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Las Guerras Comerciales de Trump (II)

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Donald J Trump está declarando una guerra comercial a los que han sido hasta ahora los principales aliados y socios comerciales de EEUU: la UE, Canadá, México, China… El gran problema, es que cada vez que hay una guerra comercial, la economía se resiente.

La UE ya está tomando medidas arancelarias, y seguramente los demás países no se vayan a quedar quietos. Además aunque todo ha empezado con el acero y el alumnio, parece que Trump no se va a quedar ahí y va a dedicarse a poner aranceles a otros productos, muchos de los cuales pueden poner en problemas hasta a la economía española.

Aranceles al acero y al alumnio

Todo esto comenzó con los aranceles al acero y al aluminio, aunque la verdad es que si algo hay que reconocer es que Donald Trump está cumpliendo su campaña de defender el proteccionismo. Siempre quiso obligar a Apple a fabricar los iPhones en EEUU en vez de en China (da igual que China tenga que importar la mayor parte de los componentes de un iPhone para poder ensamblarlo), aunque de momento ha comenzado con estos productos.

Cuando Trump anunció los aranceles al acero y al aluminio, la UE pensaba que podría conseguir una prórroga, una exención. Al fin y al cabo en la desarrollada Europa no se podría pensar que podría hablar de dumping (subvención a las exportaciones) por parte de los gobiernos ni de salarios bajos, no obstante por parte de la administración Trump se ha decidido pasar a aplicar los aranceles ya.

La UE ha decidido responder poniendo aranceles estratégicamente a productos procedentes de los estados que han votado a los republicanos en las últimas elecciones. Así que en una primera fase habrá impuestos del 25% a 186 productos como zumo de naranja, arándanos, arroz, maíz, whisky, tabaco, cosméticos, vaqueros y acero con unimpacto de 2.800 millones de euros, en una segunda fase serán aranceles de un 10% a 163 productos como laca, toallitas, mantas o cerámica con un impacto de 3.600 millones de euros. La idea es que es el mismo impacto que tendrá en las economías europeas los aranceles al acero y el alumnio.

Una cumbre del G7 complicada

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Pero parece que Donald Trump no se quiere quedar ahí, sino que piensa seguir con otros productos. Por ejemplo ahora se habla mucho de los coches. Si en su momento se dedicó a amenazar a los fabricantes de coches norteamericanos para que no se llevaran la producción de ciertos modelos a México, ahora amenaza a los fabricantes alemanes.

Según la revista alemana WirschaftsWoche Trump le dijo a Macron que pensaba vetar los coches alemanes, hasta que no quedara un único Mercedes por la Quinta Avenida. Aunque es cierto que vetar a Mercedes y BMW es complicado porque tienen plantas de producción en EEUU, (donde, sorpresa, incluso fabrican coches que envían a la UE), Audi y Porsche no tienen ni una única planta desde la que podrían saltarse la restricción a los coches fabricados en Europa.

Aunque España apenas exporta coches a EEUU, es cierto que la industria de componentes española si produce piezas que muchas veces acaban en coches alemanes exportados a EEUU. Así que al fabricar cosas que van dentro de otras cosas que se venden a EEUU, si podemos vernos afectados por las decisiones de Donald Trump.

Donald J. Trump

@realDonaldTrump

Please tell Prime Minister Trudeau and President Macron that they are charging the U.S. massive tariffs and create non-monetary barriers. The EU trade surplus with the U.S. is $151 Billion, and Canada keeps our farmers and others out. Look forward to seeing them tomorrow.

Todo esto con la cumbre del G7 este fin de semana, de la que aparentemente no se va a entrar de buenas. Este año es en Canadá, y Donald Trump ha comenzado la cumbre anunciando anticipadamente que el déficit comercial con la UE y Canadá es excesivo. Los aliados de EEUU ya ven la administración Trump como un grave problema mundial.

Además pretende irse antes, hasta Singapur, donde se va a reunir con Kim Jong-Un sobre la desnuclearización del ejército de este país. Aunque no es un tema menor, el desplante se empieza a conocer que la cumbre será un G6 + Trump, más que un G7. Una vez se vaya el antiguo presentador de Televisión ¿hablarán el resto de países de cómo van a afrontar las tarifas comerciales de Donald Trump?

Si es cierto que China, la UE y Canadá están dispuestos a luchar en la batalla económica, también es cierto que los socios comerciales de Trump saben que no es fácil. Por ejemplo Merkel no está segura de que Alemania pueda seguir ganando de una guerra comercial de EEUU, como dice el mismo diario Spiegel. En Berlín saben que el mercado estadounidense es vital para la industria del automóvil alemanay quieren protegerla a toda costa.

El proteccionismo no es bueno

El problema que tiene el proteccionismo, es que su defensa es intuitiva, mientras que la defensa del libre comercio no lo es tanto. Pero pensémoslo en una economía desarrollada como es la de Estados Unidos y los aranceles impuestos al acero y al aluminio con los que hemos empezando. Supongamos que Estados Unidos al importar acero y aluminio deja de hacerlo porque se ponen aranceles. Esto vuelve al acero y al aluminio foráneo más caros, reduciendo o eliminando las importaciones y se crean empleos en EEUU que ayudan a los trabajadores ¿parece una buena idea verdad?

La verdad es que no. Para empezar porque una planta de acero o de aluminio no se instala de un día para otro, sino que requiere muchos meses para estar operativa. Además el mix de la producción local y su sobrecapacidad no suele ser exactamente igual que el mix de las importaciones. Mientras tanto seguramente los fabricantes de acero y aluminio al tener un incremento de la demanda es posible que suban los precios, incluso puede que simplemente los suban y los ajusten al mercado internacional, manteniendo la misma producción y número de empleos, y por supuesto ganando más dinero. Mientras las fábricas tendrán que pagar más dinero por el acero y el aluminio.

En realidad Estados Unidos es una economía avanzada, un país industrializado que produce bienes y servicios avanzados y de alta tecnología que vende al resto del mundo. Pero eso no implica que sus productos no tengan competencia. Pensemos en aviones (que necesitan aluminio) y coches fabricados con acero. Al incrementarse el coste interior en el mercado, también se incrementan los costes de fabricación. Así que puede que esos Fords y Boeings dejen de ser competitivos, o lo sean menos en el mercado exterior y en un país como pueda ser la India dejen de comprar aviones Made in USA para comprar aviones Made in Europe y dejen de comprar coches americanos para comprar coches japoneses. ¿Seguro qué es un avance pasar de producir aviones y coches a producir acero y aluminio?

Alguno me puede decir que estoy exagerando con los precios, pero es que los precios en EEUU del acero y del aluminio han aumentado un 40% en lo que va de año y ya son un 50% más caros que en China y la UE. Lo que en principio debería ayudar a la Industria Americana, puede que no sea sino un tiro en el pie a la misma. Quizás es mejor dejar de imaginarse banderas con barras y estrellas, tartas de manzana y fuegos artificiales el 4 de julio a lo Hey Brother de Avici mientras que suena Born in the USA de Bruce Springsteen y enterarnos de cómo funciona la economía real.

Así que veremos cómo se van desarrollando los hechos en los próximos días. Me da la sensación de que esta guerra comercial de EEUU contra el mundo no va a acabar con este episodio.

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