por Ricardo Klapp Santa Cruz
En los Principios y Disposiciones Generales, de la próxima Constitución, queda claro que Chile será un Estado social y democrático de derecho. Plurinacional, intercultural, regional y ecológico. Una república solidaria con democracia inclusiva y paritaria.
La protección y garantía de los derechos humanos individuales y colectivos serán el fundamento del Estado. Chile es y será un territorio único e indivisible.
Los tratados internacionales de derechos humanos ratificados y vigentes, formarán parte integral de la Constitución y gozan de rango constitucional.
Ninguna persona será sometida a torturas, ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Ni sometida a desaparición forzada, desterrada, exiliada, relegada ni sometida a desplazamiento forzado.
Las víctimas y la comunidad tienen derecho al esclarecimiento y conocimiento de la verdad respecto de graves violaciones de los derechos humanos, especialmente cuando constituyan crimenes de lesa humanidad, crimenes de guerra, genocidio o despojo territorial.
La desaparición forzada, la tortura, los crímenes de lesa humanidad, el genocidio son imprescriptibles e inamnistiables y las víctimas de las violaciones a los derechos humanos tendran derecho a la reparación integral.
El Estado garantizará el derecho a la memoria y su relación con las garantías de no repetición y los derechos a la verdad, justicia y reparación integral.
Además los sitios de memoria y memoriales serán objeto de especial protección y se asegurará su preservación y sostenibilidad.
También se establecerá un sistema de seguridad social público, que otorgue protección. El derecho a la cultura, a la libertad de expresión y opinión, a producir información y ejercer una democracia directa, participativa, comunitaria y representativa.
Es muy importante que la ciudadanía vote informada. La constitución de 1980, fue hecha en dictadura, después de torturar, asesinar y hacer desaparecer a miles de opositores.
Tendremos un Estado con derecho a viviendas dignas y adecuadas con barrios amables. Una salud que no segrege a los que nos atendemos en la salud pública. Una educación inclusiva y de acceso a los sectores populares. Una jubilación que permita vivir sin las penurias de los actuales pensionados y pensionadas de las AFP.
Igualmente la defensa del medio ambiente, el agua y la naturaleza para que las futuras generaciones puedan continuar viviendo en una patria para todos y todas, para terminar con las odiosidades que perjudican a los más necesitados y desvalidos. Un país más seguro que lo que actualmente tenemos.
Ricardo Klapp Santa Cruz
Presidente, Centro Cultural de Derechos Humanos Salvador Allende