Esto de las empresas que recaban datos de opinión pública se ha transformado en una bullanga de barras bravas. CADEM es el ícono de ellas
Arturo Alejandro Muñoz
Sólo me fío de las estadísticas que yo mismo he manipulado” (Winston Churchill)
“Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira y las estadísticas” (Benjamin Disraeli)
“Hay dos panes. Usted se come dos. Yo ninguno. Consumo promedio: un pan por persona.” (Nicanor Parra, sobre las estadísticas)
«La estadística suele ser amiga de los tiranos y déspotas» (Abel Pérez Rojas, educador mexicano)
“Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística” (Joseph Stalin)
Mónica Vargas (expresidenta Colegio de Sociólogos de Chile), en el año 2017 realizó una larga y profunda encuesta de opinión entre la población de Santiago, y además contrastó sus resultados con entrevistas en profundidad con altos políticos y empresarios, quienes no dieron crédito a lo que arrojaban los datos, confiando que no podía haber malestar en el contexto de crecimiento económico. Y llegó el ’estallido social’ que ninguno de esos eméritos personajes vio venir.
Tampoco lo vio venir CADEM, quien jamás mostró una sola línea respecto de lo que se avecinaba, ya que, al preparar sus encuestas, nunca procuró la opinión de quienes estaban social y territorialmente excluidos del avance macroeconómico del sistema. ¿Por qué no lo hizo? La respuesta va más allá de una probable incompetencia profesional, llegando al terreno de la ideologización estadística en beneficio exclusivo del poderoso mundillo megaempresarial y de las cofradías políticas y mediáticas que lo amparan, ergo, la derecha y algunos de sus acompañantes excentroizquierdistas, además de la monopólica “prensa canalla” (El Mercurio, La Tercera y los canales de televisión abierta).
Durante meses, tal vez durante un año completo, la más inefable de las empresas chilenas dedicadas a recabar opinión pública sobre asuntos atingentes al acontecer político –CADEM-, ha insistido en presentar como segura vencedora a una de las dos alternativas –el ‘Rechazo’- que ofrecerá el plebiscito constitucional de salida el domingo 4 de septiembre.
No es primera vez que CADEM intenta manipular, maniobrar y torcer la opinión pública en beneficio directo de posiciones derechistas. Su currículo es bastante oscuro, y la Memoria no olvida que su gerente –Roberto Izikson- tiene fuertes y sólidos lazos con la derecha, tal como lo publicó “El Mostrador” en su página web el 29 de mayo de 2017:
<< Adimark fue su trampolín. Haciendo estudios para Piñera candidato, establece vínculos con el equipo del ex Presidente, particularmente con Rodrigo Hinzpeter, Ignacio Rivadeneira y Hernán Larraín.
<<«Piñera tenía su propia empresa de encuestas, pero los focus groups se los encargaba a Adimark. En el fondo, ahí el cliente era Rodrigo Hinzpeter, como jefe de campaña. Ahí estaba Nacho Rivadeneira y Hernán Larraín. Ese era el grupo, y yo hice de jefe de estudios. Mi rol era conectar las necesidades del cliente con la pega en específico», explica Izikson.
<<Hoy la relación con (Roberto) Méndez parece no ser la misma. Ha criticado sus trabajos directa e indirectamente, por tener una metodología «discutible»..
Lo cierto es que, como heredero de aquel, Izikson hizo una rápida carrera.
<<Los primeros meses en el Gobierno los pasó en Interior con Hinzpeter, para luego comprender que su rol sería más clave en la Secom. Según datos de GobiernoTransparente, el hombre de la opinión pública trabajó en la Subsecretaría del Interior durante 2010 a honorarios ($1.666.667 mensuales). Hasta 2011 fue el encargado de estudios de la Subsecretaría General de Gobierno, llegando a ganar $3.787.670. En 2012 y 2013 siguió en este lugar, pero esta vez como asesor comunicacional, agenda de medios y opinión pública. El último año sus ingresos fueron de $5.555.556 mensuales.
<<Ya en la Secretaría General de Gobierno, con la entonces ministra Ena Von Baer y el jefe de la Secom, Mauricio Lob. Aunque dice no conocerla de antes, sí recuerda que con Von Baer habían compartido cuando ella era su profesora en un magíster en Comunicación Estratégica en la Universidad Adolfo Ibáñez, además de esporádicos encuentros en seminarios de Libertad y Desarrollo cuando estuvo en Adimark.
<<Ya empoderado en La Moneda, a cargo de contactar a las empresas encuestadoras, el cientista político apostó por Iccom y Cadem, en paralelo al trabajo realizado por la Universidad Católica, con mediciones mensuales>>
Bien, pues, eso son CADEM e Izikson. ¿Creíbles? ¿Confiables?
Recuerde usted, amable lector, el comportamiento de CADEM en otras oportunidades, como por ejemplo las elecciones primarias cuando no tuvo empacho en privilegiar la candidatura del nacionalista José Antonio Kast en detrimento abierto de la que presentaba el puntarenense Gabriel Boric.
Lo mismo efectuó después durante la campaña presidencial; siempre era José Antonio Kast quien “lideraba en la opinión pública”…sin embargo, Gabriel Boric triunfó obteniendo la mayoría más alta registrada en las elecciones presidenciales chilenas.
El juego de Izikson y CADEM en beneficio directo de la derecha, del neoliberalismo salvaje y del Estado Subsidiario, es ya conocido y no significa sorpresa alguna. Comienza siempre –durante un larguísimo período de tiempo- amañando cifras mediante la elección de sus encuestados a objeto de mostrar como seguro vencedor al representante de la derecha y del statu quo socioeconómico. La cuestión es ‘sembrar’ en la mente de ese amplio espectro de chilenos desinformados -y bastante ingenuos- que el ganador de los respectivos comicios será el personaje que ellos (Izikson y CADEM) presentan como líderes según la opinión pública que ambos construyeron para esos efectos.
Y cuando se hace evidente que el adversario de su favorito suma más y más apoyo real en las calles, Iskinzon comienza –tarde, claro está- a “recular”, como decimos acá en el campo, y progresivamente sus encuestas semanales van mostrar un ostensible y progresivo “acercamiento” de ese adversario a las posiciones de quien es su favorito.
El asunto es que, terminado el proceso de campaña y efectuados los comicios, Roberto Izikson y CADEM dirán campanudamente que tienen “autoridad profesional” para seguir en la brecha de amañar datos para cuando la derecha los llame de nuevo a la batalla, ya que “CADEM finalmente mostró en los últimos sondeos como líder de encuestas a fulanito, quien fue el ganador de los comicios”.
Previo a ello, Izkinson se encarga de lograr que el gobierno de turno (aunque este no sea de su predilección) le extienda un contrato para realizar… ¿realizar qué?…cualquier cosa, la cuestión es que con ese contrato el gobierno de turno logra mediatizar a CADEM en sus intentos por desacreditarlo, y con ello, asegurarse que al amañar los datos Izkinson y su empresa traten bien al nuevo cliente.
¿Es discutible esto? Lea lo siguiente, amable lector (publicado por interferencia.cl): <<Cadem ganó otra licitación -en la que fue el único oferente- realizada a fines de febrero de 2022, pero cuyo proceso de adjudicación ocurrió durante el gobierno actual. Con esto, la encuestadora afín a la derecha suma negocios por $224 millones con entidades gubernamentales desde marzo, considerando los $141 millones que había suscrito con Hacienda (en mayo-junio 2022)>>
Simple, ¿verdad? Es lo que ha estado haciendo CADEM durante más de un semestre con la alternativa ‘Rechazo’…y es lo que pronto comenzará a hacer con la alterativa “Apruebo”, aproximándola lentamente a la anterior para hablar de “empate técnico” a pocos días del domingo 4 de septiembre, pero con la esperanza de haber logrado instalar en la mente de miles de chilenos la sensación de un triunfo de la alternativa que desesperadamente interesa a la minoritaria y poderosa derecha económica.
