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¿Qué leer? Barcelona, los “hechos de mayo” de 1937

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Por Pepe Gutiérrez-Álvarez

 

En el número 93 de viento sur publicado en septiembre de 2007, editamos un monográfico, titulado “1936-1937. Combates por la revolución en la guerra civil española”, en el que varios artículos abordaban este conflicto.

Por Pepe Gutiérrrez-Alvarez

[El 3 de mayo de 1937 por la tarde la fuerza pública del gobierno de la Generalitat de Catalunya intentó desalojar del edificio de Telefónica en Barcelona a los trabajadores de la CNT que lo ocupaban desde las jornadas de julio de 1936. Éstos respondieron al ataque iniciándose así un conflicto que se extendió luego a toda la ciudad y que acabó el 6 de mayo con una dura y sangrienta represión, con alrededor de 400 muertos y más de 1.000 heridos. A partir de entonces se desencadenó una persecución contra el POUM, falsamente acusado de haber provocado el conflicto: el 16 de junio sería secuestrado por la policía estalinista Andreu Nin y el POUM será ilegalizado. En el número 93 de viento sur publicado en septiembre de 2007, editamos un monográfico, titulado “1936-1937. Combates por la revolución en la guerra civil española”, en el que varios artículos abordaban este conflicto.

Reproducimos hoy, de aquel número de viento sur, la “Bibliografía” relacionada con los mismos. Intentamos con ello dar una perspectiva panorámica a la que seguirán, los próximos días, reproducciones de artículos más específicos sobre aquellos acontecimientos. En todo caso, el ejemplar completo de aquel número 93 de viento sur está disponible en http://vientosur.info/spip.php?rubrique1.]

 

Como es sabido, la respuesta al golpe militar-fascista es ante todo obra de los sindicatos y partidos obreros. El golpe provoca una revolución…a medias. Mientras que por abajo se colectiviza, por arriba se establece una cohabitación con un gobierno que gradualmente tratará de restablecer su autoridad. Esta tarea coincide con la mutación estalinista de la URSS y de los partidos comunistas. Desde entonces el PCE-PSUC abandona la línea unitaria inaugurada en octubre de 1934 para situar la liquidación de la “quinta columna” o sea contra “trotskistas” y anarquistas como una tarea prioritaria. Un giro que adquiere una significación inequívoca a las jornadas de mayo de 1937, que coinciden tanto con el proceso de restauración gubernamental y con el papel ambivalente de una soviética que envía militantes pero también policías. Se trata de la página más oscura y controvertida de la resistencia republicana, la que explica que sea el acontecimiento histórico más controvertido en las interpretaciones de las izquierdas.

Desde el sector que podríamos definir como “republicanista” en el sentido de que estiman que la República fue un horizonte insuperable, y que esta supo mantener el “Estado de Derecho” en contra de las presiones de los agentes soviéticos a los que se acusa del asesinato de Nin e incluso de la matanza de Paracuellos. Su representante más autorizado es seguramente Ángel Viñas, autor de obras como El escudo de la República (Crítica, 2007),que aborda temas como “el oro de España”, la apuesta soviética y los hechos de mayo de 1937, en base a una documentación de procedencia soviética. 1/ Viñas rechaza la “viabilidad” al proceso revolucionario al que parece atribuir una “sobredimensión” histórica (Orwell) como consecuencia de la “guerra fría”. La obra considera que el estalinismo no fue una maquinaria conspiradora que planeó sobre los acontecimientos, sino que, por el contrario, fue a remolque de ellos. En realidad se trata de una discusión sobre el papel central del movimiento obrero como la base social de la República, y de la legitimidad de sus proyectos igualitarios defendidos por anarcosindicalistas, socialistas de izquierdas y juventudes, de los comunistas incluyendo el PCE-PSUC hasta el giro estaliniano de finales del 36. Especialmente influyente en el ámbito académico de izquierdas, esta corriente valora como correcta la política estalinista con la salvedad de su dimensión estaliniana, y se ha expresado en obras como las de Helen Graham. Esta afirma que la guerra tenía que ser por fuerza el esfuerzo central de la República, lo que no contradice la interpretación de que la revolución podía haber sido un arma determinante para la victoria (como lo fue y siguió siendo desde Espartaco hasta la Nicaragua sandinista) Por otro lado, las dificultades y contradicciones del estalinismo tampoco cuestionan la naturaleza de su intervendrán rasos o autóctonos, sino toda la trama y la intencionalidad que lo envuelve.

De una manera más “militante” se sitúa Barcelona, mayo de 1937 (Debate, Madrid, 2007) de Ferrán Gallego, antiguo militante del PSUC, en El Viejo Topo (donde ha aparecido una entrevista en la que se dicen cosas como que el POUM se situaba “fuera de la República”), especialista reconocido en la historia del fascismo de la ultraderecha actual, se situó en el centro de una no aclarada relación con Josep Piqué (ex-PSUC también), que, afortunadamente, no pasó a mayores. Se trata de una obra especialmente voluminosa y alambicada. Como anécdota puede decir que todos los que he conversado sobre ella, me han confesado que se le han leído “sólo en parte”. A título de curiosidad cabe anotar que en su prolífica bibliografía, Ferrán cita ni la última historia “oficial” del PCE, Guerra y revolución en España, escriba por una comisión presidida por Dolores Ibárruri, en la que el “negro” fue el “famoso historiador” Ramón Mercader. Tampoco cita reflexiones como la de Fernando Claudín en La crisis del movimiento comunista internacional (Ruedo ibérico, 1967), cuyo capítulo La revolución inoportuna, convertido casi en “maldito” se encuentra “colgado” en www.espaimarx.org por ejemplo. En la misma línea insiste Fernando Hernández Sánchez desde Guerra o revolución: el Partido Comunista de España en la guerracivil (Ed. Crítica, 2010), que además pasa por alto toda la fase “unificadora”, aquella en la que el PCE tomó parte de la Alianza Obrera, sin cuya referencia las propuestas del POUM parecen las propias de un grupo izquierdista y sectario.

Pero sin duda la ilustración más condensada de esta línea –hubo una revolución pero no antiburguesa, no contra la política del Frente Popular-, aparece representada en la recopilación Els fets de maig que José Luis Martín Ramos editó en El Viejo Topo (2010) Martín insiste en la clave doméstica que sitúa el problema en un reajusta republicano frente a la irresponsabilidad de la CNT en su aporte La rebelión anarquista de mayo de 1937 y sus consecuencias, inserto en la obra colectiva En el combate de la historia (Pasado y Presente, 2012).

La interpretación revolucionaria podría dividirse “grosso modo” en tres áreas, la anarquista en sus múltiples variantes normalmente crítica con la dirección de la CNT-FAI, 2/ la populista también con sus matices y la derivada de las planteamientos de Trotsky según el cual España fue la otra cara de la moneda del Octubre ruso, quizás porque sucedió 20 años después frente a una contrarrevolución preventiva, y con una representación comunista alienada con la política exterior soviética, un detalle sobre el que únicamente tenían una perspectiva los que se habían forjado en la denuncia del estalinismo .

Entre los primeros se distingue el estudio (apasionado) de Miquel Amorós La revolución traicionada. La verdadera historia de Balius y Los Amigos de Durruti (Virus, Barcelona, 2003), que es una biografía de Balius ampliada a “Los Amigos” con los que se identifica el autor. La “traición” se refiere a los “circunstancialistas” de la CNT-FAI ya que los estalinistas hicieron lo que les era propio -la contrarrevolución-; a partir de su estimación un tanto paranoica sobre el “leninismo” como una variante del fascismo, su actitud ante el POUM es sectaria (“El episodio del POUM y la guerra civil retrasaron la evolución hacia la socialdemocracia que Maurín y la mayoría emprendieron sin problemas “, 2003;46); ofrece bastante información sobre los grupos revolucionarios, incluyendo bolcheviques-leninistas siempre desde un ángulo excluyente.

Quizás las observaciones más lúcidas de esta escuela sean en Guerra de clases en España 1936-1937, de Camillo Berneri (Editorial Tusquets), de la que es abiertamente deudora Lecciones de la revoluciónespañola, de Vernon Richards (Campo Abierto, 1977). Comprende una continuidad crítica del planteamiento del “Nosaltres sols” inherente a cierta FAI, 3/ de las expuestas en 1934 por Valeriano Orobón Fernández, algunos de cuyos textos se pueden encontrar en la edición de sus escritos: Anarcosindicalismo y revolución en Europa (edición de la CGT de Valladolid a cargo de José Luis Gutiérrez Molina), sobre todo por su conciencia unitaria e histórica. Berneri define la contrarrevolución como “nosckiana” (de Gustav Noske contra los espartaquistas en nombre de la “República social” o sea la de Weimar). Esta línea se explicaría que la tentativa de trasladar a España los “procesos de Moscú” acabarán siendo un semifracaso (existe una edición de los documentos judiciales y policiales de dicho proceso. 4/

Esta interpretación no es en absoluto diferente a la expresadas por el embajador norteamericano de Joseph M. Davies en su obra Mission to Moscow (llevada al cine por Michael Curtiz en 1943, después de la batalla de Stalingrado), según la cual Stalin tuvo que acabar con su “quinta columna” para afrontar la guerra contra los nazis. Es un punto de mira que desplaza la contienda española como un mero prólogo de la II Guerra Mundial. La opción revolucionaria supondría una maniobra, un desvío de lo que fueron los Aliados. No es otro el criterio del prestigio democrático de Herbert J. Southwood en su requisitoria contra el libro de Burnett Bolloten El Gran camuflage, argumento al que añade como prueba el dato de la evolución derechista de éste, y el carácter contaminado por la “guerra fría” de algunas de sus fuentes como Julián Gorkin o Jesús Hernández, ministro con Juan Negrín por parte del PCE y luego expulsado por “titoista. 5/

El cuadro izquierdista aparece ampliado en la recopilación aparecida en Alikornio: Barcelona, mayo 1937. Testimonios desde las barricadas (2007). Sus editores C. García-H. Piotrowski y Sergi Roses, recogen aportaciones de testigos y participantes, que van desde las que justifican los posicionamientos oficialistas confederales y poumistas hasta las de anarquistas, trotskistas y bordiguistas, que coinciden en la convicción de que se pudo reabrir la revolución. El libro se cierra con un cuadro biográfico bastante útil. Otra contribución en una línea próxima es la de Agustín Guillamón, Barricadas en Barcelona. La CNT de la victoria de julio de 1936 a la necesaria derrota de mayo de 1937, título de prosa bastante indicativo de las tesis del autor: la derrota del 37 fue “prolongación natural” de las deficiencias y compromisos de julio del 36. El libro -por cierto, editado por Espartakus, una continuación en castellano de la antigua y mítica editorial izquierdista parisina- añade además algunos anexos del mayor interés, como el teletipo del dirigente del PSUC, José del Barrio y en el que se plantea sí cabía bombardear la Barcelona insumisa. 6/

De menor voluntad más amplia es el aporte del incombustible Ferrán Aïsa, que tiene empero un título no menos indicativo: Contrarrevolució. Els fets de Maig (Ed. 1984, Barcelona), un trabajo minucioso como todos los suyos, que rehúye las conclusiones simples. Se puede decir que resulta algo así como un trabajo que amplía y actualiza lo que se venía a plantear en el primer estudio serio sobre el evento, el de Manuel Cruells, Mayo sangriento, Barcelona, 1937 (Juventud, Barcelona, 1970), y que a su vez, ampliaba lo que ya habían dicho al respecto autores como Broué-Temime (La guerra y la revolución de España], así como José Peirats (La CNT en la revolución española). 7/ Aïsa responsabiliza a la CNT de haber dejado “solo” al POUM. Hace años la Fundación Andreu Nin editó Los sucesos de mayo de 1937. una revolución en la República (Pandora Libros, Barcelona, 1988 ), en el que se recogíeron textos de Fierre Broué (Guerra civil en la guerra civil), Pelai Pagés (Reflexiones sobre mayo 1937), de así como testimonios poumistas (Teresa Andrade, Francesc del Cabo, “Quique” Rodríguez, etc.), aparte de una crítica del autor de estas líneas al juego expuesto por Pierre Vilar en su breviario sobre la guerra civil, colocando al mismo nivel cuatro hipótesis sobre el desencadenante de las jornadas con tal de diluir la actuación soviética.

Los escritos republicanos de Nin han sido objeto de una edición ampliada, La revolución española bajo la dirección de Pelai Pagés para El Viejo Topo. Pelai también ha prologado para Renacimiento la reedición de Espionaje en España, el infecto panfleto estaliniano firmado por el inexistente Max Rieger con un prólogo impresentable de José Bergamín, lo que significaría la mayor mancha en su biografía. 8/ En la misma editorial también ha aparecido una de sus obras más trabajadas: Cataluña en Esta misma editorial publicaría el exhaustivo estudio del discípulo de Pierre Broué, Josep Antoni Pozo González, Poder legal y poder real en la Cataluña revolucionana de 1936. Crisis i recomposició de I’ Estat Una ampliación del estudio es Catalunya antifeixista. El govern Tarradellas enfront de la crisi política i el conflicte social. Septembre de 1936-abril de 1937 (Ed. Dau, 2012).

Por el flanco trostkiano, se realizaron (re)ediciones de los alegatos de testigos, teóricos e historiadores desde el Casanova (Borlen), El Frente Popular abrió las puertas Franco, curiosamente el mismo que el propio Trotsky criticó en; el G. Munis (Manuel Fernández Grandizo), Jalones de derrota, promesas de victoria, del norteamericano Félix Morrow, Revolución y contrarrevolución en España que trató de ilustrar (temerariamente) los argumentos de Trotsky siguiendo tomando como fuente la prensa de la época; en pdf se pueden encontrar la parte española de los estudios de Pierre Broué, En Lucha por ejemplolo hizo con el breviario La revolución española, 1931-1939) que Península publicó en 1977 con la ayuda de Pelai Pagés Quizás resulte aconsejable repasar estos “clásicos” junto con el texto de Durgan; así se podrá apreciar el extremado peso doctrinario, tan presente en los escritos de Trotsky sobre la guerra, netamente inferiores a los que desarrolló sobre Alemania o Francia, situaciones que le resultaban muchísimo más familiares. Sobre este punto me remito a mi libro El fantasma de Trotsky (España, 1916-1940), que editó Renacimiento (2012) donde se trata de situar el alcance y las limitaciones de una escuela que se ha visto obligada a “revisar” sus criterios en base a sus lecturas, reflexiones pero sobre todo desde su animada relación con los veteranos del POUM que con sus errores y limitaciones vivieron los hechos desde unas trincheras que respondían a una situación de final del periodo iniciado con la revolución de Octubre. Contra un ejército que trataba de imponer una “contrarrevolución preventiva” y el auge del estalinismo, un fenómeno sobre el que todavía algunas tratan de restringir a sus peores perversiones al tiempo que alaban “el realismo” político de Stalin. Un realismo que se justifica por el simple hecho de que, al final de todo, consiguió la victoria.

A todo esto habría que añadirle obras como la ya clásica de Wilebaldo Solano El POUM en la historia que editó Catarata (ya agotado) que tendría sendas versiones en Francia y Rusia…Por otro lado, hasta donde sabemos, la Fundació Andreu Nin se ha implicado en la promoción de toda clase de jornadas, debates y ediciones sobre las jornadas de mayo y la actuación del POUM, por ejemplo editó magnífico prólogo de Juan a su antología de escritos de Nin para Ruedo Ibérico, y ha dado cabida en su Web a toda clase de aportaciones en su voluntad de crear puentes de unidad y debates sin exclusión.

 

(*) Edición revisada del texto publicada hace en el viento sur (nº 92, septiembre 2007), el único monográfico sobre un tema y que supone una referencia bibliográfica ya de por sí significada.

 

Notas

1/ Una crítica metodológica es la de desarrollada por Jordi Torrentt Bestit incluido en la obra colectiva El POUM y el caso Nin. Una historia abierta (Laertes, 2014). Esta obra (dirigida por Pelai Pagés y Pepe Gutiérrez-Álvarez), trata de responder al planteamiento de alguno significados historiadores que aseguran no comprender la importancia que la historiografía concede al POUM y al asesinato de Nin, entrando en detalles como la enorme repercusión alcanzada por la película Tierra y Libertad, un dato especialmente revelador sobre el que inciden Wilebando Solano y Miguel Romero. La respuesta es que dicha importancia responde tanto a su influencia real (en el movimiento obrero y entre los sectores que coincidieron en la Alianza Obrera), sin olvidarla trascendencia de su rechazo al estalinismo cuando nadie lo hacía.

2/ Resulta significativo el hecho de que el documentalismo Mikel Muñoz, autor de La revolución acabó en mayo, no encontrará a ningún historiador de esta filiación que se prestara a defender la posición oficialista. Seguramente la aportación reciente más significada sea la de Dolors Marín, Ministros anarquistas (Debolsillo, 2005) que sitúa los límites de la CNT más en las circunstancias (perfectamente previsibles desde siempre) que por contradicciones como las señaladas por autores como Chris Ealham en su texto Una revolución a medias, incluido en viento sur.

4/ Esta conexión está tratada en El proceso de 1938 contra el POUM. Barcelona no fue Moscú (ed. FAN), con un trabajo sumamente interesante de Carmen Grimau, El POUM la revolución como tragedia…De manera más amplia en mi trabajo titulado Un ramo de rosas rojas y una foto. Variaciones sobre el proceso del POUM (Laertes, 2009)

5/ El trabajo de Southwood (prestigioso autor de obras contra el “mito de la Cruzada de Franco” y Gernika), está incluido en La República asediada. Hostilidad internacional y conflictos internos durante la Guerra Civil

6/ Auténtico “Robinson Crusoe” de la historiografía, Agustín Guillamón ha seguido realizando sus contribuciones en obras como Los Comités de Defensa de la CNT en Barcelona (1933-1938) (2011), La revolución de los Comités (2011), El terror estalinista en Barcelona (1938) (2013), Los Amigos de Durruti. Historia y antología de textos (2013), así como en numerosos artículos.

7/ A titulo de curiosidad anotemos que en su momento la obra de Cruells alcanzó una difusión inusitada, en parte porque algunos fragmentos aparecieron en la revista “Triunfo”, sin duda la más representativa de las que se publicaban legalmente bajo el franquismo. En el caso de Peirats ha tenido lugar una sorda controversia, sobre la que sobrevuela el importante estudio de Chris Ealham Vivir la anarquía, vivir la utopía. José Peirats y la historia del anarcosindicalismo español (Alianza, 2016), que. entre otras cosas, responde al rechazo academicista de los “historiadores militantes” en una línea que implica también el testimonio de George Orwell y no precisamente en sus detalles menos informados (como resulta ser su muy parcial descripción del frente en el que estuvo ubicado).

8/ Entre otras aportaciones Pelai ha publicado un trabajo que se puede estimar como paralelo a los hechos de mayo del 37, El sueño igualitario entre los campesinos de Huesca (¡936-1938), que publicó Salvador Trallero (2013)

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