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DE TECNOLOGÍA, DESARROLLO Y CESANTÍA

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Como la gran mayoría de los adultos de mi edad, crecí viendo dibujos animados, entre los que destaca “Marco” o como su título original “De Los Apeninos a Los Andes”. La serie narra la historia de un niño italiano, que pasa por muchas peripecias para encontrar a su madre. Esta mujer al igual que muchos italianos de esa época migro a nuestra hermana república Argentina por razones de trabajo, y Marco, su hijo la siguió, y finalmente la encontró. La historia es entera llorona, pero tiene un elemento central, que como niño no puede comprender si no luego de pasar muchos años.

Marco expone dramáticamente la historia de la migración, que fue consecuencia de los cambios políticos y económicos resultantes de la revolución industrial. El nuevo proceso de producción instalado en Europa generó población “sobrante” que no pudo ser absorbida por el mercado laboral existente en dicho periodo histórico. La modernidad con sus nuevos procesos industriales destruyo innumerables puestos de trabajo, causando gran acumulación de cesantes en toda Europa, quienes no teniendo otra opción se vieron en la necesidad de migrar a nuestro continente.

La revolución industrial, transformo los procesos productivos, con un objetivo claro y preciso, aumentan la cantidad bienes elaborados o fabricados, los que fueron destinados al mercado, sentando las bases del consumo masivo actual. La revolución industrial y su producción masiva, tuvo múltiples consecuencias, entre ellas el aumento constante y sistemático de la población mundial. De la misma forma, este cambio revolucionario sienta las bases para el surgimiento tanto de la clase obrera como la burguesa. Es en este periodo también que se acuña el concepto “pauperismo”, para referirse a la extrema pobreza.

Este artículo, no pretende dar la discusión sobre la clase obrera frente a la burguesa, por el contrario busca dar cuenta de un fenómeno social que generalmente no se discute o se soslaya, cual es la generación de “población sobrante”, que da origen a procesos migratorios que tienen como resultado la instalación de bolsones de pobreza.

De la misma forma debemos comprender que la humanidad como especie, a sobre vivido gracias a los procesos de migración, siempre hemos buscado mejores espacios de caza y de cultivo, al igual que fuentes de agua. El planeta ha sido “colonizado” por la humanidad gracias a procesos migratorios. Este fenómeno es anterior a las fronteras, ya que estas se crean con la finalidad de establecer “límites a la propiedad de la tierra”, en otras palabras bajo la lógica de la propiedad privada. De la misma forma no podemos dejar de lado a la migración forzada, consecuencia de las guerras.

Las migraciones, son el resultado de hechos violentos, pero se diferencian en que: la que es consecuencia de trasformaciones económicas (revolución industrial y tecnológica), la violencia que estos cambios generan, se encuentra encubierta, dando pie a que se justifique por hechos fortuitos que están fuera de nuestro control, por su parte, la migración o desplazamiento de la población producto de las guerras, es resultado de la violencia directa, no existiendo otra justificación que la necesidad de salvar la vida. Finalmente, las migraciones tienen una raíz económica, ya que las guerras tienen un objetivo claro, apropiarse de la riqueza que genera la tierra o defender el territorio que produce nuestro sustento.

TECNOLOGÍA y CESANTÍA

Hemos crecido en una sociedad que nos ha asegurado que la tecnología vendrá a mejorar nuestras condiciones materiales de existencia, hecho que no discutimos, por el contrario, el conocimiento científico aplicado a la técnica en sus diferentes manifestaciones han permitido mejorar nuestra vida gracias a los conocimientos médicos aplicados a la salud, vivienda, alimentación, vestuario y educación.

Esta misma tecnología aplicada a los procesos productivos, ha permitido mejorar tanto los bienes y servicios que consumimos diariamente, de la misma forma a aumentado la producción de los mismos facilitando nuestro acceso a ellos, pero esta misma tecnología aplicada, también ha desplazado de sus puestos laborales a millones de trabajadoras y trabajadores, produciéndose el efecto contrario, ya que las y los nuevos cesantes ven desmejoradas sus condiciones materiales de existencia.

Para la población abortada de los procesos productivos, existe la oferta de transformarse en “micro-empresarios”, los que deben asumir la responsabilidad de crear sus propias unidades productivas o de servicios, para con la riqueza que ellas generen, poder satisfacer sus necesidades básicas de subsistencia. Esto ha significado la proliferación de miles de unidades de subsistencia, principalmente en el sector servicios. Aún que la memoria nacional es limitada, vale la pena recordar a los mineros del carbón, quienes una vez cerradas sus fuentes laborales, fueron capacitados para transformarse en peluqueros, gasfíter, electricistas, panaderos y vendedores de sopaipillas. La crisis económica generada en la zona del carbón, producto de la perdida de las fuentes laborales, produjo también procesos migratorios de población que se trasladaron a ciudades como las capitales regionales y Santiago. Paralelamente, en la misma zona del carbón, se produce un aumento sistemático del consumo de alcohol y drogas, asociado al aumento de la tasa de delincuencia y la violencia producto de la misma.

En la medida que la tecnología avanza y de la misma forma aborta puestos laborales, hemos ido viendo en el país la aparición de miles de panaderías populares, puestos de comida rápida, negocios como minimarket, ferreterías, botillerías y puntos de ventas de drogas, entre otras.

Que la tecnología traiga asociada la perdida de fuentes laborales no es un hecho que se pueda desmentir, ejemplo de ello fue la revolución industrial que mencionamos al inicio de este artículo, los problemas a los que es necesario referirse ahora, son las consecuencias de la nueva revolución tecnológica, que se ha estado produciendo desde finales de los años 90´del siglo recién pasado. Un ejemplo gráfico de esta es el teléfono celular, herramienta de uso diario, que cada día ha venido a suplir las funciones de diversas herramientas otrora independientes y particulares.

Un aparato celular, actualmente cumple las funciones de un reloj, de un despertador, de una cámara fotográfica y de video, tanto para filmar como para producir, de la misma forma cumple le función de televisor, de radio, de grabador y reproductor de sonido, de almacenamiento de datos y computador básico, de correo y mensajería, herramienta de traspaso de recursos bancarios y para compras directas, todo complementado como un medio de información periodística.

Cada una de las funciones que cumple un aparato celular actualmente, ha significado el cierre de miles de empresas a nivel mundial, todas ellas producían independientemente aparatos que de forma particular cumplían las funciones antes enumeradas. En otras palabras, la explosión y utilización masiva de los teléfonos celulares ha dejado a millones de personas sin trabajo, quienes se han visto forzadas a buscar diversos mecanismos para satisfacer sus necesidades más básicas de subsistencia. Las consecuencias de estos hechos los vemos pero generalmente no los entendemos. El aborto de puestos de trabajo se traduce en, procesos migratorios campo ciudad, desplazamiento forzado por razones económicas, que podemos observarlo en la proliferación de vendedores ambulantes, explosión de puestos de venta de comida, masificación de propineros, como limpiadores de parabrisas, músicos, malabaristas y bailarines, en otras palabras artistas populares, acompañados del tradicional mendigo. Todo esto ha configurado que la capital de nuestro país, algo similar ocurre en regiones, se haya transformado en un mercado persa, donde la oferta de productos y alimentos es cada día más amplia y variada.

La revolución tecnológica y del celular, aún no ha llegado a su fin, por el contrario, esta avanza cada día más y se profundizará. Consecuencias directas es el cierre de 120 oficinas bancarias a nivel nacional, que como se comprenderá ha dejado un número significativo de cesantes. De la misma forma la instalación de cajeros electrónicos en los supermercados, también ha dejado a personas sin trabajo, principalmente mujeres, las que pronto serán acompañadas por más trabajadores de distinto sexo, esto por la implementación de sistema del venta en línea, el que solo requerirá bodegueros y repartidores.

La revolución tecnológica ha llegado a la agricultura medianamente, pero se profundizará, particularmente en el sector vitivinícola, el que a mediano plazo implementará sistemas de cuidado, mantención y recolección de la uva ejecutada por tecnología computarizada, lo mismo ocurrirá con la producción del vino. Esto paulatinamente ira eliminando a las y los trabajadores temporeros. Al sector vitivinícola, paulatinamente lo seguirá toda la empresa productora de frutas. Dicha transformación tecnológica dejará sin trabajo a otros miles de compatriotas. Esto será similar a lo que ocurrió con la trilla que históricamente se realizaba a mano, hoy es realizada por maquinaría que requiere mano de obra reducida y especializada. La trilla actualmente, no es más que una fiesta de carácter turístico que realizan algunas localidades para obtener recursos económicos que les permita subsistir por algunos meses.

El problema de la actual revolución tecnológica, es que se estima que en Chile el 17% de las fuentes laborales a nivel nacional se perderán gracias a este fenómeno, y que un 47% de los trabajos serán reemplazados a mediano plazo por aplicaciones computacionales y telefónicas.

TECNOLOGÍA E IDEOLOGÍA

El subtítulo inmediatamente producirá más de alguna suspicacia, ya que generará la pregunta natural que sería ¿qué tiene que ver la tecnología con la ideología?, la respuesta es bastante simple, pero como hemos perdido la capacidad de discutir de sobre qué mundo, sociedad o modelo económico, queremos construir, esta asociación entre tecnología e ideología pareciera forzada e incluso absurda.

La definición más simple de ideología, hace referencia a que es la forma en como entendemos y construimos nuestra realidad, igualmente, se concibe que la ideología representa la sociedad que deseamos construir y en la que pretendemos vivir.

Para dilucidar esta asociación, se hace necesario explicar algunos elementos básicos, el primero de ellos es la concepción del “Estado”, que no es más que la expresión de la sociedad organizada. Este ente administrativo fue creado para organizar, administrar y distribuir la riqueza que genera el trabajo de los pueblos, en consecuencia está a nuestro servicio.

De la misma forma el Estado, en su quehacer, es responsable de generar un marco normativo que regule la relación entre los ciudadanos, o sea crear leyes bajo el principio de justicia y ecuanimidad, que persigan eliminar los privilegios y de la misma forma, establecer los derechos y las obligaciones asociadas.

Como el Estado es construido y mantenido por la sociedad en su conjunto, este debe estar a su servicio, por lo tanto, su función principal es proteger a los ciudadanos que lo constituyen y mantienen, producto de lo mismo, debe crear leyes que protejan a la sociedad en su conjunto, y es en este punto en que aparece la relación con la tecnología, ya que esta debe, como se ha prometido, mejorar nuestras condiciones de vida y no al contrario.

Es necesario exponer que actualmente existen Estados que perdieron su sentido original, acción que no es casual, ya que este fue secuestrado por los intereses de grupos minoritarios que se consideran asimismo mejores o superiores al resto de la población, en otras palabras se consideran privilegiados (nobles, aristócratas, empresarios), esta condición generalmente es avalada por alguna religión que los ha establecido a ellos como los elegidos de algún dios particular, pero esa es otra historia.

Frente a lo expuesto es que hoy en nuestro país, y en diversas partes del nuestro mundo, se constata la existencia de grupos organizados que definen al Estado como su enemigo, ya que este se ha puesto al servicio de una minoría que se apropia de las riquezas naturales así como también del producto del trabajo ajeno.

Como se podrá comprender, hoy podemos establecer la existencia de 2 modelos de Estado, en realidad son tres, pero eso lo veremos posteriormente. El primero de ellos, es producto de la creación y mantención consiente de una sociedad organizada, producto de ello, se encuentra al servicio de la misma, el segundo es el que perdió su condición original, producto de lo mismo ya no se encuentra al servicio de la sociedad en su conjunto, por el contrario, solo sirve a una minoría privilegiada como nobles, aristócratas y empresarios.

Pero a qué nos referimos cuando exponemos que el Estado ha perdido su condición fundante, a nada más que, a la acción de la promulgación de leyes que establezcan que la propiedad de la tierra, y de la riqueza que produce la nación le pertenezcan al monarca, y es esta misma lógica de concepción de mundo es la que se a instalado en el Estado moderno, expresada en la creación de leyes que faciliten a los empresarios apropiarse de los recursos naturales y de la riqueza que produce el trabajo, y al mismo tiempo facilitando el reemplazo de trabajadoras y trabajadores por maquinaría, empujándolos a la pobreza y en el mejor de los casos al endeudamiento.

Una visión ideológica del mundo que deseamos construir, determinará si el Estado es responsable del bien social, por tanto, se encuentra al servicio de la sociedad, o si está al servicio de grupos privilegiados, en cuyo caso, traspasará la responsabilidad del bien estar social al propio ciudadano. De la misma forma, un Estado neo-liberal o neo-conservador, que es lo mismo, traspasará sus responsabilidades del bien social al empresario, instalando a este como el encargado de dar solución a los problemas sociales, acción que será financiada por el mismo Estado bajo el modelo subsidiario, expresado en salud, vivienda, educación, trabajo y previsión social entre otros .

Retomando, la implementación de tecnología a los procesos productivos y de servicios, apuntan a la racionalización de las empresas, en otras palabras a bajar los costos de producción, lo que implica el despido de un porcentaje importante de la masa laboral, la que pasa a formar parte del ejercito de desocupados, aumentando la oferta de mano de obra, lo que se traduce en la baja sistemática de los salarios, acción que provoca un empobrecimiento de las condiciones de vida de la población en general.

Entonces, cuando un Estado y su poder legislativo, crean leyes que facilitan los procesos de racionalización empresarial, permitiendo el despido y la baja sistemática de los salarios, debemos entender que dicho Estado no se encuentra al servicio de quien lo mantiene y paga sus gastos, por el contrario está al servicio de un grupo privilegiado que ha secuestrado el aparato administrativo para su propio beneficio.

Bajo las condiciones actuales de tecnologización de los procesos productivos, que apuntan al reemplazo sistemático de la masa laboral, debemos asumir que la crisis producto del desempleo se seguirá agudizando. Actualmente en Chile, tenemos un desempleo estructural de un 6,5% (población que no tiene ninguna imposibilitada de encontrar trabajo formal), por lo que es comprensible que la tasa de cesantía nacional haya llegado al 8,4%, la que a pesar de ser muy alta, es engañosa, ya que esta considera como “empleados” a personas que han trabajado 1 día en los últimos 3 meses, de la misma forma considera a los propineros y a los vendedores ambulantes como trabajadores “no cesantes”, al igual que a los familiares NO remunerados de las unidades productivas como micro-empresas y micro-empresas familiares. Todas estas personas subsidian los índices de cesantía nacionales, ya que si fueran considerados como personas sin trabajo formal, las estadísticas se dispararían por sobre los dos dígitos (algunos cálculos optimistas plantean que por sobre el 15% de la población no tiene un trabajo remunerado formal).

Como es imposible parar los avances tecnológicos, debemos entender que los despidos masivos de trabajadoras y trabajadores continuarán, ellas y ellos pasarán a formar parte de la población, endeudada por un lado, empobrecida por otro, víctima tanto de los bancos como de las casas comerciales, que verán frustradas sus esperanzas e ilusiones en un futuro. Estos sujetos, son y serán la consecuencia de un Estado secuestrado por los empresarios, que beneficia solo a los privilegiados de nuestro país.

De la misma forma, los nuevos cesantes y empobrecidos, tendrán que asumir la responsabilidad individual de dar solución a sus conflictos económicos y de subsistencia, esto representa un cambio estructural del aparato del Estado, ya que ha dejado su responsabilidad social de lado, la cual ha traspasado directamente a las personas, las que actualmente deben enfrentar solas los problemas que anteriormente se consideraban como sociales, en otras palabras, la cesantía y la pobreza han dejado de ser un problema colectivo y ahora solo son complicaciones individuales.

Por el contrario, un Estado mandatado para lograr el bienestar de su población, aplicará la tecnologización de la producción y los servicios en beneficio de su pueblo, tomando medidas como la disminución de las horas de trabajo, o incluso la reducción de los días de trabajo. Promoviendo el desarrollo industrial con una matriz energética no contaminante, cuidando el medio ambiente. No permitiendo el anatocismo en las compras a créditos, y estableciendo tasas de interés que no sean usureras, limitando de esta formar el traspaso de la propiedad de la tierra y de las viviendas a los bancos por deuda. Estableciendo leyes que regulen y limiten la exportación de los alimentos producidos en la nación, con la finalidad de mantener los precios bajos de los mismos y asegurando su acceso a la población nacional.

Claro, el Estado que hemos descrito superficialmente, sería el ideal, pero bajo las condiciones actuales no podremos conseguirlo, por el contrario, nuestras condiciones de vida empeoraran, los niveles de violencia crecerán, veremos viviendo cada día más gente en la calle, pero ya nos estamos acostumbrando a eso, ya que mientras no seamos nosotros los cesantes, los pobres, los violentados, los desplazados, los migrantes, los sobrantes, no nos importa.

Mario Paz Montecinos Secretario de Los Hijos de Mafalda

La Palomilla Informativa del Pueblo Desorganizado.

El Mayor Compromiso con Nuestro Pueblo es la Organización.

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