigentes máximos del NSADP (Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes), y al propio Hitler junto a toda su camarilla de desquiciados, como enemigos abiertos y declarados de poblaciones no arias, entre ellas, las nuestras, las naciones y razas latinoamericanas, a las que el propio Hitler las llamó «pueblos de estiércol».

Es cierto que no debemos mezclar arte y literatura con política…pero cuando esta última se ha convertido en genocidio, en masacres a destajo y en odiosidades raciales, resulta incluso sano y oportuno mezclar política y arte. Por ello no sé cómo terminar este artículo. ¿Debo hacerlo afirmando que falleció el escritor y diplomático Miguel Serrano? ¿O debo concluir diciendo que falleció el último nazi, un escritor maldito, según el establishment y la racionalidad?

   
 

 

     

 

 

F     I     N

 

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