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Ocho notas sobre cine y feminismo

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Ofrecemos ocho fichas de películas perfectamente asequibles para crear espacio de cine-forums feministas.

Por Pepe Gutiérrez-Álvarez

  1. LUCÍA (Cuba, 1968), lo mejor de Humberto Solás, protagonizada por Raquel Revuelta, Eduardo Moure, Eslinda Núñez, Ramón Brito…La película que transcurre en tres períodos», explica su realizador; « 1895, durante la guerra de la Independencia; 1933, la guerra y el “triunfo” contra Machado y 196…, con la verdadera revolución cubana. Se enmarca en un momento en que para nosotros lo fundamental era la búsqueda de nuestras raíces. En 1968, cuando se realizó, todavía subsistían muchos rasgos de una sociedad traumatizada. En el primer sketch se habla de la colonia, es el momento de lucha entre la conciencia nacional y la colonización; el segundo se ocupa del momento en que las contradicciones del neocolonialismo entran en un momento álgido con el movimiento universitario, obrero y campesino. Esta revolución fracasa, triunfa la insurrección, pero no una nueva conciencia nacional. Lucía 196… es el proceso de la revolución triunfante. Es una mirada hacia el campo, olvidado durante siglos y en donde la revolución pone todo su énfasis. Según declaró Humberto “Lucía” también son tres historias de amor. Tiene un esquema viscontiniano. Me sirvió también en otro sentido: fue mi primer largometraje y en toda primera obra se siente la necesidad de recorrer etapas e influencias inevitables, en mi caso las de Visconti, Eisenstein, Kurosawa, etcétera». «Hay también un tema que es la relación hombre-mujer, el grado de participación de la mujer en la sociedad, la sumisión de la mujer al hombre y en Lucía 196… se aborda de manera frontal y descarnada el problema del machismo. La revolución necesitaba fundamentalmente la incorporación de la mujer a la actividad económica, política y social
  2. Te doy mis ojos (2003, Icíar Bollaín) con Laia Marull, Luis Tosar, Candela Peña, Rosa María Sardá… Una obra cinematográfica necesaria que cuenta “una historia real como la vida misma” que explora el tema de la violencia de género, un tema de candente urgencia ante el cual se deja que el gobierno “flote”. Una realidad compleja tratada con pasión por las guionistas Icíar Bollaín y Alicia Luna, que parten de su complejidad y ofrecer una exploración seria y verdaderamente acertada del mismo. La película no solamente presenta los hechos, sino que trata de comprenderlos y analizarlos. No nos muestra únicamente el sufrimiento de Pilar, sino que también profundiza en la psicología de Antonio, en los mecanismos de su personalidad que lo impulsan a maltratar a su esposa. Por supuesto, estamos ante un film en el que la violencia juega un papel fundamental, pero la violencia no es el motivo central de la cinta. Lo primordial en “Te doy mis ojos” es el efecto que dicha violencia provoca en los personajes, de qué manera influye en sus vidas cotidianas y en las decisiones que deben tomar. Por ello, el elemento violento en sí no aparece ya desde el primer instante, sino que lo primero que vemos son los signos y los efectos de una violencia que ya ha tenido lugar sin que la cámara la haya recogido de manera explícita. No quiero decir con esto que no haya violencia explícita en la cinta. La hay, y mucha. Se trata de una violencia que va creciendo hasta alcanzar el clímax en la escena en la que Pilar, ya preparada para viajar a Madrid en busca de un trabajo que dé sentido a su vida, es agredida, desvestida y humillada por un Antonio que no es capaz ni de dominar su ira ni de comprender las ansias y los sueños de su mujer. Hacia el final del film, Pilar habla con su hermana y le confiesa: “Tengo que aprender a mirarme a mí misma. Yo no sé quién soy”. En mi opinión, ésta es una de las claves de la película. Pilar es un personaje cuyos sueños e inquietudes han sido anulados por la acción de Antonio, que ha modelado y controlado su vida y, en última instancia, la ha destruido. Así, al final la vemos convertida en una mujer que se ve en el espejo y no se reconoce. Para ella no se trata ya de reconstruir su vida lejos de Antonio, sino también de reconstruir su propia imagen, otra mujer para lo cual necesita del soporte colectivo. Sí estas cosa sucedieran con policías estaríamos en estado de guerra, sí pasara con comerciantes habrían patrullas armadas por las calles.
  3. !QUIERO VIVIR¡ (I Want to Live!) de Robert Wise, con guión: Nelson Gidding & Don Mankiewicz…Artículos: Ed Montgomery basado en las cartas de Barbara Graham) Música: Johnny Mandel Fotografía: Lionel Lindon en blanco y negro con Susan Hayward, Simon Oakland, Virginia Vincent, Theodore Bikel, Wesley Lau, John Marley, Gavin MacLeod, Dabbs Greer. Todo un clásico que ha resistido la prueba del tiempo, posiblemente la major de las películas sobre esta exp`resión de barbarie que estos días ocupa la portada de los diarios con el “lote” de ejecuciones previstas en el Estado de Arkansas… Basada en hechos reales. Barbara Graham es una mujer de pésima reputación que frecuenta bares inmundos y que ha sido condenada por crímenes mezquinos. Dos conocidos suyos cometen un asesinato y, cuando los atrapan, empiezan a sospechar que Bárbara los ha delatado. Para vengarse, deciden inculparla y es condenada a muerte. La mañana del 3 de junio de 1955 entra en la cámara de gas de la penitenciaria de San Quintín (California). Duro alegato contra la pena de muerte.”Terrible historia de una mujer condenada a la cámara de gas, magníficamente relatada por Robert Wise (…) puesta en escena que insufla un halo trágico a un drama desgarrado (….) La maravillosa Susan Hayward arrasa literalmente la pantalla en cada secuencia”. La Academia hizo justicia en 1958 al concederle el Oscar como mejor actriz. Magistralmente dirigida por Robert Wise, un cineasta muy irregular que dio lo mejor de sí en el melodrama social y el fantástico. La música de jazz compuesta por John Mandel pone los pelos de punta. (De cine21)Una película intensa y dramática, en la que Susan Hayward completa una actuación magistral, llena de fuerza y credibilidad. La Academia de Hollywood hizo justicia en 1958 al concederle el Oscar como mejor actriz a la mejor Susan. Sigue funcionando como un alegato humanista contra la pena de muerte y como una película feminista que provocó el entusiasmo de Albert Camus

 

  1. No mires atrás es una película dirigida por Andrea Molaioli (Otalia, 2008) con Toni Servillo, Denis Fasolo, Nello Mascia, Fausto Maria Sciarappa, ….Apasionada de toda la vida de las novelas policíacas o “de asesinatos”, como diría mi mamá (“¡ya estás con otra novela de asesinatos!”), la noticia de una adaptación de la dama noruega del crimen, Karin Fossum no podía resultarme más apetecible, habida cuenta de la escasez de libros sobre crímenes que suelen adaptarse actualmente con resultados aceptables. “La ragazza del lago” es una historia policíaca de las que más me gustan. Ni corrupción, ni contexto sociopolítico que no entiendo ni me importa nada, ni tiros en callejones oscuros, ni mafiosos del tres al cuarto, sólo los misterios y pulsiones de la naturaleza humana, el bien y el mal. O sea, el asesinato tradicional, cocinado a fuego lento y con amor. Y por supuesto artesanal, nada de artefactos de por medio como aburridas pistolas o navajas sin el menor carisma. A partir de la aparición de una muchacha asesinada en la ribera de un lago, Andrea Molaelalioli despliega las reacciones y miedos de una serie de personajes, comandados por un comisario (Fabrizio Gifuni, espléndido) que irá desentrañando poco a poco la red de medias verdades y cabos sueltos en cuyo fondo aguarda la solución del crimen. “Thriller” localista a lo Wallander. Cuenta una pequeña historia que a su vez refleja otras historias transcurridas en un lugar idílico, en una localidad pequeña en la que aparentemente, nunca pasa nada.
  1. The Magdalene Sisters (Las hermanas Magdalenas) es una película escrita y dirigida por Peter Mullan y estrenada en 2002. Su narrativa se centra en tres jóvenes internadas en un asilo de las Hermanas Magdalenas en Irlanda. Ahora sabemos que la historia es todavía mucho más terrible de lo que cuenta esta tremenda historia situada de la década de los sesenta…Un antiguo centro católico de acogida para madres solteras en la localidad irlandesa de Tuam ocultaba una fosa con “un gran número” de esqueletos de bebés y niños, según ha confirmado esta tarde la comisión a la que el Gobierno encargó en 2014 la investigación de las casas de acogida gestionadas por religiosas católicas en el siglo pasado. Las excavaciones comenzaron el pasado octubre en el llamado Hogar de Madres y Bebés del Buen Socorro, que funcionó entre 1925 y 1961, después del estudio de una historiadora que alertó de que 800 bebés podían yacer en una fosa bajo el antiguo centro de acogida….l antiguo orfanato católico de Tuam, en el Condado de Galway, en 2014 Niall Carson AP . Los investigadores –que se han declarado “conmocionados” por el hallazgo- encontraron una estructura subterránea compuesta por 20 cámaras. En al menos 17 de ellas han hallado “cantidades significativas de restos humanos”. No creo descabellado pensar que esta historia tiene su correlato en nuestros lares y no digamos bajo el franquismo. Aquí tenemos la historia de los niños robados que demuestra la existencia de verdades que habían sido ocultadas…
  1. HISTORIA DE UNA PASIÓN (A Quiet Passion, Terence Davies. 2016) Intensa evocación de la poetisa Emily Dickinson (1830 –1886) que paso la mayor parte de su vida en casa de sus padres en Amherst, Massachusetts La mansión en la que vivió sirve de telón de fondo al retrato de una mujer nada convencional de la que se sabe muy poco. Considerada una niña con talento, un trauma emocional la obligó a dejar los estudios. A partir de ese momento, se retiró de la sociedad y empezó a escribir poemas. A pesar de su vida solitaria, su obra transporta a sus lectores a su apasionante mundo descrito por Terence Davies con meticulosidad. La sencillez que oculta los laberintos de una mente inquisitiva. Y ese pesimismo disimulado por su renuncia a lo sentimental. El director de El largo día acaba, uno de los maestros de la autobiografía en imágenes, ha escogido una figura tan enclaustrada y tan intensa para ofrecer una buena reflexión sobre el sadomasoquismo consustancial al melodrama, un genero que, al igual que la obra de Dickinson, gira en torno a nuestro sufrimiento, y a las formas de penetración analítica que la petisa escoge para ocultarlo. Añadamos a todo ello unas formas tan suntuosas como siempre, así como que Cynthia Nixon no sólo impone cuando interpreta a la protagonista, sino también cuando recita sus obras en off o frente a la cámara, lo cual resulta casi más importante. Una película única que nos mete en la casa y en la vida de una de las mujeres más lúcidas y penetrantes de su tiempo.
  2. EL MILAGRO DE ANA SULLIVAN, (The Miracle Worker, 1962) En 1881, en Tuscumbia, Alabama, la única hija del capitán Keller (Víctor Joy) y de su mujer Kate (Inga Swenson) se queda ciega y sordomuda. Durante años, sus padres no obtienen ningún resultado positivo, hasta que contratan a la joven profesora Annie Sullivan (Anne Bancroft). Las relaciones entre Hellen Keller (Patty Duke) y Annie Sullivan no son fáciles porque la niña no esta acostumbrada a atenerse a ninguna norma y la profesora sabe que no puede transigir si quiere llegar a comunicarse con ella. Obsesionada por los recuerdos de un hermano pequeño, muerto de tuberculosis en el asilo donde vivían, Annie Sullivan logra que el capitán Keller le permita convivir una temporada con la niña para no parar de enseñarle el lenguaje de los sordomudos, pero no parece haber avanzado hasta que la lleva a la fuente y por primera vez la niña descubre la relación existente entre el agua y los gestos que su maestra le hace en la mano y un nuevo mundo se abre ante ella. A partir de la vida de la sordiciega Hellen Keller, el dramaturgo William Gibson escribe un guión de televisión, realizado por Arthur Penn, luego pasa a ser una obra de teatro que estrenan Anne Bancroft y Patty Duke, dirigidas por Penn, y los cuatro acaban por convertirla en una película que causó un impacto considerable en su día y contribuyó a dar a conocer mejor la singlar personalidad de Helen Adams Keller (Tuscumbia, 1880 – Easton, 1968) Escritora norteamericana. Invidente y sordomuda, se especializó en educación especial para discapacitados, consiguiendo su constancia graduarse con la mención “cum laude”. Tras su graduación, Keller realizó diversos viajes a Europa y África y pùblicar diversos libros de signo autobiográfico como La historia de mi vida (1902); Optimismo, de 1903; El mundo en el que vivo (1908), entre otros. Fue una convencida socialista. En su manera de ver esta concepción del mundo”va a la raíz de toda la pobreza y la caridad. El poder del dinero está detrás de los periódicos y los editores, obedientes a la mano que les da de comer; No van a reparar en poner límites para acabar con el socialismo y socavar la influencia de los socialistas”.
  1. Yo te saludo, Maria (1984) de Jean-Luc Goddard como el prólogo realizado por sus discípula Anne Marie Melville, ofrecen una particular visión del embarazo de la mujer de José el carpintero a la que el cine siempre había presentado con cierta distancia beatifica. Aunque resulta difícil discernir su planteamiento metafórico y engoladamente metafísico, la realidad es que la película resulta más un homenaje que otra cosa, lo que no impidió un escándalo internacional que, más que otra cosa, puso en evidencia la coyuntura de ofensiva reaccionaria que se vivía y el peso inquisitorial presente todavía en sectores de las Iglesias. Algo muy diferente es la respuesta que a la pregunta de un conocido escritor sobre cuál será el rostro de la María de hoy, ofrece un lector en una carta al diario: “me parece evidente la respuesta: sale en todos los telediarios, es una muchacha de color que huye de su país, y llega preñada a las costas de España (y nadie le querrá dar alojamiento y tendrá que parir en un polideportivo asistida por voluntarios ajenos a las Iglesias y a los gobiernos” (J. Arlanzón, Las Rozas, Madrid, El País, 28-12-00). Sin embargo, la película conoció una polémica inusitada, por aquella época se la atribuía a la Virgen María un papel extraordinario en la descomposición del “socialismo realmente existente”, la Santa Sede se sentía con ambición de recuperar sus esplendores perdidos y condenó la película. Esto animó a los grupos integristas franceses (en particular a los partidarios del cardenal Lefevre) a movilizarse, a veces incluso violentamente, y como una especie de “ensayo general” para la “cruzada” desarrollada contra el Jesús de Scorsese que llevó a distribuidores y productores a considerar muy seriamente aquello de “Si ves la barba de tu vecino afeitar, pon las tuyas a remojar”.
    No deja de resultar paradójico que la primera de estas evocaciones de pleno, y sin duda la más popular (y también la más atrevida, pero igualmente la más profunda y respetuosa más allá de las leyendas beatas) sea la célebre Je vous salue Marie, del “enfant terrible” de la “nouvelle vague”, Jean-Luc Goddard, uno de los cineastas más radicales e inclasificable de la historia del cine, y que muestra a José y Maria como una pareja de trabajadores en una urbe moderna.

En relación a esta película hay que hablar también del mediometraje titulado Le livre de Marie, de Anne Marie Melville. Hay una escena que explica perfectamente el enfoque de esta historia, tan cuidadosa que empero., acabaría escandalizando. Es cuando María, una hermosa niña de unos once años, asiste, contrariada, al deterioro de la relación de sus padres. Todo transcurre en un hogar de cualquier ciudad de la Suiza actual. María es hija única y mantiene por separado una excelente relación con cada uno de sus padres, cuyas desavenencias entre sí la desazonan. Trata de superar el conflicto con la lectura, la mística, la danza y, sobre todo, adoptando el papel de la maestra que reprende a sus imaginarios díscolos alumnos. Quizá a causa de ese impulso pedagógico, cierta vez, cuando sus padres discuten, mientras almuerzan, en presencia de Maria, ella les interrumpe con energía, para darles una lección particular de botánica. En el momento culminante de su explicación y, mientras señala con el dedo el endocarpio de una manzana que contiene las negras semillas, les espeta: “!Ésta es la parte fundamental¡ ¡Todo lo demás es agua¡”…Ella es una semilla y no una mera costilla, alguien que tiene la excepcional virtud de crear la vida, un “misterio del organismo” que no tiene nada de vergonzoso, antes al contrario, y que por lo tanto, emerge como una razón maravillosa, por encima de la “vergüenza” del pretendido “pecado original”, un detalle que para la religión judía, tan hostil a la menstruación femenina, consideraba como una condición previa para la condición de “nazareno”, como se ha visto en el caso de Sansón. Por eso conviene recordar que el dogma de que María su madre, fue virgen antes y después del parto, cuenta con unos amplios antecedentes en otras religiones como las del Antiguo Egipto. A pesar de todo esto, todo lo que no se atenga a la “devoción” impuesta suscita las iras de los guardianes de la fe,

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